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Echeverría y la televisión

Jorge Bravo

Proceso

La visión política y estatista de Echeverría le permitieron crear una televisión pública originalmente concebida al servicio de la cultura, la educación, la identidad, la integración y el desarrollo nacional.

El expresidente Luis Echeverría murió a los 100 años. Hace medio siglo durante su sexenio (1970-1976) se amplió la oferta de televisión pública como contrapeso a la TV privada, se conformó Televisa, se propició el golpe a Excélsior y al final de su mandato se fundó la revista Proceso.

Fue un período de incipiente “apertura democrática” motivada por los acontecimientos de 1968, de una fuerte relación simbiótica de los medios con el poder, de un periodismo encorsetado a las pocas libertades de prensa, pero también fue un sexenio de ruptura y críticas al régimen autoritario.

En materia de televisión, 1968 fue crucial para el entonces Secretario de Gobernación, no sólo por lo sucedido en la Plaza de Tlatelolco, sino por la proyección que alcanzó el país por la transmisión vía satélite de los Juegos Olímpicos ese año, los primeros en verse a color a nivel mundial.

Al iniciar Echeverría su gobierno en 1970 existían el Canal 8 (Televisión Independiente de México) del grupo industrial Alfa de Monterrey, Canal 13 (Corporación Mexicana de Radio y Televisión) de Francisco Aguirre y Alejo Peralta y Telesistema Mexicano (conformado desde 1955 por los canales 2 Televimex de Emilio Azcárraga, 4 Televisión de México de Rómulo O’Farrill y 5 Televisión González Camarena), además del Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional.

Con Echeverría el gobierno se interesó, se preocupó y participó directamente en la televisión por razones políticas. Proliferaron críticas a la deplorable calidad de los contenidos televisivos, su bajo nivel educativo, su baja moralidad y sus “programaciones indeseables”, según explicaba en 1976 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Instituciones como la Coparmex, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la UNAM, con sus cuestionamientos, legitimaron la creación de una televisión pública (administrada por el Estado) que terminaría siendo oficialista, gobiernista y estatista, incluso 50 años después.

En 1971 la Facultad de Comercio y Contaduría de la UNAM realizó para la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión la primera “Encuesta Nacional sobre Radio y Televisión” sobre los hábitos de recepción de los mexicanos, donde se evaluó el desempeño del medio. A la pregunta sobre cómo se estaba utilizando la televisión, 16% respondió de forma acrítica “excelentemente” y 54% “adecuadamente”.

Un desplegado de la Coparmex, publicado el 4 de noviembre de 1971, se quejaba de los contenidos de la TV: “Muchos programas de televisión, además de exhibirse en horas totalmente inadecuadas para los niños y sus familias, no sólo presentan escenas de pornografía ordinaria y de nudismo, sino que insinúan o agreden con repugnantes actitudes de homosexualidad, como ocurre con los de ‘Ensalada de locos’ y ‘Los Polivoces’ (…). En el mejor de los casos, se incurre en verdaderas aberraciones, por lo que al uso del lenguaje se refiere…”

El SNTE también se lamentaba de la TV esa misma fecha: “Ya basta de manga ancha con la televisión. Es necesaria la acción oficial para controlar la calidad no solamente de los programas sino de los comerciales, que en su mayoría resultan vulgares y fomentan malos hábitos. Deben ponerse programas de tipo social e inclusive político para que el pueblo esté politizado y conozca sus derechos y obligaciones en lugar de proyectar los cortos importados que fomentan el uso de drogas.”

Estos reclamos a la TV fascinaron a Echeverría, quien sin duda los fomentó. Alejo Peralta terminó vendiendo al gobierno 49% de su participación en el Canal 13 y después lo hizo Francisco Aguirre presionado. La Sociedad Mexicana de Crédito Industrial (Somex) adquirió 100% de las acciones de la televisora.

