Locales
A 42 años del hundimiento de la panga “Campeche” en Isla del Carmen-Isla Aguada
• 21:30 HORAS (9:30 DE LA NOCHE) CAPITÁN DE LA PANGA DON JULIO CÉSAR QUEJ PARRA MEJOR CONOCIDO EN ISLA AGUADA COMO DON PELOTAS, POR SU VOLUMINOSO CUERPO UNA PERSONA MUY APRECIADO, CON DON DE GENTE RESPETADA, RESPONSABLE, AMIGABLE.
• SU ÚLTIMO VIAJE DEL CAPITÁN Y DE LA VIEJA Y REMENDADA PANGA “CAMPECHE”, ADEMÁS, PERDIERON LA VIDA APROXIMADAMENTE 200 PERSONAS EN ESE TRÁGICO ACCIDENTE DEL HUNDIMIENTO DE LA PANGA.
• ALGUNOS VEHÍCULOS QUE SE RESCATARON COMO UN AUTOBÚS DE PASAJEROS DE LA LINEA A.D.O. LOS DEMÁS VEHÍCULOS CON LA PANGA QUEDARON SEPULTADOS EN EL FONDO DEL MAR A ESCASOS 200 METROS DE LA ORILLA DE LA PLAYA, DONDE SE CONSTRUÍA EL “PUENTE DE LA UNIDAD”, CUANDO SALIÓ DE PUERTO REAL HACIA ISLA AGUADA A LAS 9:30 DE LA NOCHE DEL AÑO 1980.
HECHOS.
El Capitán Don julio César Quej Parra, se encontraba muy pensativo esa noche al estar observando cuando estaban cargando de vehículos la panga en el extremo del atracadero de Puerto Real, se dice… que el Capitán de la panga observaba detenidamente el firmamento del cielo con constantes relámpagos y el culebreo de estos rayos en el cielo, que ya empezaba a soplar un ligero viento con nubes amenazando lluvia, los marineros , rampero y motoristas esperaban la orden del Capitán de la vetusta panga “Campeche” para salir; don Julio César se veía muy dudoso al dar la orden, ya que el viento era engañoso porque provenía del Este como marcando una lluvia normal.
Don Julio César, hombre de gran experiencia y conocedor de los comportamientos de vientos y mareas… pero la tripulación esperaba junto con los conductores de vehículos como personas que abordaron la panga y preferían irse a Isla Aguada donde estaban más seguros que en Puerto Real y había sala de espera, puestos de comidas, y menos plaga de mosquito y chaquiste.
Muchas personas también preferían estar en Isla Aguada para buscar un aventón para continuar su viaje a su destino, hay que recordar que ese 22 agosto era viernes y muchos salían de trabajar o eran estudiantes.
También hay que tener muy en cuenta que en esos años la actividad comercial de la conocida ‘fayuca’ estaba muy fuerte y las compras se realizaban en Chetumal y Belice donde muchas personas se dedicaban a esa actividad de negocio por eso en la panga Campeche había otro autobús de segunda clase con destino a Chetumal y un ADO más una docena de vehículos entre ellos un camión Torton que vendía colchas, sabanas, almohadas, y traía a su personal que vendían por las calles y eran varios procedente de puebla.
Por eso se dice que hubo muchos ahogados, porque solo en los dos autobuses habían más de 120 personas, más los vehículos con familias, choferes, acompañantes y los que estaban en Puerto Real y abordaron la panga para llegar a Isla Aguada y solo estadísticamente sobrevivieron 17.
El Capitán de la panga… por fin decidió salir y dio la orden al rampero, maquinista y marineros… se dice por el marinero Filiberto Hernández (Filo), sobreviviente, que Don Julio César el Capitán, que era muy católico… se persignó y dijo ‘vamonos en el nombre sea de Dios’ y rugieron las máquinas de la vieja y remendada panga rumbo hacia Isla Aguada…
También dicen y contaron los marineros que siempre, siempre ya que despegaba la panga todo el personal subía a la cabina de mando y platicaban, bromeaban, chistes, y hasta chismes, pero que Don julio o Don Pelotas se sentaba en las bancas que ahí habían en la cabina y los marineros tomaban el timón mientras chismeaban, pero en ese viaje y esa noche, Don Julio Cesar Quej Parra Capitán de la panga, no permitió que nadie agarrara el timón nada más que él, se cuenta… que el Capitán constantemente repetía Dios mío, Dios mío, y movía sus labios rezando, aferrado al timón con los dos pies y piernas en estilo compás abierto .
A un cuarto de travesía de Puerto Real hacia Isla Aguada, el viento empezó a soplar más fuerte, los relámpagos eran más constantes , las nubes más intensas donde se cerraba el infinito con el cielo donde navegaban, una pequeña lluvia tipo llovizna se empezó a sentir pero el oleaje del mar era más fuerte, más picado; donde la panga se movía más fuerte de un lado hacia otro, el pasaje se refugió en la sala de espera y los conductores de vehículos en sus unidades que ya empezaban a tener miedo y el Capitán aferrado al timón y siempre rezando y el ¡Dios mío, Dios mío! se le escuchaba decir al Capitán
A MEDIA TRAVESÍA, VIENTO DEL SUR Y FUERTE LLUVIA.
Al llegar a media travesía o sea a la mitad del camino o trayectoria se desató una fuerte lluvia y el oleaje fuerte, muy fuerte, ya que el viento dio un giro que no se esperaba del Este, cambió al Sur y se perdió la visibilidad de las luces de Isla Aguada, el agua del mar por el oleaje pasaba de lado a lado de la panga (de la proa a la popa) los marineros le pusieron cuñas (pedazos de maderas) a los vehículos en las llantas para que no resbalaran.
