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¿Cuál es su democracia?

El modelo democrático liberal postula que la salvaguarda de las libertades y derechos de las personas en lo individual y de las minorías existentes en las sociedades es esencial para una sociedad verdaderamente democrática.

Karolina Gilas | Proceso

Hace algunas semanas, después de la marcha en defensa de la democracia organizada por la sociedad civil el 18 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador preguntó, retóricamente, «¿Cuál es su democracia?».

Esta pregunta presidencial no sólo cuestiona las posturas ideológicas e intereses políticos de los participantes de la multitudinaria manifestación, sino que invita a un análisis más amplio y crítico del propio concepto de democracia. Las críticas dirigidas a la marcha de la sociedad civil, que ostensiblemente se oponía a diversas propuestas de políticas públicas del presidente, subrayan la tensión entre las distintas interpretaciones de la democracia y sirven de ejemplo del debate global sobre la naturaleza de la democracia, en una época en la que sus pilares liberales tradicionales están siendo cuestionados y reinterpretados. Este incidente refleja el discurso más amplio que desafía la asociación convencional entre democracia y liberalismo, y sugiere la aparición de modelos democráticos alternativos que se apartan de la norma occidental de la democracia liberal.

En su esencia, la democracia suele equipararse a la democracia liberal, un sistema que hace hincapié en la protección de los derechos individuales, el Estado de derecho y el mantenimiento de controles y equilibrios dentro de una estructura gubernamental. Esta forma de democracia hunde sus raíces en los ideales de la Ilustración que abogan por las libertades personales, la igualdad ante la ley, el pluralismo político y la limitación del poder. El modelo democrático liberal postula que la salvaguarda de las libertades y derechos de las personas en lo individual y de las minorías existentes en las sociedades es esencial para una sociedad verdaderamente democrática.

Los cuestionamientos del modelo liberal de la democracia vienen, principalmente, desde los liderazgos populistas. Sus discursos suelen centrarse en la regla de la mayoría como el elemento central de la democracia, cuestionando la existencia e importancia de las instituciones contra mayoritarias, de pesos y contrapesos, que pretenden limitar el ejercicio del poder para proteger a los individuos y a las minorías frente a las imposiciones mayoritarias. Se trata de una propuesta de la democracia populista que pretende hablar por “el pueblo” y estar al servicio “del pueblo”. La categoría se define, en estos contextos, de manera acotada, considerando como sus integrantes a quienes apoyan al proyecto político y dejando fuera a quienes se le oponen o lo cuestionan.

Esta perspectiva que desafían a la democracia liberal aboga por su redefinición que trascienda sus fundamentos liberales, en favor de modelos que prioricen valores o estructuras organizativas diferentes. El debate no es meramente académico, sino que tiene implicaciones prácticas en la forma en que las sociedades se organizan política, económica y socialmente.

Las críticas y cuestionamientos de la democracia liberal —como concepto y como un régimen político— son parte de un debate académico, político y social, así como de una búsqueda de un sistema de gobierno que promueva la justicia, la igualdad y el respeto por todos los integrantes de la sociedad. Sin embargo, en estos debates es también válido preguntarse qué queda de la democracia cuando la despojemos del adjetivo “liberal”.

El término «democracia iliberal», popularizado por Fareed Zakaria, describe una desviación del marco democrático liberal tradicional. Las democracias iliberales, aunque mantienen la fachada de las estructuras democráticas, como las elecciones o división de poder, carecen de la protección de las libertades civiles y del apego al Estado de derecho. El análisis de Zakaria evidencia una tendencia preocupante: naciones que respetan los procedimientos democráticos para elegir a sus líderes, pero que flaquean a la hora de garantizar los principios fundamentales que permiten el pleno funcionamiento de la democracia. Así se produce una situación paradójica en la que los gobiernos son elegidos democráticamente, pero gobiernan de una manera que erosiona la esencia misma del gobierno democrático. En la teoría y en la práctica, esa “democracia iliberal” termina siendo, simplemente, un cascarón vacío, un régimen autoritario.

