Conoce más de nosotros

Columnas Escritas

Lo que dicen los columnistas

Published

on

Twitter
Visit Us
Follow Me
You Tube
Instagram

Retrovisor

¿Está Palacio Nacional depurando a la oposición?

Ivonne Melgar

Excelsior

El triunfo político que Palacio Nacional obtuvo en la Cámara de Diputados con la llamada reforma del Primor, el 14 de septiembre, se tropezó una semana después con el dique de buena parte de los senadores del PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y Grupo Plural.

La oposición celebra. Pero es una victoria temporal, porque el gobierno continuará en la pepena de los votos que este miércoles 21 de septiembre no logró cooptar.

Es cierto que formalmente existe una mesa de trabajo en la que el coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, estaría buscando construir con varios priistas la redacción que sume los 11 votos necesarios para validar la ampliación hacia 2028 de la presencia militar en tareas de seguridad pública.

Con la participación de Jorge Alcocer como asesor del morenista, en ese equipo estarían Jorge Carlos Ramírez Marín y Sylvana Beltrones, del PRI, así como Miguel Mancera del PRD y Emilio Álvarez Icaza, del Grupo Plural, esa pequeña fracción de 4 que se ha vuelto determinante en el Senado por el peso que en la tribuna y en el cabildeo tienen los exmorenistas Germán Martínez y Nancy de la Sierra y el aún panista Gustavo Madero.

Pero el tema de fondo no es modificar el 5o. Transitorio del decreto de creación de la Guardia Nacional para postergar por cuatro años más el plazo de las Fuerzas Armadas que vencería en marzo de 2024.

La prisa del gobierno es acelerar el descarrilamiento de la oposición que, como ha quedado de manifiesto, es vulnerable a las presiones de Palacio Nacional: sea sumando al presidente del PRI, Alejandro Moreno, a quien hace un mes querían desaforar; chantajeando a gobernadores de que sin reforma no tendrán apoyo para afrontar a la delincuencia; activando presuntos expedientes; o con las exhibidas mañaneras, como la lista de este jueves con 21 senadores que, a decir del gobierno, son adversarios de a deveras.

En el PAN hay senadores que por temor o conveniencia están sucumbiendo a la presión: Raúl Paz Alonzo se pasó a Morena; Indira Rosales se ausentó en la sesión del miércoles; y se habla del probable respaldo de Antonio Martín del Campo de Aguascalientes, acaso como regalo del gobernador Martín Orozco, que en dos semanas concluye su encargo.

Y si bien otro trío de panistas podrían estar consultando con la almohada si ceder al canto de Bucareli, la vulnerabilidad mayor radica en la bancada del PRI que conduce Miguel Osorio, al grado que hasta el nombre de una de sus más cercanas colaboradoras, la senadora Nuvia Mayorga, figuraba en la quiniela que el bloque 4T traía el martes de los votos favorables que les darían el triunfo político y legislativo.

Sí, son especulaciones mientras la votación de la reforma sigue pendiente, en un clima de incertidumbre parlamentaria conformado por cadáveres en el clóset, familiares con deudas ante la justicia, expectativas de futuro y miedo a la revisión de arreglos administrativos y financieros que en los discrecionales códigos de Palacio se pintan como corrupción cuando así conviene.

Pero, así como el senador priista Mario Zamora contó con el temple de negarse al chantaje sinaloense, otros prefieren más una alianza con Morena que con el PAN por afinidad política o por animadversión electoral histórica.

Por todo ello, la coyuntura de septiembre ha dejado al descubierto la distancia entre el pragmatismo de los priistas, que parecieran aspirar sólo a sobrevivir y la vocación de competencia del PAN, que todavía no apaga sus veladoras para 2024.

En el PRD de Jesús Zambrano, integrante de la coalición que iba por México, se observa una división similar.

De manera que, independientemente de la suerte que tenga la reforma del Primor, estamos ante una reingeniería de la oposición.