El 15 de marzo de 1972 se creó Televisión Cultural de México, una cadena de TV pública paraestatal encargada de difundir cultura, educación, progreso, unidad y llevar los contenidos de la televisión a zonas rurales donde no llegaba la TV comercial. Posteriormente, cambió su nombre a Televisión Rural de México y luego a Televisión de la República Mexicana, lo que se conocería como Red Imevisión, cuyas nuevas instalaciones (antes en la calle de Mina) se ubicaron en el Ajusco en 1976. El objetivo era crear sistemas regionales de televisión y una televisora pública en cada entidad del país.

El primer director del Canal 13 fue Antonio Menéndez hasta 1974 cuando falleció. Fue reemplazado por el entonces senador tabasqueño Enrique González Pedrero, maestro de Andrés Manuel López Obrador. González Pedrero entendía el Canal 13 “como una empresa responsable de informar, divertir y difundir la cultura” y no “encaminada únicamente a propagar las cuestiones que interesan al gobierno”. En este tema, AMLO no le aprendió nada a su mentor tabasqueño.

Los concesionarios privados reaccionaron a los cuestionamientos, a los reclamos de programación extranjerizante y a la “amenaza” de un nuevo competidor público desde el gobierno. No cabe duda de que las acciones y políticas de Echeverría en televisión terminaron por unir a los radiodifusores.

En diciembre de 1972 se fusionaron Televisión Independiente de México y Telesistema Mexicano. Surgió el consorcio Televisión Vía Satélite (Televisa) en los canales 2, 4, 5 y 8, el cual empezó a operar el 8 de enero de 1973.

La naciente Televisa también reaccionó a los reclamos. Destinó el canal 8 a temas culturales bajo la dirección del dramaturgo Miguel Sabido, mediante el concepto de “entretenimiento con un beneficio social comprobado” (entertainment education).

En 1973 se publicó la Ley Federal Electoral que por primera vez obligó a los medios de comunicación electrónicos a otorgar tiempo gratuito a los partidos políticos. Ese año también se publicó el Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión, donde se detallan las atribuciones de la Secretaría de Gobernación como encargada de vigilar las emisiones de radio y TV y definió los tiempos de publicidad en los medios electrónicos.

La visión política y estatista de Echeverría le permitieron crear una televisión pública originalmente concebida al servicio de la cultura, la educación, la identidad, la integración y el desarrollo nacional. Cincuenta años después los llamados medios públicos, en mayor o menor medida, perpetúan el oficialismo noticioso, la visión del gobierno en turno y son cadenas de transmisión de la propaganda de la 4T. En la visión de los medios públicos, Echeverría y AMLO sí se parecen.

Arsenal

Cuando los balazos opacan los abrazos

Francisco Garfias

Excelsior

Los balazos en la México-Cuernavaca  y la masacre de seis personas en Chihuahua arruinaron  los abrazos en Washington. Los hechos violentos opacaron la gira del presidente López Obrador a la capital de EU, donde abundaron los elogios y palabras amistosas, pero escasearon los acuerdos significativos.

Horas después de que el presidente López Obrador se entrevistara con su homólogo estadunidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, cinco hombres y una mujer fueron asesinados en una vivienda de la ciudad de Chihuahua. No fue ése el único hecho de violencia el día de ayer. Los balazos tronaron en la  México-Cuernavaca, cuando policías y delincuentes se enfrentaron en el kilómetro 28 de esa carretera, a la altura de Topilejo.

¿Saldo? Un agente herido de gravedad, 14 detenidos, 10 armas largas decomisadas y dos víctimas de secuestro liberadas.  Los policías no llegaron con abrazos. Usaron sus armas para enfrentarlos, abortar el plagio y quitarles ametralladoras, granadas y droga.

Hay que ponerle palomita a Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana del Gobierno de la CDMX.

*El viaje del Presidente: una fecha poco propicia. Ayer mismo, después de entrevistarse con AMLO, el presidente Biden voló a Oriente Medio (Israel y Arabia Saudita). No tuvo mucho tiempo para el mandatario mexicano. Apenas dos horas en la Casa Blanca. No fue un “comes y te vas”, porque ni almuerzo hubo.

Más allá de los intercambios verbales amistosos, no se lograron avances significativos, sólo el compromiso del mexicano de invertir mil 500 millones de dólares en infraestructura fronteriza –lo que está por verse– y del propósito conjunto de crear un grupo de trabajo conjunto para combatir el tráfico de fentanilo, según la Casa Blanca.

