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México, una sociedad enferma

Quizá uno de los casos más dolorosos sea el de los niños con cáncer que, de acuerdo con datos oficiales, se estima que existen anualmente entre 5 mil y 6 mil casos nuevos de cáncer en menores de 18 años.

José Gil Olmos | Proceso

Desde finales del año pasado el sistema de salud pública colapsó. A los pacientes les avisaron que hasta que hubiera “material” los podrían atender. Así que quienes padecen graves problemas del corazón, diabetes, cáncer, tumores e hígado, que son las principales enfermedades en el país, fueron puestos en una pausa que resulta ser muy grave porque dichas enfermedades no pueden esperar.

El tiempo de espera se ha dilatado, hasta el mes de febrero siguen sin tener el material y la reducción del 34% del presupuesto al sistema de salud pública agrava aún más la situación de la gente más pobre y que tiene enfermedades como la obesidad, diabetes, cáncer y padecimientos cardiovasculares que van en aumento.

En los últimos años los decesos por estas enfermedades, principalmente las del corazón, que el año pasado causaron 100 mil 710 muertes durante el primer semestre de 2024, consolidándose como la principal causa de mortalidad.

Lo mismo ocurre con la diabetes y el cáncer. En el caso de la diabetes mellitus cobró 57 mil 986 vidas, mientras los tumores malignos ocuparon el tercer puesto con 47 mil 439 decesos. Ambas enfermedades, vinculadas a estilos de vida y envejecimiento poblacional, representan 25% del total de muertes registradas. Las enfermedades hepáticas, por su parte, causaron 19 mil 829 muertes.

A pesar de este incremento de enero a junio de 2024 del 3.1% respecto a 2023, con 12 mil 683 casos adicionales, el más alto desde la pandemia, el gasto a la salud disminuyó y la población enferma sigue esperando que se atienda.

Quizá uno de los casos más dolorosos sea el de los niños con cáncer que, de acuerdo con datos oficiales, se estima que existen anualmente entre 5 mil y 6 mil casos nuevos de cáncer en menores de 18 años. Entre los que destacan principalmente las leucemias, que representan el 52% del total de los casos; linfomas el 10% y los tumores del sistema nervioso central el 10%.

Los familiares han protestado en las calles exigiendo al gobierno su atención y pocos han recibido la atención debida.

Por cierto… la población mexicana va envejeciendo, la pirámide poblacional se va invirtiendo poco a poco y los jóvenes de hoy, que son la amplia base económica, será la que necesite de atención médica en las siguientes décadas. De seguir la misma situación, las próximas generaciones sufrirán una tragedia, será una sociedad enferma y sin estructura médica.

Razones

Listas de cárteles, líderes y cómplices

Algunos de los criminales más violentos llegan a acuerdos de colaboración

Jorge Fernández Menéndez | Excelsior

La administración Trump designará como terroristas a varios grupos criminales el próximo miércoles 19 de febrero. Según lo publicado, se tratará del Cártel de Sinaloa, el CJNG, el del Noreste, la Nueva Familia Michoacana y los Cárteles Unidos. Está muy bien, era previsible, pero la designación, abarcando generalidades no dice nada. El Cártel de Sinaloa ya no existe como tal, está dividido en dos grandes bloques, los de La Mayiza y Los Chapitos, que tienen a su vez numerosas y a veces poderosas subdivisiones y enfrentamientos, incluso internos. El CJNG parece más unido, pero tiene debilidades evidentes, como, por ejemplo, procesar su sucesión si muere o cae El Mencho, además de que su desarrollo se basa en una suerte de política de franquicias, que se van estableciendo con grupos locales, así han surgido los grupos Tabasco Nueva Generación, el Michoacán Nueva Generación y muchos otros, alianzas que por definición suelen ser débiles.

Los otros designados no son en realidad cárteles, porque no pueden, no tienen la dimensión de operar como tales y terminan de una u otra forma en la onda gravitacional de los dos grandes. Eso no los hace menos violentos, al contrario, pero suelen tener áreas especializadas, desde el tráfico de gente hasta la extorsión.

Y hay muchos más, además de los designados: el Cártel de los Salazar, por ejemplo, o los del Chapo Isidro, la Gente Nueva o La Línea en Juárez, y Los Rusos en Tijuana.

