Columnas Escritas
Lo que dicen los columnistas
Indiferencia de México ante la crisis de la ONU; costos para la política exterior
Es desafortunado que, al igual que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, la presidenta Sheinbaum coloque en segundo término la política exterior.
Proceso
Nos encontramos en uno de los momentos más difíciles para las relaciones internacionales, comparablescon los que se vivieron previamente a las dos grandes guerras mundiales del siglo XX. Enfrentamientosbélicos de graves consecuencias tienen lugar en Ucrania y en Gaza. Tales conflictos se ven acompañado de una guerra comercial desatada por el gobierno de Estados Unidos que provoca situaciones de incertidumbre y desconfianza con resultados negativos para las inversiones y el funcionamiento con estabilidad de la economía mundial.
Semejantes problemas se unen al empeoramiento del cambio climático con efectos devastadores en diversas regiones del mundo. En otro orden de cosas, la aparición de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, producen sentimientos ambivalentes por el impacto positivo que tienen para el avance del conocimiento, pero la incertidumbre sobre sus efectos en el distanciamiento entre los países que pueden utilizarla y el atraso de aquellos que no puedan mantener el paso para incorporarse al adelanto tecnológico.
Con ese telón de fondo inquietante, se acerca el 80 aniversario de la creación de las Naciones Unidas (ONU). El momento es significativo por el contraste que se da entre la necesidad de fortalecer la cooperación internacional para enfrentar los difíciles momentos que se viven y el escepticismo que se tiene ante una institución cuya sobrevivencia misma se encuentra en peligro.
Las amenazas contra la ONU provienen principalmente del presidente Donald Trump cuya animadversión al multilateralismo en general y en particular a la ONU y sus diversas agencias es conocido. Pocos días después de su toma de posesión, Trump firmó una orden ejecutiva en la que solicitaba la revisión de los compromisos financieros con las Naciones Unidas. Procedió a retirar a Estados Unidos de diversas agencias de la ONU, entre ellas las que se ocupan de la defensa de los derechos humanos, temas de la mujer, derechos reproductivos, cambio climático, la Organización Mundial de la Salud.
Asimismo, redujo de manera abrupta la contribución estadunidense a las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP).
No se ha informado hasta ahora del retiro de Estados Unidos de la ONU, pero Marco Rubio, el secretario de Estado, ha señalado que se realizan análisis para determinar si conviene continuar como miembro de organizaciones que suponen erogaciones financieras injustificadas al no corresponder a los intereses estadunidenses como han sido definidos por su actual gobierno. El carácter volátil de Trump permiteprever que puede anunciarlo en cualquier momento durante su mandato.
Ahora bien, pese a las vicisitudes, es poco probable que la Organización mundial desaparezca. Cierto que la salida de Estados Unidos daría un duro golpe, pero interesa conocer al menos la opinión de otros miembros permanente del Consejo de Seguridad. El caso de China es el más significativo.
Contrariamente a lo que ocurre con el gobierno de Trump, el interés de China por la ONU se ha hecho patente desde 201O. Su contribución financiera ha crecido de manera sistemática siendo hoy el segundo contribuyente del presupuesto regular, después de Estaos Unidos. Sin embargo, es el primer país en contribuciones voluntarias para programas de su interés específico. Tal es el caso de diversas OMP ydel Fondo Fiduciario de Naciones Unidas para la Paz y el Desarrollo, creado por Beijing en 2016 mediante un acuerdo con el entonces secretario general, Ban Ki-moon. ¿Le conviene a Trump que sea China quien salve a la ONU?
Mucho podría comentarse sobre la reacción de otros países, misma que conoceremos muy pronto, al saber quiénes asisten y qué dirán en el debate general que tendrá lugar en la tercera semana de septiembre.
Por lo pronto, algunas reflexiones sobre México son necesarias. La política multilateral era uno de los acervos más valiosos de la política exterior mexicana. Baste recordar el papel tan sobresaliente que se desempeñó al crearse la ONU, al haber convocado a la Conferencia de Chapultepec para promover una posición unificada de los países latinoamericanos respecto de disposiciones que debía contener su Carta Constitutiva.
Mas tarde, México fue una voz muy respetada en asuntos relativos al desarme y control de las armas nucleares, la descolonización, el desarrollo del derecho internacional, la situación de la mujer, la política en materia de drogas y el avance de los derechos humanos, entre otros temas.
