Columnas Escritas
Lo que dicen los columnistas

Obstaculizar acceso a datos personales médicos representa la diferencia entre la vida y la muerte
El acceso a la información y a datos personales es una llave o puente para ejercer otros derechos. En materia clínica, por ejemplo, una persona puede solicitar su expediente médico para ejercer su derecho a la salud y justicia.
Julieta del Río | Proceso
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y los 32 organismos locales de transparencia se encuentran a la espera de la publicación de las leyes secundarias por parte del Congreso de la Unión.
Este cambio institucional no es para que las autoridades no garanticen los derechos de acceso a la información y de protección de datos personales (en posesión de sujetos obligados y de particulares); estos no desaparecen, están en la Constitución y es obligación del Estado garantizarlos.
¿Por qué lo aclaro? Resulta que me correspondió resolver un caso en el Pleno del INAI donde se niega la información relacionada con salud y que puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Mediante la Plataforma Nacional de Transparencia, una persona requirió al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) la entrega en copia simple de diversos documentos de estudios médicos –y sus respectivas interpretaciones– relacionados a temáticas como ortopedia, neurocirugía y otorrinolaringología.
Ante esta solicitud, el ISSSTE simplemente hizo caso omiso a la petición de un ciudadano. Una vez que la persona interpuso su queja (recurso de revisión) en el INAI, hasta entonces la autoridad señalada cargó a la Plataforma Nacional de Transparencia cierta información. Sin embargo, no notificó a la persona, sólo al instituto. Además, no ofreció todas las modalidades posibles de entrega de la información. En pocas palabras, el ISSSTE no contestó cuando debía y cuando lo hizo fue de manera incompleta.
Mis colegas comisionados y una servidora ordenamos al ISSSTE a cumplir la legislación actual. Recordemos que el acceso a la información y el acceso a datos personales (contenido en los llamados derechos ARCOP) son llaves o puentes para ejercer otros derechos. En este caso en específico, la persona recurrente busca conocer su expediente médico para ejercer su derecho a la salud y justicia.
Al momento de interponer el recurso de revisión, la persona explicó que necesita los documentos porque son indispensables para presentarlos como pruebas en un amparo que se está desarrollando en un tribunal y que son importantes para llevar a cabo un tratamiento adecuado de salud. No necesitamos saber los detalles para comprender cómo cierta documentación puede ser fundamental para su presente inmediato y futuro.
Recordemos que el expediente clínico es el conjunto único de información y datos personales de un paciente y que consta de documentos donde el personal de salud, por ejemplo, del ISSSTE o del IMSS, lleva registro de las intervenciones en la atención médica de un derechohabiente. Las personas tienen derecho a acceder a este expediente en cualquier momento.
Por otra parte, de acuerdo con reportajes en medios de comunicación, cada vez es mayor el número de pacientes que prefieren realizarse estudios en laboratorios particulares pese al gasto extra, debido al tiempo de espera en el IMSS o el ISSSTE para ser candidato a estudios clínicos. Este panorama puede agravarse si se limita el acceso a sus datos personales, pues no todas las personas tienen acceso a médicos privados y peor aún si se trata de escenarios de urgencia médica.
Cuando hablamos de que el INAI tutela derechos que son de utilidad social, nos referimos precisamente a estas historias. En el Centro de Atención a la Sociedad del INAI, el CAS, estamos para apoyar a que las personas ingresen solicitudes de acceso a datos personales a autoridades como el IMSS o el ISSSTE. En 2023 el CAS apoyó a mil 757 personas a solicitar su expediente clínico a instituciones de salud y en 2024 atendió a mil 366.
El sentido del servicio público es trabajar para las personas, para resolver sus necesidades para que puedan ejercer sus derechos y encontrar mejores oportunidades de vida.
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Arsenal
Ricardo Anaya, a la coordinación de los senadores del PAN
Francisco Garfias | Excelsior
Ricardo Anaya, excandidato presidencial del frente PAN-PRD-MC en 2018, será nombrado coordinador de la bancada del PAN en el Senado, nos adelanta una fuente confiable. Hasta donde sabemos, el exjefe nacional del PAN, Marko Cortés, se descartó para el cargo, luego de reunirse con Jorge Romero, jefe nacional del PAN. “No me interesa”, declaró.
