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El gran poder de las redes sociales

Manuel López Michelone

Proceso

Muchos usuarios consultan las diferentes redes sociales, escriben comentarios, se”pelean” acaloradamente con otros internautas si no comparten sus puntos de vista, ven videos en las populares plataformas de streaming.

Las redes sociales, Facebook Twitter, Twitch, TikTok, Instagram, YouTube, etcétera, son sin duda un tema cotidiano. Muchos usuarios consultan las diferentes redes sociales, escriben comentarios, se”pelean” acaloradamente con otros internautas si no comparten sus puntos de vista, ven videos en las populares plataformas de streaming y desde luego, ven cotidianamente muchos videos que se pueden encontrar en youtube de prácticamente cualquier tema.

Pero he aquí que aparentemente este poder no parece observarse como evidente pero lo es. Pongamos algunos ejemplos. ¿No conocen a alguien que les muestra un video, que puede ser de segundos de duración que se hizo viral? ¿Y no es más curioso aún que probablemente ustedes le digan, “ya lo había visto”? Y es que este mecanismo de escribir comentarios, poner enlaces a videos o a páginas especializadas en algún tema, no cae en la apatía, al contrario, de pronto todo el mundo ya vio ese simpático video de gatitos que hace reír tanto, entre todas las posibilidades de información que tenemos a la mano.

Y si siguen sin creer el nivel de audiencia que logran las redes sociales, súbanse al transporte público. Más de uno stará viendo su teléfono y es bastante probable que muchos de ellos están viendo videos de TikTok para pasar el rato mientras llegan a sus respectivos destinos y de nuevo, esas imágenes se empiezan a convertir en algo de todos los días e incluso, hablamos de ello en reuniones con amigos y parientes. Internet es el mecanismo más parecido a Dios, porque cada vez es más omnipresente.

No vayamos muy lejos, YouTube se ha convertido en una de las plataformas más importantes para difundir ideas en videos, audios, fotos o incluso láminas de powerpoint. Porque además de los contenidos tenemos una opción que no tiene tan trivialmente la televisión, el acceso a poder comentar de inmediato lo que nos parece el material visto. Un dato interesante lo aporta este sitio,  https://www.eaeprogramas.es/blog/negocio/empresa/youtube-supera-la-television-en-terminos-de-audiencia: “YouTube ha analizado los hábitos de visualización de los consumidores británicos de entre 16 y 34 años. Del estudio se extraen diversas conclusiones, como que el 41% de los usuarios escogería YouTube antes que la televisión convencional o servicios de suscripción de vídeo si tuviera que elegir; o que el 58% asegura que es más fácil encontrar contenido de su agrado en la plataforma online que en la televisión”.

Y es que sí, YouTube es la nueva televisión, pero más aún, todos los medios electrónicos que proveen la posibilidad de que los usuarios generen contenidos, han creado la curiosísima “profesión” de “influencer”, el cual es en el fondo un conjunto de personas tan comunes como nosotros, que publicitan su contenido en las redes y con el tiempo se han hecho populares e incluso, les ha permitido tener un modus vivendi bastante aceptable. Se me ocurren unos casos: “Luisito comunica”, que tiene más de 40 millones de suscriptores, por lo que recibe estupendas cantidades por la cantidad de veces que se miran sus videos, o el ahora ya retirado “Werevertomorro”, que por años fue uno de los personajes más populares y famosos en YouTube y que aparentemente ha abandonado el seguir haciendo videos. El mismo personaje ha dicho que de los videos que hizo hace años, aún YouTube le paga por mes unos 1500 dólares. Nada mal ¿no?

