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La mirada externa sobre la reforma judicial

Es poco afortunado que México entre en conflicto con el nuevo secretario general de la OEA, distanciándose de las labores de la organización y acercándose, implícitamente, a posiciones similares a las de Cuba y Venezuela.

Olga Pellicer

Proceso

Ha corrido mucha tinta sobre las elecciones del Poder Judicial del 1 de junio. Hemos leído y escuchado múltiples opiniones sobre el futuro que se avecina para la impartición de justicia en México.

Los hechos que mayormente han llamado la atención son, en primer lugar, la baja participación. El escaso 12.7% de votantes registrados despierta dudas sobre la legitimidad de un proceso que no logró conquistar el interés de “el pueblo” a nombre del cual se decidió llevarlo a cabo.

Por otra parte, se han expresado dudas sobre el grado de injerencia del grupo en el poder en la selección de candidatos. Tales dudas se confirman al irse conociendo los nombres de quienes ocuparán puestos en la Suprema Corte, o en Tribunales con gran poder, como el de Disciplina Judicial. Los nombres de los ganadores coinciden con los aparecidos en los “acordeones” atribuidos a diversos círculos oficiales y distribuidos entre los votantes cercanos a la 4T.

Ahora bien, poco se ha comentado sobre la mirada internacional y sus implicaciones para el futuro de la vida económica y política del país. La mirada de la prensa internacional fue consistentemente crítica a la reforma judicial. Baste una breve revisión de los artículos aparecidos en la prensa europea, El País, Financial Times, The Guardian, The Economist, entre otros, o los artículos aparecidos en la prensa estadunidense como The New York Times o The Washington Post.

La opinión del consejo editorial del Post es quizá la que mejor sintetiza el significado de la elección judicial. El diario destaca las opiniones de reconocidos especialistas en temas electorales, según las cuales votar por jueces pone en riesgo su independencia e imparcialidad. “Consideraciones políticas fácilmente adquieren prioridad sobre los méritos de un candidato”.

Reconociendo que el sistema de justicia en México requiere ser revisado y fortalecido, el editorial considera que votar por jueces no hará mucho para resolver los problemas. Lo que sí logrará es “eliminar el último control que quedaba para contener al Poder del Ejecutivo”.

El cambio que viene en México conlleva una advertencia que no se puede ignorar: “La independencia judicial es esencial para la salud de una democracia”. (Washington Post 30/05/ 20025).

De los numerosos observadores electorales que vinieron a informar sobre la elección, el que presentó un documento más elaborado y riguroso fue el de la Misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el conocido estadista, académico y excanciller chileno Heraldo Muñoz.

Analizando el desarrollo de la elección, los observadores identificaron debilidades a lo largo de todo el proceso que fueron consignadas en su informe. Brevemente resumidas, sus propuestas para superar tales debilidades se refieren a: establecer un marco normativo claro y detallado para todo el proceso de elección, incluyendo criterios de elegibilidad y sobre todo de evaluación técnica; asegurar que todos los postulantes pasen por exámenes técnicos anónimos y estandarizados; evitar la participación de órganos de control político directo en las evaluaciones de idoneidad; incorporar mecanismo de audiencias públicas; designar un único órgano técnico e independiente responsable de verificar la idoneidad y elegibilidad de los candidatos.

En sus consideraciones finales, el informe hace notar que fue un proceso electoral sumamente complejo, inédito y polarizante. Sin embargo, el análisis de la experiencia deja en evidencia que existen múltiples oportunidades de mejorar.

Se invita entonces a las autoridades electorales y órganos políticos a considerar las recomendaciones formuladas para fortalecer todas las etapas del proceso, corregir las deficiencias actuales y garantizar la sostenibilidad de las decisiones adoptadas. La misión no recomienda que este modelo de selección de jueces se repita para otros países de la región.

La mirada crítica reseñada en líneas anteriores produjo verdadera indignación a la presidenta Claudia Sheinbaum y al canciller Juan Ramón de la Fuente. La presidenta, a más de considerar que la Misión de Observadores no tenía atribuciones para opinar sobre el régimen que el pueblo de México elija, aprovechó su recorrido de fin de semana por el estado de Morelos para preguntar a los asistentes a un mitin si preferían la designación de jueces por una minoría, como ocurría en el pasado, o el modelo actual en que los elige el pueblo. El apoyo al modelo actual fue unánime.

