ISSSTE refuerza acciones para prevenir la violencia en las mujeres y niñas

Con el objetivo de prevenir y dar mayores herramientas a las y los servidores públicos para la prevención y beneficiar las relaciones laborales e interpersonales; el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), llevó a cabo la primera sesión de los 16 talleres programados como parte de las acciones del programa de violencia de Género.

Estos talleres estarán a cargo de la responsable estatal Psicóloga Margely Pacheco Malabé del Instituto de Servicios Descentralizados de Salud (INDESALUD), que se estarán impartiendo cada lunes con el nombre de “Reeducación a hombres y mujeres para la prevención de violencia de género”.

Para este primer evento, se llevó acabo en las instalaciones del Instituto.

El taller busca cumplir con los objetivos de coadyuvar al planteamiento de más y mejores acciones de política pública estatal y municipal en el Estado de Campeche, para cumplir con lo dispuesto en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia respecto de la creación de programas de reeducación y reinserción social con perspectiva de género para agresores de mujeres.

El taller estará impartido por los Psicólogos Edgar D. Carvajal Mena y Humberto Delgado Uribe y la Coordinadora Psicóloga Lorena Patricia Huchín Estrella, quien ofreció herramientas teóricas para el abordaje y comprensión de la violencia de género, señalando que “la reeducación es un mecanismo para entender que se pueden replantear nuevas formas de relacionarnos” y que “la violencia contra las mujeres y las niñas es un tema de derechos humanos, por lo que las personas servidoras públicas adquieren una responsabilidad al respecto”.

La prevención, sanción e investigación de los casos de violencia de género son algunas de las acciones más urgentes a las que el Estado y la sociedad debemos brindar atención.
De acuerdo con datos del INEGI, las mujeres con mayor propensión (70%) a experimentar violencia por agresores residen en áreas urbanas con edades entre los 24 y los 25 años. Los principales delitos cometidos contra ellas son el abuso sexual y la violación. A ello se suma el aumento de la violencia contra mujeres y niñas a causa del asilamiento, el hacinamiento, la pérdida de empleos y otros factores provocados por la emergencia sanitaria por la COVID-19.