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ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA

¿Por qué las y los estudiantes deben conocer el nuevo modelo de transparencia?

En este Día del Estudiante les reconozco y celebro: su esfuerzo, pensamiento crítico y compromiso son la base de un México más justo y equilibrado; no sólo son el futuro, son la voz que puede transformar realidades hoy.

Julieta del Río

Proceso

Hoy más que nunca es fundamental que los estudiantes comprendan el nuevo modelo de transparencia que existe en México. Desde el 20 de marzo, como ya es conocido, entró en vigor un nuevo proceso establecido en leyes para solicitar información pública y proteger nuestros datos personales. 

Sin embargo, estas leyes aún presentan vacíos e incógnitas que dificultan su entendimiento tanto para estudiantes como para la sociedad en general.

En el contexto del Día de las y los Estudiantes, es importante reconocer que ellas y ellos son actores clave: constantemente solicitan información para investigaciones, encuentran ofertas laborales, buscan becas para continuar sus estudios o desarrollan proyectos de tesis. 

Hoy tenemos el gran reto de que, junto con las juventudes, pongamos a prueba este modelo que aún tiene áreas grises y lagunas normativas que debemos superar, para que el derecho a la información no se vea obstaculizado en este México que tanto la necesita. No se trata sólo de una lección académica, sino de una herramienta para formar conciencia crítica y compromiso con la democracia.

Mi libro Luz en la Sombra nace con ese propósito: acercar a las nuevas generaciones al valor del derecho a saber, mostrar lo que está en juego y recordar que, aunque las instituciones cambien, los derechos no desaparecen. Siguen vivos en cada persona que los ejerce, los defiende y los exige.

Porque sólo una sociedad informada tiene la fuerza para transformar su realidad.

El papel de los jóvenes es clave en la construcción de la sociedad, su participación activa en los asuntos públicos debe ser promovida. Hoy viven una transformación global marcada por un entorno digital que no les es ajeno. 

De acuerdo con un informe de la ONU, la mitad de la población mundial tiene menos de 30 años, y se calcula que para 2030 representarán 57% del total de habitantes del planeta. Sin embargo, también enfrentan grandes desafíos: falta de oportunidades educativas, desempleo, condiciones laborales precarias, violencia, entre otros factores.

Por eso es urgente que sociedad y gobierno trabajemos de la mano para abrir más espacios de participación en la vida pública, y generar condiciones que les permitan desarrollarse con dignidad. Datos de la ONU muestran que 69% de la población considera que, si las instituciones escucharan más a los jóvenes, los sistemas políticos mejorarían significativamente.

La Agenda 2030, que garantiza que nadie se quede atrás, establece que los jóvenes deben ser considerados en al menos cuatro áreas clave: empleo juvenil, adolescencia, educación y deportes por la paz. Se les reconoce como agentes de cambio capaces de transformar su entorno y asegurar un mejor futuro para las siguientes generaciones.

La juventud está formando su identidad política y aprovechando los espacios que, como instituciones, estamos obligados a crear, fortalecer y visibilizar.

Desde distintos frentes se han impulsado proyectos para dialogar con todos los sectores de la población. Los jóvenes serán, sin duda, el relevo generacional que enfrentará una sociedad cada vez más plural y exigente.

El mejor reto para los estudiantes en este día de conmemoración es mirar hacia el futuro, involucrarse y aportar al nuevo modelo de transparencia. Lo que encuentren confuso, limitado o injusto, deben señalarlo, cuestionarlo y transformarlo. Hoy más que nunca el acceso a la información y la protección de los datos personales valen oro.

La academia tiene un papel fundamental, y sus semillas –los jóvenes– son quienes pueden ayudarnos a comprender este nuevo modelo. Pero, sobre todo, son quienes pueden señalar lo que no está claro y evitar que el derecho a saber y la protección de la privacidad se judicialicen injustamente en cada entidad del país.

