Los monólogos de la Martina

Nicolás Canto González

• LAYDA Y LAS BUENAS NOTICIAS
• LA PROTESTA CALLEJERA EN BAJOS DE PALACIO EMPIEZA A QUEDARSE SIN BANDERAS; LAS VISIBLES COLAS DE ALITO Y AYSA EN ÉSTE TEMA

¿QUÉ TAL DURMIÓ, SEÑORA KARLITA?

Una buena noticia es, a no dudar, el anuncio hecho por la gobernadora Layda Sansores San Román, en el sentido de que los motociclistas infraccionados en los días recientes no tendrán que pagar corralón ni grúa al ir a recoger sus vehículos.

Hubiera sido un duro golpe a su maltrecha economía en estos tiempos de inflación campechana, mexicana y mundial.

Y otra buena noticia más, el que se van a ampliar los plazos para los trámites de cambio de placas y todo lo que tenga que ver en éste renglón.

Sería bueno que con éste segundo anuncio se contemplara también establecer nuevos módulos y ampliar el personal de atención al público en estos trámites que, de suyo, siempre han sido engorrosos.

Lograr su agilización sería espléndido. Y Layda se estaría apuntando otro punto a su favor.

En lo político, las decisiones tomadas hace apenas unas horas por la precisa, le restan banderas a la protesta callejera instalada en los bajos de palacio, financiada desde el Comite Ejecutivo Nacional del P.R.I. por su celebérrimo presidente Alito, (alias Alejandro Moreno Cárdenas), y su mozo de estoques, el ex interino Aysa,, quienes no se resignan a entender primero, y aceptar después, que han perdido todo su poder en Campeche y son objeto de repudio por una inmensa mayoría de campechanos que simplemente ya no quieren saber nada de ellos y sus corruptelas vergonzantes.

              LAS BUENAS NOTICIAS 

En periodismo se dice que las buenas noticias no son noticia.

Y en buena medida es cierto.

Nada como la estridencia, el escándalo barato o caro; el amarillismo, pues, como noticia para vender en redes sociales, televisión, radio, y hasta en la agonizante, desfalleciente prensa escrita, los periódicos, que en Campeche están cercanos a recibir cristiana sepultura y no han tenido de otra para sobrevivir que refugiarse en las benditas redes sociales, dixit el clásico de Macuspana. Es ahí en donde mantienen aún a algunos lectores. Porque de que hoy en día alguien compre un periódico impreso, ya ni hablamos; simplemente estaca brown.

Un ejemplo:, de los 3 periódicos financiados en el sexenio malcompartido por Alito y Aysa, al menos dos ya han recibido los santos óleos, una vez levantada la canasta millonaria que por largos 6 años bajaba puntualmente del cuarto piso para cubrir todos los gastos, off course, de Los Expresos, los Novedades y los Sureños, incluída, por supuesto, la nómina quincenal de trabajadores, y la muy privilegiada de los cargos de dirección cuyos salarios de éstos últimos, se comentaba en los tiempos del sexenio pasado, eran mayores a los de un Secretario de gabinete.

Hoy todos esos embates impunes al erario parecen haber llegado a su fin.

Y que bueno que así sea. Finalmente ese dinero era en buena parte, producto de los impuestos de todos los campechanos.

 LA DEL ESTRIBO (CON KARLITA)

(Qué sería de estos pobres monólogos Martinianos sin Karlita)

Que Karlita, la de públicas obras, no acierta a conciliar el sueño desde que se enteró que sus días como titular de esa dependencia están contados.

Alla ella, la nutrióloga y sus malas conciencias.

Hasta la próxima.