Columnas Escritas
Lo que dicen los columnistas

El Papa León da golpe de Timón a la Barca de Francisco
De León XIV se espera un gobierno conservador de la tradición eclesiástica (es un experto en el derecho canónico), que lo primero que va a hacer es preservar las reglas y tradiciones de la Iglesia.
Proceso
Parece imperceptible, pero el papa León XIV está girando silenciosamente la barca de Francisco hacia la derecha. El nuevo capitán de la Iglesia católica está navegando hacia la tradición y el conservadurismo.
Poco a poco en menos de un mes, sin hacer cambios en el gobierno vaticano, el agustino Robert Francis Prevost está desplazando con meros actos litúrgicos al jesuita Jorge Bergoglio y volviendo a un modelo de Iglesia más vertical y devocional, y menos horizontal y por el compromiso social.
Es muy pronto para hablar de una ruptura entre León XIV y Francisco, pero ya tenemos señales de que el nuevo líder mundial de los católicos tiene una agenda más alineada a Juan Pablo II y a Joseph Ratzinger que a papas del corte de Juan XXIII, Juan Pablo I y del jesuita argentino.
Señales del rompimiento y poco silenciosas
León XIV rompió los sellos del apartamento pontificio en el Palacio Apostólico –cerrado desde 2013– y anunció el regreso a las estancias donde vivieron todos sus predecesores, desde Pío IX hasta Benedicto XVI. Desde la misma noche de su elección, no durmió en Santa Marta. Se alojó en su antigua residencia de cardenal en el Palacio del Santo Oficio.
El periódico Il Tempo informó que “Santa Marta è troppo cara” y explicó: un costo de 200 mil euros mensuales, esto es, cerca de 30 millones de euros por los 145 meses que duró el pontificado de Bergoglio en su pequeño hotel particular.
Durante 12 años Jorge Mario Bergoglio hizo de Santa Marta su centro de operaciones. Lo que comenzó como un gesto de aparente humildad –“prefiero vivir entre la gente”–, se convirtió en una suerte de suite presidencial, no en una celda franciscana. El modesto apartamento de 50 metros cuadrados fue ampliado hasta ocupar todo el segundo piso, incluyendo una cocina profesional, una capilla privada, un salón de recepciones y habitaciones para asesores.
Domus Santa Marta cuenta con 105 suites de dos habitaciones y 26 habitaciones individuales y, a lo largo de su historia, ha sido un hospicio para religiosos y también para los pobres del barrio.
León XIV regresó a la tradición papal de vivir en el Palacio Apostólico.
Otro dato: desde que fue entronizado como sucesor de Pedro (8 de mayo último), el nuevo Papa viste ya el hábito coral con roquete y muceta, lleva el anillo del Pescador todos los días y acepta el baciamanocomo signo de reverencia. Algunos creen que es una señal para poner distancia y todos hagan reverencia, interpretado como un retorno a una teología del papado que reconoce la trascendencia del cargo y evita trivializarlo. Este gesto del papado es significativo.
Pero la gran ruptura se empieza a dar entre León XIV y Francisco en el “estilo personal de gobernar”, de entender y vivir la interpretación teológica de la misión de la Iglesia en el mundo.
El papa León XIV es un experto en derecho canónico, Francisco fue más un pastor cercano a la gente; el religioso agustino cree en el papado como centro de poder de doctrina de la Iglesia, mientras que el jesuita argentino puso a la sinodalidad como el eje principal de su gobierno para estar cerca de la comunidad. Prevost habla de mantener unido el rebaño de la Iglesia, Bergoglio veía las ovejas perdidas o separadas del grupo.
De León XIV se espera un gobierno conservador de la tradición eclesiástica (es un experto en el derecho canónico), que lo primero que va a hacer es preservar las reglas y tradiciones de la Iglesia. Del fraile agustino, no obstante su experiencia como pastor y misionero en Perú, no tendremos propuestas doctrinales radicales que enfrenten y desgasten a los sectores conservador y liberal dentro de la jerarquía católica. Por eso, su discurso sobre la unidad.