Pero este poder de las redes sociales, de estas páginas para subir videos e información tienen un algo que podríamos considerarlo “oscuro”. A pesar de que hablemos de las virtudes de la red de redes, de la democracia en Internet donde aparentemente todos somos iguales, tenemos que estos portales como YouTube, Twitter, etcétera, pueden eliminar la participación de alguien que resulte polémico, incómodo o que no cumpla con las reglas del juego impuestas por el portal. Por ejemplo, Jordan Peterson, un científico social muy de moda, anunció cuando los dueños de Twitter le quitaron su cuenta. No sé qué hizo mal Peterson, pero la compañía que controla Twitter decidió bloquearlo.  Lo mismo podemos decir de YouTube, que canceló de por vida el ingreso a ser creadora de contenidos a Yoseline Hoffman, Yosstop, por incumplir reiteradamente las políticas del sitio web. Yosstop, con poco menos de 8 millones de suscriptores fue cortada de tajo de la posibilidad de seguir viviendo de YouTube, pero más grave aún, no hay alternativas reales a esta plataforma. En este sentido es un monopolio que ha definido sus reglas y las aplican sin miramientos.

Así que no todo es miel sobre hojuelas. Es cierto que en términos generales, las redes sociales no actúan como dictatoriales pero cuando alguien le llena el buche de piedritas, actúan en consecuencia. Y mientras no haya alternativas, o asumimos que sus reglas son buenas y colaboran a un mejor ambiente para todos o simplemente nos salimos por considerarlas autoritarias. Usted lector, lectora, ¿de qué lado está?

La inmaculada percepción

La paz mundial

Vianey Esquinca

Excelsior

Lo había adelantado y lo cumplió, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso en el discurso que dio el 16 de septiembre un acuerdo urgente para detener la guerra en Ucrania. Tuvo que venir el de Macuspana a enmendarle la plana a la ONU, a la que le recriminó que permaneciera inactiva y “como presa de un formalismo y una ineficacia política que la dejan en un papel meramente ornamental”.

El Ejecutivo fue más allá y propuso que se hiciera “una tregua de cuando menos cinco años en favor de la paz entre todas las naciones”, y que se constituya “de inmediato un comité para el diálogo y la paz”, integrado por el papa Francisco, el primer ministro de la India, Narendra Modi y el secretario general de la ONU António Guterres; en efecto, lo propuso después de llamarlo “florero”.

Pero para ser Nelson Mandela, Mahatma Gandhi o cualquier otro líder mundial que haya pedido la paz, se requiere algo más que tener una licenciatura en Ciencias Políticas y ufanarse que lo suyo no son los viajes al extranjero; se necesita un profundo conocimiento de geopolítica, relaciones internacionales, política exterior, seguridad y comercio internacional, entre otros campos.

De lo contrario, vienen a corregirlo los que sí pueden diferenciar entre una propuesta populista y propagandística y un plan de pacificación. Es por ello que, vía Twitter, Myjailo Podolyak, asesor del jefe de la oficina del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, le respondió: “Los ‘pacificadores’ que usan la guerra como tema para sus propias relaciones públicas sólo causan sorpresa. @lopezobrador_ ¿su plan de mantener a millones bajo ocupación, aumentar el número de entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva? Entonces su ‘plan’ es un plan (bandera rusa)”. Ouch y requeté ouch.

López Obrador no aprende, cuando encabezó en noviembre del año pasado la sesión del Consejo de Seguridad propuso el Programa Mundial por la Fraternidad y el Bienestar, en el que las personas más ricas y las empresas más grandes donaran 4% para acabar con la pobreza mundial. Ahí, entre risitas condescendientes, le dijeron que era muy bonito el plan, pero no era el espacio para proponerlo.

Más de uno le ha mandado las más sinceras condolencias al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, a quien le tocará ir a hacer el oso ante la ONU para proponer el plan de paz en Ucrania. Lo que hay que hacer para mantenerse como corcholata.

Pero, mientras el canciller seguramente deberá respirar profundo y ver al cielo con los ojos en blanco, la verdad es que en México miles respiraron aliviados, pues, que el presidente se entretuviera en un conflicto internacional, evitó alguna ocurrencia que afectara al país.

El morenista había amenazado con envolverse en la bandera de la soberanía y echarle bronca a Estados Unidos y como con el mandatario nunca se sabe, en una de ésas hasta le declara la guerra en nombre de México a España porque nunca le llegó la disculpa que le pidió.

Afortunadamente, el tabasqueño decidió compartir con el mundo “su sensibilidad” y “su experiencia” para resolver conflictos armados. En México, por ejemplo, su estrategia de abrazos, no balazos ha pacificado al país  y no existen masacres ni asesinatos. No hay narcobloqueos ni desaparecidos, tampoco guerra entre cárteles y ataques a la población civil.

