El incremento constante en los precios de los materiales para la construcción comienza a verse reflejado en las empresas, al grado de tener que trasladar dichos aumentos al consumidor, sin que hasta el momento se prevea una desaceleración en el encarecimiento de productos como cemento o los derivados del acero, informó Víctor Manuel Burgos Pech, Delegado de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CNIC).
Agregó que a pesar de que durante el primer semestre del año no hubo obra, debido a diversos factores como el cambio de administración y la pandemia de Covid-19, se espera que después del Informe de Gobierno se cierre el año con buenas expectativas, ya que hasta el momento se tienen registradas poco más de 25 licitaciones por parte de Secretaría de Obras Públicas, con inversión proveniente del Instituto Nacional de Infraestructura Educativa para darle mantenimiento a baños, pisos, e impermeabilización entre otros trabajos a algunas escuelas, así como otras obras privadas que ya se están gestionando.
Reconoció que dentro del Plan de Gobierno de Layda Sansores se contempla la participación de la CMIC en obras importantes que dejarán gran derrama económica y la reactivación de empleos para el Estado, ante la situación que se atraviesa a nivel internacional por lo que esperan que para el 2023 haya apertura y más trabajo.