Lo que sí escuché fueron quejas de que AMLO habló el doble que Biden y allá no están acostumbrados a la mañanera.

Y cuando el jefe de la Casa Blanca contradijo la afirmación del tabasqueño en el sentido de que en las últimas tres décadas se aceptó cómodamente que China fuese la fábrica del mundo. “No es así, nosotros producimos más productos agrícolas”, corrigió Biden.      

La agresiva reforma migratoria que planteó el Presidente mexicano a su anfitrión es inviable, según la experimentada diplomática Martha Bárcena. La escuché tarde-noche en entrevista con Reforma. “No hay condiciones políticas para avanzar en ese sentido”, dijo.

Y yo agrego: las elecciones legislativas son el 8 de noviembre en Estados Unidos. La popularidad de Biden está en su punto más bajo desde que llegó a la Casa Blanca. Eso no ayuda.

¿Qué pasó con las 300 mil visas para trabajadores temporales en EU? ¿Cuántas se trajo López Obrador? Lo único que escuché decir al presidente estadunidense sobre el tema es “hay que tener paciencia”.

*Layda Sansores, gobernadora morenista de Campeche, es algo así como la villana favorita de las diputadas federales del PRI. Razón no les falta. No le perdonan haber hablado públicamente de videos o fotos íntimas de algunas de ellas, incluso desnudas, que Alito tendría en sus propiedades. Lo niegan categóricamente. La mandataria estatal fue denunciada ayer ante la FGR por “violencia política en razón de género”. Las priistas anunciaron que se van a quejar también ante las comisiones de Derechos Humanos en cada uno de los 32 estados y ante la CNDH.

Pero Layda ni suda ni se acongoja. Sabe que puede hacer lo que le dé la gana sin consecuencias. Es de Morena, le aplica la máxima juarista, que tanto le gusta a AMLO: a los amigos justicia y gracia, a los enemigos la ley a secas.   

*Marko Cortés no quiso abrir las puertas de la Alianza por México al senador Ricardo Monreal, quien tiene un pie fuera de Morena, a menos que públicamente reconozca que la Cuarta Transformación es un fracaso. Lo dijo así: “En Acción Nacional, y lo hemos hablado también en la coalición, caben todas las mexicanas y mexicanos que vean que este gobierno es un fracaso y lo digan con claridad. No solamente aquellos que por interés personal, o de no lograr un objetivo, busquen otra opción.

“Es lo que hacen otros partidos, estar pepenando políticos rechazados en los suyos, no. Tienen que dejar claro el señalamiento de que este gobierno ha sido un fracaso en economía, en seguridad, en salud, porque de no ser así, es un mero interés”, puntualizó el jefe nacional del PAN. Se la puso difícil a Monreal.

El coordinador de la bancada guinda en el Senado ya dijo claramente que no va a participar en la encuesta para elegir al candidato presidencial de su partido. Sabe que es una farsa, un dedazo disfrazado. Mario Delgado, presidente de Morena, ya le respondió: “Vamos a mantener las encuestas, porque es la forma de darle poder al pueblo”. ¡Ajá!

Razones

De la Casa Blanca al a grilla interna

Jorge Fernández Menéndez

Excelsior

Ya veremos en los próximos días cuál es el verdadero saldo de la visita a Washington del presidente López Obrador. Por principio, cualquier encuentro de estas características tendría que ser provechoso, sobre todo para que, desde Palacio Nacional, si es que se permite, se deja y se quiere, se vea el mundo desde otras perspectivas. Los montajes folclóricos que siempre se adicionan a estas visitas, como los espontáneos mariachis y manifestantes (los he visto en todas las visitas presidenciales desde Salinas hasta hoy), distorsionan las cosas, pero cualquier encuentro que se dé con franqueza entre un mandatario mexicano y uno estadunidense tendría que dejar saldos positivos.

