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Los días turbulentos para AMLO y su familia

El legado de López Obrador será el de no haber cumplido su palabra, ocultar y solapar al Ejército y querer pasar como víctima de un complot en su contra.

José Gil Olmos | Proceso

Los días de julio han sido turbulentos para Andrés Manuel López Obrador, para su gobierno, familia y partido. Y para agosto no se ve que vayan a cambiar. A veces los títulos de libros nos ayudan a entender mejor lo que deseamos expresar y en esta ocasión citaré Relámpagos de agosto, de Jorge Ibergüengoitia, y Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro.

En estas semanas de julio los días han sido turbios: la captura en Estados Unidos del Mayo Zambada y el hijo del Chapo Guzmán exhibió la abulia y hasta la complicidad del gobierno mexicano para detener a los líderes del narco.

¿O cómo entender que los dos personajes hayan salido en una avioneta de la capital de Sonora, Hermosillo, gobernada por Alfonso Durazo, quien fue secretario de Seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador? ¿No sabía o se hizo el omiso? ¿Nada sabía Víctor Hugo Enríquez, secretario de Seguridad en Sonora, a pesar de su experiencia como Coordinador Nacional Antisecuestro (Conase) y en la División de Investigación de la Policía Federal?

La detención de los capos sinaloenses pareciera ser un pacto con el gobierno de Estados Unidos; de ser así, habrá que esperar las acciones que desde allá emprenderán en el contexto de las elecciones presidenciales. Ya lo dijo Donald Trump: “Los cárteles son quienes administran México, pueden quitar al presidente en dos minutos”.

Otra turbulencia que vive López Obrador y su familia en este fin de sexenio son las dos misivas que exhiben errores que marcarán de manera indeleble la historia de su gobierno y su trayectoria. Son, como dice Elena Garro, los recuerdos del porvenir.

La primera carta es la que desde Palacio Nacional escribió López Obrador para justificar la investigación sobre el caso de los estudiantes desaparecidos de la escuela rural de Ayotzinapa que hizo su gobierno sin reconocer la participación del Ejército.

Desde su campaña el presidente López Obrador se comprometió a ir al fondo del caso y no dejar que la impunidad y la injusticia que el gobierno de Enrique Peña Nieto hizo con la famosa “verdad histórica” deslindando también al Ejército. Pero hizo todo lo contrario.

En el texto, el mandatario se instala como víctima y asegura que defensores de derechos humanos, organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos y agencias del gobierno de Estados Unidos, así como opositores y periodistas lo atacaron con una campaña de desprestigio y buscaron debilitar al Ejército mexicano.

El legado de López Obrador será el de no haber cumplido su palabra, ocultar y solapar al Ejército y querer pasar como víctima de un complot en su contra.

La respuesta de los familiares de los estudiantes desaparecidos también pasará a la historia. “Usted Sr. Presidente, nos ha mentido, nos ha engañado y traicionado. Usted nos miró a la cara y empeñó su palabra en campaña donde nos prometió resolvería este crimen de lesa humanidad y así nos daría la tan anhelada verdad y justicia que cualquier ser humano tiene derecho a conocer; el paradero de sus seres queridos desaparecidos. Sencillamente no quiso cumplir”.

Y para cerrar le dijeron: “Nos gustaría recordarle Presidente, por si también lo ha olvidado, que la víctima no es usted sino somos nosotros los que perdimos a nuestros hijos a causa de un crimen de desaparición forzada, crímenes que por cierto se han incrementado como nunca en la historia de nuestro país, así como el alza de la delincuencia organizada”.

Días después vino otra carta, ahora de sus hijos Gonzalo y Andrés, con la misma estrategia de victimizarse y de limpiar su imagen y la del gobierno de su papá.

Frente a las amplias investigaciones periodísticas publicadas desde hace tiempo de que ambos utilizaron su parentesco para hacer negocios y ayudar a amigos a conseguir contratos, además de tener vínculos con personajes del narcotráfico, publicaron en el periódico La Jornada la misiva donde se deslindan asegurando que son víctimas de calumnias y acusaciones sin pruebas. 