Es esa calidad moral lo que lo mueve a centrarse en el conflicto de Ucrania y Rusia. Su siguiente paso, seguramente, será exigir que se cree inmediatamente una comisión para terminar con las enfermedades y las pandemias, incluso tendrá la generosidad de compartirles el modelo que ha usado para el Insabi.

De naturaleza política

Sin crítica no hay democracia…

Enrique Aranda

Excelsior

ONU, CIDH y más, “enemigos” de turno…

Invitado especial del gobierno de la 4T a los festejos patrios, el expresidente uruguayo José Mujica se constituyó en referente indeseado de noticias y comentarios cuando, tras recibir el saludo del panista presidente de la Cámara de Diputados Santiago Creel –quien aprovechó para comentarle que era el único opositor en el presídium montado para observar el desfile militar en que se encontraban– no dudó en establecer que “sin pluralidad y voces críticas no hay democracia…”. Ser opositor y estar aquí hoy habla muy bien de usted, le habría dicho…

Considerado un referente obligado y respetado de la izquierda –“la auténtica izquierda latinoamericana” diría alguno– el exmandatario de 87 años no dudó en explicitar su opinión aún sabiendo, o debiendo saber, que si algo caracteriza a la fallida administración sexenal, y a Andrés Manuel López Obrador en forma especial, es su repudio y cotidiano embate contra todo aquel que se atreve a disentir de sus cada vez más insustanciales prédicas mañaneras o criticar sus cotidianas acciones y desplantes autoritarios.

Ahora sí que con su inesperado posicionamiento a lo más de claridoso y honesto, quien al frente del Movimiento de Participación Popular (MPP) alcanzó la presidencia y gobernó Uruguay entre 2010 y 2015 para regresar después a vivir en la humilde vivienda de donde salió, vino a clavar una suerte de rejón a su anfitrión que, ya hoy, debería estar considerando un cambio de actitud ante la crítica y la disidencia –la de los medios de manera especial– si, como evidenció en sus dos últimos mensajes pronunciados los pasados 15 y 16 de septiembre, aspira a incorporarse a la muy reducida lista de gobernantes democráticos –ajenos al autoritarismo y las dictaduras– surgidos de la izquierda, que incluye a Mujica.

Donde menos se espera uno pues, salta la liebre, aseguran ahora quienes pudieron atestiguar el singular intercambio entre los personajes citados que, valga destacar, se dio minutos después que el legislador mexicano resistió aplaudir tras anunciarse la presencia ahí del impresentable Evo Morales o, más tarde, cuando se anunció la ilegal adhesión de la Guardia Nacional (chavista) a la Sedena…

ASTERISCOS

* No debió ir muy lejos ni esperar mucho López Obrador, por cierto, para recibir respuesta a su propuesta  de “tregua” quinquenal para resolver la invasión rusa a Ucrania: “¿su plan es mantener a millones bajo ocupación, aumentar el número de entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar reservas antes de la próxima ofensiva?. No es su plan, es de Rusia”, le sugirió Mykhailo Podolyak, asesor jefe del presidente Volodímir Zelenski. Ufff….

* Ahora sí que al más puro estilo del viejo PRI, su antecesor más lejano” –el más cercano sería el PRD– el partido del gobierno, Morena, cambió sus estatutos “a mano levantada” a fin de mantener en el poder a quienes como Mario Delgado y Citlalli Hernández sirven sin chistar al amo de turno o, como hizo ayer, modificar “a modo” su naturaleza, valores e ideología…

Las ignoradas

Ángeles González Gamio

La Jornada

Se puede afirmar, sin duda, que sin la participación de las mujeres hubiera sido mucho más difícil lograr la Independencia de México. Las tropas insurgentes no eran un ejército organizado, se iba formando sobre la marcha. ¿Quién conseguía los alimentos, los cocinaba, curaba a los heridos, consolaba en las derrotas y daba ánimos para continuar en la lucha? Fueron miles de mujeres que seguían a sus hombres y cuando se quedaban solas agarraban el fusil y le entraban a la batalla. Cientos de ellas actuaron como correos, espías, negociadoras, y muchas dieron dinero y sus bienes. Hubo varias que tuvieron su propios batallones y grado militar.