El PAN de Marko Cortés ya se prepara para ir solo en 2023, bajo el consuelo de que las plazas en disputa son priistas, por lo que la separación –aun sin divorcio– de la alianza afecta principalmente a los gobernadores de Edomex, Alfredo del Mazo, y de Coahuila, Miguel Riquelme, porque al ir por separado, los panistas le quitarán votos al PRI.

Y aunque el éxito presidencial en las urnas el próximo año ahora suena seguro, también es probable que conlleve un costo: que el provocado rompimiento de Va por México le abra paso a una nueva ruta opositora.

Porque ya sin los priistas, se filtran los canales de comunicación entre PAN y Movimiento Ciudadano, pilar en el rechazo a la militarización.

Y es que el dirigente de MC, Dante Delgado, protagonista estelar del dique de contención en el Senado, se negó hasta ahora a cualquier posibilidad de sumarse a la coalición por su diagnóstico de desahucio hacia el PRI.

Ante lo sucedido con Alito, la realidad le ha dado la razón a Dante Delgado, al frente de un Movimiento Naranja que comparte ahora con los panistas el acompañamiento de la sociedad civil organizada, cuyo escrutinio resultó determinante en esta coyuntura, despuntando como un actor vigilante del desempeño legislativo y partidista.

Así que cabe la duda de si en el afán por romper la alianza que iba por México, el gobierno estaría contribuyendo a la necesaria, postergada y aún pendiente depuración opositora.

Arsenal

La ley soy yo

Francisco Garfias

Excelsior

No era broma aquello de que “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”. Una y otra vez el presidente López Obrador ha demostrado que no comulga con el Estado de derecho. Cada que se le atraviesan cuestiones legales en sus planes, las hace a un lado.

Es el caso de la permanencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta el 2028, no pudo doblar al Bloque de Contención en el Senado. No le alcanzaron los votos para reformar el famoso 5º transitorio de la Constitución, que ordena el regreso de los militares a sus cuarteles y bases en el 2024. El dictamen fue devuelto a comisiones para evitar que fuera desechado. La maniobra de utilizar el PRI para lograr sus propósitos –lo que quedó claro con el mañanero lapsus de que volverá a mandar la iniciativa– se topó con pared en el Senado. Alito pactó; Osorio Chong no.

*El primer mandatario salió ayer con la novedad de que la Subsecretaria de Gobernación –y no el INE– va a organizar una consulta estilo 4T para preguntarle al pueblo si quiere la permanencia del Ejército en las calles.

La consulta que propone viola el artículo 35 fracción 3ª de la Constitución, que textualmente dice: “No podrá ser objeto de consulta la organización, funcionamiento y disciplina de la Fuerza Armada permanente”.

Pero a AMLO le vale gorro. Él quiere su consulta patito. Ya hasta tiene las tres preguntas que haría:

1.- ¿Estás de acuerdo con la creación de la Guardia Nacional y con su desempeño hasta ahora?

2.- ¿Consideras que las Fuerzas Armadas, el Ejército y la Marina deberían mantenerse haciendo labor de seguridad pública hasta el 2028 o que regresen a sus cuarteles en marzo de 2024?

3.-¿Cuál es tu opinión, que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional o dependa de la Secretaría de Gobernación?

La senadora panista López Rabadán retó al Presidente a que, si hace la consulta, sea dentro de la legalidad. Es decir que la organice el INE. Sugiere, a su vez, otras tres preguntas.

1.-¿Estás de acuerdo con la estrategia de seguridad de abrazar a los delincuentes que ha generado más balazos y más de 130 mil asesinatos?

2.- ¿Quieres que se fortalezcan las policías estatal y municipal?

3.- ¿Quieres que toda la policía tenga de jefe a un militar o a un civil?

Allí tiene las seis preguntas. Responda usted a las que quiera.

*El diputado federal de Morena Rubén Gregorio Muñoz, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, advierte con franqueza:

“Se invierte en el problema del agua en México o no habrá consolidación de la Cuarta Transformación. Si no se atiende, puede dar origen a uno de los mayores conflictos sociales. ¿Y cómo se atiende? con recursos para tecnificar los 86 distritos de riego, rehabilitar las dos mil plantas de tratamiento que hoy trabajan de manera irregular (más de 1,200 de ellas están fuera de operación); creando un banco de proyectos hidráulicos… Hay que cobrar, además, los 150 mil millones de pesos que se dejan de pagar anualmente en los 2,471 municipios mexicanos”, subraya.