Estoy convencido de que México debe allanarse, porque nos conviene la definición de terroristas y trabajar en forma conjunta con las agencias de Estados Unidos. Primero, para tener una perfecta definición, un diagnóstico detallado, de cómo está el crimen organizado en el país y a qué tareas se dedican cada uno de esos grupos, para saber cómo combatirlos. Eso no puede tomar demasiado tiempo, aquí y allá está sobrediagnosticado el tema. A partir de ahí se deben definir objetivos a los cuáles atacar y establecer con claridad listas de nombres y compromisos, en México y en Estados Unidos.

Tener la declaratoria de terroristas a los cárteles sin ese trabajo conjunto que tiene que devenir en inteligencia y operación conjunta servirá de poco, salvo para actuar discrecionalmente, sin sentido.

Las listas de nombres son claves y se deben compatibilizar en una lista de objetivos: quiénes son los líderes de los cárteles y sus operadores, sus lavadores de dinero, sus proveedores, sus protectores y socios políticos, y sus principales negocios. Todos esos personajes tienen nombre y apellido y desarrollan alguna actividad muchas veces pública. En esos objetivos es en donde se debe centrar la labor conjunta. El gobierno mexicano pagará costos indudables por los muchos años de empoderamiento criminal, de abrazos y no balazos, que permitieron una relación mucho más estrecha de círculos del poder con el crimen organizado. Pero también les da a nuestras autoridades la oportunidad, si desean hacerlo, de limpiar la casa y ganar una legitimidad que hoy está cuestionada.

Pero también, bajo el mismo esquema, puede intervenir para conocer y romper las tramas de tráfico de armas, de lavado de dinero y de redes de operación en la Unión Americana. Cualquiera que apoye a estos grupos se convierte en un objetivo y los vendedores de armas, los lavadores, los facilitadores lo serán si se trabaja seriamente.

La exigencia son listas de nombres establecidos de común acuerdo, con objetivos bien definidos, estrategias conjuntas para llegar a ellos y también para implementar sus procesos penales. Resulta indignante que algunos de los criminales más violentos y que más han lastimado al país lleguen a acuerdos de colaboración y terminen después de condenas ridículas en la calle y en libertad. El último fue el exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, que dirigió el crimen organizado en su estado durante la administración de Peña y expolió a empresas y constructores. Ya está en libertad con una condena generosa y saliendo incluso ocho meses antes de que esa condena terminara. Una vergüenza.

Las listas y los objetivos claros sirven también para evitar que haya medidas discrecionales y unilaterales, la mayor tentación que hay que atender en la administración de Trump.

Hay ejemplos internacionales que debemos seguir en la implementación de esos acuerdos una vez que esas organizaciones son declaradas terroristas. Podemos centrarnos en los de Colombia, Italia e Irlanda. En el primero fueron declarados terroristas las FARC, el ELN, y las autodefensas unidas, todos grupos políticos, pero que se dedicaban al narcotráfico; en España la designación cayó sobre la ETA y en Irlanda sobre el IRA y otros grupos paramilitares de signo contrario. En los tres casos se estableció una coordinación como la descrita, estrecha, con objetivos claros, tanto materiales como personales y se fueron desmontando estructuras, incluyendo las que tenían en Estados Unidos, al mismo tiempo que caían o eran detenidas las cabezas de los principales líderes o colaboradores.

En ninguno de los tres países se acabó por completo con el fenómeno, pero en los tres se pacificó el país y se incorporó a las alas políticas de esos movimientos a la vida social. Los que quedaron fueran se fueron convirtiendo en expresiones cada vez más marginales, salvo en Colombia donde el gobierno de Gustavo Petro los resucitó y ha permitido el resurgimiento de esos cárteles, incluyendo los mexicanos que operan en su territorio, con su propia política de abrazos y no balazos y complicidades inconfesables.

El escenario, el diagnóstico y la hoja de ruta parecen ser muy claros, ahora habrá que ver si hay decisión política para recorrerlos.

Juegos de poder

El gran fracaso de López Obrador

“Nosotros somos diferentes”, repetía AMLO hasta el último día de su mandato, sacaba un pañuelo blanco y presumía la honestidad de su gobierno comparado con los del pasado. Era pura propaganda

Leo Zuckermann | Excelsior

Me atrevo a calificar con el adjetivo “gran” al sustantivo “fracaso” en el caso concreto del combate a la corrupción durante el sexenio pasado.