Sin embargo, en lo que será un recuerdo del porvenir, los hijos de López Obrador dejarán una huella ante la opinión pública de estar involucrados en presuntos actos de corrupción, tráfico de influencias y recibir dinero del narcotráfico.

En agosto se prevén relámpagos para el cierre de su sexenio, un sexenio violento que cierra con el mayor número de homicidios, desapariciones, desplazamientos, ejecuciones, linchamientos, asesinatos a periodistas y enfrentamientos de grupos del crimen organizado, que cada día ganan más control en regiones del país.

También de dificultades diplomáticas, económicas, financieras y de política migratoria ante Estados Unidos, con la amenaza del regreso de Donald Trump a la presidencia con una política agresiva de cierre de fronteras a los migrantes, aplicación de aranceles o impuestos a los productos elaborados en México en alianza con China y advertencias de meterse al país para combatir al crimen organizado con la ayuda de mercenarios.

Los relámpagos alumbran tormenta en agosto con el conflicto de la reforma del Poder Judicial que se espera votar en las cámaras de Diputados y Senadores bajo movilizaciones y protestas de jueces, magistrados, ministros y trabajadores que rechazan las imposiciones de López Obrador y sus legisladores.

Días turbios se prevén para el cierre de un sexenio en el que López Obrador anunció sería de bienestar de la cuarta transformación, pero que dejará pendientes fundamentales de justicia, transparencia y paz.

Por cierto… Otras dos huellas que dejará AMLO son el enorme fraude en Segalmex por 15 mil millones de pesos, que según López Obrador fue “por descuido” y “mala suerte”, y su intromisión en la elección presidencial a favor de Sheinbaum que, de acuerdo con el Tribunal Electoral, fue poquita. El camino de AMLO a su finca La Chingada también esta turbio por la presencia ominosa de los grupos del crimen organizado que se disputan de manera furiosa y sin clemencia Chiapas y pronto llegarán a Tabasco.

De naturaleza política

Pemex y la CFE, los fiascos del sexenio…

Enrique Aranda | Excelsior

Alienta Maduro confrontación violenta.

Dos meses escasos antes del cierre del fracasado gobierno de la 4T, las promesas y compromisos incumplidos de Andrés Manuel López Obrador y los suyos parecen cada vez más evidentes, particularmente en sectores sensibles como la salud y la educación, la seguridad y el desarrollo de infraestructura y, sin duda alguna, en lo referente a la operación “al 100% de su capacidad…” y resultados del proceso de saneamiento de las dos más importantes empresas del Estado…

A lo largo de las últimas semanas en efecto, al tiempo que los responsables de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el (casi) agrónomo Octavio Romero Oropeza y el impresentable Manuel Bartlett Díaz, respectivamente, se esfuerzan por mostrar resultados inexistentes y garantizar un cierre de sexenio “con 98% de autosuficiencia energética”,  especialistas nacionales y extranjeros coinciden en evidenciar el grave problema que una y otra representarán para el nuevo gobierno, en lo que se refiere a la necesidad de financiar su deficiente operación y creciente déficit financiero, por ejemplo.

Ello, sin embargo, no parece preocupar a nadie al más alto nivel del gobierno federal donde un día sí y otro igualmente, en el marco de las cada vez más insufribles prédicas mañaneras, por ejemplo, se insiste en que, merced al “inminente” inicio de operaciones y producción de la tan inútil como costosa refinería de Dos Bocas, que, inaugurada desde marzo de 2022, no acaba de refinar el primer barril de crudo, previsiblemente en un par de meses más permitiría reducir a sólo 52 mil barriles la importación de energéticos (gasolinas, diésel y turbosina) desde los más de 575 mil que se adquieren ahora, algo que parece poco menos que imposible, aun cuando se dice que entonces estarán operando “a tope” el resto de las refinerías, seis, con que cuenta el gobierno.

Huelga destacar que, al paso de las semanas por venir, a medida que se acerque el esperado término de la actual administración, denuncias y reportes oficiales, incluso sobre lo que se ha podido y no realizar de lo mucho que se ofreció en diciembre de 2018, habrán de multiplicarse, en razón de la necesidad que el gobierno próximo tendrá de definir el punto de arranque, la situación en que tomará el país.