Pero se pronunció por la permanencia de Guadalupe Murguía en la coordinación de la bancada azul en la Cámara alta. El anuncio se hará en la sesión plenaria que los senadores del PAN arrancan en Aguascalientes, hasta donde se trasladó anoche el jefe nacional, quien tiene la facultad de nombrar a los coordinadores parlamentarios. En esa reunión se definirá la estrategia legislativa que adoptará la primera fuerza de oposición en la Cámara alta, durante el periodo de sesiones que se abre este 1º de febrero.
Este periodo se anuncia muy movido. Arranca con la discusión y segura aprobación de la cuestionada Ley del Infonavit. Según la oposición, esa ley permite al gobierno disponer de recursos de los trabajadores que están en la subcuenta de vivienda, que suman 2.4 billones de pesos. Una apetitosa suma para un gobierno en dificultades financieras.
Anaya no es ni ningún improvisado. Fue jefe nacional del PAN, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, candidato presidencial y senador desde el 1 de septiembre de 2024. El otrora llamado “joven maravilla” se vio forzado a exiliarse en EU en los años de López Obrador. Le abrieron una carpeta de investigación relacionada con la triangulación de recursos para la compra de un predio en Querétaro, y de recibir sobornos a cambio de su voto para la reforma energética de Peña. La PGR lo exoneró en julio de 2018 por falta de pruebas. Tres años después la volvieron a abrir, por lo que se vio obligado a exiliarse en EU alrededor de tres años. “Me voy para seguir luchando”, dijo entonces, y cumplió…
* Es muy significativo que Guadalupe Taddei haya admitido que el INE —antes IFE— “jamás ha hecho fraude”, y eso incluye al 2006. “Al contrario, es la institución que le ha permitido al país transitar en paz en los momentos más adversos”, afirmó la consejera del instituto electoral, en una comida con el Comité Editorial de Excélsior.
Lo reitera en el contexto institucional que le ha tocado vivir desde 1992, cuando ingresó al IFE. Sus palabras chocan con declaraciones del expresidente López Obrador, quien nunca admitió su derrota en las presidenciales de 2006. López Obrador acusó fraude y exigió un recuento voto por voto, casilla por casilla. Bloqueó Reforma durante semanas, con el propósito de revertir el resultado. No lo logró.
A partir de entonces comenzó a atacar al IFE-INE. Para nadie es un secreto que buscó desaparecerlo. Allí está el plan B, que luego se convirtió en plan C. Las peleas con la dupla Lorenzo Córdova-Ciro Murayama fueron constantes.
Este último llegó a declarar que los años más difíciles para el INE fueron con López Obrador. Paradójicamente, el tabasqueño se benefició de la autonomía del INE.
Su triunfo en las presidenciales de 2018 fue reconocido el mismo día de la elección. Pero traía una cuenta pendiente con el instituto que quiere cobrar, más allá de su sexenio.
* Rosario Piedra Ibarra, titular de la CNDH, rindió ayer su informe anual ante el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Fue una pieza de autoelogio. “La gestión que encabezo arroja los mejores resultados en toda la historia de la Comisión”, presumió.
Aseguró que, en cinco años, ha emitido mil 241 recomendaciones, que representan 46% del total de las emitidas en 24 años de ese organismo autónomo. “Será interesante que quienes se dedican a denostar y cuestionar nuestro esfuerzo lo constaten y comparen con el número de recomendaciones y de acciones de inconstitucionalidad”, sugirió.
El oficialismo la aplaudió. La oposición la criticó. Uno de los reclamos reiterados fue la ausencia de la CNDH frente a las violaciones a los derechos humanos de los migrantes y su silencio frente a la reforma que desapareció a todo el Poder Judicial. ¿Dónde estaba? Le preguntaron. “Al lado del pueblo”, respondió.
La diputada del PRI, Laura Ivonne Ruiz Moreno no sólo rechazó el mensaje de Piedra, sino que aseguró que “estamos ante la era más oscura de la CNDH”. La diputada emecista Amalia García le reprochó la suspensión del acompañamiento de la CNDH a las caravanas de migrantes, cosa que Piedra negó tajante.
Y la panista Martha Amalia Moya Bastón le dio la puntilla cuando retomó una narración de Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19, que aterrizó con esta pregunta: ¿Cuándo se reunirán con los familiares de periodistas (agredidos)?
La panista remató mordaz: “La justicia llegará sola, de la mano de los justos que nos gobiernan, a base de relatos y saliva, no de acciones”.
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Razones
La marcha de la reforma judicial
No se entiende qué nueva vicisitud tiene que ocurrir para que se termine de asumir que todo lo que se está haciendo en torno a la reforma judicial es una suma de incompetencias, arrebatos e improvisaciones.