Ya veremos. Por lo pronto, en los dos capítulos principales, migración y energía, nos quedamos con buenos propósitos generales, aunque no dudo que en los encuentros privados se tienen que haber abordado los temas mucho más a fondo. En migración, hay muchísimo por hacer en la agenda bilateral, pero lo cierto es que el tiempo para el presidente Biden en ese capítulo es cada día más exigente, y sin algún movimiento dramático, que no se percibe hoy, los costos en los comicios de noviembre pueden ser altos.

En energía todo sería posible, pero, por supuesto, no es ni remotamente suficiente, la propuesta que llevó el Presidente: refinar más gasolina en la frontera sur de Estados Unidos o usar gasoductos del lado mexicano para transportar gas de este a oeste de la Unión Americana no son las propuestas que la situación exige y que México tendría que poner sobre la mesa: el tema pasa por las inversiones, la infraestructura, la construcción de un mercado común energético con Estados Unidos y Canadá, como está planteado en el T-MEC, por abrir a las inversiones privadas el sector, apostar claramente por las energías limpias, olvidarse de propuestas restrictivas dignas de los años 60.

Estamos desaprovechando una oportunidad económica histórica para la integración de América del Norte. Ante la necesidad de reconfigurar a nivel global las cadenas de producción y abastecimiento, la oportunidad que se le abre a México y que no estamos aprovechando, es equivalente a la que la caída del muro de Berlín abrió para construir el Tratado de Libre Comercio. Y hoy, insisto, estamos dejando ir esa oportunidad por orejeras ideológicas obtusas.

LUCHAS INTERNAS

Porque esa falta de definiciones, ese dejar librado el futuro al azar, salvo en los temas ideológicos de interés presidencial, comienza a pasar factura en otros ámbitos, incluso el interno en Morena.

La crisis abierta en el PRI con Alejandro Moreno sólo podrá atenuarse con su salida de la dirigencia del partido (eso no quita que la campaña, incluyendo la amenaza de difundir fotos de legisladoras priistas desnudas hecha por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, sea no sólo indigna, sino también claramente ilegal). Pero ése es el primer problema, luego se debe buscar una dirigencia de consenso (alguien como José Narro Robles) que tienda puentes internos y externos; que se defina qué hacer con las alianzas, en 2023 y en 2024; presentar una propuesta viable como partido y como aliado potencial de otras fuerzas.

Pero si todo se puede para afuera también se lo permitirá adentro. Los golpes internos están a la orden del día en Morena. La sucesión adelantada no sólo ha impuesto precampañas tácitas, sino que también trajo, inevitablemente, un aumento del golpeteo en torno a los cuatro aspirantes presidenciales. Y, con ello, la guerra interna.

Las señales ahí están: la semana pasada, el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, apareció en la mañanera anunciando investigaciones a Peña Nieto, Calderón, Fox y Zedillo, investigaciones que luego el presidente López Obrador dijo que no procederían, por lo menos en el caso de Peña Nieto (las otras, en realidad, han prescrito o no tienen base), sino que también golpeó a su antecesor, Santiago Nieto, que le contestó en redes. El conflicto se abrió.

Un par de días después, nada menos que el líder de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, presentó una denuncia penal en la Fiscalía General de la República contra el propio Santiago, contra el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, y contra su primo, el senador Alejandro Armenta Mier. Todos son de Morena, aunque unos simpatizan con Claudia y otros, como Santiago, con Ebrard, y Armenta con Monreal, quien, por su lado, este fin de semana aclaró que “no busca premios de consolación” y que, si se sigue con el método de encuesta para elegir candidato, él no participará porque no se presentará a una farsa.

NUEVO LEÓN

Aldo Fasci, un secretario de Seguridad controvertido en Nuevo León, pero con experiencia, continuidad y relativamente buenos resultados, podría tener que dejar esa responsabilidad por razones de salud. Se ha abierto una consulta implícita en ese estado para analizar posibles reemplazantes. Deberían mirar lo hecho en la Ciudad de México por Omar García Harfuch, una experiencia que conocen bien en Nuevo León. Tienen en la lista algunos nombres que encajarían en ese perfil. Destacaría uno, con una historia, de alguna forma, paralela a la de Omar, el exsecretario de Seguridad en Coahuila, José Luis Pliego, ahora en el CNI. Un civil con formación policial y buena relación con militares, que ya ha trabajado en uno de los estados vecinos, no es una mala idea para Nuevo León.

