Columnas Escritas
Lo que dicen los columnistas

Narcogobierno
El término narco es la preposición, adjetivo o hasta sustantivo con el que se definen las expresiones populares con las que se entiende esta situación de control, dominio y hasta de cultura de este grupo de poder.
José Gil Olmos | Proceso
La realidad siempre se impone y hoy existen nuevos conceptos surgidos precisamente de esta realidad para definir la situación de violencia, ferocidad e inseguridad pública del país y que rechazan infructuosamente las autoridades de gobierno desde las tribunas oficiales. Se olvida que la lengua es de los hablantes.
El término narco es la preposición, adjetivo o hasta sustantivo con el que se definen las expresiones populares con las que se entiende y define esta situación de control, dominio y hasta de cultura de este grupo de poder.
Es así que tenemos narcogobierno, narcoinsurgencia, narcogobernador, narcoempresarios, narcoperiodismo, narcocorridos, narcodevoción, narcomoda y otras tantas expresiones populares –el pueblo es sabio, AMLO dixit– para referirse a lo que cotidianamente acontece.
Recientemente el diario The New York Times publicó un artículo señalando que el narco mexicano estaba reclutando estudiantes de química para la elaboración de las drogas sintéticas. Sin embargo, esto no es nuevo.
Desde hace décadas los distintos grupos del narcotráfico han reclutado voluntaria e involuntariamente a personas de diversas áreas para realizar tareas específicas. Por ejemplo, en el tiempo de los Arellano reclutaron a albañiles para la construcción de los túneles por los cuales desde Tijuana traficaban la droga. Lo mismo hicieron la gente del Chapo en esa ciudad fronteriza y en Ciudad Juárez.
Ingenieros, químicos, contadores, abogados, reporteros, legisladores, munícipes, soldados, policías, gobernadores, cantantes, agricultores, comerciantes, empresarios, entre muchos otros han sido reclutados durante años por los distintos grupos del narco para fortalecer sus estructuras.
Quizá los grupos criminales que hicieron de este reclutamiento una forma de adquirir mayor poder fueron los Zetas y la Familia Michoacana. Los Zetas llegaron a reclutar a militares de Guatemala conocidos como Kaibiles y a Maras Salvatrucha –éstos, integrados por soldados, exguerrilleros y pandilleros de El Salvador– para fortalecer aún más sus filas. Mientras que la Familia Michoacana y su derivación posterior, Los Caballeros Templarios, sumaron a su estructura a políticos, autoridades y reporteros de Michoacán para fortalecerse y controlar el 70% de los municipios de la entidad.
Esta situación se ha normalizado tanto que en el lenguaje popular y luego en el periodístico, académico y político, se han comenzado a usar los términos y expresiones que llevan la preposición narco.
Otras expresiones distintas también se han normalizado indebidamente, como por ejemplo “levantado” en lugar de secuestrado o desaparecido de manera forzada.
Algunos de estos términos reflejan con claridad el avance del poder del narco en México. Uno de ellos es la narcoinsurgencia, es decir, la posibilidad de que las milicias de los grupos criminales den un salto cualitativo, como ya lo han empezado a hacer en algunas zonas del territorio nacional, erigiéndose como las autoridades reales y efectivas. Ellos son el gobierno en esas zonas.
Son con estos grupos que miembros de la cúpula eclesiástica han establecido un diálogo para lograr treguas en momentos de mayor violencia en algunas regiones y municipios de Guerrero, Michoacán, Chihuahua y Chiapas.
De hecho, el Episcopado respaldó el llamado a una tregua el 12 de diciembre y en Navidad que el Centro Católico Multimedial hizo tras difundir un reporte anual de violencia, según el cual durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador fueron asesinados diez sacerdotes y otros diez más fueron violentados, y se reportaron 26 ataques y asaltos semanales a templos.