Jorge Fernández Menéndez | Excelsior
La marcha hacia la elección de ministros, magistrados y jueces en junio próximo se parece a la de aquella vieja película italiana de La armada Brancaleone. En ella, un grupo de patanes y buscavidas, liderado por un caballero incompetente, se embarcan en un viaje delirante por la Italia medieval para llegar al pequeño pueblo de Aurocastro, donde su líder quiere tomar posesión de un feudo que considera suyo.
No se entiende qué nueva vicisitud tiene que ocurrir para que se termine de asumir que todo lo que se está haciendo en torno a la reforma judicial es una suma de incompetencias, arrebatos e improvisaciones. Hoy, el Senado —al que el Tribual Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio, sin tener atribuciones para ello, la autorización para que reemplace al comité de evaluación del Poder Judicial, que había acatado un amparo de un juez federal para frenar el proceso hasta que decidiera la Suprema Corte sobre la legalidad de las atribuciones del propio TEPJF— realizará una tómbola para elegir a los candidatos.
Es comprensible que en el Ejecutivo y en el Legislativo, con la ligereza que en este tema los caracteriza, se hayan planteado cumplir, a como dé lugar, el capricho del expresidente López Obrador, pero saltarse, una vez más, una resolución judicial, dar atribuciones a un tribunal que, en ese sentido, no las tiene y terminar todo en una tómbola, supera casi todo.
El comité de evaluación del Poder Judicial era el que había comenzado a realizar de mejor manera la calificación de los aspirantes y quería colocar en las boletas de la elección de junio a candidatos y candidatas que tuvieran un nivel de capacidad, integridad y experiencias comprobados. Votar por los candidatos que propusiera el Poder Judicial no era una mala idea si alguien quería participar en esa elección.
En lo personal, creo que fue un nuevo error de cálculo de la mayoría de la Corte impulsar el amparo para frenar ese proceso: como se ha visto, nada detendrá la elección judicial, sobre todo ahora que el tema, pese a violar evidentemente el T-MEC, no ha aparecido en la agenda del trumpismo. Y en esa lógica era preferible impulsar a candidatos que tuvieran el aval de ese comité calificador del Poder Judicial, incluso para darle alguna orientación sobre los mejores aspirantes a los electores en una boleta que, sencillamente, es delirante: decenas de nombres para cientos de cargos, con divisiones y subdivisiones de especialidad y género que harán que se ejerza el voto más complejo de nuestra historia. Y el menos necesario.
Ahora, en lugar de contar con el listado del comité del Poder Judicial tendremos una tómbola que se ejecutará hoy en el Senado, el método menos serio y riguroso que podría existir. Es francamente ridículo. Todo esto no tiene sentido y ello se terminará de confirmar en cuanto se den a conocer las boletas definitivas, como decíamos, imposibles de comprender para la enorme mayoría, y el propio diseño de la jornada electoral, con muchas menos mesas y casillas de votación, en las que se terminará consumiendo un promedio de 15 o 20 minutos para votar, con una participación que nadie augura que será mayor al 10 por ciento.
Nadie ha visto en el mundo una reforma como ésta con una elección masiva de jueces, magistrados y ministros, a nadie nunca se le ocurrió que eso se podía hacer a través de un método tan poco serio como una tómbola. Así comenzará hoy a escribirse la historia de una de las reformas más lamentables de nuestra historia. Por cierto, como argumento de descalificación hacia el comité del Poder Judicial, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, dice que hay quienes buscan ser ministros y habían sido palomeados por el comité y que fueron “cercanos” a García Luna. Olvidemos por un momento que cualquier ciudadano que cumpla los requisitos legales tiene derecho a participar en esta elección. Lo que es más difícil de olvidar es que hoy, no hace 15 años, el líder de Morena en el Senado está acusado por el gobernador de Tabasco, también de Morena, de imponer un secretario de Seguridad, cuando era gobernador del estado, pero que, en realidad, era el líder del grupo criminal La Barredora. ¿Así o más cercanos?