Después de vivir uno de los gobiernos más corruptos de la historia, el de Peña, López Obrador llegó con el mandato de limpiar la mugre y comportarse de manera honesta. No fue gratuito que la corrupción haya sido el principal tema de las campañas presidenciales de 2018. La gente estaba harta de tanto abuso de poder, robo de recursos públicos e impunidad de la clase política.

“Nosotros somos diferentes”, repetía AMLO hasta el último día de su mandato, sacaba un pañuelo blanco y presumía la honestidad de su gobierno comparado con los del pasado. Era pura propaganda.

La verdad es que la corrupción empeoró al mismo tiempo que se propagaba un discurso de superioridad moral.

Insisto: el combate a la corrupción fue un gran fracaso.

No lo digo yo. Lo dice Transparencia Internacional, que la semana pasada publicó su Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024.

En una escala de cero a 100, donde 100 es más honestos y cero más corruptos, México obtuvo 26 puntos en 2024, una caída de cinco puntos con respecto a 2023. Nuestro país quedó en el lugar 140 de 180 países donde se midió el IPC siendo Dinamarca el menos corrupto con una calificación de 90 y Sudán del Sur el más deshonesto con sólo ocho.

México es el peor país en materia de corrupción de los 34 países con mayor desarrollo económico del mundo agrupados en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Nuestros socios de Norteamérica –Estados Unidos (65 puntos) y Canadá (75)– están mucho mejor, pero también nos vemos mal comparados con el área de América Latina: Chile (63 puntos), Colombia (39), Argentina (37), Brasil (34) y Perú (31) nos superan. Eso sí, le ganamos a Venezuela que tiene 10 puntitos.

¿Cómo no calificar de “gran fracaso” si los 26 puntos en el último año de AMLO es la peor calificación que ha tenido México desde que comenzó a medirse el IPC en el año 1995?

Para comparar peras con peras. En el último año del sexenio de Zedillo (2000), México obtuvo una calificación de 33. Mismo número alcanzó Fox en 2006. Calderón, tan odiado por la 4T, llegó a 34 en 2012. Peña, con todo y la corrupción rampante, se posicionó en 28 en 2018. Y el que hizo del combate a la corrupción su principal bandera de campaña, que demolió instituciones bajo el pretexto de que eran deshonestas, terminó su sexenio el año pasado con 26. Peña dejó la calificación en 28. Para 2020, AMLO la había subido a 31. Ahí se quedó hasta 2023. Fue el último año del gobierno (el “de Hidalgo”) en que tuvo una caída hasta 26.

Para negar el fracaso, los lopezobradoristas argumentarán que el IPC tiene problemas metodológicos o que Transparencia Internacional es una institución neoliberal y fifí que carece de credibilidad. En realidad, el IPC es el ranking de corrupción más utilizado en el mundo. Tan usado que el propio AMLO lo citaba como un indicador confiable.

Cito el mensaje de López Obrador cuando tomó posesión como presidente: “Según la última medición de Transparencia Internacional ocupamos el lugar 135 en comparación con 176 países evaluados. Ocupamos el lugar 135 en corrupción, entre 176 países evaluados y pasamos a ese sitio luego de estar en el lugar 59 en el 2000, subir al 70 en el 2006, escalar al 106 en el 2012 y llegar en 2017 a la vergonzosa posición en que nos encontramos”.

Tenía toda la razón: ¡qué vergüenza!

Pues hoy la vergüenza es mayor.

Después de este párrafo, AMLO daba su visión de lo que había pasado. Todo se debía al modelo de desarrollo económico adoptado desde el sexenio de De la Madrid: “El distintivo del neoliberalismo es la corrupción”.

Así que todo era muy sencillo. Al suprimir el neoliberalismo se acabaría la corrupción. Sí, cómo no. Al revés, empeoró.

¿Podemos entonces concluir, al estilo AMLO, que el “distintivo de la Cuarta Transformación es la corrupción”?

No lo creo porque, en lo personal, no me gustan este tipo de generalizaciones falaces.

De lo que estoy convencido es de que la 4T, incluido a su fundador, racionalizan de manera diferente la corrupción. Si hay abusos de poder, sobornos, malversación de fondos, donaciones ilegales e impunidad para fortalecer a Morena, y así ganar cada vez más posiciones políticas, entonces no es corrupción. El fin justifica los medios.