El narco es el personaje más importante en México en lo que va del siglo XXI y por el poder que tiene y su colusión con diferentes grupos de la sociedad, la política y el gobierno, difícilmente, si no imposible, podrá ser combatido para desaparecerlo.
Por cierto… El Índice de Conflictos 2024, de la iniciativa global de Datos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés), informó que México es el país sin una guerra regular más peligroso y violento del mundo. El gobierno mexicano tiene “el poder, pero no el control”, de todo el territorio, sostiene la agrupación internacional, que ubicó a México como un país más peligroso que Ucrania, Yemen, Haití y Sudán.
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Razones
Morena: no los une el amor
Es un síntoma de una división soterrada, y a veces ni tanto, pero profunda en el movimiento morenista que, paradójicamente se amplía casi sin límites porque no hay una oposición que pueda explotarla y que presione a la unidad.
Jorge Fernández Menéndez | Excelsior
El pleito entre Adán Augusto López y Ricardo Monreal, líderes de Morena en la cámara de Senadores y Diputados, respectivamente, y antes, ambos aspirantes presidenciales de ese partido, trasciende el conflicto natural entre dos militantes con posiciones contrapuestas: estamos hablando de denuncias de malos manejos, hechas sobre el cierre del periodo ordinario, cuando se acababa de aprobar el presupuesto y para lo cual, el líder morenista del Senado utilizó la tribuna para hacer la denuncia contra su compañero de partido y para, según dijo el presidente de la Cámara alta, el inefable Gerardo Fernández Noroña, contestar “una venganza”.
Y no terminó la declaración, inmediatamente después se presentaron las denuncias formales ante la Función Pública. Pero el problema va más allá: nos enteramos también que no sólo hubo presuntamente malos manejos, sino también un fideicomiso de mil millones de pesos en el Senado que ahora no sabemos muy bien dónde y cómo quedó.
Monreal contestó con una declaración muy dura contra Adán Augusto e inmediatamente después diputados y senadores comenzaron a tomar partido por uno u otro; los operadores de ambos, en forma notable Andrea Chávez en el caso de Adán Augusto, comenzaron a llamar a legisladores y cuadros partidarios para que se sumaran a sus respectivos apoyos.
Si esto hubiera ocurrido en otro sexenio, muy probablemente ni Adán ni Ricardo seguirían hoy en sus cargos. Quién sabe qué decisión tomará la presidenta Sheinbaum y si la tomará ahora, en caliente, pero es un desencuentro entre líderes del Senado y Diputados del partido en el poder como nunca antes habíamos visto públicamente y expresado desde la tribuna legislativa.
Me parece gravísimo, pero no es una excepción, es un síntoma de una división soterrada, y a veces ni tanto, pero profunda en el movimiento morenista que, paradójicamente se amplía casi sin límites porque no hay una oposición que pueda explotarla y que presione a la unidad. Lo del Congreso es sólo una muestra, pero hay muchos otros datos.
Las diferencias internas con y en Hacienda, y de otros funcionarios con esa dependencia son notables. La nueva ley del Infonavit que tuvo como cámara de origen el Senado y que termina disponiendo de un fondo enorme de dos billones 600 mil millones de pesos tiene que pasar por Diputados y quién sabe si se aprobará. Personajes de peso en el mundo sindical como Napoleón Gómez Urrutia y Pedro Haces (este último cercanísimo a Monreal) dicen que no la apoyarían. La reforma es esencial para el plan de vivienda de la presidenta Sheinbaum, pero también para el financiamiento del gobierno federal.
El escándalo de Martín Borrego y su boda disfrazada de evento diplomático en el Museo Nacional de Arte, no sólo provocó la renuncia en la Semarnat de quien fue jefe de oficina de Alicia Bárcena en la cancillería y su hombre de confianza en Medio Ambiente, sino que también demostró que la soberbia, la mentira y la banalidad trascienden partidos, pero también dejó muy mal parada a Bárcena, cuya explicación de que no sabía a dónde iba (y tampoco el resto de los invitados) es simplemente ridícula, imposible de creer. Pero confirma que la relación entre el actual equipo de Relaciones Exteriores, encabezado por Juan Ramón de la Fuente, y el anterior de la secretaria Bárcena está rota. Las declaraciones de Juan Ramón sobre el tema lo ratifican. Si la filtración provino o no de la cancillería es lo de menos: ante el hecho quedaron marcadas las diferencias.