ARANCELES
Durante su audiencia de confirmación en el Senado, el nominado a secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, dijo ayer que los hipotéticos aranceles a México y Canadá no se implementarán si los dos países toman medidas de fondo para evitar el tráfico de fentanilo y que esa decisión se adoptará hasta abril próximo. Lutnick sostuvo que la imposición de aranceles no es una medida comercial, sino una acción de “política doméstica”. Pero aceptó que en México y Canadá se está “actuando rápido” y, si siguen así, agregó, no habrá aranceles, como no se decretarán este sábado 1 de febrero. Recordemos que, en una de sus primeras órdenes ejecutivas, el presidente Trump ordenó al Comando Norte de la Secretaría de la Defensa estadunidense que revisara la situación del tráfico de fentanilo y migrantes, que estableciera medidas y evaluara las posibilidades de cooperación. Y pidió que entreguen esa evaluación en abril. La relación de la Defensa Nacional con el Comando Norte es de las mejores que existen en el universo bilateral.
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Número cero
El garrote de Trump
José Buendía Hegewisch | Excelsior
El encontronazo diplomático de Trump con Colombia puso en blanco y negro el arma de los aranceles para resolver temas de una agenda política que tiene poco que ver con el comercio. Sirven lo mismo a su política segregacionista de tipo Apartheid contra la migración que para presionar a México y Brasil en su nueva guerra contra las drogas.
La crisis en que pudo derivar la negativa colombiana a recibir un avión con migrantes es un claro mensaje para todos los países que se opongan a sus designios políticos, como él mismo declaró. El presidente Petro justificó su decisión en que eran repatriados esposados como delincuentes y en condiciones indignas que vulneran los derechos humanos, aunque su denuncia se desdibujó bajo el poder mediático de un régimen que otorga pleno derecho a sus connacionales y a los migrantes ninguno.
De este primer coletazo de la Casa Blanca hay que destacar tres contenidos de la narrativa “trumpista” para normalizar una política que se abroga el derecho absoluto de decidir dónde tienen que vivir los migrantes, dónde trabajar y dónde moverse, como ocurría con los negros en el Apartheid sudafricano.
Primero, que la lógica de la “revolución del sentido común” de Trump está alarmantemente por encima de cualquier instrumento internacional para proteger y regular los derechos de los migrantes; sólo cuenta el mazo disuasivo arancelario que decida la soberanía estadunidense respecto al desplazamiento de personas, como con los mexicanos. En la “era Trump” está prohibido para un migrante incluso nacer en EU sin convertirse en un feto delictivo o criatura bajo sospecha tras eliminar la ciudadanía por nacimiento. Bajo esa óptica, no parece extraño que las redadas y expulsiones “en caliente” adquieran carta de naturalización sin siquiera leerles sus derechos y esposados como reos peligrosos.
Convertir el abuso y desdén por los derechos humanos en algo aceptable y normal es la peor cara del ejercicio del poder de Trump. Desde sus primeras acciones de gobierno confirma que no gusta de someterse a las reglas si suponen un freno a su política racista contra la “basura” migrante, como la califica su gobierno. Un ejemplo es el freno de un juez de Seattle a la orden ejecutiva con que pretende extinguir la ciudadanía automática para bebes nacidos en su territorio por ser “descaradamente” anticonstitucional; pero ni eso alcanza para cambiar el “buen sentido” del Departamento de Justicia de repeler “enérgicamente” el primer revés a su política migratoria.
Segundo, que cualquier resistencia a sus pretensiones expansionistas significa exponerse a la represalia de un mandatario que aprovecha la falta de un instrumento internacional integral y vinculante para gobernar la migración a su antojo. Petro trató de destacar ese vacío tan peligroso para el respeto universal de los derechos humanos, pero la campaña y las armas de Trump lo redujeron a mero ejemplo de cómo no negociar con él. Y, tercero, la normalización del caos que se impone a los contrapesos internos y externos para negociar sus condiciones. Ahí está la designación de un hombre cercano contra la tradición institucional del FBI o la advertencia del líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, de que el Congreso tiene listas las sanciones para los países que no cooperen en la repatriación de migrantes; algo que seguramente retumbó en los oídos de Sheinbaum.
El aviso de represalias lo reciben con cautela sus destinatarios en América Latina tras el escarmiento de Petro. México ha aceptado ya la devolución de más de 4,000 migrantes con una estrategia similar a la de López Obrador de abrir la puerta y evitar la confrontación directa con Trump; quizá, por esa colaboración, Sheinbaum confía en que no habrá aranceles para el país. Por el mismo camino transita el presidente brasileño, pero recurre a la diplomacia para expresar su inconformidad por las condiciones indignas de la expulsión de 88 inmigrantes brasileños repatriados el pasado fin de semana.