No hay mejor manera de conmemorar este Día del Estudiante que motivarles a ser motor y futuro del análisis de los nuevos modelos e iniciativas, muchas veces confusas, que buscan limitar derechos mediante la desinformación. Sus investigaciones y aportaciones serán la base para perfeccionar, o incluso construir un nuevo modelo de acceso a la información y rendición de cuentas de la mano de las juventudes.

En este Día del Estudiante les reconozco y celebro: su esfuerzo, pensamiento crítico y compromiso son la base de un México más justo y equilibrado; no sólo son el futuro, son la voz que puede transformar realidades hoy. Que nunca les falte la convicción de preguntar, participar y defender lo que es de todos: el derecho a saber; y que nadie vulnere sus datos personales.

Razones

El fin de las mañaneras

¿Quién puede decir que la seguridad presidencial está asegurada cuando el Palacio Nacional está rodeado de manifestantes que bloquean sus entradas con total impunidad?

Jorge Fernández Menéndez

Excelsior

Lo sucedido en las dos últimas mañaneras tendría que obligar a repensar seriamente en el gobierno federal ese modelo de comunicación que ya está agotado. El martes, con el asesinato en directo de Ximena Guzmán y José Guzmán, los criminales pudieron exhibir el nerviosismo y la debilidad de las autoridades ante un evento fuera de control.

Esos largos minutos en que Omar García Harfuch recibe la noticia, habla con el general Trevilla, consulta con el equipo de la Presidencia, va con la mandataria, regresa y durante largos minutos se sigue hablando con un lenguaje corporal que lo niega, de lo bien que está la seguridad, hasta que se anuncia el asesinato de dos funcionarios cercanísimos a la jefa de Gobierno, son casi un manual para los criminales (o para quien desee hacerlo) de cómo reventar y exhibir al gobierno federal.

Lo sucedido el miércoles es quizá más grave. Los extorsionadores profesionales de la CNTE, que vienen haciendo lo mismo desde el sexenio de Miguel de la Madrid, reventaron la mañanera, bloquearon la entrada a Palacio Nacional, dejaron fuera a funcionarios, a trabajadores y a periodistas.

En una mañanera que era clave para dar el mensaje sobre lo sucedido el día anterior, lo que tuvimos fue una reunión virtual donde la demostración de fuerza que hizo la Coordinadora, que, además, volvió a bloquear media ciudad y mantiene su plantón en el Zócalo, es mayor a la del Estado o al menos eso parece pensar. Y lo hacen sin sufrir costo alguno, al contrario, se termina cediendo a sus exigencias, aunque sean descabelladas.

¿Quién puede decir que la seguridad presidencial está asegurada cuando el Palacio Nacional está rodeado de manifestantes que bloquean sus entradas con total impunidad, agreden a trabajadores y periodistas, y terminan obligando a mostrar a una Presidenta sola en un salón con la única compañía del general Vallejo?

La mañanera es un modelo agotado desde el último año de López Obrador. La presidenta Sheinbaum dijo que iba a cambiarlo, pero terminó mal copiando el modelo del sexenio pasado. Después de unos pocos días, volvieron los mismos personajes comprados por el gobierno, que no tienen representatividad mediática alguna, volvieron a venderse las preguntas, volvió todo a ser demasiado obvio. Porque, además, el estilo de la presidenta Sheinbaum no es el de López Obrador.

Ella no disimula sus enojos y no sabe mentir, se le nota cuando está afirmando algo que no cree, cuando está preocupada, cuando algo no le gusta. Sheinbaum está mucho más preparada para entrevistas reales, en corto, con periodistas de verdad. Así es como sale su mejor faceta, sin embargo, ésta jamás aparece en las mañaneras.

Pero, más allá de eso, lo cierto es que tanto los criminales como los grupos de poder le han tomado la medida a la mañanera, saben cómo manipularla y boicotearla, y lo van a seguir haciendo. Porque, además, lo que falla es la narrativa que se quiere imponer. Y ése no es un problema de la mañanera, sino de la estrategia de gobierno.