El cardenal africano Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, cometió una indiscreción tras la elección de León XIV, al decir que “el cardenal Prevost representó finalmente la victoria de la opción de la unidad. Algo que se plasmó, no sólo en los mucho más de 100 votos sobre 133. Es un Papa para la unidad de la Iglesia en un mundo tan difícil y complejo”.
El nuevo Papa va a pretender, centrarse y concentrarse en mantener unidos a la jerarquía de la Iglesia mediante la liturgia, las verdades dogmáticas de la teología y un discurso de centro que una a los radicales de derecha con los radicales de izquierda.
Va a pretender centrar su magisterio en recuperar la credibilidad e influencia internacional de la institución con una imagen y percepción de una Iglesia más cohesionada en sus principios morales y doctrinales.
Los vaticanólogos y analistas de la Iglesia consideran que es muy pronto para hablar de “una ruptura” en el gobierno de la Iglesia entre un papa y otro; más bien se refieren a “un cambio en el estilo de gobierno” de la institución y opinan que el marco doctrinal siempre va a prevalecer sobre las decisiones del pontífice en turno. Este es un gobierno eclesiástico con matices. Sólo cuando los pontificados duran mucho tiempo, entonces sí, se puede hablar de un estilo personal ortodoxo, heterodoxo, de centro, de izquierda o derecha.
Un punto de quiebre entre los dos papas es el que se refiere a las concepciones morales de pareja y familia. Durante su pontificado, el papa Francisco habló varias veces sobre la homosexualidad, primero con la afirmación: ¿quién soy yo para juzgar?, y luego con el razonamiento sobre la posibilidad social y legal de las uniones civiles. Esas declaraciones conmocionaron a un sector del clero y de los fieles.
León XIV, basado en la Humanae Vitae de Pablo VI, definió el matrimonio como “la medida del verdadero amor entre un hombre y una mujer: un amor, total, fiel y fecundo”. “El mundo de hoy necesita la alianza matrimonial”. “Las familias son la cuna del futuro de la humanidad”.
La propuesta de Francisco sobre la sinodalidad (el pueblo de Dios en camino, en peregrinación hacia el Reino) no cambió la doctrina de fondo de la Iglesia; el papa jesuita inspiró a algunos obispos, arzobispos y cardenales para hacer un ejercicio de evangelización de manera horizontal. Todavía no hay una evaluación para sopesar que tan a fondo llegó la propuesta del jesuita en la vida de la Iglesia.
La disputa por la agenda continúa
Algo que vimos desde el gobierno mismo de Bergoglio y que ahora observamos con mayor fuerza es “la disputa por la agenda doctrinal, moral y pastoral” del nuevo gobierno entre conservadores y liberales dentro de la Iglesia. Esta vieja lucha desde el nacimiento del cristianismo, en los concilios y en la historia de la institución: unos privilegian la parte humana de Jesús y otros la divina. Unos quieren una fe más devocional y vertical, mientras que otros van hacia un mayor compromiso social y horizontal.
El profesor Stefano Fontana, director del Observatorio Internacional Cardenal Van Thuan sobre la doctrina social de la Iglesia, es uno de los críticos más duros del papa Francisco y plantea que muchos fieles católicos esperan que León XIV se pronuncie pronto sobre temas en los que el pontificado anterior sembró confusión.
Fontana dice que hay una “auténtica prisa” por escuchar palabras claras de León XIV sobre si se puede ser católico y al mismo tiempo pertenecer a la masonería, si las parejas homosexuales pueden ser bendecidas en la Iglesia, si los divorciados que conviven y tienen relaciones sexuales pueden o no acceder a la eucaristía, si es posible admitir a la comunión a políticos comprometidos con la promoción de aborto, si en política la Iglesia considera que hay principios no negociables o sí, por el contrario, todo es negociable; si es correcto otorgar a las conferencias episcopales regionales el poder magisterial de decidir sobre cuestiones doctrinales, entre otros temas.