Obvio, están equivocados porque corrupción es corrupción, y punto.

Y hoy la realidad es que, según Transparencia Internacional, la percepción es que México es más corrupto que antes. Gran fracaso.

Astillero

Milei: la gran estafa (literal)// Corresponsable de fraude // Sí estaba interiorizado // Demandas, ¿juicio político?

Julio Hernández López | La Jornada

De manera sumamente escandalosa (es decir, con la marca de la casa), el estrafalario presidente argentino, Javier Milei, cometió el pasado viernes una cadena de errores, que le generó demandas de tipo penal, solicitudes de juicio político para tratar de destituirlo y el más fuerte desgaste y descrédito del programa económico libertario que hasta ahora ha aplicado.

Milei, quien se hace percibir como experto en economía y en criptomonedas, fungió este viernes desde su cuenta de X como padrino, es decir, presentador y promotor, de una de esas criptomonedas, Libra, en el contexto de lo que se denominó Viva la Libertad Project. El presidente argentino señaló, cual comisionista, las bondades del proyecto privado que incentivaría el crecimiento de la economía del país sudamericano y el fondeo a pequeñas empresas. En el mensaje de Milei se agregaron las ligas del portal www.vivalalibertadproject.com y del contrato comercial correspondiente.

El encabezado del post era sumamente indicativo: La Argentina liberal crece. Cualquier seguidor de Milei y sus ideas y prácticas, con cierta disponibilidad de dinero, podría sentirse genuinamente impulsado a sumarse a un proyecto anunciado por el propio presidente de la República.

Pero todo terminó en una gran estafa, que afectó a más de 40 mil personas, generando una pérdida para estos inversores, y ganancia para un puñado de los organizadores del proyecto, de entre 80 y 100 millones de dólares. Milei había colocado su mensaje, virtual banderazo de salida de la estafa, tres minutos después de que los organizadores habían iniciado operaciones en Internet.

Sostuvo tal mensaje durante cinco horas, a pesar de que de inmediato se habían detectado signos de alerta (las llamadas banderas rojas) y la similitud clara con otros esquemas de defraudación. Pasadas esas horas de virtual saqueo, Milei reapareció en X para mencionar que había hecho su publicación original apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tuit). Y colorín colorado, con el añadido de su tradicional descarga escatológica (que termina siendo autorreferencial) contra los zurdos y la casta política.

Pero resulta que Milei sí estaba sumamente interiorizado del proyecto de criptomoneda llamado Libra en acomodo al término libertad y desarrollado con el uso abierto y explícito de referencias del movimiento encabezado por el actual presidente argentino. Milei se reunió el 19 de octubre de 2024, en el Hotel Libertador, con Julian Peh, directivo de KIP Protocol, uno de los principales involucrados en el proyecto Libra.

Peh aseguró que Milei expresó su apoyo a KIP Protocol para que implemente sus soluciones y hagan mucho más en Argentina. Y añadió en aquel octubre: Tenemos algo grande cocinándose para la Argentina y América Latina, así que estén atentos. Por su parte, Charles Hoskinson, una de las figuras con gran reputación en el mundo del blockchain y las criptomonedas, dijo que en el contexto de ese Tech Forum hubo personas del entorno mileista que le pidieron dinero para concertarle una cita personal con el presidente de la República. No cedió, pero no tuvo la cita personal prometida ni fotografía individual con Milei, lo que sí tuvo Peh, el principal constructor de la estafa llamada Libra.

La oposición está solicitando juicio político a Milei, pero la fragmentación en el Poder Legislativo lo hace poco probable. Se presentaron ya demandas penales en Argentina y se anunciaron otras desde Estados Unidos, a nombre de inversionistas defraudados. También está por verse el papel en esta historia de la poderosa hermana de Milei, Karina, de quien se dice abrió las puertas a los creadores de la estafa Libra en este año en que habrá elecciones de senadores y diputados.