Fue una política que proporcionó renombre a nuestro país y, al mismo tiempo, un instrumento para aumentar el poder de negociación frente a nuestro vecino del norte.
En primer lugar, existió implícitamente el respeto de Estados Unidos al derecho a disentir por parte de México en los foros multilaterales, sin que ello afectara la relación en su conjunto. En segundo lugar, México multilateralizó con habilidad temas sensibles para mejorar su poder de negociación frente aEstados Unidos. Los casos de drogas y migración fueron buen ejemplo de ello.
Es desafortunado que, al igual que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, la presidenta Sheinbaum coloque en segundo término la política exterior; con excepción de la relación con Estados Unidos, cuya complejidad acapara toda su atención, lo que ocurre en el exterior parece que le es indiferente.
Su asistencia a la 80 Asamblea General sería un buen momento para recuperar la presencia internacional que se ha perdido y para pronunciar un buen discurso que la coloque a la vanguardia de la defensa del multilateralismo, que hoy se ve amenazado. No obstante, al momento de escribir estas líneas nada sugiere que piense asistir.
Apartarse del multilateralismo contribuye al aislamiento internacional en que hoy se encuentra México; empujado por su situación geográfica a una fuerte dependencia de Estados Unidos, no tiene contrapesos en foros multilaterales que otrora le fueron de indudable valor. El costo para los intereses del país es alto. La necesidad de rectificar es urgente.
Alito, en busca del asilo político
Bajo esa circunstancia Alito Moreno se encuentra en una situación de vulnerabilidad y debilidad política y jurídica que lo pone en el pie de tribunales judiciales, por lo cual busca desesperadamente una salida.
José Gil Olmos
Proceso
Alejandro Moreno, alias Alito, tiene una estrategia bien definida para declararse perseguido político por el gobierno de Claudia Sheinbaum y buscar el asilo en Estados Unidos.
Aprovechando la popularidad que consiguió tras el zafarrancho con el senador Gerardo Noroña y que no tenía por la cauda de denuncias de fraude y riqueza inexplicable cuando fue gobernador de Campeche, Alito busca ahora con ahínco perfilarse como un perseguido político con una narrativa en la que se erige como víctima.
El dirigente nacional del PRI ha tenido reuniones con el embajador de Estados Unidos en las últimas semanas. Además, ha viajado a ese país para presentar denuncias de persecución ante organismos internacionales.
De la misma manera ha aprovechado su presidencia en la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal) para denunciar “persecución política” y una “venganza política” del gobierno de México.
Es más que clara la ruta que está trazando Alito Moreno usando la narrativa de la victimización, aun cuando es él quien la ha provocado aprovechando la beligerancia de Gerardo Noroña desde la mesa directiva del Senado de la República que ha presidido desde hace un año.
Esta beligerancia y confrontación verbal y física de Noroña, lo mismo que sus escándalos, los ha aprovechado el dirigente nacional del PRI, quien a pesar de ser quien lanzó golpes y empujones en la tribuna del Senado, los ha transformado en popularidad en muchos medios de comunicación, redes sociales e incluso en las calles donde han manifestado su beneplácito y simpatía.
Alito Moreno tiene tras de sí una larga cauda de denuncias penales que lo tiene en la posibilidad de ser llevado a un juicio político en la Cámara de Diputados y quitarle el fuero constitucional. Además, es el peor dirigente en la historia del PRI, pues desde que llegó el partido ya es la cuarta fuerza política nacional y perdió la posibilidad de la vicepresidencia en el Senado por la salida al partido de varios de sus legisladores.
Bajo esa circunstancia Alito Moreno se encuentra en una situación de vulnerabilidad y debilidad política y jurídica que lo pone en el pie de tribunales judiciales, por lo cual busca desesperadamente una salida.
Y esa salida es victimizarse y buscar el asilo político en Estados Unidos.
La estrategia del priista es clara, usar una narrativa que lo ubica como sujeto de amenazas, tanto políticas como físicas, por lo cual ha denunciado a Noroña ante la Fiscalía General de la República y solicitar medidas de protección a la Secretaría de Gobernación. Medidas que, por cierto, surgieron para proteger a periodistas y defensores de derechos humanos de amenazas de muerte emitidas por narcotraficantes, autoridades y políticos.