A muchos en la curia vaticana y en la Iglesia universal les saca ronchas hablar del problema de la migración en el mundo y del papel que Francisco adoptó frente a gobiernos como el de Donald Trump; lo mismo que la encíclica Laudato Sí sobre el cuidado del medio ambiente, y más cuando se habla de la opción por los pobres, no sólo en el sentido bíblico sino social.
La guerra por el control de la agenda del papa y de la iglesia continúa y será una lucha férrea, intensa y de largo plazo por dos visiones que dicen de la Iglesia son complementarios, pero más parecen antagónicas e irreconciliables.
La inmaculada percepción
Spoiler electoral
Vianey Esquinca
Excelsior
Nadie puede decirse sorprendido, lo del domingo era más cantado que villancico en posada.
Lo que pasó el primer domingo del mes no fue una elección, fue un trámite. Un acto protocolario para llenar formularios con nombres que ya venían anotados en los acordeones que se distribuyeron profusamente, con personajes diseñados al gusto de Morena y que se podrían clasificar en el leal, el reciclado, el que no piensa mucho, pero obedece bien; el exfuncionario con nuevo disfraz, el académico domesticado, la cuota de género funcional y el que jura que es independiente, pero desayuna en Palacio.
Nadie puede decirse sorprendido, lo del domingo era más cantado que villancico en posada. Morena ganó la elección judicial porque hizo lo necesario para ganarla lo que incluía hacer trampa, instruir a los operadores, movilizar acarreados y lanzar la narrativa oficial de que esto era “democratizar la justicia”.
Bajo la bandera de la participación ciudadana, se repartieron listas, se dieron instrucciones “discretas” en las filas y se facilitó el proceso con acordeones que eran más evidentes que el fraude mismo. La lógica era simple: el pueblo elige, siempre y cuando elija lo que ya fue decidido.
La presidenta Claudia Sheinbaum salió a decir que el ejercicio había sido todo un éxito. ¿Pues qué iba a decir? ¿Que fue un despropósito? ¿Que la participación fue bajísima? ¿Que se les cayó el decorado democrático? Nada de eso. En Palacio celebró ese 13% de participación como si México hubiera ganado el mundial y no el eco hueco de una ciudadanía confundida, harta o francamente burlada. Trece millones de votos en un país de más de 99 millones de electores fue una verdadera proeza si la meta era que nadie se enterara.
Muchos se alegraron de que el peso no se moviera, como si el silencio cambiario fuera sinónimo de estabilidad y no de resignación. Lo bueno vendrá cuando esos jueces recién estrenados empiecen a dictar sentencias con más carga ideológica que base legal.
Esos fallos que, entre togas y guayabera, decidirán si una empresa merece existir, si un contrato es legítimo, si una inversión extranjera no es una amenaza a la patria. Ahí, en esos momentos, no ganará la ley, ganará la ideología. Si un ministro del pueblo considera que una empresa o particular representa el modelo neoliberal rapaz, lo justo será fallar en su contra. Ahí el ja, ja, ja de la victoria se convertirá en el ji, ji, ji nervioso del inversionista y el ji, ji, ji, eventualmente, en el llanto del que descubra que la justicia electa con acordeón no sabe tocar otra melodía que la que se dicta desde el poder.
La Suprema Corte, que solía ser ese espacio donde la ley se analizaba con rigor, está a punto de convertirse en un terreno de lucha simbólica. No se debatirán principios constitucionales, sino lealtades; no se interpretarán normas, sino voluntades políticas.
La elección judicial no se trata de una anécdota electoral más, sino de un punto de quiebre. Lo que se decidió no fueron cargos, fueron los próximos capítulos del Estado de derecho en México. No por nada la OEA, que ya fue descalificada por la Presidenta, reprueba esta farsa y recomienda no replicarla en ningún otro país. Cuando se vea el primer gran caso empresarial, de inversión pública o de conflicto de interés que llegue a los nuevos tribunales se verá con toda claridad de qué están hechos los nuevos y relucientes impartidores de justicia, si escuchan la ley o siguen la línea, si cumplen con la Constitución o se convierten en una oficina de trámites para validar lo que el Ejecutivo ya decidió.