Ni más ni menos.

 DESCANSO

* A la vista de los sucesos ocurridos durante la jornada electoral de ayer domingo en Venezuela, nada parece más evidente que la intención del impresentable dictador “amigo de México” Nicolás Maduro de permanecer en el poder “al precio que sea…” como, entre otros, pudo constatar el mismísimo dirigente de Acción Nacional, Marko Cortés, quien apenas iniciar su actividad como observador, fue detenido y extraditado a Lima, Perú. Ups…

* Nada fácil será para Andrés Manuel López Obrador el encuentro que hoy en Palacio sostendrá con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados y asesinados en hace ya casi 10 años en Guerrero. Menos, después que éstos lo acusaron de mentirles y traicionarlos, incluso buscando imponer una versión en la que su único propósito parece ser la exoneración de toda culpa a la milicia. Atentos…

Razones

La rendición de El Mayo Zambada

El Mayo estuvo en el mundo del narcotráfico 50 años. Por lo menos la mitad de ellos fue líder del cártel del crimen organizado más poderoso y violento de México

Jorge Fernández Menéndez | Excelsior

En el gobierno federal siguen sin tener la menor idea de cómo Ismael El Mayo Zambada y Jesús Guzmán López, el capo más importante del narcotráfico y el hijo de El Chapo Guzmán, terminaron en una avioneta en el pequeño aeropuerto de Santa Teresa, cerca de El Paso, Texas, donde fueron detenidos y procesados. Tampoco saben qué ha pasado con el hermano de Jesús, Ovidio Guzmán, que estaba en una cárcel de Chicago y ya no está ahí, se dijo en México que tuvo un cambio de medidas cautelares, lo que en los hechos quiere decir que se convirtió en testigo protegido. El mismo camino estaría recorriendo Néstor Isidro Pérez Salas, El Nini, exjefe de seguridad de los Chapitos.

Hay innumerables versiones circulando, ninguna oficial, lo que es comprensible porque estamos ante la mayor operación de inteligencia, en un juego de espejos y engaños simultáneos, realizada por Estados Unidos, contra el narcotráfico en décadas, equiparable con la muerte de Osama Bin Laden, con la similitud de que ni el gobierno de Pakistán entonces ni el de México ahora, tuvieron la menor idea de lo sucedido, quizás porque tanto Osama como El Mayo, según las fuerzas de seguridad estadunidenses, tenían espacios de protección oficiales en Pakistán uno, en México el otro.

Entre las versiones que circulan, algunas son inverosímiles. Ayer el abogado de El Mayo (el único que compareció, al líder del cártel de Sinaloa no se le ha visto más que en fotos) ha dicho que llegó a Estados Unidos en contra de su voluntad y ayer agregó que El Mayo había llegado con su equipo de seguridad a algún lugar donde los esperaba Joaquín, el hijo de El Chapo, que fueron sorprendidos por seis hombres vestidos con uniforme militar, que lo ataron de pies y manos y lo metieron en la avioneta en la que llegó a El Paso, y que ahí sólo viajaron El Mayo y Jesús.

Es una narrativa destinada a argumentar el día de mañana que la detención fue ilegal, que fue un secuestro como el del doctor Álvarez Machain en los años 90 e invalidar legalmente la captura. En términos reales es inverosímil, para empezar ¿qué pasó con el equipo de seguridad de El Mayo? ¿No reaccionaron, estaban comprados, los mataron y ocultaron, nadie percibió nada donde haya sido que ocurrieran estos hechos? Si fue un secuestro ¿recibirían el avión en el aeropuerto de Santa Teresa sólo dos agentes de la DEA sin apoyo alguno, como se ve en un video, si ese video es verídico?