El plan de Alito incluye una fuerte campaña en medios de comunicación y redes sociales, declaraciones estridentistas en contra de Morena y de la presidenta Claudia Sheinbaum, movilizaciones sociales de simpatizantes del PRI, reuniones con representantes de la embajada de Estados Unidos, la utilización de la presidencia de la Copppal, la animadversión y los escándalos de Noroña y el uso faccioso del PRI, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
La bocanada de aire que recibió del escándalo en el Senado tiene, sin embargo, fecha de caducidad. No le va a durar mucho tiempo y la estrategia de victimizarse tampoco. Alito Moreno seguirá con su estrategia de figurar como perseguido político, pero no tiene ninguna garantía de lograrlo.
Por cierto… en la Presidencia la indicación es enfriar los ánimos, detener el proceso de juicio político a Alejandro Moreno, no darle el gusto y menos la oportunidad de erigirse fuera del país como víctima y perseguido político.
Nadando entre tiburones
“Mi mensaje es que acepten, como amigo…”
Víctor Beltri
Excelsior
“Sí, viene el 3 de septiembre”, confirmó la presidenta Sheinbaum el viernes pasado, en relación con la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a Ecuador y México. “El 3 de septiembre va a estar aquí y vamos a tener una reunión con él”, aseguró tras la pregunta expresa de un reportero.
“Hay un entendimiento que estamos acordando con el gobierno de los Estados Unidos para el tema de seguridad, de investigaciones conjuntas, de compartir información, de capacitación de los dos lados”, explicó. “En ese sentido es el entendimiento que estamos teniendo, todo en el marco de respeto a nuestras soberanías, de confianza mutua, de responsabilidad compartida y de que cada quien actúa en su territorio”, afirmó.
“Mi mensaje al gobierno de México es que acepten nuestra oferta, como amigo”, sugeriría el senador texano Ted Cruz un poco más tarde. “Como Colombia hizo con el plan Colombia”, prosiguió. “Acepten nuestra oferta y trabajaremos codo a codo, eliminaremos a los cárteles, y el pueblo estadunidense y mexicano estarán más seguros”, aseguró en una conferencia de prensa realizada en la embajada estadunidense en nuestro país.
La respuesta a Cruz sería casi instantánea, y habría de llegar en la forma de una escueta nota de la Cancillería mexicana en el que se repetía, una vez más, el discurso de soberanía nacional que ha marcado la relación bilateral desde el inicio del sexenio. Un discurso que funciona para mantener los índices de popularidad en México, pero que ha dejado de ser suficiente para el gobierno de EU, que ahora cuenta con la información necesaria para armar —mejor que cualquier autoridad mexicana— el rompecabezas de los últimos 50 años del crimen organizado en nuestro país, así como sus vínculos políticos y empresariales. Los gringos, en realidad, saben más de México que nosotros mismos.
“Me alegra ver que el presidente mexicano, que ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela no estará en EU esta semana”, afirmó Marco Rubio sobre López Obrador, en el contexto de la Cumbre de las Américas de 2022. “Un presidente que tiene palabras duras para líderes democráticamente electos en Estados Unidos, pero elogios para un dictador en Nicaragua, un narcotraficante en Venezuela y una tiranía marxista en Cuba”, fueron los términos con que el entonces senador Rubio describió al exmandatario mexicano. Ahora Marco Rubio visitará México en funciones de secretario de Estado, con la legitimidad y representación plena de su gobierno.
“Viene pues a cerrar, digamos, este marco de entendimiento y vamos a aprovechar también para darle a conocer todo lo que estamos haciendo en México en muchas materias y en particular en el tema de seguridad”, aseguró la presidenta Sheinbaum sobre la visita de quien afirmaba que López Obrador entregó secciones del país al crimen organizado y ahora se ha convertido en quien toma las decisiones.
“Mi mensaje es que acepten nuestra oferta, como amigo”, había sugerido Ted Cruz en cuanto se hizo oficial la visita del secretario de Estado a Ecuador y México. A los enemigos se reserva un trato muy distinto, como sin duda averiguará Nicolás Maduro en pocos días, así como figuras políticas y empresariales de todo el continente. Los gringos, en realidad, saben más de América Latina que nosotros mismos.
El mundo se reconfigura en estos momentos: estamos, en los hechos, en la antesala de una realidad muy distinta para la región entera. La izquierda populista latinoamericana ha comenzado su declive con la pérdida de Bolivia y terminará por derrumbarse junto con el régimen de Venezuela: ha llegado el momento de tomar decisiones a futuro y atreverse a cambiar de rumbo. Hay herencias tan pesadas que terminan por convertirse en un lastre.