El canciller De la Fuente envío una carta al recién electo secretario general de la OEA recordando, entre otros puntos, que en el artículo 3 de la Carta Constitutiva de la OEA “se establece claramente el derecho de cada Estado a elegir sin injerencias externas su sistema económico, político y social” (La Jornada, 8 de junio 2025).

Semejantes opiniones no toman en cuenta dos hechos importantes: por una parte, la importante evolución que desde finales del siglo pasado se dio en el seno de los organismos multilaterales al comprometerlos profundamente con la promoción y supervisión de procesos electorales y desempeñar un papel central en la promoción y defensa de la democracia. La creación de la Oficina de Asistencia Electoral en la ONU y la firma de la Carta Democrática Interamericana en la OEA son buenos ejemplos de ello.

Es poco afortunado que México entre en conflicto con el nuevo secretario general de la OEA, distanciándose de las labores de la organización y acercándose, implícitamente, a posiciones similares a las de Cuba y Venezuela. Esto, cuando se quiere promover a México como “la mejor democracia del mundo”.

Más allá de enfrentamientos diplomáticos, la reforma judicial tiene implicaciones para dos temas de gran interés para México: la llegada de inversiones extranjeras, reticentes a confiar en el Estado de derecho en el país y la renegociación del T-MEC; en efecto, el tratado requiere tribunales independientes para resolver las disputas que se presentan.

Es muy pronto para aquilatar lo que mejore o empeore en la impartición de justicia en México los próximos años. En todo caso es deseable que no se descarten las opiniones provenientes de voces externas. En primer lugar, ellas influyen enormemente sobre la imagen de México en el mundo; en segundo, pueden contribuir a superar deficiencias que no deben repetirse en la segunda etapa de la elección judicial en el 2027.

Razones

La Presidenta, en aguas profundas

¿Por qué a Canadá llegará en vuelo comercial la Presidenta?

Jorge Fernández Menéndez

Excelsior

Pareciera que la banalidad, el desprecio por las formas de la política, incluso del sentido común, se pierden en un país que no sabemos a ciencia cierta a dónde se lo quiere llevar, en un espacio donde la presidenta Sheinbaum entremezcla mensajes y señales y donde el resto de los actores, hasta los menores, hacen lo que se les da la gana.

La Presidenta viajó ayer a Kananaskis, Alberta, en Canadá, a su primera reunión del G7, donde se reunirá, por primera vez, con el presidente Trump. Como están las cosas en la relación bilateral no me puedo imaginar nada más importante para ella desde el inicio de su gestión que este encuentro. Trump no estará tranquilo: tuvo su desfile en Washington, bastante desangelado dicen las crónicas, al tiempo que cientos de miles realizaban manifestaciones en su contra en todas las grandes ciudades del país.

Las protestas continúan en Los Ángeles y otras ciudades, al tiempo que el propio Trump tuvo que reconocer que detendrá las redadas que afectan al sector agrícola, de hoteles y otros negocios de servicios, porque están perjudicando seriamente la operación de los mismos. Pero llega Trump al G7 con una preocupación mayor, un sujeto al que nadie puede acusar de ser un migrante, Vance L. Boelter, con formación militar, mató en Minneapolis, en su domicilio, a la legisladora demócrata Melissa Hortman y su esposo, y en otro ataque dejó mal heridos al senador estatal John Hoffman y a su esposa, en acciones de evidentes intenciones políticas como dijo el gobernador Tim Walz. La polarización saltó de las calles a los asesinatos.

En el G7, donde están los países más poderosos del mundo, el tema serán los aranceles, las guerras comerciales y en forma destacada el conflicto Israel-Irán, entre otros temas, incluyendo la guerra en Ucrania. Todo eso como parte de la reconfiguración global que impone el gobierno de Trump. De entre los invitados a la cumbre será importante lo que tengan que decir de estos temas India, Brasil y México.