Ante hechos como el asesinato de Ximena y José o el bloqueo en Palacio Nacional no hay respuestas. No lo es decir que el crimen no nos doblegará o que se negociará el viernes con la CNTE o que éste es el segundo piso de la Cuarta Transformación: eso hoy no dice nada.

La gente puede aceptar que haya violencia e, incluso, asesinatos, si sabe hacia dónde va, cuál es el objetivo y cómo y cuándo se llegará a él. Decir que se luchará incansablemente, que se busca pacificar al país o hacer una lista de golpes dados a los criminales no alcanza para ello.

¿Cuáles son los objetivos y metas concretos que se pueden medir?, ¿contra qué tenemos que medir los éxitos y los retrocesos? Disminuir el número de homicidios está muy bien, hasta que llega una ola de crímenes que borra todo en la percepción ciudadana. Ésa es la narrativa que falta, que no tenemos, y será imposible encontrarla sin tener una separación del pasado.

Ni siquiera Cárdenas rompió en lo personal con Calles, aunque lo envió fuera del país: simplemente no era posible legitimar su gobierno mientras el que fue su jefe y el que lo llevó al poder ejerciera su Maximato o mientras la gente pensara que así era. Lázaro Cárdenas hubiera fracasado como mandatario si no se hubiera separado de Calles y si no se hubiera impuesto en la lucha interna del poder posrevolucionario. Ha pasado casi un siglo, pero la lección política es la misma.

Hoy, la presidenta Sheinbaum, como le ocurrió a Cárdenas en su momento, está siendo acosada por desafíos externos e internos. Y vaya desafíos los de Cárdenas: tuvo que equilibrar su gestión en un mundo que transitaba hacia la Segunda Guerra Mundial y con fuertes presiones pronazis en su propio partido.

La presidenta Sheinbaum tiene que tomar decisiones clave: debe tomar el control del partido y del gobierno, debe deshacerse de herencias indeseables, tiene que romper las tramas de protección de los grupos criminales en todos los ámbitos, desde el narcotráfico hasta el huachicol (y eso es lo que le permitirá tomar el control del partido y de instancias de gobierno hoy ajenas a su voluntad), y debe reconstruir la alianza de América del Norte, que es central para el desarrollo del país.

Por cierto, y hablando exactamente de estos temas: ¿a cuál de sus enemigos internos se le ocurrió llevar a la Presidenta este fin de semana a Sinaloa a inaugurar obras locales sin que pueda dar un mensaje contundente respecto a la violencia y contra las redes de protección y complicidad con el crimen organizado en esa entidad?, ¿qué es lo que no entienden?

Número cero

Atentado en la CDMX, se llama violencia política

José Buendía Hegewisch

Excelsior

La violencia política ha decidido enseñar sus garras en la CDMX en un ataque contra el gobierno capitalino, como en las peores pesadillas de otros estados. Ya no se oculta y, por el contrario, estrella la vitrina más visible del país con un crimen de alto impacto para esparcir su lenguaje del miedo en confrontación con el Estado. Quiere ser visto como amenaza de una realidad distópica.

La acometida fue “directa”, como consignó el gobierno de Clara Brugada desde la tarjeta informativa con que dio a conocer el asesinato de su secretaria particular, Ximena Guzmán, y su asesor estrella José Muñoz, en un hecho sin precedentes por entrar hasta sus oficinas para atentar contra sus colaboradores más cercanos y tocarla en lo profundo, en una demostración de la perversidad de los atacantes; no se trata de perfiles políticos que, por sí mismos, pudieran ser objetivo relacionados con sus cargos y responsabilidades, sino víctimas indirectas del mensaje “aquí estamos y podemos llegar”.