Juegos de poder
Sobre el enfrentamiento entre Noroña y Alito
Las formas de la política, tan importantes que son, se van diluyendo…
Leo Zuckermann
Excelsior
Dice el proverbio que “uno siembra lo que cosecha”. Y lo dice bien porque, al final, las acciones tienen consecuencias.
El movimiento que fundó López Obrador está basado en la polarización política. La narrativa maniquea de que hay unos buenos (ellos) que combaten a los malos (los otros). Los que están destinados a ganar y los que están moralmente derrotados. Los defensores y traidores de la Patria.
La otredad no se tolera. Al revés, se condena y estigmatiza.
Seis años de sembrar polarización, inevitablemente termina en una cosecha violenta.
Las formas de la política, tan importantes que son, se van diluyendo conforme los ánimos se van caldeando. El Poder Legislativo, donde conviven todas las fuerzas políticas, deja de ser un espacio de convivencia y deliberación para convertirse, primero, en una arena de insultos, luego de golpes.
En este contexto de polarización, los alumnos más refinados del estilo lopezobradorista de hacer política, tanto en el oficialismo como en la oposición, son los que acaban destacando. Gerardo Fernández Noroña y Lilly Téllez, por ejemplo. Políticos que aspiran a seguir subiendo por la escalera del poder causando el mayor escándalo posible.
Han entendido que el griterío reditúa en esta época de redes sociales.
No son tribunos como en su momento fueron José Luis Lamadrid del PRI, Juan de Dios Castro del PAN o Porfirio Muñoz Ledo de Morena, personajes que dejaron grandes ideas a su paso por la tribuna del Congreso mexicano. Son animales de las redes sociales que insultan y pelean para subir sus videos de 30 segundos a TikTok y volverse famosos. Buscan ser conocidos a como dé lugar. No importa si los adoran y odian. Lo relevante es transformarse en el centro de la conversación política por el constante ruido que protagonizan.
Nadie como López Obrador para tener éxito en el manejo de la polarización en estas épocas de redes sociales. Genio de la comunicación, como candidato presidencial y después como presidente, no faltó un solo día que no descalificara e insultara a sus críticos.
Durante seis años sembró mucho odio.
Desde el gobierno y la oposición, sus imitadores han seguido regando el terreno.
No es gratuito, entonces, el lamentable espectáculo que vimos la semana pasada en la Comisión Permanente del Congreso donde se enfrentaron a golpes nada menos que el presidente del Senado, Fernández Noroña, con el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno. Ahí, en la tribuna donde anualmente se entrega la Medalla Belisario Domínguez a los mexicanos más destacados por su trayectoria, volaron los insultos y las cachetadas.
Es el costo de haber puesto a un facineroso como Fernández Noroña como presidente del Senado. En lugar de cumplir su deber como autoridad neutral de una asamblea plural, el histórico patán se dedicó a acrecentar su fama siendo irrespetuoso con sus pares de la oposición. Los calló e insultó con frecuencia. Nunca actuó con decoro, porque esa palabra no existe en su diccionario.
Noroña es un provocador profesional que siempre está tratando de sacar lo peor de las personas que tiene enfrente. Y vaya que lo logra. La semana pasada lo hizo con el líder del PRI, quien sacó a relucir su pasado como porro universitario. Un espectáculo entretenido, pero lastimoso por lo que representa para la pluralidad del país. Los políticos ya no pueden resolver sus diferencias por medio del diálogo y la negociación. Recurren a los golpes.
No me sorprende ni de Noroña ni de Alito Moreno.
Lo que me ha decepcionado es la reacción de la presidenta Sheinbaum.
Yo esperaba que ella se pusiera en su papel de jefa de Estado, condenara los hechos ocurridos en la Comisión Permanente y llamara a la reconciliación.
No fue así.
Por el contrario, Sheinbaum se puso del lado de su correligionario Fernández Noroña, criticando a Moreno y tildándolo de porro. Quiso la Presidenta quedar bien con la militancia de Morena, más que con una nación a la que le urge calmar sus ánimos y pacificarse. Claudia se comportó más como jefa de partido que como jefa de Estado demostrando que sigue muy vigente el apostolado lopezobradorista de polarizar para avanzar en la política.