La pregunta de qué constituye una verdadera democracia es más pertinente que nunca. Los ejercicios y las propuestas de construcción de las democracias iliberales desafían el modelo democrático liberal tradicional, pero también nos invitan a reconsiderar nuestra comprensión de la democracia. La experiencia mexicana, evidenciada por la pregunta de López Obrador, refleja la reevaluación más amplia de los ideales democráticos. Es crucial participar en este diálogo, reconociendo la naturaleza polifacética de la democracia, para asegurar que el sistema evolucione de manera que respete tanto la voluntad de la mayoría como a las minorías y a los derechos de los individuos.

Necesitamos recordar que la democracia, en cualquiera de sus formas, tiene que encarnar los principios de libertad, igualdad y justicia para todos y tiene que contar con los mecanismos institucionales que mantengan firmes los límites al poder. Eliminar cualquiera de estos elementos —los procedimentales o los ideales que debe perseguir y proteger— no implica deconstruir o reconstruir la democracia, sino destruirla.

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Gubernaturas en disputa: extravío de visiones

Mario Luis Fuentes | Excelsior

El próximo 2 de junio se elegirá a las y los titulares de los Ejecutivos de nueve entidades de la República, entre las que está seis de las siete con mayores padrones electorales en el país: Ciudad de México, Veracruz, Jalisco, Puebla, Guanajuato y Chiapas; además, se encuentran en disputa Morelos, Yucatán y Tabasco.

Todas las entidades del país son relevantes, pero en este caso se trata de entidades con un enorme peso demográfico-electoral, además de que tienen una infraestructura y capacidad productiva que representan para el conjunto del país. En efecto, si se suma el Producto Interno Bruto de esas entidades, representan prácticamente el 40% del PIB nacional.

Dada esa relevancia, hay retos enormes que enfrentan esas entidades y que son varias de las problemáticas que caracterizan los desafíos que tenemos en nuestro país en materia de federalismo y desarrollo regional.

En efecto, en primer lugar, destaca que, hasta ahora, en las propuestas de las y los candidatos a ocupar las gubernaturas y la Jefatura de Gobierno no se ha conocido ninguna propuesta novedosa, audaz, que permita enfrentar la complejidad de las dinámicas metropolitanas, siendo que en cada una de las entidades en pugna hay varias de las más relevantes del país, así como ciudades de gran calado: la Zona Metropolitana del Valle de México, la de Guadalajara, la de Puebla-Tlaxcala, en Guanajuato hay tres: León-San Francisco, el corredor Irapuato-Salamanca y el de Celaya-Apaseo; en Veracruz, la de Veracruz-Boca del Río; así como Mérida, Cuernavaca y Tapachula, que enfrenta toda la problemática migratoria en el sureste mexicano.

Asociado a lo anterior es notoria la ausencia de una visión integral del desarrollo que tenga como base para las entidades una noción clara del desarrollo regional y la creación de nuevas micro y macro regiones; que supere la noción de los llamados “polos de desarrollo generado en el siglo XX”, y desde la que se genere una nueva conciencia ecológica que permita transitar a nuevos modelos de construcción de ciudades que tengan como base estrictos criterios de sostenibilidad.

Las campañas en los estados permiten dimensionar también la erosión y la difuminación de la agenda de los derechos humanos y de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, cuyo planteamiento apunta a la integralidad de las acciones; nada de eso se encuentra en los discursos de las y los candidatos, y en los documentos que han presentado como plataformas de campaña apenas aparecen tímidamente.

Es tal la visión fragmentaria que presentan, que poco se dice de acciones interestatales, aun cuando las dinámicas que existen en lo económico, lo social y lo cultural es intensa y creciente. Por ejemplo, ¿cuál es la visión que tienen las y los candidatos respecto de las relaciones que tendrán con sus entidades vecinas? ¿Se sabe lo que se plantea como proyectos interestatales entre Tabasco y Veracruz? ¿Entre Jalisco y Guanajuato? ¿Entre Morelos y la Ciudad de México? ¿Entre la Ciudad de México y Puebla?

Son cuestiones mayúsculas porque se trata de los temas de mayor interés para la población, pues de lo que hagan o dejen de hacer las entidades depende la calidad de vida y acceso al bienestar de las poblaciones.

