Conoce más de nosotros

Columnas Escritas

Lo que escriben los columnistas

Published

on

Twitter
Visit Us
Follow Me
You Tube
Instagram

De naturaleza política

Exhibe El Mayo a Rocha Moya; a la 4T…

Enrique Aranda | Excelsior

¡Vaya nivel de cónsules de la Cuarta Transformación!

Y no es el único…

Por si algo faltaba para complicar aún más el eventual esclarecimiento del inexplicado operativo que colocó en un aeropuerto texano y puso en manos de agentes estadunidenses de seguridad a Joaquín Guzmán López y a Ismael El Mayo Zambada García, éste difundió ayer, vía sus abogados, su versión sobre lo ocurrido el pasado 25 de julio en el marco de un encuentro en que habrían estado presentes el impresentable gobernador Rubén Rocha Moya y su oponente Melesio Cuén Ojeda, quien, dice el emblemático narcotraficante ahora, habría sido asesinado ahí mismo y no la noche del mismo día para robarle su camioneta como se informó oficialmente…

Convocado por el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera a una reunión con los dos últimos, a fin de aportar a la solución de sus diferencias sobre quién debía dirigir la Universidad Autónoma de Sinaloa, la supuesta reunión habría tenido lugar en el rancho Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiacán, donde, además de haber sido golpeado y embozado para después, esposado, se le subió a una camioneta en la cual se le llevó a una pista de aterrizaje ubicada a 20 o 25 minutos de la capital sinaloense donde se le subió a un avión privado en que, acompañado sólo por el Chapito y un piloto, y tras un vuelo de casi tres horas fue bajado y entregado a las autoridades norteamericanas.

Al margen de detalles incluidos en la misiva que ayer mismo ganó los principales espacios mediáticos a nivel internacional, lo cierto es que la sola mención en la misma del cuestionado mandatario de Sinaloa encendió todo tipo de “alertas” a nivel oficial, dada su innegable amistad y cercanía política con el inquilino de Palacio y más aún, por las múltiples versiones difundidas con anterioridad, que le vinculaban con el narcotráfico en la región, incluso, alentaron la especie de que Rocha Moya podría operar como una suerte de “enlace” entre el gobierno de la 4T y el emblemático Cártel de Sinaloa…

No faltó en este marco quien recordara los frecuentes viajes realizados por el tabasqueño a la conflictiva entidad norteña y, más, específicamente a Badiraguato, a la región de La Tuna, supuesta sede y domicilio particular de Los Chapitos y de la madre del ahora fundador del cártel condenado a prisión de por vida en Estado Unidos, durante los que, por razones obvias de protocolo y jerarquía en la estructura oficial, el ahora exhibido inquilino de Palacio en Culiacán, debió fungir como anfitrión de su amigo y jefe máximo López Obrador.

Huelga decir que más tarde que ya, la saliente administración de la 4T deberá ofrecer una explicación suficiente sobre el bochornoso caso, que si bien involucra a un “amigo” intrascendente, acaba favoreciendo la incertidumbre y dudas. ¿O no?…

ASTERISCOS

* De llamar la atención a decir de no pocos el ofrecimiento de la líder real de la oposición venezolana María Corina Machado de entregar al Instituto Nacional Electoral (INE) que ¿dirige? la neomorena Guadalupe Taddei las actas de la elección en su poder, más de 83%, para que sea el órgano nacional el que valide su proclama de triunfo de Edmundo González Urrutia y, diríamos nosotros, informe de ello a Palacio. Ufff…

Número cero

La cantaleta del fin de la democracia y la sobrerrepresentación

José Buendía Hegewisch | Excelsior

El discurso del fin de la democracia en México no permea en el país por el desgaste de la cantaleta de la catástrofe del gobierno de López Obrador que nunca llegó. La situación recuerda el cuento de Pedro y el Lobo en que tantas veces se advierte su presencia feroz que, cuando ocurre, ya nadie la cree. Desde hace seis años se trata de descalificar a su movimiento con la campaña del peligro para las instituciones, y ahora, con la prisa por enterrarlas con el control del Congreso, pero la canción burlesca tiene poca audiencia.

