Locales
Reforma al Poder Judicial lo pondrá al servicio del pueblo
Tras reconocer que la Reforma al Poder Judicial propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador no resolverá sus problemas de fondo “porque es muy chiquita”, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Lenia Batres Guadarrama, advirtió, sin embargo, que de no aprobarse este proyecto que propone su democratización “va a ser imposible que empiecen a solucionarse, y se corre el riesgo que siga al servicio de una élite y no del pueblo mexicano”.
Al participar en la Asamblea Informativa “Reforma al Poder Judicial del Estado”, organizado por legisladores federales electos de Morena, encabezados por el senador Aníbal Ostoa Ortega, y a la que concurrieron de invitados los titulares de los tres poderes del estado presididos por la Gobernadora Layda Sansores San Román, la ministra resaltó la importancia de socializar la justicia y que se deje de priorizar en sus resoluciones los intereses empresariales por encima de las demandas sociales.
Ante estudiantes de derecho, académicos, abogados, funcionarios públicos y ciudadanos interesados en el tema, la también candidata a doctora por la Universidad de México insistió en que una condición muy importante para que se resuelvan es avanzar con su democratización “que es la única forma en la que el pueblo mexicano puede recuperarlo por primera vez en su historia, y ponerlo a su servicio”.
Batres lamentó que el Poder Judicial queda a deber mucho a los mexicanos y de ello da cuenta el Proyecto de Justicia Mundial, que analiza cada año el estado de derecho de 142 países en el mundo y que nos coloca en el sitio 116 en 2023, y en algunos otros indicadores es peor la calificación que nos da particularmente en la inequidad de la investigación en que estamos en el 140, en trato discriminatorio y desigual en el 138, en el acceso a la justicia en Tribunales Civiles en el 135, en la eficacia y rapidez de procedimientos penales en el lugar 132.
Denunció que la justicia en México es cara, elitista, desgastante, además que suele humillar a quien acude a ella, es lenta, inaccesible “y podríamos decir que en el 99.99 por ciento de los casos inentendible, y tiene fuertes sesgos clasistas, racistas, sexistas, mucha corrupción y altísima parcialidad”.