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2022

Gustavo Mohar

Excelsior

El año 2021 puso a prueba nuestras capacidades de tolerancia, encierro, incertidumbre y miedo. La pandemia de covid alteró nuestra cotidianidad, nuestra forma de trabajar, de compartir con familia, amigos y colegas.

Ha quedado claro que la historia marcará este año como un hecho que expuso a todos los gobiernos en sus fortalezas y debilidades. Aún es pronto para poder hacer una valoración justa sobre las medidas que adoptaron, la manera en que comunicaron a sus ciudadanos la gravedad del virus y sus posibles secuelas.

La pandemia hizo aún más evidente las enormes diferencias económicas y políticas entre el mundo desarrollado y el mundo en desarrollo: acceso a vacunas, madurez de su conciencia cívica, calidad de los mecanismos creados para aminorar la pérdida o, por lo menos, caída en los ingresos de las familias, un desempleo abrupto de inéditas proporciones.

En nuestro caso, quedará en la memoria la tardía reacción e irresponsable actitud de negar lo evidente, la torpeza en alertar a la población y proveer la vacunación a adultos mayores. El funcionario responsable de dirigir y coordinar la vacunación será juzgado con el tiempo por su frivolidad y arrogancia. Pudo haber evitado miles de muertes prematuras con las que cargará en su conciencia.

A lo anterior se agregó un crecimiento explosivo de la violencia criminal. Más de 100 homicidios violentos cada día es una cifra de terror y tragedia. Diario nos despertamos con una noticia más sobre miles de víctimas: ya fueran migrantes en tránsito, fosas clandestinas, crecientes cifras de desaparecidos.

No hay manera de entender por qué el presidente López Obrador mantiene al funcionario citado ni tampoco su negativa a corregir el accionar de su gobierno para enfrentar a las bandas criminales que aterrorizan a una buena parte de la población.

Repito, 2022 es el inicio de la segunda parte de este gobierno. Ante los pobres resultados obtenidos en materia de salud y seguridad, ¿no sería obvio corregir las políticas seguidas hasta la fecha? ¿Cuántas muertes evitables tendremos en este 2022? ¿Hasta cuándo la sociedad expresará su enojo y exigirá cuentas a las autoridades?

En mi opinión, el gobierno del presidente López Obrador será evaluado por las condiciones de seguridad que deje a su sucesor(a).

Era correcto su diagnóstico de atender primero a los más necesitados, a los marginados del desarrollo y bienestar, pero más allá de ambos temas, la principalísima obligación de todo gobierno es procurar seguridad y tranquilidad a sus gobernados.

Me temo que de seguir con los niveles de violencia criminal que han abrumado a su gobierno, el juicio histórico no podrá ser positivo. Tiene tiempo para realinear recursos, prioridades y atención a este complejo asunto.

Sólo se podrá lograr si se establecen las bases institucionales para derrotar, en el mediano y largo plazo, a quienes hoy agreden y abusan de la impunidad de que gozan ante tanta atrocidad que cometen.

Recomiendo ampliamente leer el devastador artículo de Héctor de Mauleón publicado en El Universal este 21 de diciembre, su título lo dice todo: “México 2021: una hemorragia sin control” basado en un informe de la organización Causa en Común. Una cita basta para entender el tétrico mensaje que nos manda:

“Aunque se trata sólo de una colección parcial de horrores –el informe sólo registra aquellos que llegaron a los medios de comunicación– , las cifras , agrupadas, roban el aliento… de acuerdo con el informe citado, en esos 10 meses de violencia continua, las 4 mil 527 atrocidades registradas dejaron un total de 6 mil 787 víctimas… la conclusión es espeluznante: en todo el país, miles de mexicanos están dispuesto a hacer lo peor”.

El reto que plantean los delincuentes es mayúsculo, por ello todos debemos apoyar y reconocer a las autoridades responsables de enfrentarlos: policías, soldados, marinos, ministerios públicos, jueces, la mayoría de ellos y ellas son gente honesta, que exponen su integridad y la de sus familias con honestidad y sentido de servicio.

Reflexiones del 2021

Prometer no empobrece, pero no cumplir es un acto inmoral y peligroso.

Salo Grabinsky

Excelsior

Andamos cerrando este año inestable, lleno de obstáculos tanto internos del ambiente familiar como en nuestros negocios y patrimonio, a nivel social, político y cultural, agobiados todavía por el temor a una nueva ola de pandemia, incitada en parte por nuestras acciones irresponsables y otra por la indefinición de las autoridades mexicanas y los salvajes y tal vez excesivos dictados de varios países, encerrándose de nuevo. Muchas dudas, temor y un recuerdo triste de los seres queridos y amistades que hemos perdido en dos años, no sólo por la pandemia, sino por falta de medicamentos, saturación hospitalaria… y conspiraciones inaceptables. No estamos bien.

La pandemia nos ha dado golpes en nuestras expectativas, en la salud física y mental, en nuestras relaciones personales, y en los proyectos y objetivos que teníamos. Es cierto, la situación actual es de incertidumbre en muchos aspectos y aunque nosotros no mandamos sobre el destino, por otro lado, no debemos encerrarnos y tener visiones catastróficas o depresivas, ya que no vienen al caso. Total, mientras se esté vivo hay forma de mejorar. No hay de otra.

Con respecto al actual gobierno tengo muchos comentarios, críticas y también algunos reconocimientos, pero no me meto en asuntos políticos por no ser mi rama. Lo que sí puedo hacer es desear que todo lo que haga el régimen en lo social se cumpla razonablemente, con la menor corrupción y gasto excesivo y, sobre todo, que hayan hecho bien las cuentas públicas, empezando por los ingresos.