La última protesta de la opositora Marea Rosa convocada hoy en el INE para exigir frenar la sobrerrepresentación de Morena, no parece que tenga mejor suerte que las filípicas repetidas en el sexenio para condenar y mofarse de su gobierno, pese a que ahora sí está en juego la aprobación de reformas sin la oposición como la judicial y órganos autónomos. El mensaje para que el INE y el TEPJF lo detengan es la tonada de siempre contra López Obrador sobre el peligro de la destrucción de las instituciones, hasta ahora ineficaz para los propósitos políticos opositores. Si antes no funcionó, menos cuando en el mundo se desconsolida la democracia liberal y crece el apoyo a poderes fuertes.

Ahora la litis, como dicen los abogados, es la lectura convenenciera sobre la sobrerrepresentación de Morena en el Congreso en un porcentaje mayor a 8% al que legalmente tiene derecho. No es la primera vez que los derrotados en las urnas reclaman la forma del reparto, aunque ninguno desde el poder político ha puesto en marcha una reforma para determinar con claridad el criterio de asignación de legisladores proporcionales. Si antes fue cuestionada por el agandalle del PRI y el PAN para controlar el Congreso, ahora la quieren refutar como la consumación del regreso autoritario y, peor aún, de la venezolanización política de México.

Pero el país parece inmune al ataque de ciertos mensajes de miedo, destrucción y tragedia. Por eso, la última batalla de los que se erigen como valladar de la democracia es difícil de ganar con este caballo de la acusación de “fraude constitucional” tras denunciar antes fraudes y elecciones de Estado. El mensaje de la debacle del país no ha logrado movilizar a la gente ni persuadir a la autoridad electoral por tres razones:

La primera, porque el triunfo de Morena ha sido contundente y transparente, a diferencia de la opacidad y las dudas sobre el resultado de la elección en Venezuela. El TEPJF desechó las impugnaciones de los 161 distritos electorales que la oposición presentó para anularlos y prepara la declaración de Sheinbaum como presidenta en una elección sin mancha democrática, aunque la exigencia de anulación diera paso a descalificar el “sufragio efectivo” por una sobrerrepresentación de casi 20% del Congreso respecto a su mayoría en las urnas.

Como ha sucedido antes, con reclamos similares a López Obrador desde la oposición, los triunfadores tratan de aprovechar vacíos legales sobre el reparto cuando se trata de coaliciones, que existen desde que el PRI y el PAN redactaron la cláusula en 1996. Pero no podrían modificarse las reglas del juego en medio del proceso después de conocerse los resultados en las urnas, y difícilmente adoptar una interpretación restrictiva a diferencia de otros casos.

Pero, quizá el tercero y mayor obstáculo es que no es una demanda social que movilice al electorado por el “sufragio efectivo” que reclama la Marea Rosa en el INE. Se trata de un tema muy barroco del de por sí abigarrado edificio legal electoral, que es difícil de traducir a los mensajes sobre la debacle democrática que la oposición y comentaristas afines predicen desde hace seis años o más, con Morena en el poder.

El mensaje de miedo sobre los desastrosos resultados del gobierno de López Obrador perdió credibilidad de tanto llamar al lobo con grandes fugas de capital, la desinversión e inflación por aumento del salario, el outsourcing y el desplome de las finanzas con los programas sociales, que no se han materializado. Morena llevó el plan C a las urnas y los electores le dieron la mayoría en el Congreso, así que ahora, como en el cuento, es remoto que presten oídos a la canción que han escuchado por años.

Disonancias

Venezuela no era Venezuela

Ricardo Alexander Márquez * | Excelsior

Hace más de una década, inmerso en las bibliotecas de la UNAM, leyendo algunos libros —muy poco actualizados— para mi tesis de licenciatura, sobre la transición de los estados hacia la democracia, me saltó que, a mediados de los años 90, Venezuela era considerado uno de los países de América Latina más prometedores.

Sin embargo, para 2011 ya se empezaba a hablar que la Venezuela de Hugo Chávez era un régimen represor y coartaba los derechos de los ciudadanos. Había que actualizar esos libros de la UNAM.