Otra es la tesis del engaño: la DEA negocio con Jesús después de la detención de Ovidio y logró convencerlo de que se entregara y que, además, les entregara a El Mayo. De esa forma, dice el WSJ y repiten otros, El Mayo confiado, sin equipo de seguridad, se sube a un avión para supuestamente ver unos terrenos donde construir pistas y termina, engañado, en El Paso. Es inverosímil. El Mayo estuvo en el mundo del narcotráfico 50 años y, de ellos, por lo menos la mitad fue líder del cártel del crimen organizado más poderoso y violento de México, con presencia en por lo menos 20 países; 40, según las autoridades estadunidenses.

El Mayo, que era especialmente desconfiado y cuidadoso con su seguridad –por eso nunca había sido detenido–, ¿habría aceptado subirse a un avión que no era de los suyos con Jesús, uno de sus ahijados, pero que era parte de Los Chapitos, con los que estaba enfrentado desde hace meses? ¿Viajaría sin armas, sin custodias, sin protección alguna? Sería insólito. Recordemos, por ejemplo, en la multicitada entrevista de El Mayo con don Julio Scherer en 2010, la cantidad de anillos de seguridad que tuvo que pasar el entonces director de Proceso para llegar a la entrevista. ¿Tan confiado estaría ahora como para decidir volar solo, sin custodias, con un potencial adversario en un avión y con un piloto que no eran suyos? No lo creo, es para un muy  buen guion para una futura serie, pero no suena nada verídico.

¿Se entregó El Mayo? Es muy probable. El Washington Post escribió que El Mayo se había “rendido” y eso sí me parece lógico, tiene sentido: está enfermo, enfrentado con su propio cártel, incluyendo a los hijos de El Chapo, también con el CJNG, con grupos de Sonora, con Aureliano Guzmán, necesita atención médica. Su hermano y su hijo ya son testigos protegidos, ya han declarado incluso contra El Chapo; otro hijo, El Mayito Gordo, se declaró culpable en San Diego y estaría en la misma situación. Y el hijo que supuestamente quedaría en México como su sucesor sería Ismael Zambada Sicairos, conocido como El Mayito Flaco o El Caballero, con una estructura debilitada, aunque mantendría las relaciones con los proveedores asiáticos para metanfetaminas y fentanilo, enfrentado con lo que queda de Los Chapitos y con Aureliano, el hermano de El Chapo.

La entrega, la rendición de El Mayo es verosímil, porque parte de su familia ya lo hizo, porque él puede garantizar su condición médica, porque sus mujeres (seis, se supone que tiene), otros hijos y nietos podrían conservar cierto patrimonio y tranquilidad y no terminar en medio de una guerra que en el cártel de Sinaloa comenzó con los testimonios de El Rey Zambada y El Vicentillo en el juicio de El Chapo.

Si es así, y todo parece indicarlo, la inteligencia estadunidense tendría en una sola operación, con algunas variables, al mayor capo de la droga en México, a dos de Los Chapitos, a los principales introductores de fentanilo en Estados Unidos y al jefe de seguridad de Los Chapitos, todos dispuestos a convertirse en testigos protegidos. La cantidad de información que obtendrán será tan abrumadora como políticamente demoledora.

Astillero

El Mayo reaviva a la oposición // Piden intervención de EU // Sinaloa (hasta ahora), en calma // El asesinato del opositor Cuén

Julio Hernández López | La Jornada

La colocación de un histórico líder del narcotráfico mexicano, Ismael Zambada, El Mayo (y un hijo de El Chapo), en manos de autoridades estadunidenses, ha reavivado las esperanzas de opositores a la llamada Cuarta Transformación de potenciar la etiquetación de “ narcogobierno” para debilitar el proceso de continuidad que llevará a Claudia Sheinbaum a la silla del máximo poder mexicano.

Alicaídos y virtualmente sin bandera viable, los opositores rencarrilan sus pretensiones de que desde Washington se enderecen acciones incluso violentas contra los gobiernos (AMLO y próximamente Sheinbaum) a los que no pudieron doblegar en las urnas.

Las propuestas de injerencismo armado que han hecho abiertamente Donald Trump y el aspirante a la vicepresidencia James David Vance alientan tales expectativas opositoras, que incluyen la posibilidad de que la detención, entrega o secuestro de El Mayo sirva de presión contra la reforma judicial en curso, de muyprobable aprobación; argumentan que el “ zam- badazo” ejecutado sin conocimiento ni participación del gobierno mexicano implica una extrema desconfianza a éste y, por extensión, a la propuesta de control del Poder Judicial.