* En el Presupuesto de Egresos para 2023, enviado por la SHCP, hay para la Conagua, 34 mil 500 millones de pesos. Es más del doble de lo que recibió este año, pero no alcanza para hacerle frente al problema. Tampoco para evitar que el agua per cápita, que se consume anualmente, disminuya de 3 mil 692 metros cúbicos, actualmente, a 3 mil 250 para el 2030, como resultado del crecimiento de la población. El tamaño del problema es de 50 mil millones de pesos anuales mínimo, puntualiza el legislador. Muñoz trae en su celular un documento sobre Los desafíos del agua y las alternativas financieras de solución, elaborado por la Comisión que preside.

Ese documento habla de la “paradoja hídrica” en México:

En el norte y centro del país habita 77 por ciento de la población, se genera 83 por ciento del PIB, y sólo se tiene 33 por ciento del agua renovable. En el sur habita 23 por ciento de la población, se genera 17 por ciento del PIB y cuenta con  67 por ciento del agua renovable.

En el capítulo de Los desafíos del agua en México, el texto dice que 50 por ciento del volumen del agua subterránea que se utiliza proviene de acuíferos sobrexplotados.

Y advierte: “Las sequías y las precipitaciones intensas son los riesgos con los que México se enfrenta en materia de vulnerabilidad climática. Ésta ya afecta zonas del país que producen alimentos de la canasta básica. Existe una alta contaminación de las aguas superficiales por descargas de aguas residuales municipales e industriales sin tratamiento, así como agroquímicos”.

El gran reto que tiene el Congreso, concluye el morenista, es ejercer su facultad constitucional, que es la asignación del presupuesto para las obras hidráulicas que el país necesita.

México SA

Vendrá otro aumento al mínimo // Recuperar el poder adquisitivo // Contención salarial, infame

Carlos Fernández-Vega

La Jornada

El presidente López Obrador anunció que en 2023 de nueva cuenta habrá un considerable aumento al salario mínimo y su gobierno procurará, “como lo hemos hecho en otros casos –en tres de cuatro de ellos”– que el incremento sea por consenso. Hasta ahora, dicho crecimiento acumulado ha sido de 63 por ciento en términos reales y en la frontera el doble, lo que sin duda ha recuperado el poder adquisitivo de los trabajadores, pero aún falta camino por recorrer para alcanzar el nivel real de más de cuatro décadas atrás, es decir, para equipararlo, no para superarlo. Habrá que ver, por allá de diciembre, de qué proporción es el consenso alcanzado.

No hay que olvidar que una de las políticas públicas del régimen neoliberal que mayor daño causó a la mayoría de los mexicanos fue la brutal contención salarial, con aumentos totalmente desproporcionados, siempre por debajo del crecimiento inflacionario y violando, sistemáticamente, el mandato constitucional (artículo 123) que a la letra dice que los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.

Esa contención salarial hundió al de por sí raquítico poder adquisitivo de los trabajadores, pero llenó las alforjas de la clase patronal, mientras el gobierno aseguraba que aplicaba dicha política para contener la inflación. Pues bien, fue tan exitosa esa contención que en los treinta y seis años de régimen neoliberal la inflación acumulada fue cercana a 70 mil por ciento (la información es del Inegi), cuatro veces más que el “aumento, también cumulado, a los salarios mínimos en igual periodo.

Sólo con fines ilustrativos, cuando Miguel de la Madrid se instaló en Los Pinos, el salario mínimo nacional promedio era de 318.28 viejos pesos por día (a esa cantidad hay que quitarle tres ceros), y al término de su estancia (1988) el miniingreso se había incrementado a 7 mil 252.92 viejos pesos, un aumento nominal cercano a 2 mil 200 por ciento. Sin embargo, en el mismo periodo la inflación acumulada fue superior a 4 mil 100 por ciento, de tal suerte que sólo en su sexenio el poder adquisitivo real del salario mínimo se desplomó en alrededor de 50 por ciento, y lo mismo sucedió en los siguientes gobiernos, porque la contención salarial se aplicó como política de Estado.