A toro pasado ya tenemos la película completa. En 1998, aquel país tuvo un proceso electoral donde ganó, legalmente, Hugo Chávez. Era un militar que había dirigido un fallido golpe de Estado en 1992 por el que fue encarcelado dos años. Al salir se dedicó a recorrer el país para aumentar su popularidad.

Ya en el gobierno, de lo primero que hizo fue cooptar al Consejo Nacional Electoral que, desde 2000, le respondió a su movimiento. Le siguió la Defensoría del Pueblo, órgano de derechos humanos, y el Tribunal Supremo de Justicia.

Si bien durante los primeros años del chavismo hubo una aparentemente bonanza donde disminuyó la pobreza, principalmente por los programas sociales o “misiones”, el esquema fue insostenible. Básicamente se hacía para comprar votos.

Chávez utilizó mecanismos democráticos, como elecciones y plebiscitos, para socavar pilares democráticos fundamentales. A través de ellos logró modificar la Constitución para legitimar su dictadura.

Durante su mandato, predicó sobre los peligros de la riqueza, argumentando que “ser rico es malo” y destacando la importancia de su revolución para erradicar la pobreza. Sin embargo, los datos sugieren que mientras la tasa de pobreza de Venezuela aumentaba, Chávez y su familia acumulaban una fortuna cercana a los mil 800 millones de dólares, según Jerry Brewer, director de Criminal Justice International Associates (CJIA).

Fue así como utilizando la figura del referéndum, Chávez pudo reelegirse, casi sin oposición, hasta 2013, cuando murió. Le sucedió su vicepresidente Nicolás Maduro.

Desde su elección como presidente el 19 de noviembre de 2013, Maduro ha gobernado Venezuela por decreto. Concentra el poder a través de los órganos del Estado que deberían ser independientes, siempre con el soporte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que goza de enormes privilegios.

Un informe de la OEA ha determinado que durante su gestión se han cometido crímenes de lesa humanidad y más de 18 mil ejecuciones extrajudiciales. También, casi ocho millones de venezolanos se han visto obligados a salir del país.

El pasado 28 de julio sostuvieron elecciones donde fueron deportados observadores y existe evidencia de un fraude electoral, sin embargo, ya lo calificó el órgano electoral. Ninguna sorpresa, ganó el chavismo.

La oposición hoy es acusada de sublevación y el Ejército, para mantener sus privilegios, trabaja para el régimen y no para los ciudadanos. Su función es reprimir.

Hoy es un país pobre, violento y gobernado por un dictador. El chavismo ha dejado una economía en ruinas, hiperinflación e infraestructura en declive. Gran parte de los ingresos petroleros se dirigieron hacia programas sociales, enriquecimiento de una élite y financiamiento de movimientos de extrema izquierda en la región.

Por eso, Venezuela no era como Venezuela hasta que lo fue. “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”, dijo Jorge Santayana.

* Maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard y profesor en la Universidad Panamericana.

Juegos Olímpicos y exportaciones

Antonio Gershenson | La Jornada

Aparentemente, los eventos deportivos como la edición 33 de la Olimpiada, también llamados Juegos Olímpicos de París 2024, son una fiesta mundial. Asimismo, son un ejemplo de la otra contienda político-económica. Queda demostrado que el dinero invertido en la preparación de cada atleta redituará mucho más en otros aspectos, como la imagen de que a mayor cantidad de medallas obtenidas, más avanzado es su país de origen.

El deporte es un gran evento mundial y, por supuesto, un gran negocio. No obstante, es de admirar el talento, la fuerza y la motivación que mueve a cada participante a mostrar sus posibilidades, la dedicación y, sobre todo, la actitud ganadora.

El espíritu deportivo, puro y elevado a niveles de heroísmo humano, se refleja en una múltiple demostración por parte de los comités olímpicos, tanto de poder organizativo como de solidez económica y de alta capacidad de convocatoria, y hasta de creatividad y talento para exponer el avance de la tecnología para estos menesteres.

