Nicolás Canto González*
LAYDA SANSORES. 100 DÍAS DE GOBIERNO.
EL CACHORRO SANTINI, UN LIDER REAL.
ABELARDO CARRILLO ZAVALA: REAPARECE POLÍTICAMENTE EN EL MOVIMIENTO OBRERO CAMPECHANO.
Cien días de gobierno de Layda Sansores. A unas cuantas horas.
Aún cuando es muy poco tiempo en un sexenio, los primeros cien días de gobierno son el primer plazo político para un gobernante, como una primera medición del trabajo realizado.
Y también algo así como una especie de indicador para los gobernados en cuanto al rumbo a seguir durante los siguientes 5 años y 9 meses de una nueva administración gubernamental.
Lamentable, sí, que en diversos medios locales de comunicación y redes sociales se confunda la crítica al gobierno de Layda Sansores con la ofensa personal, grosera, ruin, no sólo hacia ella sino contra familiares y colaboradores. La crítica bien fundada, con argumentos sólidos, con argumentación e investigación siempre será bienvenida. Esta forma perversa de pseudocrítica vulgar, canalla, no.
Layda Sansores, la primera gobernadora en Campeche pero seguramente no la última dados los actuales escenarios políticos locales y la tendencia para que mujeres ocupen gubernaturas, pese a lo reñido de la elección que prácticamente se fue a tercios entre ella, Eliseo y Christian, llegó con una gran expectativa al poder que persiguió desde 1997, primera ocasión en que fue candidata, entonces del P.R.D.
Lo sería dos veces más, hasta la cuarta que sería la vencida.
Queda claro que la perseverancia política es uno de los rasgos más acusados de la hoy gobernadora de Campeche, que llega a sus primeros cien días de poder.
Y hasta ahora la mayor parte de ese tiempo lo ha dedicado a la lucha contra la corrupción que, si va en serio, debe enfocarse hacia dos destinatarios: los ex gobernadores Alejandro Moreno Cárdenas y Carlos Miguel Aysa González, quienes protagonizaron el más infame saqueo de que se tenga memoria en Campeche, y nos han dejado en una postración económica nunca antes vista.
Es a Moreno Cárdenas y a Aysa González a quienes se debe investigar por sus actos de corrupción, muchos de ellos a la vista de todos pues ni siquiera se preocuparon por disimularlos, y desde inicios del sexenio cómplice y compartido fueron la comidilla de los campechanos.
Así que, si verdaderamente se quiere ir a la raíz de la corrupción, son estos dos sujetos sin complemento por quienes el gobierno de Layda Sansores debe ir y fincarles responsabilidades.
No habría que hurgar mucho. Las pruebas están ahí: las opulentas mansiones, los ranchos ostentosos, los autos lujosos, los yates, las casas por toda la ciudad de Campeche, los ropajes de marca, las joyas, las cuentas bancarias, los estilos de vida a todo lujo, sus actuales fortunas personales que no resistirían la menor investigación en cuanto a ingresos, propiedades, fortuna y egresos.
Es entonces a ellos, a Moreno y a su interino perfecto Aysa, a quienes se debe llamar a cuentas. Y no a quienes colaboraron con ellos desde diversas Secretarías, y no tuvieron otro remedio que obedecer órdenes, so pena de perder el empleo y convertirse en “enemigos de Campeche” cómo en su momento bautizó el tristemente célebre Alito a quienes no estaban, no estábamos, de acuerdo con él y sus trapacerías.
Cien días de gobierno de Layda Sansores.
En el recuento breve, el combate a la corrupción y hacer a un lado, tal vez para siempre, a quienes integraron los equipos de trabajo de Alito y Aysa, serían sus mayores logros hasta ahora.
Otros dos serían la implementación de programas sociales ante tanta necesidad y penuria económica en Campeche, y los números a la baja en la pandemia del coronavirus hasta llegar en los días recientes a cero defunciones y dos o tres contagios diarios.
En contraparte, su mayor negativo: haber traído gente de la Ciudad de México y de otras entidades del país, quitando oportunidades de trabajo a campechanos. Fundamentalmente a jóvenes profesionistas. Es de esperarse que esa importación de “head hunters” foráneos ya haya concluido con el año que se va.
Y uno más: haber nombrado en una dependencia clave del gobierno, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, a una señora que ha llegado a la titularidad de esa dependencia a desahogar sus frustraciones y resentimientos con la vida, maltratando a todo el personal; a dejar a muchos sin empleo, a imponer sus criterios aunque estos sean errados, porque ella es la jefa y manda, a darle chamba a familiares, amigos y allegados. Y, en el colmo del surrealismo absurdo, a nombrar a una nutrióloga como Directora de Comunicación Social.
EL P.R.I. EL CACHORRO SANTINI, LA URGENTE NECESIDAD DE UN LÍDER
Al P.R.I. en Campeche, ahora mas que nunca, le urge un líder real y no de membrete.
Y, visto su desempeño, el que más se parece a ese líder real es quien funge como su líder institucional: Ramón Santini Cobos, el cachorro del líder histórico del priísmo campechano, Ramón Santini Pech.
Pero al célebre cachorro Santini le ha tocado bailar con la más fea de la fiesta, y en tiempos de vacas flacas.
Para cualquier iniciado en temas partidistas no es ningún secreto que la inmensa mayoría de los recursos económicos de los que disponía el P.R.I. en Campeche provenían de las arcas del gobierno del Estado, al igual que provinieron los muchísimos millones de pesos dilapidados inútilmente en la pasada campaña para gobernador, del sobrino del tio.
Pero con la llegada de Layda Sansores al gobierno del estado esas épocas de rumiantes robustos y bien comidos obviamente se acabó. Y hasta se habló de desaparecer físicamente al P.R.I. demoliendo su sede.
Sin embargo, pese a todos esos infortunios priístas y a la histórica y estrepitosa derrota del priísmo cuasi sempiterno en Campeche, el cachorro Santini Cobos con muy escasos recursos, sólo con las prerrogativas que se le otorgan a nivel local como partido al alguna vez invencible, está sacando las castañas del fuego y haciendo todo lo humanamente posible para hacer del P.R.I. la mitológica Ave Fénix y hacerlo resurgir de sus cenizas.
El cachorro Santini, con la energía y el entusiasmo de su juventud y el amor que su padre el tigre mayor Santini le inculcó por el partido, viene recorriendo el Estado hablándole a las bases, a los comités seccionales, municipales, acerca de la necesidad de reestructurarse, de mantener fe y esperanza, de unirse, en suma, de reinventar a ese partido en Campeche.
Y apenas el sábado pasado el cachorro logró reunir en asamblea celebrada en la Federación de trabajadores de Campeche, a la plana mayor del movimiento obrero, encabezado por su lider histórico, el ex gobernador de Campeche, Abelardo Carrillo Zavala. Todo esto, en busca del rescate de la unidad de los sectores obrero, campesino y popular. La tarea no será fácil, pero Santini Cobos está dispuesto a luchar para hacerla realidad de nuevo.
Y, sin ser el lider formal de la bancada priísta en el congreso local, el cachorro Santini dió una muestra de congruencia política y partidista de oposición, al escribir en la papeleta correspondiente al momento de votar en el congreso por el nuevo auditor superior del Estado: “mi voto es por un campechano”.