López Obrador subrayó que los corruptos, ineficientes, mentirosos tecnócratas decían que si aumentaban el salario iba a haber inflación, y nosotros probamos que no. Fue una infamia lo que hicieron, porque el salario mínimo perdió cerca de 70 por ciento (casi 80 por ciento, en realidad) de su capacidad de compra en el periodo neoliberal, y citó al Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México, pues éste lleva un análisis permanente sobre el poder adquisitivo del salario.

En efecto, el CAM ha documentado que el primer día de enero de 1982 con un salario mínimo se adquirían 51 kilogramos de tortilla; para finales de octubre de 2018 con ese ingreso mínimo apenas se compraban 6 kilogramos, y lo mismo sucedía con otros alimentos básicos (leche, pan, frijol, huevo, aceite, etcétera). Pero, como apunta el mandatario, lo que es importante destacar es que durante todo el periodo neoliberal el salario mínimo perdió poder de compra; que no se nos olvide.

Otro ejemplo de la contención salarial y el brutal efecto inflacionario que provocaban las decisiones de esos tecnócratas: el 31 de diciembre de 1998 Ernesto Zedillo canceló el subsidio a la tortilla, porque, dijo, la apertura comercial, la libre competencia y la entrada de nuevos participantes al mercado bajará el precio de este alimento básico. ¿Resultado? De esa fecha al 11 de agosto de 2022 el precio del kilogramo de tortilla aumentó 3 mil 750 por ciento, contra una inflación en el periodo de 212 por ciento (el Inegi, otra vez), una diferencia cercana a 18 tantos entre un indicador y el otro.

Las rebanadas del pastel

No tarda en morder el polvo el halcón Mauricio Claver-Carone, de la gusanera de Miami, hasta hace no mucho director sénior del Consejo Nacional de Seguridad para el hemisferio occidental de Donald Trump, y ahora, todavía, en funciones de presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Pero no le durará el gusto: por unanimidad, los directores ejecutivos del propio BID exigen su destitución por infringir las normas éticas de la institución.

Después del temblor

Fabrizio Mejía Madrid

La Jornada

Lo que distingue este bajar por las escaleras del edificio es que todos vamos murmurando: No puede ser. Es la incredulidad de que, igual que en el terremoto de 2017, la tierra se moviera otra vez en un 19 de septiembre, después del simulacro nacional que conmemora con una acción de protección civil la tragedia del primer 19 de septiembre, el de 1985. Todavía afuera, cargando perros, viendo cómo les cambian las facciones a los vecinos por la palidez y el susto que afila las narices, la pregunta es la misma: ¿Por qué, en una sola generación, ha temblado con fuerza tres veces en un 19 de septiembre?

Las explicaciones de los geofísicos se repiten sin mucho entusiasmo: los movimientos geológicos, con sus insondables placas que chocan, en el planeta roto sobre el que vivimos, no saben de nuestros calendarios, mucho menos de nuestros simulacros de protección civil. Los chilangos, ombligos del cielo, creemos que son tres pero sus epicentros son distintos. Somos centralistas hasta para los sismos. Los matemáticos desmienten nuestra percepción de que estamos condenados a sufrir terremotos cada 19 de septiembre, pues señalan a diciembre como el mes que más terremotos tiene en los 120 años que han ocurrido desde que se miden. Luego, vienen los que señalan con razón que las escalas para medirlos han cambiado. Ya entrados en la probabilidad, nos tratan de explicar, otra vez, que sólo se necesita juntar a 23 personas para que suba a 50 por ciento la probabilidad de que dos compartan fecha de cumpleaños. Llegan al quite los creyentes de El secreto de Rhonda Byrne que afirma que si piensas mucho en una cosa, la atraes. Éstos proponen que ya no se hagan simulacros el 19 de septiembre porque, entre la energía de nuestros pensamientos atraemos el terremoto. Es una creencia de estos tiempos narcisos donde todo gira en torno a nuestra pequeña, frágil, y mortal persona: eleva a ley cósmica nuestro propio sesgo de confirmar lo ya conocido. Como si el universo fuera tu Trending Topic.