No sabemos si en realidad estamos hablando de un encuentro real y sincero de hermandad entre los pueblos del mundo. Nos quedan muchas dudas, por ejemplo, ¿por qué no compitió Rusia? ¿Por qué participó Israel? ¿Por qué algunos atletas no compitieron por sus países, sino por una bandera ajena? Opinaremos más adelante acerca de la fuerza que significan los juegos mundiales.

Por ahora, nos conformamos con que nuestros deportistas se acercan, cada vez más, a los primeros lugares. Tal vez, para la opinión pública, sólo la cantidad de medallas obtenidas hablan de los logros. Sin embargo, el alcance está en la cantidad de participantes y de los diferentes deportes a los que se presentaron. Es también de tomar en cuenta el lugar general que se obtuvo y la calidad de los contrincantes.

En otro asunto, China está demostrando su capacidad en todos los ámbitos. Es, sin duda, una potencia mundial. No importa si en el rubro comercial ha disminuido su ritmo de exportaciones. El país de Xi Jinping es el segundo líder en el orbe en el sector manufacturero.

El contrincante comercial más peligroso para Estados Unidos es precisamente su más cercana amenaza deportiva. Ambos compiten por la cantidad de medallas ganadas en los Juegos Olímpicos, y ambos también por los primeros lugares de exportación. ¿Quién ganará?

Uno de los funcionarios más importantes de la República Popular China, Xing Zhaopeng, asegura que las altas cifras de importaciones de su país son también un motivo de urgencia comercial, ya que para mantener su buen nivel empresarial es importante adquirir la mayor cantidad de chips antes de que las restricciones por parte de Estados Unidos obstruyan las exportaciones de semiconductores a China.

Estamos viviendo una etapa crítica en cuanto al equilibrio mercantil entre los países de todo el mundo. Al mismo tiempo, la globalización ha permitido ciertos alcances en cuanto al desarrollo comercial de los países de todo el mundo, pero no podemos ignorar las desventajas que las grandes potencias generan en el desarrollo económico de los países más vulnerables y poco desarrollados.

En México, podríamos decir que seguimos defendiéndonos de nuestros vecinos del norte, Canadá y Estados Unidos, ya que éstos mantienen la idea de que somos parte indefinidamente de los países bananeros.

Sin embargo, los recursos millonarios que han obtenido de las minas mexicanas, de los campos nacionales, les han proporcionado a estos dos países un punto muy importante para su desarrollo.

Competir y ganar es para Canadá y Estados Unidos su principal finalidad. En cuanto a la colaboración para que el desarrollo comercial de la zona se logre, poco podemos esperar. No obstante, dicho desarrollo es posible en la medida en que estos países se vayan acostumbrando a que la economía mexicana es parte del equilibrio de sus propias economías.

Por ejemplo, el valor de las exportaciones mexicanas durante 2023 aumentaron en 559 mil 793 millones de dólares, hablando de productos no petroleros. Y, en cuanto a las relacionadas con las petroleras, el monto fue de 33 mil 219 millones de dólares. En total, ambos rubros sumaron 593 mil 12 millones de dólares. Las exportaciones totales están aumentando.

Es importante que tomen en cuenta que los porcentajes de exportación, tanto de México como de otros países, antes considerados como subdesarrollados, está cambiando, quieran o no reconocerlo.

Colaboró Ruxi Mendieta.

Los enigmas del mal venir

Rolando Cordera Campos | La Jornada

No es éste un homenaje más a la ciencia lúgubre, como la bautizara Thomas Carlyle, filósofo escocés del siglo XIX. Solamente un señalamiento, una botella lanzada al mar: la economía no está bien, como se ha dedicado a pregonar el Ejecutivo en la antesala de su salida.

En su mañanera del martes 6, el presidente López Obrador, tras los recientes movimientos en las bolsas de valores del mundo, aseguró: Pasamos la prueba. Y agregó: Si llegamos a finales de septiembre sin caernos, pues va a ser histórico, como muchas otras cosas que son históricas: inversión extranjera, reservas del Banco de México (que están en 221 mil millones de dólares), incremento a salarios, desempleo, que es el más bajo en décadas, y así en muchas otras cosas ( La Jornada, 7/8/24).