De este universo de mujeres valerosas, excepto unas cuantas, poco o nada se sabe. Es hasta años recientes que investigadoras acuciosas han sacado a la luz a varias de ellas. Hay que decir que los historiadores y cronistas de la época prácticamente no las mencionan.

En estas fechas de conmemoraciones patrias vamos a recordar a algunas de las poco conocidas. Comienzo con la notable Manuela Molina a quien conocemos por el diario que llevaba el secretario de Morelos, Juan Nepomuceno, quien el 9 de abril de 1813 anotó: Llegó doña María Manuela Molina, india natural de Taxco, capitana titulada por la Suprema Junta. Esta mujer, llevada del fuego sagrado que inspira el amor de la patria, comenzó a hacer varios servicios a la nación, hasta llegar a acreditarse y levantar su compañía. Se ha hallado en siete batallas, y entusiasmada con el gran concepto que al señor Generalísimo le han acarreado sus victorias, hizo viaje de más de 100 leguas por conocerlo, expresando después de lograrlo, que ya moriría gustosa, aunque la despedazara un bomba de Acapulco; ojalá que la décima parte de los americanos tuviera los mismos sentimientos.

Otra fue Mariana Toro de Lazarín, cuyo esposo era un prominente minero con quien organizaba tertulias en su casa, a las que concurrían personas que simpatizaban con los ideales de emancipación. Un día llegó la noticia de la detención de Hidalgo y de los demás jefes insurgentes. Mariana exclamó indignada en una tertulia: Hemos de aprehender al virrey y ahorcarlo.

Las contundentes palabras dieron inicio a una conspiración, cuyo fin se suavizó buscando aprehender al virrey y en lugar de ahorcarlo, hacerlo prisionero. Mariana asistía al sitio donde estaban acampadas las tropas simpatizantes de la insurgencia, participando activamente en la preparación del plan.

Uno de los conspiradores, temiendo morir, se confesó y el sacerdote –violando el secreto de confesión– lo denunció al virrey, quien ordenó aprehender al matrimonio Lazarín y a la mayor parte de los involucrados. Mariana y su marido estuvieron presos en las cárceles de la inquisición durante 10 largos años.

Y no olvidemos a Gertrudis Bocanegra, quien nació en Pátzcuaro, Michoacán, en el seno de una opulenta familia española de comerciantes. Se casó con un alférez de los ejércitos reales, con quien procreó un hijo. Simpatizante de las ideas libertarias, cuando Hidalgo y Allende proclamaron la Independencia, convenció a su esposo y a su hijo de unirse a la guerra. En Valladolid, al paso de las tropas insurgentes, se sumaron a las fuerzas rebeldes.

Meses después, Gertrudis recibió la noticia de la muerte del marido y del hijo. Sin embargo, el dolor no menguó su espíritu y se incorporó a la causa. Desde Pátzcuaro colaboró aportando noticias, dinero, víveres y armas y prestando su casa para que se llevaran a cabo reuniones de los partidarios del movimiento.

Finalmente, fue delatada y hecha presa. Durante el proceso que se le siguió fue torturada para que denunciara a los participantes y, con singular entereza, no reveló ningún nombre. Fue condenada a muerte y con gran valor, segundos antes de morir, arengó al pelotón de fusilamiento para que se uniera a la causa de la libertad.

Llegó la hora de comer, y en este mes patrio es obligatorio agasajarse con un chile en nogada. Los hay de todo tipo y calidad, incluso, en cadenas de autoservicio donde además de licuadoras, zapatos, desodorantes, comestibles y cuanto se le ocurra, venden el tradicional platillo, cubierto con plástico transparente, listo para consumirse.

Las recetas son múltiples y los más ortodoxos son costosos por los ingredientes que los conforman. Yo prefiero los que preparan al momento en fondas y restaurantes y ahí sí, al gusto de su paladar y… su bolsillo.

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