En efecto, el doble asesinato se perpetró con la mirilla puesta en el corazón del gobierno capitalino y el golpe a la imagen de la 4T en la plaza que lo vio nacer y que, además, comparte con los poderes federales.

¿De parte de quién? Es la pregunta que retumba en la cabeza de los destinatarios de un mensaje que nadie podría atreverse a explicar como mero ajuste de cuentas, como deslizó la maledicencia en redes; su impacto cimbra la tierra del entramado político nacional y afecta la percepción internacional con reacciones inmediatas, como la del secretario estadunidense Marco Rubio en una lacónica declaración: “La violencia política en México es real”.

El móvil, evidentemente, es político, porque lo que pretende es afectar el derecho de la ciudadanía a la paz y la seguridad. Un crimen de alto impacto como éste deja expuesta y vulnerable a la autoridad, socava con incógnitas y dudas; opaca las buenas cifras contra el delito de la CDMX y, por supuesto, abona al discurso del dominio territorial de los cárteles en el que Trump justifica sus pretensiones intervencionistas.

El asesinato a balazos, a plena luz del día y en una de las vías más transitadas, se planificó y diseñó para ser visto y grabado como en un set exterior, donde un sicario profesional espera parado en la calle hasta 20 minutos a sus víctimas y luego desaparece en una huida que pierde su rastro en el Edomex; con un patrón similar a otros atentados, como el de Ciro Gómez Leyva, quizá sin tal esmero en la mayor visibilidad.

La muestra de entereza de la de jefa de Gobierno al salir de inmediato a la luz pública a plantarse frente al ataque fue una decisión correcta, dado que la incertidumbre es el mayor factor de debilidad hasta que el crimen se esclarezca y dar con los responsables.

También el sugerir una posible causa de la agresión en los resultados del combate al narco, aunque sólo sirva como hipótesis de investigación ante el mapa de diversidad de grupos que tocan las puertas del poder político en otros estados en una especie de “putinización” de las redes de mafias y sus negocios en la Rusia de Putin, aunque aún no en la capital.

Por supuesto que las detenciones en la CDMX de cabecillas de los cárteles más poderosos del país están en el contexto ineludible del atentado. Tan sólo en los últimos tres meses el gobierno de la capital detuvo a 8 líderes de células delictivas del Cártel Jalisco Nueva Generación, de la local Unión Tepito y a grupos criminales conocidos como Nuevo Imperio, Los Gastones y Los Pacíficos.

Pero, hasta el momento, ese apunte forma parte más de las conjeturas sobre el crimen que de la apertura de líneas de investigación que sirvan para llegar a saber: ¿quién, por qué y para qué?; un horizonte nebuloso, también, como el atentado contra Gómez Leyva, que, hasta ahora, no ha podido responder a esas preguntas, aunque ya haya varios detenidos.

Lo que el atentado, en cambio, pone en claro, es que los grupos delictivos, ya sean del narco o de otros negocios que apilen fortunas sobre el crimen, no temen ensangrentar la ciudad, como alguna vez se contuvieron a hacer por conveniencia o acuerdos. Aquí cayó ese viejo mito de la pax narca en la capital que antiguos gobiernos se esforzaron en cultivar o en negar su existencia.

Astillero

Dos difíciles mañaneras seguidas // AMLO, obstruido en 2021 // Alcalde Luján, sobrellevar // Marco Rubio: tres gulps

Julio Hernández López

La Jornada

Segundo día consecutivo de circunstancias inéditas en la matutina conferencia presidencial de prensa. El martes fue la tensa comunicación entre el secretario federal de Seguridad Pública y la presidenta Sheinbaum, en el contexto del asesinato de dos colaboradores muy cercanos de la jefa del Gobierno capitalino. Ayer, el cerco a Palacio Nacional por parte de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que incluyó el impedir el paso a participantes en la citada mañanera.