Cuando llegue ese día, cuando empiecen a doler las decisiones tomadas en nombre del pueblo, pero al servicio del poder, nadie podrá decir que no lo vio venir.
Mensaje directo
Mujeres que Inspiran Mujeres
Fabiola Guarneros Saavedra
Excelsior
El periodismo no sólo informa, cuestiona e investiga, también convoca a participar en las tareas del bien común, expone los problemas y proyectos de la comunidad, y concentra la atención en el ejemplo de los buenos ciudadanos… Esa definición (palabras más, palabras menos) la leí hace muchos años en el consultorio ético de la Fundación Gabriel García Márquez y la incorporé a mi trabajo periodístico, porque así lo creo.
Y pensando en esa misión es que Excélsior y RSVP difunden y reconocen la labor de mujeres que inspiran, que influyen, que tienen una voz poderosa, que sus acciones brindan oportunidades a otras mujeres, que hacen que lo individual se vuelva colectivo, que dejan huella.
Como Kenya Cuevas, activista trans, fundadora de la Asociación Civil Casa de las Muñecas Tiresias y de la Casa Hogar Paola Buenrostro. A los nueve años fue expulsada de su hogar, empujada por la violencia familiar; fue trabajadora sexual, consumió drogas y pasó 11 años en prisión por la criminalización de su consumo. Cuidó enfermos con VIH, se convirtió en promotora de la salud y sin saber leer ni escribir, impulsó una reforma para tipificar el transfeminicidio. En 2024, con todo en contra, logró la Ley Paola Buenrostro.
“Yo me preparé porque aprendí que con la ley también se puede pelear. Y la ley debe ser para todos, todas y todes. La fuerza viene del alma y del amor que le tengo a la humanidad”, le dijo Kenia a mi compañera periodista Laura Toribio, quien la entrevistó para esta edición especial, que hoy tiene en sus manos.
El jueves 29 de mayo, el Consejo Editorial de Excélsior y RSVP entregaron, en su tercera edición, 14 galardones a Mujeres que Inspiran Mujeres. Cada una recibió una obra especialmente diseñada por la artista Carolina Pavia: NAHUAZULI, que evoca a los nahuales mesoamericanos, esos guías espirituales que empujan hacia lo imposible.
Indira Navarro, líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, es una de esas guías. Ella sabe del dolor, lo ha vivido. Fue víctima de violencia intrafamiliar, su exesposo casi la mata y perdió dos dedos de la mano. Pero encontró en su propia tragedia una fuerza especial para buscar a su hermano y a miles de personas desaparecidas. Indira trabaja con gobiernos, impulsa reformas legales, abre diálogos, porque quiere que las familias de personas desaparecidas sean reconocidas como lo que son: familias vulnerables que merecen justicia y verdad. “Acompañar a otra mujer también es una forma de salvarse a una misma”, dice Indira Navarro.
Marcelina Bautista es fundadora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar (CACEH). A los 14 años llegó a la CDMX para trabajar en casas ajenas, cuidando niños, limpiando, cocinando y obedeciendo las órdenes de las patronas. “Un día me di cuenta de que este trabajo, que muchas hacemos, no era reconocido por la sociedad… Entonces decidí que algo tenía que cambiar”, revela. Se preparó, se convirtió en activista y 19 años después logró cambios a la Ley Federal del Trabajo. En mayo de 2023 la seguridad social para las trabajadoras del hogar se volvió obligatoria desde el primer día de trabajo.
Bárbara Anderson es periodista y activista por los derechos de las personas con discapacidad. Ser mamá de Lucca (con parálisis cerebral) le cambió la vida. Primero escribió el libro Los dos hemisferios de Lucca, en el que plasmó el reto de una madre de un niño que no puede hablar, moverse o comer por sí solo, que enfrenta todos los obstáculos y las deficiencias en los sistemas de salud y educación, hasta encontrar una luz de esperanza en un tratamiento médico experimental en la India.
Después vino la película que ha llegado a 78 millones de personas en el mundo. Bárbara y Lucca se convirtieron en la voz de miles de personas invisibilizadas por el sistema.