Para afrontar todos esos desafíos y encuentros, la Presidenta viajó en vuelo comercial, con escalas, a Canadá (lo que absolutamente ningún otro mandatario ha hecho, no porque sean más ostentosos o de países más ricos que México, sino simplemente por seguridad y posibilidades de operación, para seguir en contacto con su equipo, incluso para seguir trabajando, recibiendo llamadas y videos, y para llegar más descansados). La Presidenta llegará cansada después de un largo vuelo con escalas y sin posibilidades de trabajar en el trayecto y al otro día tendrá, desde temprano, actividades.

Como, además, hay que demostrar que no se va al exterior por capricho, en una herencia sin sentido más que le debemos a López Obrador, tuvo que estar viernes y sábado en giras, en las cuales, por cierto, la Presidenta ya no usa vuelos comerciales; viaja, como debe ser, en aviones o helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana. ¿Por qué a Canadá llegará en vuelo comercial en un gesto que no despertará más que curiosidad (y un poco de lástima) entre sus contrapartes? En esas giras de viernes y sábado dijo que iría a Canadá acompañada “por todo el pueblo de México”, que va a Canadá a “defendernos”, que no aceptará “subordinación”.

Ninguna de sus contrapartes en el G7 dijo algo parecido antes de viajar a lo que consideran una actividad más. Estamos hablando de una cumbre de mandatarios donde toda esa retórica no tiene sentido, para ninguno, y en la que importan las posiciones que se asuman y que tienen interés global, el contacto con sus homólogos, que se participe de una agenda internacional sensata, que quede claro, en nuestro caso, que nos ubicamos en América del Norte y que tomemos distancia con los regímenes autoritarios del mundo, desde Irán hasta Rusia. De eso hay que hablar y de eso le hablarán. Espero que tenga respuestas en esos temas.

Pero al mismo tiempo se desarrollaba una comedia de enredos que demuestra cómo están sueltas muchas cuerdas del poder en Morena y, como casi siempre, juegan en contra de la Presidenta. La consejera de Morena Melissa Cornejo, como ya sabemos la semana pasada escribió que Estados Unidos se podía meter su visa en el culo. Melissa participa de los equipos que maneja Abraham Mendieta, el esposo de Andrea Chávez y que responde a Jesús Ramírez. El subsecretario de Estado, Christopher Landau, le contestó que le quitaría la visa antes de que eso ocurriera, pero descubrió que la joven ni visa tenía, la puso en ridículo y aprovechó para recordar que su gobierno no aceptaría a quienes defienden la violencia.

La Presidenta se desmarcó de Melissa, les aconsejó a sus partidarios que trabajaran con la gente y que no usaran las redes sociales para esos temas. Siempre sensato, el hijo mayor de López Obrador, José Ramón López Beltrán, escribió en la red X que apoyaba a Melissa y criticó al subsecretario y exembajador Landau, en un mensaje que muchos vieron, por el tono y lo escrito, con fuerte aroma a Palenque y que, en los hechos, dejaba mal parada a la Presidenta que se acababa de reunir con Landau y había pedido que no se usaran esos mensajes.

En síntesis, en Morena hay muchos que están jugando sus propias cartas, incluyendo los hijos del expresidente. Al mismo tiempo en el equipo presidencial nadie opera ni adopta el papel de consejero con peso y sensatez, haciendo que la mandataria asuma que existen diferencias y que comenzó una nueva etapa de gobierno, y que ella misma en su narrativa, en su discurso y su accionar demuestre que no acepta la herencia del pasado como un todo. La cumbre del G7 era una buena oportunidad para hacerlo. Ojalá que hoy en el encuentro con Trump y otros líderes se pueda dar una vuelta de tuerca a esa imagen.

Juegos de poder

Presidenta y morenistas, con diferentes incentivos

Sheinbaum tiene que hilar muy fino el manejo de la relación con EU.

Leo Zuckermann

Excelsior

En ningún lugar del mundo es fácil la relación del jefe de Gobierno con los miembros del partido gobernante. Mientras que el primero debe defender los intereses nacionales, los segundos siempre están pensando cómo mantener y acrecentar su poder.

México no es la excepción.

Con el fin de salvaguardar los intereses nacionales, Claudia Sheinbaum tiene que hilar muy fino el manejo de la relación con el gobierno de Trump. No tiene margen para cometer el mínimo error porque, como vimos en el caso de su propuesta de movilizaciones en contra del impuesto a las remesas, el trumpismo es implacable y los cobra con creces.