Si convenimos en apuntar que la clave de toda economía es su o sus capacidades para proveer de subsistencia y eventualmente bienestar a quienes forman la sociedad, debemos decir que sin menoscabo de lo logrado por este gobierno en el salario mínimo, seguimos siendo una economía y una sociedad de ingresos medios bajos, con muchos mexicanos viviendo en torno a la línea de pobreza y sin tener a la vista expectativas creíbles de mejoramiento sostenible en su nivel de vida que, en lo fundamental, depende del empleo y el salario.

Dicho con otras palabras: si medimos la economía considerando como indicadores principales al empleo y sus remuneraciones, nuestra economía no funciona bien. No hay coincidencia entre el número de plazas de trabajo disponibles con las necesidades crecientes de jóvenes y adultos jóvenes que busquen emplearse; tampoco alcanzan los salarios para cubrir los gastos necesarios para que los mexicanos tengan condiciones dignas de vida.

Los más recientes pronósticos de organismos como el FMI, Citibanamex, Banco de México y Moody’s Analytics, coinciden en indicar una desaceleración, con estimaciones que sitúan el crecimiento por debajo de 2 por ciento, lo que contrasta con las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, que se mantiene en su pronóstico: un porcentaje que oscila entre 2.5 y 3.5.

Si bien el cambio en las expectativas obedece, en buena medida, al agotamiento del impulso generado por el gasto político erogado en la pasada jornada electoral, analistas y organismos internacionales coinciden en que estamos ya enfrentando una desaceleración, evidenciada en el balance del primer semestre de 2024, y se espera que durante el segundo semestre del año no se registre un crecimiento significativo, debido no sólo a las restricciones administrativas derivadas del cambio del Ejecutivo, que implica un menor ritmo de gasto público, sino al aumento de compromisos y promesas, así como a la falta de dinero público.

Al respecto, anota Luis Miguel González (Adiós, lunes negro; bienvenidos a un semestre de turbulencias, El Economista, 7/8/24): “Hay el compromiso de bajar el déficit público desde 6 hasta 3 o 3.5 por ciento del PIB. Es un recorte de 1 billón de pesos, quizá mayor, para el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum. Misión complicada, porque ella ha anunciado la ampliación de programas sociales, la continuidad de los apoyos a Pemex y el arranque de algunas obras de gran impacto (…)

No será fácil encontrar el balance entre ingresos y gastos ni el equilibrio entre las restricciones financieras y las presiones de los aliados políticos. No hay espacio para relajarse en el cumplimiento del compromiso de reducción del déficit. En juego está la calificación de la deuda del gobierno mexicano y las tasas de interés que tendrá que pagar México en el futuro próximo.

Habrá que estar atentos, no dar nada por seguro; menos, seguir en esta –un tanto absurda– negación festiva a que nos ha convocado el Presidente.

Socialismo y migración

Jorge Durand | La Jornada

La libertad de tránsito y la de emigrar siempre ha sido un tema espinoso en los países de corte socialista, y en la práctica casi todos optan por restringir este derecho. Fue hasta la caída de muro de Berlín, en 1989, cuando se empezó a cuestionar esta política restrictiva y se dio cierta apertura. El muro simbolizaba, con justeza, la política de que nadie sale y nadie entra a ese territorio confinado.

No se dejaba entrar, visitar o turistear en estos países simplemente por una cuestión ideológica y una posible contaminación, con ideas y prácticas extranjerizantes, propiamente capitalistas e imperialistas. Y no se dejaba salir por una intrínseca necesidad de control y porque existía la posibilidad de que se fueran casi todos.

En algunos países, como Cuba, no se restringe el tránsito, pero sí la migración interna, además de la internacional. El gobierno controla los flujos por medio del acceso a la vivienda, no hay un libre mercado propiamente dicho, existe la posibilidad del trueque o el intercambio, pero nadie quiere dejar La Habana para irse a Camagüey.

En China, el acceso a la ciudad también está restringido por el acceso a la vivienda y por otra serie de permisos y requerimientos que impiden a los provincianos instalarse en la ciudad. Aquello de las invasiones de terrenos baldíos, en nuestros países, no se da en los países socialistas.