Ryszard Kapuściński, periodista y escritor, decía que “el verdadero periodismo es intencional, es decir, se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio”, y esto sólo es posible difundiendo la labor de mujeres talentosas, resilientes, cuyas acciones trascienden en el servicio, en la sororidad, para darle la mano a otra mujer y enseñarle el camino o para abrir la brecha juntas.
Aquí en las páginas de esta edición dominical están las historias de nuestras galardonadas, quienes nos inspiran por su trabajo y huella en sectores vulnerables, violentados, marginados u olvidados, dando rostro a los ausentes y voz a los que ya no pueden gritar por justicia; que están a favor del crecimiento económico, profesional, personal y emocional de otras mujeres.
La marcha de la locura
Rolando Cordera Campos
La Jornada
“Cae la inversión fija y se estanca el consumo” cabecea Reforma su nota sobre el tema, y así podremos confirmar que la normalidad macroeconómica se mantiene: sin crecimiento ni mayor ni mejor empleo gracias, en gran medida, al amparo de las más recientes ocurrencias de Trump y su banda. Pero siempre normales. ¡Qué viva Dios!
Si algo ha logrado el gobierno es borrar del horizonte deliberativo la cuestión económica, donde se dirimen los temas mayores de la ocupación, la inversión y las expectativas y ambiciones que auspician la emergencia de los animal spirits, donde a su vez se cocinan los planes de innovación y progreso.
Ahora, el día por día se dirime en los repartos de transferencias y las posibilidades de endeudamiento de las capas medias, junto con las mil y una expectativas que despiertan un día sí y otro también los grandes inversionistas de la imaginación y su venta de futuros, para al final del episodio declarar frustrados dichos planes. Allá Musk y sus muchachos; aquí, por la Sultana del Norte, la barata redición de “Bienvenido Mr. Marshall”, con su cauda de sorpresa y desencanto orquestada por un saltimbanqui en disfraz de gobernador.
Si la economía no existe es porque no importa, hasta próxima entrega del profesional Inegi y las posteriores cocinadas de los consultores que agrandarán o no las cifras iniciales, según el gusto o la instrucción del dueño. Un juego que puede volverse siniestro si tenemos que vérnoslas con una recesión sin adjetivos que ponga bajo tierra las tendencias, ya de por sí poco alentadoras, referidas a la formación de capital, consumo o empleo.
La tasa de desocupación abierta en México, entre enero y marzo, fue 2.5 por ciento en el primer trimestre de 2025, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Si nos quedáramos con ese número, diríamos que estamos mucho mejor que España, que registra 11.2 por ciento o Estados Unidos, que tiene 4.2 por ciento, escribe Luis Miguel González (El Economista, ¿Es la tasa de desocupación abierta un mito genial?, 28/5/25).
Y agrega: “Suena raro, ¿verdad? Más curioso, quizá, es que la tasa de 2025 es idéntica a la que teníamos en 2024. Igualita, a pesar de todo lo que ha pasado (…) Al comienzo del año anterior, la economía traía una fuerte dinámica: la palabra de moda era nearshoring (…) la economía de Estados Unidos estaba en fase expansiva del ciclo económico y, además, no había llegado Trump (…) Tenemos la misma tasa de desocupación abierta para el 2024 y el 2025, pero son dos realidades distintas”.
Encarar nuestras circunstancias adversas bajo la bruma de perspectivas poco claras y proyecciones negativas, o casi, debería ser la cuestión principal en las tribunas del Congreso de la Unión y las mesas de negocios o los despachos de consultoría, pero hasta la fecha no es así. Todo se va en embrollos y especulaciones sobre el carácter y la firmeza de la presidenta, así como la operación o no de Radio Palenque, que celebra unas de sus peores manipulaciones criollistas, plagada de falacias y empujones al más elemental modo de las políticas para cuyos principios fundadores no parece haber más cabida que la falta de respeto y la burla pretenciosa del que en verdad manda.
Así dice la leyenda que, se nos dice, emana del Sur, pero no deja de estacionarse en alguna de las puertas de Palacio a salvo de las embestidas de la CNTE.