En su gira por los estados, Andrés Manuel López Beltrán está haciendo compromisos para candidaturas y otras posiciones absolutamente por la libre. Son varios ya los gobernadores de Morena que se quejan de que el hijo del exmandatario, ahora secretario de Organización de Morena, promete candidaturas, incluso a gobernador, sin tomar en cuenta a los mandatarios actuales. De cara a los comicios de 2026 y 2027 ése es un conflicto que puede estallar con mucha facilidad, y en el que tendría que tomar decisiones, personalísimas, la presidenta Sheinbaum: ni Andrés ni los gobernadores en turno tendrían esa responsabilidad, menos desde ahora.
Y hay muchas más fricciones, en muchos ámbitos. Dicen que en enero la presidenta Sheinbaum asumirá una suerte de segundo aire, terminado este primer periodo ordinario donde el compromiso fue cumplir con el plan C de su antecesor. Puede ser, algunos hablan de un quinazo, pero, en realidad, creo que ese golpe sobre la mesa lo deberá dar entre los suyos, deberá quitar a quienes no le suman, a quienes mantienen compromisos con otros factores de poder y no con ella, a quienes están apostando por 2030 cuando la mandataria lleva menos de cien días en el poder, debe hacerlo porque hay funcionarios que no venden futuro, sino pasado, que no generan expectativas, sino añoranza o exhiben ambiciones demasiado personales.
Debe hacerlo porque ya tiene que haber aprendido el difícil arte de sentarse en la silla presidencial, para reafirmar su poder y para tener mucha mayor capacidad de interlocución con el verdadero desafío que tiene por delante, que es la llegada de Donald Trump al poder el próximo 20 de enero. Muchas veces dijimos que había una ventana de oportunidad desde el 1 de octubre hasta el 20 de enero que debía aprovecharse. Creo que se desperdició. Ahora quedan apenas semanas, pero la presidenta Sheinbaum debe llegar mejor equipada para ese día y cobijada por quienes son realmente los suyos.
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Juegos de poder
Problemas en la casa del estandarte guinda
¿A poco hay “negocitos” en la corte de Morena?
Leo Zuckermann | Excelsior
A continuación, el más reciente reporte de los acontecimientos de la corte morenista:
Con la llegada de la nueva gobernante, se han presentado divisiones y reyertas. A diferencia de las épocas del soberano pasado, no se ha logrado mantener la unidad en la casa del estandarte guinda.
El duque López Hernández de Tabasco, Lord Superior de la Cámara alta, integró a la corte morenista a un plebeyo de muy mala reputación, un vulgar hidalgo de Veracruz de apellido Yunes Márquez, miembro de una familia de bribones. El caballero fue recibido con fanfarrias por los morenistas, quienes celebraron su conversión a la casa del estandarte guinda.
En un duelo verbal con la casa del estandarte azul, la corte de donde salió Yunes Márquez de Veracruz, se criticaba la conversión de su otrora caballero. El duque López Hernández de Tabasco enfureció y estuvo a punto de protagonizar un duelo a golpes en el recinto de la Cámara alta. Un espectáculo que desdora la nobleza que se espera de un duque que sólo está por debajo de la soberana en la jerarquía de la aristocracia.
Días después, gracias a un heraldo de nombre romano (Latinus), nos enteramos de ciertos negocios de amigos del duque López Hernández cuando éste fue Lord del Sello Privado del soberano anterior. Los tabasqueños devotos vendieron armaduras para los soldados de su majestad a precios por arriba de los que se encuentran en el mercado. El duque de Tabasco negó cualquier tipo de involucramiento en este latrocinio en contra de la hacienda de la corona.