Se continúa sembrando polarización; cosecharemos, por tanto, cada vez más violencia. Esto en un país donde ya asesinaron a un candidato presidencial y a más de 30 políticos en el pasado proceso electoral de 2024.
Astillero
Cuidan a Sheinbaum de lo lillytellezco // Morena “veta” a panistas // Aduanas, ¿“cooperación” con EU? // Refresqueras: ajustes fiscales
Julio Hernández López
La Jornada
Morena no quiso que desde una recién electa presidencia panista de la mesa directiva de la Cámara de Diputados pudiera correr riesgos oratorios la Presidenta de la República al rendir su primer Informe de labores (así fuera en ausencia, pues Sheinbaum lo hará en Palacio Nacional), de tal manera que ha entrampado ¿temporalmente? el proceso de designación de ese puesto. El Partido Acción Nacional, a quien correspondería ocupar dicha presidencia, propuso a Kenia López Rabadán, lo cual en un principio pareció aceptable para los mandos de la Cuarta Transformación, que por voz de Ricardo Monreal comenzaron a procesar tal acuerdo. Pero dentro del guinda partido hegemónico hubo rechazo a que una voz tan cercana a lo lillytellezco pueda quedar durante un año a cargo de la conducción de las sesiones en San Lázaro.
En las muy alicaídas negociaciones, el partido conservador planteó cartas alternativas: Margarita Zavala Gómez del Campo, Federico Döring o Germán Martínez Cázares, sin desechar la posibilidad de la citada López Rabadán. Incluso, Acción Nacional destacó que su prioridad es que la designación corresponda a una mujer. Lo cierto es que ninguna de las opciones encaja en el tono “conciliatorio” que esperaría la mayoría guinda.
Sin acuerdo que permita contar con la mayoría calificada para instalar una nueva presidencia, la normatividad permite que continúe cinco días más en funciones el actual, que es ni más ni menos que Sergio Gutiérrez Luna, el veracruzano que a sus propias prendas polémicas agrega el episodio en que se involucró, de su esposa promotora del castigo judicial de una sonorense a la que se obligó, entre otros puntos, a disculparse durante 30 días seguidos, sin mencionar el nombre de esa diputada federal ahora muy conocida como “dato protegido”.
Dado que en San Lázaro se abrió la posibilidad de que el partido opositor que quedó en segundo lugar en las pasadas elecciones ocupara la presidencia de la directiva (en el Senado, Morena mantuvo ese cargo, con Laura Itzel Castillo como relevo de Gerardo Fernández Noroña), vale preguntarse si al partido dominante le corresponde vetar las propuestas del opositor o debe allanarse a lo que este soberanamente decida.
A como iban las cosas a la hora de cerrar esta columna, Morena habrá rechazado las propuestas panistas por la “agresividad” de los personajes planteados. No dará lustre a la ceremonia que el conductor de la sesión sea alguien como Gutiérrez Luna (¿de “dato” a “presidente protegido”?). El escenario se complicaría si, pasados los cinco días de prórroga legalmente válida, persistieran los desacuerdos, pues no hay antecedentes ni reglamentación aplicables.
Por cuanto al primer Informe claudista, será interesante conocer más detalles de las propuestas de reformas legislativas que la Presidenta enviará este año. Una de ellas, relacionada con la operación de las aduanas, ha sido esbozada como una forma de combate a la corrupción, pero habrá de verse si tiene relación con las medidas de “cooperación” operativa que la administración Trump quiere imponer en aduanas y aeropuertos. Otro tema interesante se relaciona con una mayor carga fiscal a empresas refresqueras, causantes de graves problemas de salud a los mexicanos.
El informe presidencial de hoy tendrá, por lo demás, un referente ineludible: la visita, este miércoles, del secretario de Estado del vecino país, Marco Rubio, quien pretende firmar acuerdos de seguridad y otros temas con cláusulas que han generado rechazo en la parte mexicana o que cuando menos han buscado ciertas moderaciones. Trump, sus amenazas y sus presiones, será el invisible invitado no deseado.
Y, mientras hoy asumen sus funciones los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con una “ceremonia tradicional de purificación y entrega de bastón de mando y servicio” a realizarse en horas previas a la nocturna ceremonia formal de asunción.