Las demostraciones de fuerza de la potencia son difíciles de evadir, tanto como sus aranceles o campañas que ridiculizan a quienes resistan la presión del nuevo expansionismo estadunidenses. Sheinbaum mantiene su postura de “cabeza fría” y el discurso de respeto a la soberanía de las naciones, que parece haber traído cierta calma a las bravatas de Trump en medio de la crisis migratoria; aunque, dicho sea de paso, Google ya ha cambiado el nombre al Golfo de México sin detenerse en la soberanía más que de un solo país.
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Astillero
Aranceles y narcotráfico, la clave // EU pospondría castigo // García Harfuch, saldos efectistas // Trump en su luna de hiel
Julio Hernández López | La Jornada
La presidenta Claudia Sheinbaum mostró en la mañanera del martes una enigmática confianza en que este sábado no se impondrán a México aranceles desde Estados Unidos, como de manera insistente se ha venido planteando. No creemos que eso vaya a ocurrir y, si ocurre, tenemos nuestro plan y se informará en su momento, dijo sonriente, sin entrar en detalles.
El mismo martes, el candidato de Donald Trump para encargarse del Departamento de Comercio, Howard Lutnick, ante legisladores que lo interrogaban para confirmar o rechazar su nombramiento, soltó la primera aproximación a algo parecido a un acuerdo o una aprobación supervisora: México podría ser eximido de aranceles sustanciales este primero de febrero si al examinar los resultados de sus campañas contra el narcotráfico, en especial contra el fentanilo, a juicio del sinodal de las barras y las estrellas hubiera buena calificación.
En todo caso, advirtió el cuasi secretario Lutnick, sería hasta abril próximo cuando pudieran establecerse aranceles sustanciales a México, si Washington considerara que su vecino hubiera incumplido las tareas impuestas en materia del narcotráfico ya mencionado y del freno a la migración. Faltaría, también, el tema del Tratado de Libre Comercio que deberá entrar a renegociación con fecha de entrega en 2026, aunque la eventualidad de la imposición de aranceles significaría en los hechos el abatimiento de tal acuerdo entre los tres países norteamericanos.
Las palabras del futuro secretario de Comercio pueden ser, desde luego, desoídas y contradichas por su arbitrario jefe, Donald Trump, de tal manera que el próximo sábado se llegaran a anunciar los tales aranceles, sean estos insustanciales o sustanciales. El presidente de Estados Unidos vive una luna de hiel que a él le parece especialmente gozosa, así implique el solo el amago o el pleno cumplimiento de políticas depredadoras, abusivas, de tal manera que hoy puede decir por sí mismo o por voz de sus subordinados lo que mañana niegue o reacomode en sentido contrario al original.
Otro ejemplo de esa siniestra preferencia por lo dañinamente retorcido: ayer, Trump hizo saber que considera enviar a Guantánamo, base militar estadunidense en territorio cubano, centro de tortura y sustracción a cualquier legalidad, a las personas susceptibles de deportación que no pueda enviar a sus países de origen (léase Venezuela y, desde luego, la propia Cuba).
Por lo pronto, se confirma que México ha estado inmerso en un efectista torbellino de activismo contra ciertos estratos del crimen organizado para alcanzar el beneplácito del vecino juzgador. A diferencia de la doctrina central en esa materia durante el obradorismo, la de abrazos, no balazos, el claudismo, con Omar García Harfuch como pieza operativa predeterminada (uno de los pocos secretarios de Estado o figuras relevantes de la 4T con compromiso real y directo con la Presidenta), se ha esforzado en entregar o aparentar buenas cuentas, en un afán escénico que hace recordar los mejores momentos mediáticos de la etapa de Genaro García Luna: entregar, aparentar o fabricar los resultados apetecibles en las alturas (en este caso, las gringas) para no recibir castigo e incluso estrellitas en la frente con una leyenda que diga: no aranceles sustanciales.
Vale preguntarse varias cosas, a la luz del cambio de luces enviado por el virtual secretario Lutnick y suponiendo que de verdad este sábado no hubiera sino algunos aranceles no sustanciales: ¿a qué se habría comprometido México para obtener dicha merced? ¿La garantía de que se hará lo deseado por Estados Unidos descansará en las acciones del secretario García Harfuch? ¿En caso de darse el visto bueno provisional este sábado, adelantaría que también habría menos empeño intervencionista en lo de los cárteles terroristas? y ¿Sinaloa, El Mayo, Cuén Ojeda, las presunciones de nexos del crimen organizado con la política, quedarán en el reino de la retórica reutilizable en otras circunstancias?