Astillero

Pegar el grito en el cielo // AMLO en la Casa Blanca // España: también contra Monedero // Echeverría: nomenclatura infame

Julio Hernández López

La Jornada

La parte explícita de la reunión de los presidentes Biden y López Obrador permitió a éste mostrarse propositivo, no reactivo ni secundario como sucedía en encuentros con otro tipo de representantes mexicanos, con un plan de cinco puntos que incluyó un llamado al estadunidense para regularizar ya y dar certidumbre a migrantes que desde hace varios años trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esta gran nación. Sé que sus adversarios, los conservadores, van a pegar el grito en el cielo, pero sin un programa atrevido de desarrollo y bienestar no será posible resolver el problema.

Sin prisa prosódica, con modos de sentarse que escandalizaron a algunos de quienes privilegian tales detalles, con ofrecimientos de gasolina barata a automovilistas estadunidenses fronterizos, con afirmaciones sobre China como fábrica del mundo que obligaron a Biden a no dejarlas pasar y a contradecirlas, y con el centro de su batalla política en la regularización de migrantes (los ya asentados en EU como los que pretenden encaminarse hacia allá), López Obrador fue fiel a su estilo en tal sesión para consumo público.

Ya se verá más adelante lo que se hubiera acordado en el plano privado, en las sesiones internas en las cuales Estados Unidos busca la máxima ayuda de contención mexicana a los flujos migratorios provenientes de Centroamérica.

Por lo pronto, pareciera que fallaron las previsiones de rupturismo y despecho que antiobradoristas adjudicaban a Biden, en especial por la inasistencia de AMLO a la Cumbre de las Américas. El propio estadunidense tuiteó que fue un placer sentarme con el mexicano y hablar sobre la amplia y profunda asociación entre nuestras naciones. Todo esto, al menos, en los planos públicos.

En España continúa el llamado FerrerasGate, el escándalo derivado de una audiograbación publicada por la periodista Patricia López (en Twitter: @patricialopezl, directora de @cronica_libre) en la que el conductor estelar de un programa de televisión abierta y director editorial de La Sexta, de Atresmedia, acepta que es burda una acusación contra el dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, a la que sin embargo dio total vuelo en la televisora y en posteriores menciones.

Ayer, Crónica Libre agregó un audio en el que se escucha a ese conductor y directivo, Antonio García Ferreras, jactarse de haber producido la muerte política de Juan Carlos Monedero, otra de las figuras destacadas de Podemos: “Monedero a nosotros nos odia, porque nosotros fuimos los que matamos a Monedero con aquello, con la pasta. Porque, además, cuando nosotros les damos una hostia a ellos, ellos sufren de cojones…” (https://bit.ly/3c9tCd9).

Lo sucedido en España, que es similar a lo que sucede en Latinoamérica y México contra movimientos o posturas progresistas o de izquierda, parte del contubernio de poderes políticos, económicos y de policía política, al fabricar informaciones falsas que luego son tomadas como verdad por conductores de programas electrónicos, comentaristas y columnistas de radio, televisión y prensa escrita (para tener información del caso, recomendables en Twitter y en sus portales, @cronica_libre, @_infoLibre, @ctxt_es, @eldiarioes y @publico_es).

El fallecimiento de Luis Echeverría Álvarez, repudiado represor cuyo nombre sigue impuesto en obras y espacios públicos diversos, actualiza la necesidad de que la llamada Cuarta Transformación llegue a los terrenos de la nomenclatura de lo colectivo.

Es una ofensa histórica y social que hospitales, vialidades, escuelas y otras obras hechas con dinero público, e incluso algunos casos de poblaciones enteras, mantengan el nombre de personajes como Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, el citado Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, más los ocupantes de Los Pinos del siglo en curso.