México SA
PAN: impresentables e histéricos // Promueve a “sus mejores cartas”// Monreal: camiseta prianista
Carlos Fernández-Vega
La Jornada
Brillante y creativo, como siempre, al Partido Acción Nacional se le ocurrió una excelente idea: proponer a una cuarteta de impresentables como su “mejor oferta” para encabezar la mesa directiva de la Cámara de Diputados (en el segundo año de la 66 Legislatura), la cual se integra con Margarita Zavala Gómez del Campo (la misma que, junto con su marido, Felipe Calderón, entregó al INE alrededor de 700 mil firmas falsas para “sustentar” su candidatura); Kenia López Rabadán (igual de histérica que Lilly Téllez y sempiterna legisladora plurinominal que no sabe más que agredir y gritar); Germán Martínez Cázares (lavador profesional de la imagen y la responsabilidad legal de Borolas, y Caballo de Troya que el PAN infiltró en las filas de Morena; obtuvo hueso dorado como director del IMSS), y el lumpen y patotero Federico Döring Casar. Sólo joyas, versión blanquiazul. Y junto a ellas, su promotor, otro impresentable: Ricardo Monreal (“no se debe escatimar” a ese partido la presidencia en San Lázaro, según dice), que entre sus múltiples enjuagues ahora promueve a esos patoteros para que encabecen la citada mesa directiva.
La Jornada (Enrique Méndez y Georgina Saldierna) lo reseña así: “el diálogo entre las bancadas de Morena y del Partido Acción Nacional no ha decantado en un acuerdo para la integración y elección esta tarde de la nueva Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y de no lograrse una solución, los actuales integrantes de ese órgano de dirección legislativa continuarán cinco días más en el cargo. Antes de la reunión plenaria de Morena y de la Junta de Coordinación Política donde se prevé que se presente la lista de candidatos a integrar la mesa para el segundo año de la actual legislatura, Ricardo Monreal insistió en que “no se debe escatimar” al PAN la presidencia de la Cámara. “Aunque tenemos mayoría, es conveniente la estabilidad política, y aunque hemos recibido propuesta de Acción Nacional, no ha transitado en Morena por distintas razones que no vale la pena expresar”. De cualquier suerte, dijo, “es importante mantener la unidad nacional, independientemente de la posición política e incluso de la postura ideológica de cada diputado” (¡ole!) y, chantajista que es, aseguró que si no se llega a un acuerdo “estaríamos ante la posibilidad de entrar a una situación complicada, que algunos han calificado como crisis constitucional; si no hay solución, estaremos ante un vacío jurídico que no contempla la ley y con dificultades para que los actos jurídicos que realicemos sean combatidos en los tribunales jurisdiccionales con posibilidad de éxito; no es conveniente llegar a esa etapa”.
Algo más: el impresentable zacatecano sostuvo que “continúa en el diálogo con el blanquiazul para la búsqueda de alguna alternativa de candidato a presidir la cámara, un perfil ‘que a todos nos convenga y convenza para la conducción institucional y la gobernabilidad de la cámara; sin embargo, una salida política ha sido difícil’” (ídem). Lo que no dijo es que entre “las razones que no vale pena expresar” es que en Morena las citadas joyas panistas están vetadas por la mayoría, y no de ahora, a pesar de los siempre desinteresados “buenos oficios” del cínico Monreal, quien de plano ya debería quitarse el disfraz de “moreno” y orgullosamente portar la camiseta prianista.
Por el lado del PAN, ¿en serio sus “mejores cartas” son Kenia, Germán, Federico y Margarita (conocida como Margarinflas, la misma que, junto con su marido y en operación de Estado, defendió a capa y espada a su parienta Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella para que, ante la justicia, librara su responsabilidad en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, en la que murieron 49 niños y cientos más resultaron heridos)?
Entonces, con los antecedentes citados, y los que faltan, ¿en serio el PAN pretende que la mayoría legislativa vote a favor de alguno de sus impresentables?, porque si esas son sus “mejores cartas”, sólo hay que imaginar a las peores.
Las rebanadas del pastel
Afirma la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, que la reforma electoral que promueve la presidenta Claudia Sheinbaum es una “necesidad histórica para dejar atrás el viejo orden”. Bien, pero lo expresa rodeada de mafiosos del “viejo orden”, como Ricardo Monreal, Pedro Haces, Sergio Gutiérrez Luna y algunos más… De plano, no tienen vergüenza: los integrantes del cleptocrático cártel de la toga no pueden negar su origen, lo traen en la sangre: se robaron todos los objetos de valor que encontraron a su salida de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Entonces, qué bueno que se vayan allá, muy lejos.