Dicha conferencia se ha convertido en un suministrador de información y posicionamientos institucionales, de lunes a viernes. Pero, también, en una especie de indicador de la temperatura política y sus variaciones. En términos generales, ha sido muy estable su fluir. Aunque, por ejemplo, el propio creador de la experiencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador, hubo de aceptar el 27 de agosto de 2021 que la conferencia se desarrollara sin él, pues habiendo llegado a las 6 de la mañana a la sede de la séptima Región Militar, en Tuxtla Gutiérrez, se encontró con manifestantes, sobre todo de la sección 7 del magisterio, adherida a la CNTE, que para impedir su ingreso rodearon el vehículo en que se transportaba, donde el presidente se mantuvo durante horas.

Néstor Jiménez y Fabiola Martínez, reporteros de La Jornada, escribieron: “en medio de exigencias de diálogo, que fueron transmitidas por los integrantes de la CNTE en redes sociales, se escuchó al entonces presidente dejar en claro: ‘no acepto chantajes’, y pidió respeto y que le permitieran pasar, visiblemente molesto”. Los profesores no cedieron en cuanto al jefe del Ejecutivo, pero permitieron que los reporteros ingresaran para empezar la mañanera en la capital de Chiapas, bajo la conducción del gobernador Rutilio Escandón (https://goo.su/CRop).

La presidenta Sheinbaum, por su parte, resolvió con mesura la notificación, en pleno escenario mañanero, del asesinato de los dos servidores públicos capitalinos, a pesar del evidente impacto anímico que significó. Un día después, una poco usual rapidez indagatoria aportó adelantos respecto al número de atacantes y su forma de actuar.

El cerco a la mañanera de este miércoles, y la consecuente inasistencia de periodistas y funcionarios programados para intervenir, fue resuelta mediante videollamadas, solamente con la presencia física de un mando militar en el salón habitual de las conferencias de prensa y la presidenta Sheinbaum manteniendo una conducción sin alteraciones.

A ocho meses, menos un día, de haber sido electa presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján anunció ayer, al realizar la primera de ellas, que hará conferencias de prensa cada 15 días. La joven dirigente ha tenido hasta ahora una presencia diríase que discreta o poco eficaz en los medios y el debate nacional; atenida a pronunciar previsibles rutinas simples de descalificación de la oposición y de ensalzamiento de los gobiernos guindas.

Secretaria del Trabajo, y también de Gobernación, durante el gobierno obradorista, Alcalde Luján sobrelleva la administración del partido que formalmente ejerce el poder en muchos ámbitos del país, sin una auténtica formación y promoción de cuadros partidistas ni producción ideológica, tomado el control político y de acción electoral por los correspondientes gobernadores de los estados, líderes legislativos obstructivos, otras facciones poderosas y un activismo futurista de tintes autónomos del secretario de organización, Andrés Manuel López Beltrán.

Y, mientras Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, ante la Cámara de Representantes ha elogiado (gulp) a México por su colaboración contra el crimen organizado, ha reiterado su próximo viaje a México para afinar más formas de cooperación, con equipamiento e información (doble gulp), e incluso ha mencionado el asesinato de dos colaboradores de la jefa del Gobierno capitalino como muestra de la violencia que predomina en México (triple gulp).

México SA

Una más del cártel de la toga // Gutiérrez Ortiz Mena, hampón // Al servicio del gran capital

Carlos Fernández-Vega

La Jornada

En cuestión de días, los mexicanos decidirán la nueva composición del Poder Judicial, pero en vía de mientras se conoció otra historia sobre la podredumbre de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación quienes (dados los cambios constitucionales en la materia) están a punto de ser expulsados del paraíso por ellos impunemente construido, de tal suerte que no pierden un solo minuto de los que les restan para cometer ilícitos, proteger al gran capital e hincharse de dinero ilícito, porque gratis no dan ni el saludo. Y en el centro de este capítulo, que no el único, aparece uno de los integrantes del cártel de la toga: el calderonista Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, en funciones desde diciembre de 2012.