No pasó mucho tiempo cuando la Cámara baja aprobó el tesoro que ejercerá la Cámara alta el próximo año. Al parecer, el duque Monreal de Zacatecas, Lord Supremo de este parlamento, incumplió con un acuerdo que tenía con el duque López Hernández autorizándole menos monedas de oro.
Enfurecido, el duque de Tabasco utilizó la tribuna de la Cámara alta para revelar un par de “negocitos” (sic) que ocurrieron en este cuerpo de notables cuando su líder era el duque Monreal de Zacatecas. Éste, por su parte, negó cualquier expoliación a la hacienda del soberano anterior.
Estamos hablando de un enfrentamiento entre dos duques morenistas. No es cualquier cosa. Ambos son de lo más granado de la casa real morenista. López Hernández y Monreal siempre han aspirado a convertirse en el gran soberano. No han tenido suerte, pero han mantenido sus ducados con todos los privilegios que ello implica.
Que un par de duques se enfrenten públicamente simbra a toda la corte morenista: marqueses, condes, vizcondes y barones. Las lealtades se comienzan a cuestionar más allá del juramento de fidelidad que todos le han hecho al soberano anterior y la soberana actual.
Por nuestra parte, los comunes tenemos muchas preguntas.
La primera, y creo más importante, es si los duques de la corte morenista están utilizando sus nobles posiciones para enriquecerse a costillas de los impuestos que pagamos el vulgo. No son pocos. Sobre todo, cuando la casa del estandarte guinda siempre ha prometido la honestidad que conlleva la nobleza de gobernar a este majestuoso pueblo.
¿A poco hay “negocitos” en la corte de Morena?
¿Nos enteraremos de ellos cuando haya pugnas entre la clase patricia?
¿La soberana ordenará la investigación de posibles fraudes a la hacienda de la corona?
¿Dónde quedaron las monedas de oro de los presuntos desfalcos?
¿Cómo afecta todo esto a la nueva soberana?
¿A los duques de Tabasco y Zacatecas no les importa la mala imagen que generan sus divisiones y reyertas?
Tres elementos destacan en la discordia pública de nuestra clase patricia.
Primero, la soberbia y arrogancia de aquellos que se creen intocables. El tono de sus discursos es francamente vanidoso. Ni se diga el hecho de haber integrado a Yunes de Veracruz y defenderlo con orgullo ante cualquier crítica.
Segundo, el maldito dinero. Parece que el peculio personal es algo que mueve a muchos de los señores de Morena. Les gustan los privilegios que compra el oro, aunque presuman exactamente lo contrario.
Lo cual nos lleva al tercer y último elemento: la mentira. Sean duques, marqueses o condes, la corte de Morena se llena la boca presumiendo que trabaja por el bien del pueblo. Son indignos de esta bandera. Son iguales a las casas reales pasadas, por más que presuman ser diferentes.
La casa del estandarte guinda está dividiéndose y peleándose entre ellos. Es parte intrínseca del eterno juego por el trono.
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Astillero
¿Por qué son sostenidos Adán y Monreal? // Representan al pasado reciente // Munal, Bárcena: grilla interna // Sheinbaum, desestima y respalda
Julio Hernández López | La Jornada
Son demasiados hilos políticamente sueltos. Sin un punto de referencia que establezca orden. Ciertas órbitas del morenismo se han lanzado súbitamente a una etapa de confrontaciones internas, de retos y posicionamientos facciosos que en el pasado sexenal reciente no se permitían o eran apagados sin mayor consideración.
El mayor escándalo proviene de los máximos mandos de las cámaras legislativas federales. Dos personajes cargados de historias negativas, Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila, se pelean de manera pública porque hubo reducción del presupuesto para el Senado y sacan a relucir negocitos añejos, en específico AA, en retaliación (es decir, en venganza, no por genuina vocación justiciera). Contratos, transas, simulaciones, millones de pesos mal usados o abiertamente saqueados: tal es el litigio en que se enfrascan los máximos jefes legislativos morenistas.