Aun cuando los indicios apuntan a que se trató de una entrega pactada (de otra forma, Sinaloa ardería en estos momentos en una gue-rra de facciones por la presunta traición de unode Los Chapitos a El Mayo), el abogado de Zam-bada asegura que fue una detención en México, practicada por media docena de personas con uniformes militares y Joaquín Guzmán López, luego trasladada a un aeropuerto de Texas. El episodio evocaría lo sucedido con el médico Humberto Álvarez Machain en abril de 1990, cuando cinco o seis personas lo secuestraron para llevarlo a Texas bajo la acusación de haber participado en fases de la tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena. Dos años después, el médico fue devuelto a México, con declaración de inocencia.

La postura del gobierno mexicano, de asumirse totalmente al margen de lo sucedido, sin colaboración alguna, lo pinta de entrada como un ente desconocedor de hechos graves sucedidos o iniciados en su territorio. Pero, al mismo tiempo, ha impedido hasta el momento que haya revanchismos grupales contra la administración pública, con una continuidad del negocio del crimen organizado que no depende de celebridades libres o presas.

Desde luego, la llegada del multicitado Zambada y de uno de los hijos de El Chapo (además, hermano de Ovidio) a las salas de grabación de confesiones del gobierno estadunidense suscita la suposición de que muchos secretos y nombres de involucrados en la gran corrupción habrán de ser develados, sobre todo en función dosificada de los intereses de las agencias específicas de la lucha contra las drogas e incluso de los planes y necesidades de Washington en cuanto a presionar y chantajear a políticos y gobernantes del pasado, del presente ¿y del futuro?

Por otra parte, en el estado de Guerrero, durante una gira en compañía de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el presidente López Obrador adelantó que hoy hablará con la verdad y como siempre (con) respeto a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos casi 10 años atrás.

El presidente dialogará con los familiares en Palacio Nacional y, posteriormente, éstos se reunirán con Sheinbaum, en un contexto marcado por una dura carta de respuesta de esos familiares a un anterior reporte del tabasqueño y, luego, por la emisión de un posicionamiento menos confrontacional, pero que nunca se desdijo de la primera reacción en la que asentaron que se sentían engañados y traicionados por el Presidente.

Y, mientras se esclarece el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, líder fundador del Partido Sinaloense, ocupante de varios cargos públicos importantes pero, sobre todo, opositor férreo al gobierno morenista de Rubén Rocha Moya.

México, SA

Pasta de Conchos: por fin // Identifican al primer minero // Germán Larrea, tan campante

Carlos Fernández-Vega | La Jornada

Dieciocho años y cinco meses después del homicidio industrial cometido por Grupo México en la mina Pasta de Conchos, en Coahuila, y luego de tres sexenios consecutivos (Fox, Calderón y Peña Nieto) que sólo se dedicaron a proteger al autor intelectual, el tóxico barón Germán Larrea, y, por ende, se negaron a iniciar los trabajos de rescate de los trabajadores fallecidos, el gobierno del presidente López Obrador informó que el pasado sábado se identificó plenamente al primero de los 63 mineros sepultados el 19 de febrero de 2006.

La Jornada (Andrea Becerril y Jared Laureles) lo informó así: Se trata del minero José Alfredo Ordóñez Martínez, cuyos restos biológicos fueron encontrados como parte de los trabajos de rescate que lleva a cabo la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La Secretaría de Gobernación informó que la Fiscalía General de la República (FGR), después del análisis de los restos localizados el pasado 12 de junio, confirmó oficialmente a sus familiares directos dicha identificación.

