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Los monólogos de la Martina

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URBI ET ORBI.

Nicolás Canto González

¿DÓNDE ESTÁ EL CACHORRO SANTINI?

Esa es la pregunta que se hacían hasta hace unos días sus simpatizantes, esos mismos que pese a todo seguirían creyendo que el P.R.I. en Campeche se puede adecentar políticamente, luego del paso trágico de Alito como dirigente estatal y gobernador. Esos mismos que están en espera de la voz de Ramón Santini Cobos en cuanto a la ruta política a seguir.

Pues bien, esa pregunta ya tiene respuesta. Santini Cobos ha reaparecido en el escenario político local.

Tras unas semanas de haber marcado una pausa al interior del P.R I. como militante, Santini Cobos concede una entrevista en la que hace diversos señalamientos críticos, no al P.R.I., sino a su dirigencia nacional y particularmente a Moreno Cárdenas.

Santini Cobos es claro y preciso en sus conceptos. Señala que “el partido no es Alito; el P.R.I. es un partido con historia, hoy secuestrado por sus dirigentes nacionales que han pisoteado los derechos de los auténticos priístas”

Santini Cobos desde la dirigencia estatal del P.R.I. fue en su momento el único que, aún siendo parte del grupo del paisano incómodo, no ocultaba sus discrepancias con él en temas en los que no estaba de acuerdo.

Y así se lo manifestaba cara a cara, ofreciendo argumentos del porqué de sus desacuerdos.

Todo esto al final le cobró factura a Santini Cobos. Con infamias, hipocresía, trampas y mentiras Alito logró deshacerse de esa única voz discrepante en su reino.

Con esa su forma gangsteril, tramposa y torcida de hacer política, Moreno Cárdenas incumplió sus promesas del liderazgo de la bancada priísta en el congreso para Santini Cobos, sin importarle que con ello el P.R.I. se fuera al despeñadero electoral, como se fue en las pasadas elecciones.

Con todo, una vez pasado algún tiempo de esa traición tramposa de Alito, es válido pensar que perdiendo, Santini Cobos salió ganando de todo este trance.

Se ha desligado política y personalmente de Alito y de su perversidad política. En buena hora, justo a tiempo.

Quien quede al frente de la mínima bancada priísta en el congreso estatal tendrá que obedecer a pie juntillas todas las infamias que desde el centro le ordene Alito.

Y eso, no ser cómplice de las infamias de Alito, es ganar.

Santini Cobos apunta en esa misma entrevista que no es necesario que a Alito Moreno lo juzgue la historia porque ya lo está juzgando el presente, (esto en clara referencia a las duras críticas que a niveles nacional y local se le vienen haciendo a Moreno Cárdenas, empecinado en reelegirse y cambiar la historia del partido en cuanto a la no reelección de sus dirigencias nacionales)

Lo cierto es que a Alito le importa un cacahuate el pasar a la historia como el primer dictador partidista. Como sociópata consumado no sabe de remordimientos, arrepentimientos o daños ocasionados a quien o a quienes sean.

Sus intereses políticos, económicos y personales están por encima de cualquier escrúpulo y decencia política mínima.

Con la reforma política a modo en el P.R.I., que ha sido aprobada al gusto de la reelección de Moreno Cárdenas por un consejo político a sus órdenes hasta la ignominia, el paisano incómodo va a cumplir sus amenazas de reelección al menos en dos períodos de cuatro años cada uno.

Es decir, que al menos durante los próximos ocho años Alito va a tener secuestrado al P.R.I, suponiendo de manera optimista que antes de ese tiempo el tricolor no desaparezca perdiendo su registro nacional, como recientemente le ocurrió a su ex aliado, el Partido de la Revolución Democrática.

Esto último tampoco le importa a Alito.

Mientras el tiempo se lo permita él seguirá usufructuando la franquicia priísta, lo que hablando en plata significan unos doce mil millones de pesos en prerrogativas en los próximos ocho años y, acaso lo más importante, un salvoconducto para no terminar su carrera política en la cárcel.

Final-final: Ramón Santini Cobos tomará una decisión en cuanto a su carrera política en las próximas semanas, una vez que Alito Moreno sea reelecto presidente nacional del P.R.I., algo que se vislumbra como un hecho consumado, salvo que el Instituto Nacional Electoral o el Tribunal Federal Electoral le den palo en su proyecto dictatorial partidista, cosa que se ve muy difícil pues Alito ya habría hecho todos los amarres para consumar su infamia.

Entonces Santini Cobos, casi seguro, estaría renunciando al P.R.I.

Hasta donde se sabe dos partidos políticos habrían tenido acercamientos con Santini Cobos para invitarlo a participar en sus respectivos proyectos. Por el momento las cosas se inscriben únicamente en la conversación.

La otra vía, la creación de una corriente crítica dentro del P.R.I. parece desechada por el propio cachorro.

Simplemente porque en el P.R.I. de Alito no se escucha, y menos se tolera, cualquier forma de crítica.

Hasta la próxima.

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