Los monólogos de la Martina

URBI ET ORBI

Quien decía rechazar dictaduras en México, hoy es un dictador partidista.

Quien decía rechazar cualquier forma de reelección, hoy ha decidído reeelegirse en la dirigencia nacional del P.R.I.

Quien decía respetar al P.R.I. y a sus estatutos, hoy los ha cambiado a su gusto con la fidelidad perruna de una asamblea eunuca, para quedarse al menos hasta el 2032 como presidente nacional de esa franquicia, de esa casi entelequia en que ha convertido desde hoy a ese partido para satisfacer sus intereses políticos y personales.

Quien acusaba al partido oficial de ser una desgracia para México, hoy es la peor desgracia para el P.R.I. y para México.

Quien acusaba la corrupción en el gobierno federal es hoy… disculpas, no hoy. Es desde hace muchos años uno de los políticos más corruptos en la historia de México.

Quien decía amar y defender a México y al P.R.I., hoy estaría poniendo el último clavo en el ataúd de ese partido político.

Toda una infamia.

Ese quien, suponiendo que algún despistado lector no lo haya identificado, responde al nombre de Alejandro Moreno Cárdenas, y al mote de Alito.

Y, desafortunadamente, es campechano.

Aunque los campechanos ninguna culpa tengamos de esa nacencia meramente geográfica.

Que sigan pasando excelente su domingo.