Ninguno de esos líderes camerales debería estar en sus actuales cargos. Menos si se asume que el sistema presidencialista mexicano requiere que en el manejo de las cámaras, si se tiene la mayoría suficiente, como es el calificado caso, los operadores legislativos sean piezas rigurosamente concordantes con la titularidad en turno del Poder Ejecutivo Federal. Y, en la especie, AA y RM son rigurosos representantes del pasado reciente, con una relación tormentosa pero sostenida con el antecesor, Andrés Manuel López Obrador (ambos han tenido distanciamientos con él en determinados momentos, pero los han resuelto en lo operativo, aunque sin recuperar ninguna de las partes la mutua confianza plena).
Adán Augusto se ha esmerado en pulir su personaje de ostentoso villano: corcholata de oscuros gastos desproporcionados y retórica mendaz, promotor de contratismo para selectos beneficiarios del presupuesto federal, tejedor de arreglos con tufo mafioso (el veracruzano Yunes y el campechano Daniel Barreda, por citar los ejemplos más evidentes), aspirante a madreador de senadores de oposición y exhombre fuerte en Tabasco, ahora desplazado por Javier May, entre narcopeleas constantes.
Monreal fue un persistente opositor interno de Claudia Sheinbaum, premiado con otra coordinación cameral por un presunto pragmatismo indispensable. Mantiene el cacicazgo familiar a salvo, en Zacatecas y, así sea en expectativa derrotada, en la alcaldía Cuauhtémoc. Ha frenado al grupo claudista en San Lázaro y ha impulsado, como mano derecha, a un personaje que debería ser impresentable en la etapa de regeneración nacional, Pedro Haces, empresario del sindicalismo 4T.
Otro flanco de jaloneos internos se ha visto en el tema de los festejos postnupciales de un colaborador cercano de la actual secretaria del medio ambiente, Alicia Bárcena, antes titular de Relaciones Exteriores. La funcionaria sigue enredada en un tema menor, pero que ha ido escalando por la imposibilidad práctica de desmarcarse con credibilidad de un abuso de poder de su subordinado, al que ella asistió sin saber de qué se trataba. Pero, en el trasfondo, se habla en corrillos del poder de que hay una pugna entre ocupantes anteriores y actuales de la cancillería morenizada.
Como en el caso de Layda Sansores, la gobernadora que rehabilitó a un ex panista sujeto a proceso juidicial por corrupción como secretario de Desarrollo Económico de Campeche, la postura de la presidenta Sheinbaum ha consistido en desestimar los señalamientos firmes y fuertes respecto al fondo de la reyerta entre Adán Augusto y Monreal (manejo irregular, probablemente fraudulento de millones de pesos) y a la frivolidad y descuido del caso postnupcial en el Museo Nacional de Arte (Munal). Y, por si fuera poco, la Presidenta ha expresado apoyo irrestricto a la gobernadora de rojiza cabellera y a la secretaria ambiental entrampada, a la vez que trata de minimizar la reyerta entre líderes legislativos, a los que ha conminado a mantener la cabeza fría.
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México SA
Negocitos ya añejos // Monreal, una vez más // Contratos irregulares
Carlos Fernández-Vega | La Jornada
No es novedad, porque desde años atrás en los pasillos del Legislativo (primero en la Cámara de Senadores y más adelante en la de Diputados (tiempos que corresponden, respectivamente, a sus más recientes estancias en ambos organismos) se comenta el uso discrecional que Ricardo Monreal hace de los recursos institucionales en ejercicio de la presidencia de la Junta de Coordinación Política en las sedes de San Lázaro y Paseo de la Reforma, según el caso.