En ese sentido, otro de los grandes temas ausentes en las agendas de lo local es la reducción de las disparidades y las brechas que existen en su interior. ¿Cómo cerrar las brechas que separan a Zapopan o Guadalajara respecto de Mexquitic, en Jalisco? ¿Las de Irapuato o Celaya respecto de Xichú o Santa Catarina en Guanajuato? ¿Las de Tuxtla Gutiérrez respecto de San Juan Cancuc en Chiapas? ¿Las de Centro frente a Jonuta, en Tabasco? ¿Las de Boca del Río frente a Mixtla de Altamirano en Veracruz? ¿Las de Cuernavaca frente a Jonatepec? ¿O las de Puebla frente a Eloxchitlán?

Los recientes resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental permiten dimensionar todo lo que hace falta por hacer en los estados. Y lo exigible es que quienes aspiran a gobernar entidades y municipios tengan claridad y visión sobre la urgencia de construir un nuevo curso de desarrollo.

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De naturaleza política

Financia la 4T “socialización” de AL…

Enrique Aranda | Excelsior

Sí, acepta: en México se produce fentanilo…

Al margen de la supuesta intención de Andrés Manuel López Obrador y los suyos de “contribuir” a solucionar el creciente problema de migración existente en América Latina, vía la entrega de aportaciones millonarias destinadas a “retener” en sus respectivos países a miles de ciudadanos hartos de la situación prevaleciente en aquéllos, apuestan a internarse ilegalmente en la Unión Americana, lo cierto es que tales aportes constituyen una suerte de programa de intervención disfrazado cuyo exclusivo propósito no es otro que consolidar a gobiernos “amigos” de corte populista, autócrata y socialista la mayor parte de ellos.

Luego de que en los tres últimos años al menos, la fracasada administración de la 4T gastara miles de millones de pesos en el financiamiento de programas “espejo” de Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, en apoyo a sus pares en El Salvador, Belice, Honduras, Guatemala y ¡claro!, de la infaltable dictadura cubana (vía la contratación de cientos de supuestos o reales médicos) encabezada por el asesino Miguel Díaz-Canel, el tabasqueño confirmó haber signado un acuerdo con Venezuela para entregar un total de 11,000 pesos y ofrecer trabajo a cada venezolano que acepte retornar a su país de origen, el mismo que semanas o meses atrás decidieron abandonar dada la insoportable situación económica prevaleciente o, peor, perseguidos por las huestes del chavismo antidemocrático y autoritario liderado por el impresentable Nicolás Maduro.

Hablamos, sólo para ponerlo en perspectiva, de erogaciones anuales estimadas en poco más de 150 millones de dólares o 2,550 millones de pesos sobre los cuales no existe reporte alguno a nivel federal y que ahora, tras el acuerdo signado con la dictadura venezolana al amparo del escalamiento de la crisis migratoria detonada por la amenazante nueva legislación texana y el previsible retorno del cuestionable Donald Trump a la Casa Blanca, habrán de incrementarse casi de manera intermitente, a la vista el inmenso número de venezolanos que viviendo en albergues, jardines y/o avenidas de ciudades fronterizas apuestan de manera cotidiana a cruzar la frontera común con Estados Unidos.

Deseable entonces, a la vista de la información y datos (oficiales) anteriores, que el gobierno transparente el uso de tales recursos y, sobre todo, los beneficios y/o resultados de los programas financiados con ellos, particularmente en lo que refriere a reducir o contener al menos la creciente migración que dio origen a tales acciones y que hoy mismo, seis meses escasos antes del relevo de la actual administración federal, continúan en la más absoluta opacidad. ¿O no?…

ASTERISCOS

*Cobijada por el inquilino de Palacio, empeñada en mantener en la secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana a su comadre Marcela Muñoz, la campechana Layda Sansores debió abandonar ayer, en medio de rechiflas, la mesa de supuesto diálogo montada previamente con policías de la entidad que (des)gobierna y donde la crisis gestada por las protestas de éstos cumplen ya más de una semana…

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Astillero

Sinaloa: levantones que ocurren // Pugna entre facciones // Gobierno estatal rebasado // AMLO sobre narcos: aplicar la ley

Julio Hernández López | La Jornada

Cuando menos 66 personas, entre ellas varias menores de edad, fueron privadas de su libertad el pasado viernes en Culiacán (la revista Espejo publicó que también en Mazatlán: https://goo.su/ERoE6 ), en operaciones cometidas por civiles armados a bordo de camionetas. Ayer, las autoridades estatales aseguraron que, tras intensas labores de búsqueda, 58 de los 66 levantados estaban ya en sus hogares.