Se trata del mismo personaje (integrante de la casta política prianista por ser nieto de Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda de Adolfo López Mateos y del asesino Gustavo Díaz Ordaz) que en octubre del año pasado se reunió con sus amigos de la Universidad de Harvard, dada su condición de ex alumno de esa casa de estudios, para reírse y denostar la reforma judicial (que permanentemente intentó boicotear) que dio pie a la realización de las próximas elecciones (1º de junio de 2025) para renovar el putrefacto Poder Judicial.

Como el resto de la pandilla, Gutiérrez Ortiz Mena muy a su pesar se tiene que ir, perdió el hueso sagrado y desaparece la impunidad asociada a él, pero, mientras llega el momento no ha desperdiciado un solo segundo para seguir medrando con el cargo, siempre en defensa –no gratuita, desde luego– del gran capital y no sin antes garantizar (vía renuncia en octubre de 2024, porque su cargo se extendía hasta 2027) su pensión dorada y el cúmulo de haberes garantizados.

Y si bien esta historia ya no sorprende a nadie (dada la putrefacción de este tipo de personajes), es necesario dejar registro de ella. La presidenta Sheinbaum la divulgó ayer y dice así: “está en la (Suprema) Corte (de Justicia de la Nación) el caso de tres grandes contribuyentes. No voy a dar sus nombres, a menos que sea necesario, pero no el día de hoy. Ellos pagaron al Servicio de Administración Tributaria (SAT) un crédito fiscal hace muchos años y después, fueron a los tribunales para decir que no estaban de acuerdo con lo que habían pagado. Entonces, un juez les dijo que ‘en efecto, habían pagado algo que no deberían de haber pagado’. Primer problema.

“Pero resulta que estas empresas, grandes contribuyentes, están pidiendo que no solamente se les devuelva el dinero de lo que pagaron que, supuestamente, estaba mal, sino que lo que quieren con intereses ese pago, esa reversión del pago, ahora quieren intereses; cosa que es ilegal, ya hay antecedentes de que es irregular, es ilegal, no se puede regresar el recurso con intereses en estos casos.

“Pero lo que es muy curioso es que fueron pagos que se hicieron cuando uno de los ministros era director del SAT (Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena); tiene un nombre compuesto. Cuando ese ministro era director del SAT se hicieron esos pagos y ahora, ese ministro quiere resolver que se les regrese con intereses, o sea: conflicto de interés, para empezar; y, segundo, ilegal. Nada más un argumento más de por qué queremos que el Poder Judicial responda a la justicia y no a intereses de unos cuántos.

Repito: (esos grandes contribuyentes) quieren que el fisco les regrese un pago que hicieron con intereses, cosa que es irregular (léase ilegal). Y quien está promoviendo eso es un ministro que, en esos momentos, cuando pagó, fue director del SAT. Ahí les dejo de tarea cuál es el ministro, quien no es otro que el putrefacto Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Por decisión de Felipe Calderón, este fulano fue titular del SAT del 9 de julio de 2008 al 30 de noviembre de 2012, y aún no terminaba de cerrar la tienda cuando al día siguiente ocupó el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ello, sin olvidar que Gutiérrez Ortiz Mena (2007-2008) fue director de Grandes Contribuyentes del propio SAT, desde el cual se dio vuelo cancelando, condonando o devolviendo impuestos al gran capital.

Y sí, este hampón ya se va, junto con el resto de la pandilla, pero ¿quién resarcirá a la nación por los daños causados? ¿Se retira impune?

Las rebanadas del pastel

No más llamados, invitaciones, exhortos: la comunidad de naciones debe actuar de inmediato y con firmeza en contra del régimen fascista, genocida y expansionista de Benjamín Netanyahu. No más tolerancia, silencio, doble moral y complicidad. Bloqueo total y cárcel para este Hitler redivivo. Dos millones de vidas están en juego.

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