Entre lo más reciente, que no lo último, aparece una denuncia –sin nombres, pero sí con la lupa muy bien puesta en el zacatecano– de Adán Augusto López Hernández, ahora presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado (Jucopo), sobre dos negocitos ya añejos, vía un par de contratos fraudulentos, por más de 150 millones de pesos en los tiempos en los que Ricardo Monreal estuvo al frente de esa misma posición camaral en la legislatura anterior.
La Jornada (Andrea Becerril, Georgina Saldierna y Fernando Camacho) lo reseñó así: a propósito del recorte (presupuestal) de 123 millones que sufrió el Senado para 2025, López Hernández reveló desde tribuna que detectaron los citados negocitos ya añejos, lo que permitirá compensar esa reducción. Interrogado sobre si los contratos irregulares provienen de la legislatura pasada en que el titular de la Jucopo fue Monreal, el tabasqueño respondió que no señala a nadie, pero lo que sí hará es presentar denuncias ante la Fiscalía General de la República, la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación. Uno de ellos, dijo, beneficiaba anualmente a una empresa llamada Full Services de México, con 60 millones 529 mil pesos, para la prestación de la administración de los archivos de esa Cámara, y el segundo es un contrato multianual por más de 90 millones de pesos a una compañía denominada Grupo Piasa, a cargo de los elevadores, que no funcionan.
El ex secretario de Gobernación dijo en tribuna que y no nada más iniciamos ya el proceso de rescisión de esos contratos, sino que hemos pedido al director de Asuntos Jurídicos (del Senado) que presente las denuncias correspondientes. Que se informe por qué la administración del archivo consistía en mantener papelería diversa, en una bodega en el estado de Hidalgo; vamos a presentar las denuncias correspondientes para que informen y sepamos de quién es la empresa. ¿Por qué hay elevadores en los que incluso ni siquiera se pudo instalar un aparato? Son dos las empresas involucradas: Full Services de México (con un contrato por 60 millones de pesos) y Grupo Piasa (con otro por 90 millones).
Tras la denuncia pública de López Hernández, Monreal la calificó de infundios y aseguró que no hubo irregularidades en los contratos que autorizó durante el tiempo que él presidió el Senado. Lamentó que la adversidad y mala fe que enfrentó de sus rivales políticos en otros momentos, hoy vienen de parte de correligionarios, pero de donde provengan les haré frente con la verdad (¡olé), porque según él existen licitaciones públicas y auditorías solicitadas por mí (ídem).
Lo cierto es que los primeros obligados en exigir explicaciones, cuentas claras y que se actúe en consecuencia son los propios morenistas, quienes no sólo deben impedir que impresentables como Monreal (en mancuerna con Pedro Haces, su brazo derecho, otra joyita infiltrada) permanezcan en posiciones clave, sino demandar que abandonen las filas de ese partido político, el cual, a últimas fechas, parece engolosinado con todo tipo de trepadores de negro historial. Y ejemplos abundan.
Conociendo su trayectoria y fama, Monreal es indefendible (un caballito de Troya en Morena). Por ejemplo, sin olvidar otras joyas de su actuar (como el boicot a la reforma del outsourcing en defensa de los patrones, siendo presidente de la Jucopo en el Senado, antes de hacer maletas rumbo a San Lázaro) se destapó que el zacatecano cometió peculado con el presupuesto senatorial, porque con esos recursos (2 millones de pesos) se autocompró libros de su autoría (2 mil pesos por ejemplar que nadie estaba interesado en leer).
Ante ello, la presidenta Sheinbaum pide cabeza fría, cuando en realidad no se trata de un asunto de clima, sino de toma de decisiones.
Las rebanadas del pastel:
El vándalo que gobierna Ecuador, Daniel Noboa, alimenta una de las adicciones de Estados Unidos: construir bases militares por todo el planeta, y en tal sentido ahora procederá, con las piernas abiertas del júnior ultraderechista, en las islas Galápagos, declaradas por la Unesco Patrimonio Natural de la Humanidad en 1978. Despreciable.