Los gritos de la gente eran ya terribles en la sala de espera de la panga, los marineros trataban de calmarlos, pero era inútil, ya era mucho el miedo y el terror, la panga se movía tan frágil, el llanto de los niños y de las mujeres era impresionante, acompañado de los rezos y oraciones…
El Capitán no perdió el rumbo, aunque no tenía visibilidad ya con Isla Aguada y no se veía absolutamente nada por la fuerte lluvia y el agua del mar que se estrellaba en los vidrios de la caseta de mando y se guiaba con la brújula, aferrado al timón para que no los sacara de la ruta.
CAPITÁN, LA PANGA SE HUNDE, LE DIJO EL MOTORISTA A LOS MARINEROS Y AL CAPITÁN.
¡SALTE CAPITÁN, YA NO HAY NADA QUE HACER, SÁLVESE!
A casi 400 metros de la orilla de la playa de Isla Aguada donde estaban los primeros pilotes sembrados del puente de la Unidad, el motorista de la panga Campeche Manuel Romero, con marineros, subieron a la cabina donde estaba el Capitán y le decían “Capitán ya se va a hundir la panga, salte al agua y sálvese, ya no se puede hacer nada”. El Capitán respondió… salven a la gente sálvense ustedes… insistieron que el Capitán abandonara la panga y el dijo que NO…
CÓMO SE HUNDIÓ LA PANGA.
El Capitán de la panga resistió y al parecer todo indicaba que su objetivo era llegar a la orilla de la playa y encallar para que la gente se salvara,
pero la panga aunque resistió el fuerte oleaje el viento del sur que es uno de los más peligrosos en el mar y la lluvia, se le desprendieron tres láminas de la proa o sea de enfrente donde entró el agua del mar e invadió los cuartos de máquinas y en tres intentos se hundió la panga Campeche a escasos 200 metros de la orilla de la playa.
El primer sobreviviente que llegó a la orilla de la playa de Isla Aguada, completamente desnudo, fue don Manuel Loeza conocido fotógrafo en Cd. del Carmen y empezó a correr pidiendo auxilio ‘Se hundió la panga, salven a la gente’ llegando a la caseta de cobro… y para esos momentos la luz y la energía eléctrica ya se había restablecido.
MOVILIZACIÓN DE LANCHEROS Y PESCADORES DE ISLA AGUADA, AL RESCATE.
Como reguero de pólvora empezó la movilización de los pescadores para rescatar a la gente donde muchas personas gritaban por las calles de Isla Aguada, ‘auxilio se hundió la panga’.
El comisario municipal Mauricio Canul Cahuich le dio aviso inmediatamente al presidente municipal, Don Carlos Rivas Paoli, donde estos con la Guardia Presidencial que se encontraba en Carmen por la visita que tendría del presidente de México, enviaron helicópteros y ambulancia para la ayuda y del rescate.
Lancheros y pescadores rescataban a los cuerpos escasos con vida y la mayoría sin vida y los depositaban a orilla de la playa, desde donde actualmente se encuentra el restaurant Memín ahí se encontraba un depósito-tanque de diesel para abastecer las pangas y hasta el balneario Los Coquitos aproximadamente entre 180 a 200 cuerpos sin vida ahogados entre niños, jóvenes y adultos.
La esposa del capitán Doña María Esther Rivero, llegó al lugar del atracadero de la panga acompañada de sus hijos e hijas buscando al Capitán… la repuesta fue… se quedó en la panga.
Al día siguiente, fue rescatado el Capitán por buzos que trabajaban en la compañía constructora del puente de la Unidad ICA y PYCSA y no de la marina y ninguna dependencia como muchos publican… el cuerpo del Capitán DON JULIO CESAR QUEJ PARRA se encontraba aferrado fuertemente al timón de la panga hundida y comentaron los buzos rescatistas que les costó mucho pero mucho trabajo desprenderlo del timón.
Los aproximadanente 200 cuerpos sin vida fueron trasladados a la unidad deportiva Resurgimiento de Ciudad del Carmen, donde se metieron en cajas y permanecían con barras de hielo para conservarlos y donde se los entregaban a sus familiares de distintos estados del país.
PERMANECE EN EL FONDO DEL MAR
La panga Campeche aún permanece en el fondo del mar entre medio de los pilotes del puente de la Unidad y que ya no se observa pero los que van a bucear dicen ya está enterrada por completo aunque los delincuentes la desvalijaron, muchos carros quedaron en el fondo del mar incluso con sus choferes y acompañantes que no rescataron o sacaron y que las corrientes del mar se lo llevaron donde jamás aparecieron… únicamente sacaron los dos autobuses de pasajeros, el ADO y el de segunda clase y dos vehículos compactos.
Hoy a 40 años de la tragedia… aproximadamente 17 sobreviviente y 200 ahogados y todavía retumba en el recuerdo y mente de los marineros Filiberto Hernández y Manuel Romero, Maquinista, los gritos de la gente en la sala de espera de la panga “Campeche”, las oraciones de la gente y los gritos AUXILIO, AUXILIO, AUXILIO, SE HUNDE LA PANGA Y AL CAPITÁN, DIOS MIO, DIOS MIO.
Descansen en paz.
Esta es una aportación de la R.L.S. Renacimiento No 4 del Rito Nacional Mexicano desde la Ciudad, Puerto e Isla del Carmen, Cam. que también es México. Hallado en las redes.