Por su parte, la emigración suele estar controlada por la emisión de pasaportes, tener una visa del país de destino y otra serie de requerimientos. Esto funciona en el caso de Cuba, dada la situación de insularidad, pero no en el caso de Venezuela, donde es prácticamente imposible impedir la salida, aunque la frontera esté cerrada. El control en la emisión de pasaportes, como en el caso de Venezuela, dificulta a los migrantes el cruce fronterizo entre países, pero en la práctica no impide la circulación. Una nueva modalidad es la de anular los pasaportes de los venezolanos en el exterior, a lo que se suma la imposibilidad de renovarlos.

Ahora podemos constatar que tanto el capitalismo depredador como el socialismo controlador generan migraciones masivas. Cada vez que se abre un puerto o hay un resquicio, en el caso de Cuba, decenas de miles optan por dejarlo todo y emigrar. Y en el caso de Venezuela no hay control de salida propiamente dicho, por eso se dio una migración explosiva en muy poco tiempo. Lo que en Cuba demoró 70 años para que saliera 15 por ciento de su población, en Venezuela demoró 10 años para que emigrara 25 por ciento de su población.

Son casos diferentes en cuanto al proceso migratorio, pero ¿las causas son las mismas? Podríamos decir que las llamadas causas estructurales que explican, en parte, la emigración en los países capitalistas son diferentes en los países socialistas. El asunto de la libertad, en múltiples ámbitos, resulta crucial.

En Cuba, el acceso a la educación, la salud, el trabajo y la vivienda están resueltos por el Estado. Los dos primeros de manera satisfactoria y los restantes de manera precaria. Pero esta precariedad se dio, en un comienzo, en el contexto de un proyecto político, con esperanza en el futuro y con un liderazgo y control carismático, como el de Fidel Castro. Además, había un enemigo claro y definido, lo que funcionó durante una primera época y en la primera y segunda generación revolucionaria, que se quedan en el país. En la actualidad, eso ya no funciona y están sometidos al control burocrático.

No obstante, otro asunto no resuelto que afecta a toda la población es el de la alimentación. El racionamiento es la más clara expresión del fracaso del modelo. Y esto se da en un contexto de vecindad con la abundancia: Estados Unidos. A los males propios de Cuba hay que sumar el bloqueo, pero también una política específica de refugio para los cubanos, que quizá sea en buena parte la gran responsable del flujo migratorio.

En el caso de Venezuela, investigaciones recientes (LAMP-ENIR-Colmex) señalan que la gran explosión migratoria se dio después de la muerte de Chávez, con la llegada de Maduro al poder, carente de todo liderazgo, torpe, represor, ocurrente e incapaz de mantener la economía a flote. Los venezolanos no miran al futuro, ven lo que tenían en el pasado y lo que han perdido. Un quinquenio de hambre, devaluación, inflación y violencia fueron razón más que suficiente para que un cuarto de la población emigrara.

En estos casos, la migración es una válvula de escape para el gobierno en el ámbito de la política interna, pero también la salida masiva le otorga algunas oportunidades a los que se quedan, 8 millones de bocas menos que alimentar, de vivienda y de empleo cuentan en el panorama general. Pero además, los que se van operan como un subsidio de los que se quedan por las remesas, es la mejor manera de obtener divisas.

Por definición, a los regímenes socialistas les interesa sobremanera controlar a los que llegan de fuera e impedir, o dificultar, la salida de sus ciudadanos. Pero el modelo del muro de Berlín ya no funciona en un mundo globalizado. Hay políticas mucho más sofisticadas de control y apertura migratoria. La cancelación del requisito de visa para cubanos, por parte de Nicaragua, es una válvula de escape para Cuba que ha sido concertada entre ambos países.

Como quiera, el campo de estudio sobre la migración en los países de corte socialista está muy poco explorado. Valgan estas líneas para empezar la reflexión y la discusión.

Twitter
Visit Us
Follow Me
You Tube
Instagram
Continue Reading
Publicidad
Presiona para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicidad

Lo más Visto

Copyright © 2021 Cauce Campeche. Diseñado por Sin Contexto.