México,SA

Pasta de Conchos: 19 años // Compromiso incumplido // Desesperante lentitud // Larrea tan campante

Carlos Fernández-Vega | La Jornada

Tras dos años y medio del inicio de los trabajos de rescate en la mina carbonífera El Pinabete, Coahuila, la Coordinación Nacional de Protección Civil informó el pasado viernes que se recuperaron los restos del último trabajador que falleció junto con nueve de sus compañeros, luego de que el pozo se inundó tras un derrumbe (3 de agosto de 2022). En este caso, como en tantos otros, los mineros laboraban sin protección alguna, en condiciones irregulares y en ausencia de una autoridad que supervise las instalaciones mineras y obligue a los concesionarios a cumplir con la ley.

El gobierno federal cumplió su compromiso con los deudos y los familiares de los mineros fallecidos lograron recuperar los restos de sus seres queridos, si bien ello no resuelve la inseguridad prevaleciente en la minería ni la impunidad de los concesionarios. ¿Qué sucedió con los responsables del accidente? (Cristian Solís Arriaga, Luis Rafael García Luna Acuña y Arnulfo Garza Cárdenas). ¿La autoridad judicial apostó al olvido, con todo y órdenes de aprehensión y ficha roja emitida?

Lo anterior de inmediato recuerda la tragedia en Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006 –también en Coahuila y concesionada a Grupo México del tóxico Germán Larrea–, en la que fallecieron 65 mineros, de los cuales, 19 años después, 63 permanecen bajo toneladas de rocas sin visos de que sus restos sean recuperados, a pesar de que, desde el inicio de su mandato (concretamente, en mayo de 2019), el entonces presidente López Obrador se comprometió a rescatar los cuerpos. El problema fue que la tarea se la dio a Luisa María Alcalde, a la sazón secretaria del Trabajo (tengan paciencia, recomendaba a las viudas) y esa obligación contraída se mantiene en el aire.

A mediados de 2024 –cinco años después de dicho compromiso, sin Luisa Alcalde en la Secretaría del Trabajo– se localizaron los restos de un minero fallecido en Pasta de Conchos. En aquella ocasión, el entonces presidente López Obrador se pronunció así: deseo con toda mi alma que antes de irnos (de Palacio Nacional) ya tengamos a los mineros con nosotros. No fue ni ha sido así, porque 62 aún esperan ser rescatados.

Mientras, los responsables, Grupo México y Germán Larrea, permanecen impunes: cínica y cómodamente aventaron la papa caliente al gobierno federal (el de AMLO); devolvieron la concesión de Pasta de Conchos y se lavaron las manos; no hicieron el menor esfuerzo para rescatar los restos de los mineros (de hecho, lo evitaron: se ampararon y quien hizo el trabajito fue Fernando Gómez Mont, abogado del corporativo y secretario de Gobernación con Felipe Calderón), y permanecen tan campantes en esta ignominiosa historia de impunidad, complicidades y tibiezas.

Al respecto, el dirigente nacional de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, es contun-dente: “es desesperante que no avancen en el rescate de Pasta de Conchos. Grupo México nolo quiere y nunca lo ha querido, pero increíblemente es el plan que siguieron y que propuso la empresa desde el sexenio anterior con el apoyo de Luisa María Alcalde y su padre, Arturo El Padrino Alcalde Justiniani; propusieron el ‘plan de rescate’ a cuatro o cinco años, con un costo elevadísimo (50 millones de dólares) a cuenta del Estado, por supuesto, con el objetivo de nunca llegar a los cuerpos. La complicidad y la indiferencia en este homicidio industrial y de negligencia criminal es una vergüenza y una enorme deuda histórica y social. Le apostaron al olvido y la impunidad, a que las viudas cobraran una liquidación muy baja por desesperación o, peor aún, a que se fueran muriendo o enfermando y desistieran. Lástima que lo hayan aceptado las autoridades de nuestro país”.

El próximo miércoles se cumplirán 19 años de ese homicidio industrial; cinco gobiernos (dos panistas, Fox y Calderón; uno priísta, Peña Nieto, y dos morenistas, López Obrador ySheinbaum) han estado involucrados: tres para garantizar impunidad, y dos con el compromiso, hasta ahora incumplido, de rescatar a los mineros. En los hechos, 62 permanecen bajo toneladas de rocas, mientras Grupo México y Larrea se mantienen intocados. ¿Hasta cuándo?

Las rebanadas del pastel

Parece que llegó la hora: el esperpéntico Javier Milei a punto está de caer, y no por la masacre social contra los argentinos, sino por su descarado fraude (100 millones de dólares) con cripto monedas.

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