Baluarte Político

La extinción del PRI gracias a Alito

Raúl García Araujo

Con una gran expectativa, a la edad de 43 años, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, asumió la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En su acto de protesta se vendió, entre sus correligionarios y la militancia, como el gran “transformador” de ese instituto político.

“Quiero que mi presidencia al frente del partido marque el inicio de una nueva etapa para el priismo; una nueva etapa en que la militancia sea reconocida”, dijo el domingo 18 de agosto de 2019.

Y abundó, ahí en el icónico Auditorio Plutarco Elías Calles: “Lo que yo planteo es recuperarlo y proyectarlo para construir el PRI del Siglo XXI”.

A tres años de distancia le puedo asegurar que el también diputado federal tiene sumido al PRI en la peor crisis institucional en sus 92 años de historia; en una profunda oquedad, a la que no se le ve fondo y el priismo va en caída libre.

Como buen encantador de serpientes, Alejandro Moreno Cárdenas engañó a los militantes más destacados del priismo de que 2021 sería el gran año para el PRI.

Sus burdas declaraciones de tener la certeza de ganar las 15 gubernaturas en disputa en la elección del 6 de junio del año pasado, son motivo del peor escarnio.

Por si fuera poco lo anterior, Alito, el campechano, tiene al PRI de rodillas ante el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y no es para menos, pues la llamada “Madre de Todas las Elecciones” hizo que Moreno Cárdenas se tragara cada una de sus palabras.

Hizo recordar aquella promesa de uno de sus antecesores en la dirigencia tricolor, Jorge de la Vega Domínguez, quien en las elecciones controvertidas de 1988, ofreció 20 millones de votos para el entonces candidato presidencial, Carlos Salinas de Gortari.

Tal ofrecimiento se convirtió en una arenga de burla de la oposición: “20 millones de votos, ja, ja, ja”, se escuchaba en cada uno de los mítines de los partidos opositores.

Ese ofrecimiento de Moreno Cárdenas también puso de manifiesto la mediocridad con la que se ha conducido en la dirigencia del Revolucionario Institucional, así como la de cada uno de sus operadores políticos.

Los resultados le fueron adversos al tricolor, ya que perdió 8 gubernaturas y hoy solo gobierna en 4 estados de los 12 que mantenía, después de las elecciones del 2018.

Aun recuerdo aquella noche del 6 de junio de 2021, cuando en la Ciudad de México, el dirigente nacional del PRI, salió ante los medios de comunicación para afirmar que habían ganado Tlaxcala, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, San Luis Potosí y Colima.

Información que resultó fake news, noticia falsa, y para sus adentros más un deseo que la realidad.

En esa transmisión en vivo dijo que tomaría un vuelo a Campeche, ya que tenía datos que aseguraban que el PRI también había conseguido el triunfo en la elección para gobernador. De nuevo se tragó sus palabras.

Campeche representaba para Alito su prioridad, primero porque es su estado natal y segundo, porque él había ganado la gubernatura de 2015, y conseguir el triunfo le daría continuidad a su entonces gobierno, de la mano de su sobrino, Christian Castro Bello.

Ahora vienen con el cuento, los periodistas de a modo o pagados por Moreno Cárdenas, de que hubo una negociación para que el entonces mandatario campechano, Carlos Miguel Aysa, entregara el Gobierno del Estado a la morenista Laysa Sansores San Román, a cambio de una embajada.

Qué irresponsabilidad de los comunicadores de Campeche, de propagar tales infundios sin sustento.

¿Usted cree estimado lector, que Alito estaba de acuerdo en perder los privilegios e intereses que construyó cuando fue gobernador? ¿Cree que Aysa operaba solo y que nunca estuvo atrás de él en la toma de decisiones en el Estado?

De no haber sido así, entonces cómo continuaron fluyendo los cañonazos de dinero que recibían mensualmente algunos comunicadores y dueños de medios de comunicación a cambio del silencio complice de las fechorías del dirigente nacional del PRI en Campeche.

¡No, a otros con ese cuento! y no hay argumentos sólidos para tales afirmaciones, sino una preocupación enorme, lamentablemente, de periodistas que toda su carrera “profesional” se la han pasado viviendo del presupuesto.

Hoy el PRI de Alito solo busca su beneficio propio, y para nada, ayudar a este instituto político y mucho menos a la militancia.

En su escenario político, a Alejandro Moreno Cárdenas le preocupa solo él y su grupúsculo; no le interesa el partido, y mucho menos sacarlo del abismo en el que lo ha metido en los tres años que lo ha dirigido, porque así es él, siempre sacando provecho del dolor ajeno.

Desde La Muralla: Nos cuentan que el presidente Andrés Manuel López Obrador pronto sostendrá una reunión con la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román para conocer el proyecto de la compañía holandesa Boskalis International que tiene planeado invertir 360 millones de euros para construir un desarrollo turístico de gran calado, en una isla artificial frente a las costas campechanas. La mandataria y el secretario general de Gobierno, Aníbal Ostoa Ortega, escucharon la semana pasada los planteamientos de los inversionistas y coincidieron en que es la industria sin chimeneas, la que debe impulsarse, porque luego del petróleo, el sector turístico es la gran posibilidad, por los maravillosos atractivos con que cuenta la entidad.

Desde El Fuerte: Nos dicen que estemos muy pendientes este 25 de enero, ya que por la tarde, la gobernadora presentará al pueblo de Campeche el Plan Estatal de Desarrollo en el que participaron más de dos mil ciudadanos y representa un hecho inédito en el estado.

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