Columnas Escritas
Los monólogos de la Martina

Nicolás Canto González
Pésimo, el Ayuntamiento de Campeche en los tiempos pretéritos del prófugo de la justicia Eliseo.
Pero igual y, si me apuran tantito, peor en los tiempos actuales de su pareja sentimental.
Nunca antes como ahora, los servicios públicos en la ciudad de Campeche habían sido tan deficientes.
Fundamentalmente el del agua potable que, eso sí, nos cobra al rabioso contado y sin entender razones, el chuky, alias Juan Carlos Lavalle Pinzón.
Rumbo al primer año de ¿gobierno? de la señora Biby, y sólo circo, maroma, teatro y show barato. ¡Ah!, y vacaciones de semana santa en Tulúm.
Ánimas que esas vacaciones en ese nada barato destino turístico no hayan sido a cuenta del erario, en buen romance, con el dinero de nuestros impuestos.
Lo más preocupante del tema es que ambos, el prófugo Eliseo y la señora Biby, quieren ser gobernadores de Campeche.
Campeche en manos de la ineficiencia y el populismo ramplón. Por decir lo menos.
Así las cosas en esta sufrida tierra de neoliberales y estoicos patriotas, que mansamente aguantamos vara sin siquiera quejarnos.
De Guatemala, a Elibiby peor.
El día que entiendan los funcionarios como esta pareja y de cualquier nivel de gobierno que fueron electos para hacer buenos y eficientes gobiernos, que no son semidioses del Olimpo; que se alquilaron para servir a los mandantes que somos los ciudadanos, quienes con nuestros impuestos pagamos sus salarios; ese bendito día las cosas van a mejorar sustantivanente.
En Campeche, y en cualquier lugar.
