Columnas Escritas
La Reforma Eléctrica va
Erick Alejandro Reyes León
Desde la campaña presidencial previa a las elecciones de 2018 (en realidad desde las contiendas electorales de 2012 y 2006), Andrés Manuel López Obrador había indicado como uno de sus pilares (primero como propuesta de campaña y ya después como un eje de sus acciones de gobierno) la necesidad urgente y prioritaria de recuperar la soberanía energética. Su discurso ha venido acompañado de acciones puntuales para cumplir su agenda al respecto.
Esta línea de acción política (como la gran mayoría de la agenda del Presidente López Obrador) no ha escapado a la diatriba de la oposición, misma que en representación de los intereses que detentan ha hecho todo lo posible a su alcance para detener la urgente transformación que (como en otros diversos rubros) demanda el bienestar nacional.
Si algo ha definido el actuar del Presidente de la Nación es la constancia, es ser congruente entre su discurso y su quehacer, y no saberse rendir ante la adversidad u obstáculos. En consecuencia, redefinir la política nacional en materia energética no iba a ser la excepción; se sabía desde hace décadas que en seguimiento al Consenso de Washington, el Estado mexicano había dejado de lado la inversión para el mantenimiento de la infraestructura creada, y menos aún para la nueva generación; es decir, las políticas neoliberales en su máxima expresión: promover el interés de los grandes capitales en detrimento del beneficio nacional. Se sabe que esto era para seguir la lógica de las ganancias vayan para el capital pero que las pérdidas sean para el tesoro nacional (es decir, ahondando en la pobreza del Pueblo).
El problema es grave por donde se le quiera ver: Pemex, el gigante petrolero mexicano, está descapitalizado, endeudado, corrompido, improductivo; el Gobierno de AMLO recibió a la empresa nacional mexicana por excelencia en bancarrota técnica, al grado que su principal oponente en la contienda de 2018 hablaba de “apostar” por otros caminos, olvidando lo que ha significado Pemex para la historia posrevolucionara de México, pero además (y es lo más preocupante) soslayando el enorme potencial (en todos los sentidos en que pueda ser medido) que aun le queda a esta paraestatal.
La problemática en materia petrolera abarcaba desde la base trabajadora, así como su equivalente material; la exploración; pasando por un sindicato corrupto; una notoria disminución en la productividad extractiva y de refinación; en la comercialización y distribución (mención especial merece el fenómeno denominado “huachicol” mismo que seguirá dando de qué hablar durante un largo período); las finanzas y administración; el balance financiero deficitario, etcétera.
A lo dicho en materia petrolera, se tiene su equivalente en el rubro de la electricidad. De ser la industria eléctrica uno de los grandes orgullos nacionales, también fue desmantelada hasta donde fue posible, empezando (al igual que con Pemex) por el estrangulamiento financiero, sin dinero para invertir (hasta en lo más esencial, como es el mantenimiento) y en los hechos promoviendo la generación (y todo el proceso productivo-mercantil subsecuente) privada de la electricidad en detrimento del interés colectivo. No había alternativa: o doblar las manos ante el interés privado de unos cuantos (incluido el de las transnacionales) o luchar por recuperar la soberanía nacional en materia energética. López Obrador no vaciló y definió la ruta a seguir, aceptando el costo político que esta decisión iba a conllevar, tanto para él en lo individual, como para el proyecto de nación denominada Cuarta Transformación, que en esencia corresponde a nuestro partido político: Morena.
Hoy, con este tipo de medios de información libres y honestos como El Soberano, podemos compartir con más Pueblo datos de importancia para evitar ser engañados. Ejemplo: ¿es verdad que la gasolina esté subiendo de precio como en los años anteriores? Del 2006 a 2018 el precio de la gasolina se incremento más de 194%, de 6.74 pesos llegó a 19.57 pesos. A pesar de la crisis mundial por el coronavirus se ha mantenido estable el precio de la gasolina, ya que el incremento en el 2022 es de apenas el 1.35%.
Poco a poco vamos avanzando hacia la autosuficiencia en producción y refinación de hidrocarburos, la meta de proceso y producción 2023-2024 es de 2 millones de barriles promedio al día, 858 mil barriles de gasolina y 542 mil barriles de diésel. Ahora bien, como lograrlo? Rehabilitando 6 refinerías, (Madero, Salamanca, Cadereyta, Minatitlán, Tula y Salina Cruz), con la Refinería Dos Bocas, con la Refinería Pemex Deer Park y con el complejo petroquimico Cangrejera (ampliación Minantitlán).
Las falacias (disfrazadas de razones) para contrariar la política de soberanía energética de AMLO, se pueden resumir en las siguientes: económicas (que Pemex y la CFE son elefantes blancos improductivos, que generan más gastos que ingresos, que el Estado no es un empresario eficaz, ni eficiente); ambientales (desde que la principal fuente de contaminación a nivel nacional proviene de Pemex, que los hidrocarburos son fuentes energéticas obsoletas y generadoras de grandes afectaciones ambientales); sociales (que los recursos que se destinarían para Pemex y la CFE mejor se debían orientar a gasto social); de coyuntura internacional (que la dinámica global va en contracorriente a lo proyectado por AMLO).
La explicación puntual del porqué son falacias todas las ideas narradas en el penúltimo párrafo las desarrollaré en la siguiente entrega.
Saludos y bendiciones para todos los lectores, que este año que recién dio inicio sea un año de bienestar, de oportunidades aprovechadas, de la construcción de un mejor presente y de armonía personal, familiar y social.