Columnas Escritas
Los monólogos de la Martina
Vida y muerte; muerte y vida.
Lo mejor de la muerte, lo más seductor de ella, es que llega después de haber conocido el milagro mayor de la vida, de una vida intensamente vivida, que es sinónimo de haber vivido bien la vida.
Luego entonces, cuando la muerte toque a nuestra puerta, ofrescámosle un abrazo (a sabiendas que al fundirnos con ella moriremos), y démosle la bienvenida. Incluso seamos cordiales con ella diciéndole palabras más o menos como éstas: doña catrina, doña huesuda, doña muerte, bienvenida a su casa!. Acaso conmovida por nuestra buena educación, la muerte nos conceda un final con dolores mínimos en cuerpo y espíritu.
Y en el preciso momento del abrazo mortal, habremos de darnos cuenta de que muerte y vida, vida y muerte, guardan semejanzas asombrosas, gigantescas,
… Y que bien vale la pena vivir para luego morir, con la certeza y el conocimiento de la cadena perfecta entre ambas. Con la sabiduría de lo mucho que muerte y vida se parecen.
Supongo, entonces, que seremos felices en el momento exacto de partir de este planeta.
Excelente martes, bienamados amigos!!!