No quiero imaginarme la crisis que se vendría cuando las finanzas públicas no alcancen para cubrir los programas e inversiones que están haciéndose y que haya la tentación para conducir al país a un desastre, mucha inestabilidad y enojo al no haber recursos disponibles, después de haber ilusionado al país y en especial a los más marginados. Les deseo que hayan hecho bien sus cuentas, que tengan planes alternativos y que no acabemos como en épocas anteriores con el cáncer de la hiperinflación, el desempleo o subempleo informal creciendo y una serie de devaluaciones que no pueda controlar nuestro banco central, manteniendo una deuda pública razonable. Prometer no empobrece, pero no cumplir es un acto inmoral y peligroso.

Espero también que no busquemos caminos inexplorados y fuera del contexto actual, que cuidemos nuestros bosques y atmósfera, que se reduzca con firmeza la explosión de inseguridad que nos agobia y que, si continúa creciendo nos volverá un país no habitable y que augura un pésimo porvenir a nuestros hijos. Que se reduzcan los grandes contrastes actuales dando oportunidades a todos para tener empleos dignos y emprendimientos a aquellos (as) que lo deseen y tengan las características adecuadas. Urgen las inversiones privadas y públicas en rubros que provoquen mejoría real a la comunidad y mayores servicios. Y, claro está, reducir la lacerante corrupción, que continúa vigente al paso de los diversos gobiernos.

En pocas palabras, necesitamos paz, salud y familias en armonía.

Año nuevo, tareas nuevas

Antonio Gershenson

La Jornada

Aún tenemos pocas refinerías, pero ya la extracción del crudo, aumentó 26 por ciento, según lo ha informado la secretaria de Energía, Rocío Nahle. Se espera una mayor producción para este nuevo año. El combustible tendrá mayor demanda por los trabajos que han ido acelerando su construcción. La solvencia energética empezará a cubrir, más que medianamente, las áreas donde sea mayor la demanda de energéticos, sin dejar a un lado, las demás fuentes de energía.

Para el restablecimiento de la producción de las refinerías, considerando Deer Park, Petróleos Mexicanos (Pemex) presenta el programa de 10 tareas, para seguir avanzando en la recuperación de la industria de los hidrocarburos.

Como prioridad para el gobierno federal, el trabajo en mancuerna con Pemex, es indispensable. No sólo por la austeridad propuesta por las políticas públicas en cuanto a energéticos se inscriben en la Cuarta Transformación (4T), sino para evitar el despilfarro de los recursos naturales no renovables. Parece que los gobiernos anteriores no entendieron, o no les importó, el carácter de finito, limitado e irreparable a corto plazo que tienen los hidrocarburos.

Para quienes se preocupan por la catástrofe del ambiente por la acumulación de contaminantes, se les informa que la recuperación de la industria petrolera es indispensable para dar pasos más apresurados hacia la transición energética.

No sólo hablamos de cantidades y calidades de los productos derivados del petróleo, sino del incremento que se dará a la seguridad ambiental como resultado de la responsabilidad operativa. En este punto, las autoridades de Pemex, se proponen entre sus objetivos incrementar la seguridad y la autonomía energética, pero también, la eficiencia y la competitividad del nivel operativo.

En cuanto a la posibilidad de emular al personal con las mejores técnicas y resultados útiles para los objetivos de Pemex, es importante haber priorizado entre las 10 tareas la contribución al mejoramiento laboral. El personal obrero, especialistas o no, debe contar con la protección de su sindicato.

La confianza en que sus derechos sindicales, tales como lo marca el artículo 123 y demás estatutos, leyes y toda la protección laboral lo señalen, serán fortalecidos con al cumplimiento de las 10 tareas puesto que, sin garantías, el personal operativo cae en la incertidumbre productiva y económica.

El artículo 123 dice que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil y, para tal efecto, en el sector se promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo.

La solución a los conflictos sindicales que ha ocasionado la corrupción enraizada en el otrora mejor sindicato de México ha mantenido al personal operativo y al administrativo, al margen de toda oportunidad de democratizar y sanear la vida sindical de este gremio tan importante para la economía de la nación. Dicha posibilidad ha sido señalada, reclamada y también marginada. La 4T es la oportunidad para llevar a cabo esta indispensable tarea.

Los desafíos de las 10 tareas propuestas, son los mismos de hace varias décadas. Es ahora cuando se pueden concretar: generar un crecimiento y desarrollo económico de calidad, incluyendo las acciones para la protección del ambiente natural que de siempre es considerado una prioridad de la Cuarta Transformación. Además, las autoridades del sector energético han declarado que atender la colaboración en los programas sociales es la base de la política del gobierno federal. Para eso se está incrementando la productividad energética, para que la riqueza que genera la industrialización de los hidrocarburos llegue a todos los sectores de la sociedad. De este hecho, se incrementará también la conciencia de que sí es posible salir de la pobreza.

Por otro lado, es importante observar constantemente el desarrollo del T-MEC, ya que una meta importante del presente sexenio es el rescate de la industria energética. Los candados o frenos de mano que se escribieron en los contratos de este tratado comercial tienen solución paso a paso. Estados Unidos y Canadá deberán asimilar que, como socios comerciales con México, el nivel de negociación debe ser equilibrado entre los tres países. No somos más el patio trasero ni de uno ni de otro.

Agradezco a Héctor Heredia González su observación acerca de los derivados del petróleo.

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