Lo sucedido confirmó la fragilidad del gobierno encabezado por Rubén Rocha Moya, llegado al poder por la vía de Morena. Varias horas después de los hechos, el gobernador pretendía mostrarse vacilante en cuanto al número de raptados e incluso respecto a la autenticidad de los hechos: hay relativa certeza de que esto sí ocurrió, llegó a decir.

Coronó el episodio con una (otra) memorable frase disparatada: ¿Qué les dice a los sinaloenses que tienen miedo?, le preguntaron, y respondió: Que no tengan miedo; son cosas que lamentablemente ocurren (…) que hay autoridad, que la autoridad no está de ninguna manera rebasada (https://goo.su/d3cUN ).

Los secuestros, que incluyeron a familias enteras (padre, madre e hijos, en varios casos), se perpetraron durante unas siete horas del viernes (desde la madrugada, por ahí de las 4, hasta pasadas las 11). Tan rebasada quedó la gerencia de Rocha Moya que pronto se anunció el arribo a la capital sinaloense de 300 elementos de la Guardia Nacional.

Además, llegaron 600 integrantes del Cuerpo de Fuerzas Especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional, el grupo de élite, destinado a operaciones encubiertas o especiales, que hasta 2004 era llamado Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, Gafes. Recuérdese que un teniente de este Grupo, Arturo Guzmán Decena, enviado a Tamaulipas a combatir al crimen organizado, renunció al Ejército, desde donde brindaba protección al cártel del Golfo, para fundar en 1997 Los Zetas.

A la hora de cerrar esta columna no había información precisa respecto a la forma en que fueron liberadas las personas. Es decir, si los captores los soltaron por sí mismos o los militares los encontraron y liberaron (en Jalisco, el periodista Jaime Barrera fue soltado por voluntad de sus secuestradores). Falta ver si se integrarán carpetas de investigación detalladas y si habrá detenidos y acción gubernamental firme y proporcional o todo quedará en la aceptación reiterada de la realidad dominante en esa entidad y en varios estados de aquella región (aunque no sólo en el norte): el predominio del crimen organizado sobre los gobiernos civiles.

En el fondo de los acontecimientos, según se ha ido precisando, está la pelea entre facciones del cártel de Sinaloa (el hermano de El Chapo, Aureliano; los hijos, llamados los Chapitos, y el perdurable Ismael Zambada, El Mayo). El pasado jueves 21, en la sindicatura de San José del Llano, municipio del emblemático Badiraguato, quedaron tres personas muertas luego de un enfrentamiento entre dos bandos, pero el aceleramiento de la descomposición de la pax narca sinaloense lleva tiempo, entre el choque de grupos por el control de lo que fue el cártel dominante como por la presión de Estados Unidos contra el tráfico de fentanilo.

Astillas

Creado en septiembre de 1968, el programa 60 minutos, de la cadena estadunidense de televisión abierta CBS, entrevistó por primera vez a un presidente mexicano. En el segmento difundido anoche, López Obrador señaló: Somos un país independiente, libre y soberano, no somos colonia, no somos protectorado de ningún país extranjero. A preguntas de la entrevistadora, Sharyn Alfonsi, negó que haya negociaciones con el crimen organizado: lo que hay que hacer con los delincuentes es aplicar la ley. Pero no voy a establecer contacto, comunicación con un criminal. Y, por primera vez, aceptó que el fentanilo se produce en Estados Unidos, Canadá y México…

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México SA

Alimentos e inflación // Aumenta importación // Precios crecen más leve

Carlos Fernández-Vega | La Jornada

Semanas atrás, La Jornada (Angélica Enciso) informó sobre un tema muy delicado para la seguridad y soberanía alimentarias: en 2024, México importará entre 21 y 22 millones de toneladas de maíz y está en posibilidad de desplazar a China como el mayor comprador mundial del grano, que en 2023 adquirió 23 millones de toneladas para una población 11 veces más numerosa, de acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario. Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural detalló que el año pasado nuestro país compró maíz al exterior por 19.1 millones de toneladas, lo cual superó a 2022 por casi 2 millones de toneladas.