La hora de cambio de rumbo y timón debería estar llegando, pero… el trastorno que describe bien la historiadora Barbara Tuchman en La marcha de la locura: La sinrazón desde Troya hasta Vietnam (FCE, 2018) es una clara descripción de la tozudez de algunos dirigentes cuando, a pesar de múltiples advertencias y señales, mantienen el rumbo prestablecido. En fin.
Economía política de la energía: la primera
José Antonio Rojas Nieto
La Jornada
Les propongo un acercamiento de larga duración de la relación entre energía y economía desde la perspectiva global, la de la polis, en la que vivimos una profunda desigualdad.
Me concentraré en un primer momento en la relación que guarda la evolución de la energía eléctrica requerida en nuestro país en un periodo anual, con la evolución del valor total de bienes y servicios producidos en ese mismo periodo.
En buen romance se trata de la relación entre la energía eléctrica bruta necesaria con el valor agregado anual de los bienes y servicios producidos, con base en activos e insumos utilizados y la fuerza de trabajo requerida.
No entro al debate del concepto de trabajo productivo o improductivo, menos aún a la diferencia del trabajo productivo que explota los recursos naturales, como es el caso de la producción de crudo, gas natural y carbón, con aquel que no lo utiliza y que sin duda genera rentas, rentas del suelo; diferente, aunque similar, al trabajo que manufactura los productos del primero, los recursos naturales, incluso –en el caso de la electricidad– que utiliza la irradiación solar, la biomasa, la fuerza de los vientos, la energía de los mares, la fortaleza e impulso hidráulico de los embalses, entre otros productos o bondades de la naturaleza.
Y no entro al debate porque, en cualquier caso, a las esferas improductivas, pero necesarias (no todas y menos aún en las dimensiones en que operan), logran que se les transfiera un volumen importante del excedente económico. Sí, como reivindicación de la utilización de sus activos, sus insumos y la fuerza laboral que los pone en operación.
Bien, lo cierto es que al hablar de la energía eléctrica requerida para producir –anualmente en este caso– bienes y servicios, no podemos olvidar que el fluido eléctrico representa solamente cerca de 22 o 23 por ciento de la energía final destinada a tener y disfrutar de los usos finales que su consumo permite. De nuevo iluminación, calor de proceso, movimiento de bienes y personas, cocción de alimentos, uso de aparatos e instrumentos, entre otros usos finales.
Por eso veremos los otros, que representan poco más de 80 por ciento, no obstante, es importante ver cómo aumenta la electricidad requerida respecto al crecimiento de la producción y el valor de los bienes y servicios.
En este caso –y siguiendo la serie de notas que me permitiré compartir– llegaremos a diferencias entre el crecimiento originado por la intensificación del uso de electricidad, de aquel derivado de la penetración eléctrica en las energías que permiten acceder a dichos usos finales. Crecimiento intensivo y crecimiento extensivo, han sugerido algunos autores para calificar una y otra forma.
Aquí me he permitido usar esa distinción, aunque en algún momento, podremos profundizar en su conveniencia o en sus inconvenientes. Termino señalando algunos aspectos relevantes de las notas que emprendo hoy. Las del análisis de la relación entre las dos tasas anuales de crecimiento: de energía eléctrica utilizada y la tasa de crecimiento del valor –en este caso monetario constante– de los bienes y servicios asociados al PIB.
Concluyo diciendo que esa relación registró –al menos desde hace 65 años– una tendencia descendente a pesar de que la participación eléctrica en el consumo final creció continuamente. Pero merced, entre otras cosas, a la tecnología y los usos más eficientes, disminuyó. Y desde hace varios años tiende a ser unitaria, es decir, tienden a crecer al mismo ritmo la electricidad total utilizada y el valor monetario constate de los bienes y serviciosproducidos.
En romance técnico se dice que tienden a registrar elasticidad unitaria. Eso es muy interesante y plantea alternativas igual de atrayentes para nuestro futuro social. El de nuestra polis. La de la gran desigualdad. Los comentaremos. De veras.