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México SA
Trump, salvaje y émulo de Bush // Migrantes: prisión en Guantánamo // Serían encarceladas 30 mil personas
Carlos Fernández-Vega | La Jornada
Lo que faltaba: un delincuente declarado culpable por el sistema judicial estadunidense decidió utilizar un territorio robado por su país hace 127 años –en el que desde entonces mantiene una base militar y un régimen carcelario totalmente ilegal y violatorio de los derechos humanos– para detener, deportar y en esas instalaciones encarcelar a inmigrantes indocumentados acusados de robo y delitos.
Ese delincuente no es otro que Donald Trump, quien sigue el nefasto ejemplo de George W. Bush, otro republicano desquiciado que, con el pretexto de combatir el terrorismo, utilizó la ilegal base de Guantánamo para violar cualquier cantidad de leyes internas y externas, y violar todos los derechos humanos de los detenidos (alrededor de 800 en total) para mantenerlos ilegalmente encarcelados, en condiciones infrahumanas, sin cargos ni juicio.
De hecho, la más reciente información sobre los presos en Guantánamo está fechada el pasado 7 de enero y fue divulgada por la agencia de noticias Ap: once yemeníes que habían permanecido detenidos en esa base naval estadunidense durante más de dos décadas sin que se les presentaran cargos ni acusados de delito alguno fueron trasladados a Omán, anunció el Pentágono.
Así, señala el despacho informativo, “con las excarcelaciones más recientes sólo 15 personas permanecen detenidas en Guantánamo. Es la cifra más baja desde 2002, cuando el gobierno del presidente George W. Bush transformó a la base naval en una cárcel para hombres, en su mayoría musulmanes, que habían sido detenidos en distintas partes del mundo como parte de lo que Estados Unidos calificó como su ‘guerra contra el terrorismo’. Las invasiones estadunidenses en Afganistán e Irak y las operaciones militares y encubiertas en otros lugares se produjeron después de los ataques de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001”.
Ahora, Trump procede como Bush y celebra que los vamos a enviar a Guantánamo. De acuerdo con sus cálculos, ahí podrían ser encarcelados hasta 30 mil migrantes indocumentados en Estados Unidos y no pueden ser deportados a sus países de origen. Para violar la ley, el ahora inquilino de la Casa Blanca firmó una ley por medio de la cual ordena que sean detenidas y potencialmente deportadas, incluso sin condena, aquellas personas extranjeras, sin permiso de residencia, acusadas de robo y delitos violentos.
Tras derrotar a España en la guerra de 1898 (con lo que la corona gachupina perdió sus colonias en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam), Estados Unidos se quedó con todo e instaló una base militar en la bahía de Guantánamo y en 1903 firmó un tratado de arrendamiento a perpetuidad con el presidente títere de la isla, Tomás Estrada Palma, además de imponer la llamada Enmienda Platt. Desde entonces, sistemáticamente la Casa Blanca se ha negado a devolver ese territorio robado (alrededor de 120 kilómetros cuadrados) a su legítimo y único propietario: el pueblo cubano.
Barack Obama, sucesor de George W. Bush, se comprometió a cerrar el ilegal centro de detención en la citada base naval, lo que, desde luego, no hizo, a pesar de que él mismo aceptó que esa prisión clandestina no contribuía a nuestra seguridad nacional; por el contrario, la socava y cuesta millones de dólares, es contraproducente para nuestra lucha contra los terroristas, consume recursos militares y perjudica nuestras alianzas con otros países cuya cooperación necesitamos contra el terrorismo.
Trump, más descarado y en otra muestra de salvajismo, anuncia que la ilegal prisión gringa en la Bahía de Guantánamo se prepara para encarcelar a decenas de miles, que serían detenidas y enviadas, sin juicio, a la base naval, violando todos los principios legales del país que dice gobernar, junto con el silencio cómplice de la Corte Suprema de aquella nación.
Así empezó Hitler la planeación de su solución final hasta encerrar a millones de judíos en campos de concentración para exterminarlos. Y ahora, como entonces, la mayoría de los gobiernos permanece callada y agachada ante ignominias como la descrita.
Las rebanadas del pastel
Si de perversiones se trata, Trump utiliza los aranceles como guerra sicológica: la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anuncia que a partir del próximo sábado (la fecha se mantiene firme) se aplicarán a México, Canadá y China, pero, prácticamente al mismo tiempo, Howard Lutnick, nominado como secretario de Comercio del enloquecido Donald, asegura que los principales aranceles se decidirán en abril. Por su parte, la presidenta Sheinbaum no cree que vaya a ocurrir, pero ya estamos preparados.