Pues bien, con el correr de los años (a partir de 1994, con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN) el balance ha ido de mal en peor, sin olvidar que antes de ese mecanismo comercial México era autosuficiente en la producción de ese grano básico para la dieta de los mexicanos, aunque cierto es que la creciente importación no se ha limitado a maíz, porque, desde entonces y con un campo en continuo proceso de deterioro, miles y miles de millones de dólares se han destinado a la adquisición de alimentos. Así, el estómago nacional es altamente dependiente del mercado externo y, de pasadita, de la inflación, interna y externa, de lo mucho o poco que en él se deposita.

En torno a esto último, el Banco Mundial informa que al cierre de febrero pasado los precios de los alimentos se mantienen al alza, si bien a un ritmo menor que en 2023. Los índices de precios de la agricultura y los cereales cerraron con un incremento de 2 por ciento y el de exportación uno por ciento. La inflación de los precios internos de los alimentos sigue siendo alta en los países de ingresos bajos y medios.

En su más reciente informe temático, dicho organismo señala que a pesar de las perturbaciones externas, como problemas de envío y protestas de los agricultores en varios países, los mercados de productos básicos alimentarios se mantuvieron relativamente estables. Los precios de trigo, maíz y soja disminuyeron a sus niveles más bajos en dos años, y los del arroz disminuyeron ligeramente, aunque se mantuvieron significativamente más altos que hace un año.

En comparación con el cierre de enero pasado, detalla, los índices de precios mostraron incrementos y, por ejemplo, el del maíz cerró con un aumento de 12 por ciento, mientras los de trigo bajaron 4 por ciento, y el del arroz no mostró cambios. La inflación interna de los alimentos sigue siendo alta, y la información del último mes entre noviembre de 2023 y febrero de 2024 muestra una inflación alta en muchos países de ingresos bajos y medianos, con un crecimiento superior a 5 por ciento en 60 por ciento de los países de ingresos bajos, 63.8 en los de ingresos medianos bajos y 46 por ciento en los de medianos altos. En términos reales, la inflación de los precios de los alimentos superó la inflación general en 62.9 por ciento de los 167 países para los que se dispone de índices de precios al consumidor en alimentos y en general.

En un rápido balance del caso mexicano, seis gobiernos al hilo fracasaron rotundamente (si en realidad buscaban la autosuficiencia, lo cual resulta dudoso): Miguel de la Madrid, con su Programa Nacional de Alimentación (Pronal); Carlos Salinas de Gortari, quien con el TLCAN y desde el primer día de 1994 abrió la puerta por medio de la cual se establecieron cupos de importación (especialmente para maíz) que el gobierno mexicano fue el primero en violar (como parte de ese mecanismo comercial se acordó que a partir de enero de 2008 el mercado agropecuario quedó totalmente liberado).

Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto pusieron en marcha sus respectivos programas alimentarios (todos prometieron lo mismo, con la autosuficiencia alimentario a la cabeza; todos resultaron de saliva ) y el resultado fue más que alarmante, porque a estas alturas de lo mucho o poco que los mexicanos llevan a sus mesas para comer, más de la mitad proviene del exterior. Y en la actual administración no se ha logrado revertir esta situación.

No es gratuito, pues, que desde 2008, en el sexenio calderonista, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) incorporó a México en su inventario de países importadores netos de alimentos.

Las rebanadas del pastel

Las primeras investigaciones del gobierno ruso arrojan lo siguiente: CIA+Mossad+ISIS+Ucrania=masacre en el Crocus City Hall de Moscú. Y el pronóstico es de alcance reservado.

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