Sin embargo, muchos morenistas quieren utilizar los agravios de Trump en contra de México para avanzar en sus carreras políticas. Desde el punto de vista electoral, resulta muy rentable envolverse en la bandera y proferir un discurso patriotero, sobre todo en estas épocas en que las redes sociales magnifican la retórica encendida.

Es lo que le ocurrió a la consejera estatal de Morena en Jalisco, Melissa Cornejo. Quejándose en la red X por la decisión de Estados Unidos de retirar las visas a personas que compartieran contenido en apoyo a las protestas en Los Ángeles, se le ocurrió decir “Viva la raza y métanse mi visa por el culo”.

El subsecretario de Estado del vecino del norte, Christopher Landau, leyó dicho tuit y le respondió en la misma red: “Yo ahí no puedo meter tu visa, pero sí te puedo informar que personalmente di orden de cancelarla después de ver este vulgar posteo. Y no te ha de sorprender lo que me contestaron: que ni siquiera tienes visa válida para cancelar”.

Declaraciones como las de Cornejo, miembro del partido gobernante, no ayudan en nada al gobierno de Sheinbaum.

Tan es así que la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, tuvo que salir, también en X, a desmarcarse asegurando que las expresiones de su correligionaria “no representan la postura de Morena”.

Por su parte, en la conferencia mañanera, Sheinbaum dijo: “Yo creo que hay que dejar de hacer política en X. Está bien que se manifiesten las opiniones, pero hay que ir con la gente. Las redes sociales son una parte, lo importante es el contacto directo, el trabajo en el territorio abierto”.

¿Dejar de hacer política en X?

¿En serio?

La Presidenta puede hacer estas recomendaciones porque ya es Presidenta. Es como cuando condenó los actos anticipados de campaña que estaban ocurriendo en su partido, como si ella no los hubiera hecho. Ahora parece que ella tampoco hubiera utilizado las redes sociales para hacer campaña y llegar a la Presidencia.

Sheinbaum sugiere a los miembros de su partido que no hagan las mismas cosas que ella hizo. Es lógico. Ahora tiene incentivos diferentes de cuando era aspirante a la candidatura de Morena y luego candidata presidencial. Por su parte, los miembros de su partido siguen teniendo los mismos incentivos de hacer campaña por todos los medios posibles con el fin de acrecentar su poder.

La pregunta es si la Presidenta cuenta con los instrumentos para disciplinar a los miembros de su partido, de tal suerte que no la metan a ella en problemas, por ejemplo, con Estados Unidos.

En las épocas del PRI, los presidentes tenían pocos problemas de este tipo. Los priistas no se atrevían a decir algo que pudiera poner en problemas al jefe del Ejecutivo federal (además, no había redes sociales). Y es que sabían que el mandatario era el mandamás del partido que en última instancia decidía las candidaturas importantes, incluyendo la presidencial. En este sentido, la disciplina era férrea.

En Morena, por convicción e intereses, hay varios miembros que quieren utilizar el tema de Trump para avanzar sus carreras. Así como los hay quienes lo hacen condenando a la clase empresarial o defendiendo dictaduras impresentables. Están en su derecho. El problema es que pueden generarle problemas al gobierno en turno, sobre todo cuando son muy escandalosos.

Porque otra realidad actual es que el escándalo vende en la política. Candidatos escandalosos como Trump, López Obrador o Milei suelen tener un gran éxito electoral. E inmediatamente aparecen los imitadores.

Es el caso, por ejemplo, de Gerardo Fernández Noroña. Ya dijo que quiere ser Presidente y su apuesta es ser el más escandaloso, grosero y patriotero de los posibles aspirantes.

Pero resulta que también es el presidente del Senado y su estrategia electoral choca con los intereses que está tratando de salvaguardar Sheinbaum.

La pregunta es si la Presidenta podrá disciplinar a éste y los varios miembros de su partido que quieren hacer política escandalizando y envolviéndose en la bandera.

