Durante una misa disponible para niños mártires abortados, ocurrió un milagro en presencia de miles de testimonios.
Tras la celebración de la Santa Misa, los peregrinos comenzaron a observar atónitos y a tomarse fotos en el Ayate del Tepeyac cuando vieron con sus propios ojos cómo la intensa luz comenzó a brillar desde el vientre de la imagen.
La imagen de la Virgen comenzó a ‘retirarse’ y una intensa luz comenzó a brillar al salir de su vientre, esta luz tomó la forma de un embrión.
Esta forma corresponde exactamente en la forma y posición de un embrión en el útero.