El cartón de Iris

Amar al prójimo, es un principio
de la santidad política
Por Roberto Iris Balán

Según la Biblia, santo es el que está apartado de la corrupción, quien es capaz de amar a Dios y a su prójimo, por tanto, quien ama a su prójimo es incapaz de dañar, pervertir o sobornar a alguien. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Marcos 12:30-31.
A este mandamiento se refería el activista y sacerdote católico, José Alejandro Solalinde Guerra, al calificar al Presidente Andrés Manuel López Obrador, de tener santidad política. Solo un inconsciente no entendería; para nuestra tranquilidad, el país está experimentando ese despertar de consciencia que México requería.
Y sí, yo le recomendaría a ese 30 % de los mexicanos que siguen pensando que “el que no tranza no avanza”, que me acompañe en la lectura de esta breve reflexión bíblica; no como ejercicio religioso, sino como lo que es la biblia, una regla ética.
Porque sabemos que ese 30 % es de ULTRA DERECHA, CATÓLICOS AL 100 %, a ellos le dedico este mensaje:
“Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino. Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti; sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre. Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David”.
Claramente Natán le dice a David, que cuando ya esté muerto, habitando con sus antepasados, Dios levantaría descendencia después de él, refiriéndose a Cristo Jesús y le construiría casa en el corazón de los hombres eternamente.
David no aceptó esa palabra, su hijo Salomón construyó un templo que a su vez perdió el hijo de Salomón, Roboam; es despojado del Arca de la Alianza y aunque, reconstruyeron el templo, que volvieron a destruir los romanos, nunca volvió a aparecer El Arca.
Dios cumplió su palabra al rey David, Yeshua el Cristo toma a doce discípulos, con los mismos merecimientos que pudieran tener los que leen y su SS; los capacita para predicar el nuevo evangelio.
Con su crucifixión sella el nuevo pacto de cambiar las leyes por el amor al prójimo (juan 15):
12Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.
Jesús, dice que es más importante dar que recibir, no pide que lo idolatres, por el contrario, te prefiere como amigo, y si dijo que nosotros haremos cosas mayores, más que pensarlo, habrá que anhelarlo, porque él vive en nuestro corazón, digo lo que leo y siento, no de manera religiosa sino tratando de entender el texto a consciencia. Espero que como Él y El Padre, todos seamos uno, un México rico y próspero, sano y libre. Amor, vida, luz y paz en el 2012.