Astillero

Operación acordeón, validada // INE: votación dividida // Puebla penaliza ciberasedio // Reunión Sheinbaum-Trump

Julio Hernández López

La Jornada

No fue por unanimidad la declaratoria de validez de la elección de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Cinco de 11 consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) votaron en contra; entre los seis que lo hicieron a favor estuvo la propia consejera presidenta, Guadalupe Taddei.

En la sesión dominical del INE, el consejero Arturo Castillo señaló irregularidades (prácticas que creíamos desterradas) en 818 mesas receptoras de voto (0.97 por ciento). Además, el elefante en la sala: los acordeones repartidos a nivel nacional que, según se indicó, indujeron la votación de tal manera que 80 por ciento de los resultados coincidieron con tales impresos en cuanto a la Corte, el tribunal disciplinario y los magistrados electorales y en 85 por ciento en salas regionales (con excepción de la que tiene su sede en Toluca).

A pesar de tales señalamientos (y de la indicativa baja votación y, dentro de esta, el alto número de votos nulos), la votación final fue seis a cinco y, por tanto, ayer mismo se entregaron las constancias correspondientes. Quien presidirá la Corte, Hugo Aguilar, pidió un voto de confianza para la nueva integración del máximo tribunal nacional.

Formalmente, el tema de los acordeones queda sujeto a continuidad de las investigaciones que se hagan. Pero el tribunal electoral, instancia ante la cual se podría recurrir, está igualmente dominado por una aritmética oficialista (tres de cinco magistrados siguen la línea guinda). Así que, política y fácticamente, lo sustancial de la elección judicial queda validado.

En Puebla, el gobernador morenista-marinista Alejandro Armenta publicó este sábado en el Periódico Oficial del Estado, dándole vigencia inmediata, la reforma al Código Penal estatal que establece el delito de ciberasedio para castigar con cárcel y multa, conforme al modificado artículo 480 del ordenamiento citado, a quien a través de la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, redes sociales, correo electrónico o cualquier espacio digital insulte, injurie, ofenda, agravie o veje a otra persona, con la insistencia necesaria para causarle un daño o menoscabo en su integridad física o emocional (https://goo.su/DuoH ).

La propuesta de reforma fue presentada al Congreso del estado de Puebla en noviembre de 2024 por José Luis García Parra, quien entonces era diputado local (postulado por la vía plurinominal a nombre de Morena), cargo en el que duró tres meses, pues Armenta lo nombró coordinador de su gabinete.

Armenta ha sostenido una actitud agresiva contra medios y periodistas críticos. El 8 de abril insultó y difamó al director de e-consulta, Rodolfo Ruiz, a quien llamó cobarde y canalla, además de solicitar que se abriera una investigación judicial en su contra… ¡por señalamientos periodísticos que no había hecho Ruiz! El gobernador no se disculpó y sostiene una campaña de asfixia al medio.

El 27 de mayo encaró y quiso ridiculizar al reportero de Sin Máscaras, Sergio Vázquez, cuando este le preguntó por qué se permitía el encalado de árboles cuando la ley, cuyas modificaciones él mismo había publicado en el periódico oficial en diciembre pasado, prohibía tales acciones. Dios te bendiga, le dijo con aire corleonesco en varias ocasiones al reportero, para eludir más preguntas.

Luego ofreció disculpas flácidas al reportero, a la vez que anunciaba el envío de una propuesta al congreso estatal para que modificara lo aprobado cinco meses y medio atrás, iniciativa que obviamente se avaló al vapor. Ahora, ante las protestas contra la tipificación del ciberasedio, ha convocado a foros con ciudadanos y organizaciones para que opinen… sobre ese delito ya aprobado por el Congreso y promulgado por el propio gobernador.

Y, mientras se ha anunciado, en el contexto del G-7, que la presidenta Sheinbaum se reunirá durante una hora el próximo martes con el presidente Trump (con el tema de los migrantes en primer término).

México SA

Trump: desvergonzado y ególatra // Crece repudio social en su contra // Cada vez que el imperialismo…

Carlos Fernández-Vega

La Jornada

Muy contento estaba el desvergonzado, autoritario y ególatra Donald Trump en plena celebración de su cumpleaños número 79, para lo cual, casualmente, no sólo empleó dinero de las arcas públicas, sino que utilizó como pretexto la conmemoración del aniversario 250 del siempre depredador, intervencionista, invasor, anexionista, golpista y expansionista ejército de su país, el cual, a lo largo de su historia, no ha dejado rincón del planeta sin expoliar.