Algo más reseña La Jornada: se trata de uno de los 13 mineros que, conforme a las bitácoras entregadas por la empresa, laboraban en una de las galerías de la mina a 146 metros de profundidad, donde actualmente se trabaja en la búsqueda. Lo anterior se logró una vez concluidas las acciones periciales legales correspondientes. Se contó con la colaboración del Instituto Nacional de Medicina Genómica, institución que procesó el material genético de los restos recuperados y realizó la confronta con las muestras de ADN que familiares de todas las víctimas aportaron a dicho instituto. Con esta identificación, la FGR dará inicio formal al proceso de entrega de los restos a la familia y se brindará total acompañamiento desde el gobierno. Las labores de rescate encabezadas por la CFE continúan en la galería siniestrada a la que se tiene acceso y, de igual modo, se mantienen las obras de aproximación en dos galerías más, donde existe la expectativa de lograr nuevos hallazgos.

Así comienza a cerrarse esta ignominiosa historia a lo largo de la cual los abyectos gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto se negaron rotundamente a rescatar los cuerpos de los mineros fallecidos, al tiempo que cancelaron cualquier posibilidad de investigar las causas de la explosión del 19 de febrero de 2006 y protegieron hasta la ignominia a Germán Larrea y a su Grupo México, responsables del homicidio industrial.

Apenas cinco días después de la tragedia, el secretario foxista del Trabajo (Francisco Javier Salazar Sáenz, él mismo proveedor de Grupo México) canceló el operativo de rescate y salió corriendo de la escena del crimen; ya con Calderón, el impresentable Javier Lozano Alarcón públicamente reconoció que ese consorcio tuvo la mayor parte de la responsabilidad; por ley, estaba obligado a cumplir con condiciones de seguridad; no solaparé a ningún servidor público ni taparé a ningún personaje. Desde luego, no hizo otra cosa que proteger al corporativo minero.

Con Peña Nieto, en febrero de 2013 su secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, anunció que reabriría las investigaciones por homicidio industrial y realizaría otro peritaje para determinar la factibilidad de recuperar los cuerpos. Lo repitió en varias ocasiones. Incluso ofreció a los deudos sanciones ejemplares para los responsables. El rescate podría empezar en semanas; se puede decir con claridad que existe la posibilidad y esta es una decisión del gobierno de la República.

No hizo absolutamente nada –salvo proteger a Larrea–, pero su declaración dio pie a que, de inmediato, el tóxico barón y Grupo México buscaran protección de la justicia para evitar el rescate de los cuerpos y una nueva investigación. Y la obtuvo: el Poder Judicial los amparó por no estar obligados a realizar trabajos de rescate ni pagar costos e indemnizaciones, al tiempo que pretextaban que la recuperación crea un elevado riesgo de causación de daños a personas y comunidades, así como a la flora y fauna de la región. Y con total desvergüenza lo dijeron los causantes del mayor desastre ambiental en el país.

Dieciocho años y medio después, por fin comenzó el rescate. Enhorabuena.

Las rebanadas del pastel

Si en realidad fue secuestrado por Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, se confirmaría lo que Ismael El Mayo Zambada dijo a Julio Scherer casi 15 años atrás: La tierra es buena, el cielo no; hasta hoy no ha aparecido por ahí un traidor. Y apareció. Mientras, hay que esperar más información del gobierno mexicano. En Venezuela todo apunta al proyecto bolivariano.

Sistema de partidos colapsado: el PAN fracturado

José Murat /II | La Jornada

Otro de los saldos más devastadores de la elección presidencial, concurrente con la elección de las cámaras del Congreso federal y múltiples procesos estatales, fue el agudo descenso del PAN en votación, credibilidad, identidad y pérdida de espacios gubernamentales y legislativos. La alianza con el PRI y el PRD, un amasijo de contradicciones ideológicas, fue un esquema de suma negativa, donde todos perdieron. Se cumplió aquel viejo adagio de la sabiduría popular: en política hay sumas que restan.

No dijimos que fue un descenso abrupto porque en realidad fue la continuación de un proceso histórico de marcado declive, desde que su dirigencia nacional decidió olvidar principios, programa, proyecto y trayectoria, para abrazar un pragmatismo desnudo, materialista, feudal y de estrechez de miras. Pero, además, un pragmatismo fallido: al repartir posiciones, canonjías y territorios con los aliados de ocasión, la pieza de caza en lugar de crecer se encogió, se redujo para todos.