México SA

Urge tratado migratorio // López Obrador propone // Joe Biden: déjame ver

Carlos Fernández-Vega

La Jornada

La recepción fue espléndida, el protocolo se cumplió puntualmente e incluyó un nutrido intercambio de sonrisas, abrazos y elogios, pero cuando el presidente López Obrador abordó el punto toral de su visita a Washington (regularizar ya y dar certidumbre a migrantes que desde hace varios años trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esta gran nación) la respuesta de Joe Biden hizo recordar a un viejo colega que nunca decía sí o no; se limitaba a comentar déjame ver, sin que ello implicara compromiso alguno ni respuesta concreta. Todo quedaba en el aire.

La cuestión migratoria en la relación bilateral acumula décadas con el estatus déjame ver, un truco que, por enésima ocasión en la ya larga cadena histórica, utiliza un inquilino de la Casa Blanca (demócrata o republicano, es lo mismo) en un intento de evadir una inocultable realidad que exige respuestas y soluciones que no se pueden posponer.

Al planteamiento concreto y frontal de López Obrador (regularizar ya), Biden respondió: el tema migratorio ha llegado a sus niveles históricos aquí, en el hemisferio y afecta no sólo a Estados Unidos. Mi gobierno va a crear oportunidades de trabajo legal para los inmigrantes. El año pasado batimos récord en la emisión de visas H-2 (300 mil) y llegamos a niveles históricos en los últimos cinco años en visas para centroamericanos. Y estamos a buen ritmo que nos va a permitir duplicar la cantidad de visas que vamos a emitir en los próximos meses. Y también le quería agradecer porque ustedes están emitiendo más visas de trabajo en México para centroamericanos. Así que, gracias por ello. Y esto es una estrategia que se comprueba, y se ha probado, funciona, porque no sólo ayuda al desarrollo económico, sino también desacelera la migración.

Bien, pero el problema no se resuelve con visas de trabajo, meras aspirinas dada la dimensión de este problema. Desde luego que Estados Unidos está en su derecho de decidir qué sí y qué no, pero si es real el nivel de amistad, entendimiento, cercanía, colaboración, confianza y demás piropos que intercambiaron y presumieron los mandatarios en su encuentro de ayer, entonces es necesario resolver el asunto migratorio de una buena vez. Y en este sentido, México tiene al menos 12 millones de argumentos para alcanzar, ya, un tratado bilateral.

López Obrador no dejó pasar la bola: “sé que sus adversarios, los conservadores, van a pegar el grito en el cielo, pero sin un programa atrevido de desarrollo y bienestar no será posible resolver los problemas ni conseguir el apoyo del pueblo; frente a la crisis, la salida no está en el conservadurismo, sino en la transformación, actuando con arrojo; transformar, no mantener el statu quo”, le dijo a Biden.

El mandatario mexicano presentó cinco asuntos básicos de cooperación bilateral: el tema migratorio es el central, pues permitiría la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales, mexicanos y centroamericanos, para asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra.

Mantener el envío de petróleo mexicano a Estados Unidos y permitir que estadunidenses que viven cerca de la frontera carguen gasolina del lado mexicano a menor precio. Nos comprometemos a garantizar al doble el abasto de este combustible, lo cual sería un considerable apoyo. La mayor parte de esta gasolina la estamos produciendo en la refinería de Pemex en Deer Park.

López Obrador puso a disposición de su gobierno más de mil kilómetros de gasoductos a lo largo de la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California. También, suspender de inmediato algunos aranceles, y medidas reglamentarias y trámites tediosos en comercio de alimentos y otros bienes, con el fin de aminorar los precios a los consumidores.

Además, un plan de inversión privada y pública entre los dos países para producir bienes que fortalezcan nuestros mercados y se eviten importaciones de otras regiones o continentes.

Y Biden respondió: déjame ver

Las rebanadas del pastel

Con la cara más dura que una piedra, el socialista español Pedro Sánchez dice que no podemos descartar nada, incluso que Putin decida cortar el gas a Europa como otra arma de guerra. ¡Jolines! Hay que recordar que quienes decidieron cortar las importaciones de gas ruso al viejo continente fueron, precisamente, los líderes de la Unión Europea –entre ellos el propio Sánchez– y no el presidente ruso. Y de pilón, el euro se desploma.

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