En medio de una crisis interna, producto de sus enfermas cuan autoritarias decisiones políticas, sociales y económicas, amén de agredir a todo el mundo e inducir una guerra mundial por medio de su marioneta sionista Benjamin Netanyahu (tal vez sea al revés), en apenas cinco meses de estancia en la Casa Blanca Trump ha hecho hasta lo impensable para ganarse el repudio de los estadunidenses y de la comunidad de naciones (aunque la mayoría de los gobiernos guardan silencio cómplice en no pocas ocasiones).

Desde Nueva York y Washington, los corresponsales de La Jornada (David Brooks y Jim Cason) informan: el pasado sábado, “cientos de miles de manifestantes –los organizadores dicen que millones– realizaron más de 2 mil actos de protesta en los 50 estados de Estados Unidos, en la expresión más grande de repudio y resistencia contra las políticas de Donald Trump desde que comenzó su segundo periodo presidencial. Bajo la consigna: ‘no tenemos reyes’, los manifestantes se unieron en un coro masivo contra los abusos y corrupción del poder, las políticas antimigrantes y los ataques a los programas de salud y educación de Trump, quien en el mismo día utilizó el 250 aniversario del ejército de Estados Unidos para festejar su cumpleaños con un desfile militar”.

En sus 250 años de existencia, el ejército estadunidense (más su armada, fuerza aérea y sus distintas agencias de inteligencia) ha sido utilizado por el gobierno de aquel país (siempre en nombre de la democracia y a favor del mundo libre) para imponer el destino manifiesto y defender sus intereses de seguridad nacional, para lo cual ha dejado una estela de muerte, destrucción y depredación para garantizar su dominio. Y ahora va contra su propia población y en su propio territorio por órdenes de un criminal sentenciado que despacha en la Oficina Oval.

De entrada, ese ejército masacró a los pueblos originarios de lo que hoy es Estados Unidos, siempre a favor de la unión y la democracia: anexionó sus vastos territorios, en nombre del mandato divino y supremacista. De ahí en adelante, su poder militar no dejó rincón del mundo sin expoliar, y de ello dan cuenta, por ejemplo, el robo de la mitad del territorio mexicano y la permanente intervención en toda la geografía latinoamericana, terrorismo incluido.

Un par de años atrás, el entonces presidente Joe Biden celebraba la asistencia externa que su país otorgaba al mundo. Por aquellos ayeres en este espacio se recordaba que de sus no menos de 800 bases militares regadas por la geografía mundial, alrededor de 50 por ciento se localizan en apenas tres países (Alemania, 194; Japón, 121, y Corea del Sur, 83, de acuerdo con información del Departamento de Defensa). En América Latina suman 76 (reconocidas, y contando, incluyendo la naval de Guantánamo, territorio cubano ilegalmente expoliado desde 1903), independientemente de otro tipo de asistencia, como la de la CIA o la DEA.

Y tal asistencia se ha traducido en invasiones, golpes de Estado, desestabilizaciones, intervenciones, terrorismo y demás agresiones. Lo anterior da cuenta del imperial proceder estadunidense en el mundo y a la par de la docilidad de los gobiernos receptores de la asistencia, que abren las piernas, aplauden a rabiar y se llevan una gruesa maleta de dólares, sin importarles la violación de la soberanía ni las consecuencias para sus propios pueblos. Además, desde luego, está el pingüe negocio que ello representa y el permanente cuan abundante uso de recursos públicos para alimentar a los señores de la guerra, ahora disfrazados de democráticos corporativos privados fabricantes de armamento.

En síntesis, el rey, junto con su imperio, debe caer.

Las rebanadas del pastel

Bien lo advirtió Eduardo Galeano: Cada vez que el imperialismo se pone a exaltar sus propias virtudes, conviene, sin embargo, revisarse los bolsillos. Y comprobar que este nuevo modelo de imperialismo no hace más prósperas a sus colonias aunque enriquezca a sus polos de desarrollo; no alivia las tensiones sociales regionales, sino que las agudiza; extiende aún más la pobreza y concentra aún más la riqueza.

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