A la incredulidad de que tres veces un terremoto haya caído en 19 de septiembre en el lapso de la vida de una parte de los habitantes de la zona de impacto, me recuerda lo que desencantó al personaje de Voltaire, Cándido (1759): que no somos el centro de nada, que la arbitrariedad persiste debajo de todas nuestras certezas. Cándido sobrevive al terremoto de Lisboa de 1755 que mató a 60 mil personas. Ese día, Cándido considera que Dios debe ser malo o no es tan omnipotente como para evitar una tragedia de esas dimensiones. No todo lo real es racional. En su poema para Lisboa, Voltaire escribe: La naturaleza es muda, la invocamos en vano/ sólo un dios puede hablarle a los humanos. Otro pensador de la Ilustración, Goethe, se interesa en la geología después de ese mismo temblor que lo impresiona en la infancia: En seguida, personas temerosas de Dios se obligaron a tener observaciones sabias, los filósofos a dar argumentos de consuelo, los sacerdotes a predicar furiosos sermones. En mi mente de niño fue más que un desconcierto. Dios, el Creador y Preservador de todo lo que había en la tierra y el cielo, no se había mostrado como un padre al abandonar a justos e injustos, por igual, a merced de la destrucción. Hará del terremoto la metáfora de toda su época: Eventos que estremecieron la tierra como la Guerra de los Siete Años, la independencia de las colonias americanas de Gran Bretaña, la Revolución Francesa, las Guerras Napoleónicas y la caída de su héroe, me han permitido tener perspectivas y conclusiones a las que no llegarían los que han nacido después. La desarticulación del terremoto irá hasta los campos de concentración nazis. Theodore Adorno escribió en los años 60 que Auschwitz era comprable con el terremoto de Lisboa porque dislocó la confianza, sea en la naturaleza o en la humanidad: Nuestra capacidad metafísica se paraliza cuando los acontecimientos dislocan la base sobre la que hacemos coincidir nuestros pensamientos especulativos con la experiencia. Así, Voltaire había tenido razón pues, huyendo del mal de la naturaleza del planeta roto, su personaje, Cándido, se va a Eldorado, que es la América colonial. Ahí se encuentra con un hombre que vive en un aparente paraíso pero al que se le ha cortado un pie por no cumplir con la cuota de azúcar de su hacendado. La maldad es natural y arbitraria; la humana es calculada. Un terremoto no es contra los chilangos, lo son, en cambio, los permisos de construcción corruptos que nos ponen a todos en riesgo.

Esa dislocación la volvimos a padecer ese mediodía que bajábamos las escaleras diciéndonos no puede ser. No puede ocurrir tres veces y a este planeta no le importa. Bajo nuestros pies hay un reino doble, al igual que arriba residen los dos cuerpos del rey: la persona y la institución. Abajo está el subsuelo que es, al mismo tiempo, el lugar del que se extraen los recursos –literalmente, lo que vuelve a surgir– que sustancian la idea de soberanía nacional, pero, también, ese lugar insondable de las placas tectónicas que se mueven por esfuerzo acumulado. Lo humano, hasta ahora, ha sido convertir en mercancías lo natural y lo inhumano ha sido la impredictibilidad de sus movimientos. Los temblores nos recuerdan que vivimos en un doble reino: la soberanía que reside metafóricamente en el petróleo y los minerales; el vacío que se mueve bajo estos pies inciertos. Y sí, sí puede ser.

Twitter
Visit Us
Follow Me
You Tube
Instagram
Continue Reading
Publicidad
Presiona para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicidad

Lo más Visto

Copyright © 2021 Cauce Campeche. Diseñado por Sin Contexto.