Lo peor es que el PAN, un partido que contribuyó a la construcción de la democracia abierta y competitiva en México, se alejó de su militancia histórica y se desdibujó frente a los ciudadanos sin partido, ese abultado sector de la población que esperaban atraer masivamente en esta elección axial.

Este diagnóstico de una alianza contrahecha, contra natura y fallida, en sus líneas generales, lo han hecho ya muchos y destacados militantes de ese partido. Tanto, que los principales aspirantes a la nueva dirigencia en gestación podrán tener muchas diferencias programáticas y de enfoque, pero tienen un denominador común: la certeza de que aliarse con su adversario histórico, su némesis ideológico, fue un error de cálculo, de ética y de visión estratégica. Perdió más el PRI, como veremos en la siguiente colaboración, pero también perdieron ellos.

Las cuentas electorales no dejan lugar a la interpretación. Hablan por sí solas.

1) La actual dirigencia nacional del PAN recibió un partido que en la elección presidencial y legislativa de 2018 obtuvo cerca de 12 millones de votos, 22 por ciento de la votación nacional. Va a entregar en los próximos meses a la siguiente administración poco más de 9 millones y medio de votos, apenas 16 por ciento del sufragio nacional.

2) La actual dirigencia recibió, producto de esa elección federal de hace seis años, 129 diputados y 38 senadores; en esta elección de 2024 el PAN ganó solamente tres distritos por sí solo, ni una sola senaduría de mayoría y, gracias al criterio de representación proporcional y primera minoría, solamente tendrá un total de 22 senadores y 68 diputados.

3) Cuando inició la dirigencia nacional que está por fenecer, el PAN gobernaba 12 estados de la República. Hoy sólo gobierna cuatro, la tercera parte. Perdió la emblemática Yucatán y estuvo a punto de perder Guanajuato. Las ocho entidades que dejó de gobernar, junto con Yucatán son: Baja California, Baja California Sur, Durango, Nayarit, Tamaulipas, Puebla y Quintana Roo. Fue un retroceso territorial de tres décadas: en 1995 el PAN presidía cuatro estados y en 1997 seis.

4) El PAN gobernaba, hasta hace apenas unos años, varias capitales de los estados y algunas de las ciudades de mayor padrón electoral, como Guadalajara, Monterrey, Puebla, Tijuana, Culiacán, los municipios más grandes del norte del estado de México, el llamado corredor azul, e importantes alcaldías de la Ciudad de México. Hoy sólo son historia.

5) El PAN ganó dos veces la Presidencia de la República en este mismo siglo. Actualmente no sólo perdió toda perspectiva de triunfo en el gobierno federal y retrocedió 30 años territorialmente, sino es apenas tercera fuerza parlamentaria en la Cámara de Diputados del Congreso federal y no tiene asegurado el segundo lugar en el Senado.

Pero no sólo son las cuentas matemáticas, los balances electorales. No sé qué dirían de las alianzas y la crisis de identidad del PAN, pero seguramente nada positivo, sus fundadores e ideólogos más eminentes, como Manuel Gómez Morín, Rafael Preciado Hernández, Adolfo Christlieb Ibarrola y Carlos Castillo Peraza, entre otros.

Hoy el desafío del PAN es doble: recuperar la identidad ideológica, de derecha moderada y en algún tiempo derecha ilustrada y pensante, y reposicionarse política y territorialmente. En esta elección presidencial tenía cuadros competitivos que por sí solos podían haber entregado mejores resultados, como Santiago Creel y otros, pero optaron por la mercadotecnia del momento, con una candidatura difusa que pretendieron hacer pasar por ciudadana.

La suerte del PAN, un partido fracturado, desorientado y dividido, no sólo importa a la militancia de ese instituto. La democracia mexicana requiere de un sistema de partidos políticos sólido, con referentes ideológicos claros, una cartografía donde el ciudadano sepa con certeza quién es quién, más allá de los intereses políticos de sus dirigencias, muchas veces contrarios a los principios de sus propios partidos y, sobre todo, contrarios a los intereses nacionales.

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