Columnas Escritas
LOS MONÓLOGOS DE LA MARTINA
La política suele ser en ocasiones quehacer de señales.
Esas señales estarían marcando cualquier día de esta semana,( y no necesariamente hasta el día 15), para que la instancia Federal Electoral dictamine el triunfo de Layda Sansores como gobernadora constitucional de Campeche, a partir del 16 de septiembre.
Son varias y variadas esas señales que permitirían vislumbrar la decisión a favor de la señora Sansores, por parte del Tribunal Electoral del Poder judicial Federal.
1.- La baja en la intensidad de la guerra de declaraciones entre el propio Tribunal y el presidente Andrés Manuel López Obrador, algo que sin duda es una buena señal en la desactivación de éste conflicto, que se dió en el momento más inoportuno.
2.-El silencio guardado por el principal impugnador de la elección, el candidato perdedor Eliseo Fernández, quien en los días recientes ha practicado puntualmente la siciliana ley de la omerta y no ha vuelto a abrir la boca con el tema, primero del conteo voto por voto y casilla por casilla . Y luego con el de la anulación de la eleción de la que, se insiste, ha dejado de hablar.
3.- En menor medida, el silencio del P.R.I. y de quien era el mayor interesado (por todas las malas razones posibles), de ganar la gubernatura de Campeche para seguir gobernando a trasmano a través del sobrino Christian; el todavía líder nacional del P.R.I., Alejandro Moreno Cárdenas, lo que hubiera sido todo un récord Guines: casi 4 años de él, poco más de dos del interino Aysa, y 6 de su consanguíneo.
4.- Los trabajos de la entrega- recepción que ya se vienen realizando en las dependencias estatales, a cargo de sus titulares y los equipos designados por la propia Layda.
5.- El hecho de que el interino Aysa (se comenta que por “sugerencia” del propio Moreno Cardenas, quien terminó aceptando resignadamente rendir la plaza), haya mostrado su buena disposición a que se realizen estos movimientos de entrega- recepción, que sólo se hacen de gobernador saliente a gobernador (a) entrante.
6.- El que se esté hablando abiertamente de las mujeres y hombres que integrarán el gabinete de Layda, tanto entre sus seguidores como entre sus críticos, todos esos que aún no se resignan a abandonar cargos, prebendas y beneficios económicos. Ello habla de la certeza que se tiene del ascenso al poder de quien será la primera mujer que gobernará Campeche.
7.- La reducción, y virtual votación a favor del congreso local, de secretarías en el gobierno estatal, que se ubica dentro del proyecto de los 3 años que le quedan a AMLO, en lo que toca al espectro burocrático y su austeridad. Un proyecto que Layda Sansores hará suyo.
8.- El espaldarazo y una suerte de palmada de tranquilidad que el propio AMLO vino a darle a Layda Sansores el fin de semana pasado, al invitarla a una reunión en la que también estuvo presente el interino Aysa, en donde el tema principal fue el del tren maya, joya de la corona en Campeche y en el sureste, del gobierno federal.
Y, fuera de numeralia y mensajes, una razón más: el ánimo de los campechanos, incluso el de los que no votaron por Layda Sansores, y en muchos casos hasta de los que lo hicieron por Eliseo o Crhistian, en el sentido de que ya se acabe este jueguito perverso del Tribunal Federal Electoral, producto de discrepancias con otro poder; un juego inédito que no nos merecemos y que en nada ayuda a preservar la tranquilidad social de nuestro Campeche.