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Los retos para Morena y Sheinbaum

La llegada de Trump, con su enorme poder, representa la verdadera prueba para el gobierno mexicano y la cúpula de Morena en sus capacidades de resolver problemas complejos.

José Gil Olmos | Proceso

Más allá de la elección presidencial, del uso de la mayoría legislativa para aprobar las reformas constitucionales, sobre todo la reforma judicial, y enfrentar los altos niveles de violencia, los retos más importantes en los que se juega su futuro Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum serán la llegada de Donald Trump con sus propuestas de que México detenga las olas de migrantes, combatir el narcotráfico y renegociar el acuerdo comercial, a lo cual se ha sumado Canadá.

En próximas semanas, a partir de enero para ser más precisos, con la toma de posesión de Trump como presidente, vendrán los retos más fuertes, complejos y trascendentes para México, sobre todo para el partido hegemónico Morena y Claudia Sheinbaum, que llegaron al poder con el camino planchado por el arrastre que detentaba Andrés Manuel López Obrador.

Hasta ahora la capacidad de gobernar y de ejercer el poder heredado por López Obrador no se ha puesto a prueba. Con la mayoría en el poder legislativo y de gobernadores, las decisiones tomadas por Morena en Palacio Nacional y en las cámaras de diputados y senadores pasaron sin mayor problema ante una oposición desdibujada y una sociedad desorganizada.

Pero la llegada de Trump, con su enorme poder, representa la verdadera prueba para el gobierno mexicano y la cúpula de Morena en sus capacidades de resolver problemas complejos y de trascendencia por las implicaciones económicas, financieras, sociales y políticas.

Trump y Trudeau. Renegociación del comercio. Fotos: AP/Montserrat López.

En Estados Unidos jueces migratorios ya anunciaron la deportación de 4.7 millones de migrantes indocumentados con el impacto no sólo social que traerá esta acción para atender a toda esta gente, sino en la parte económica por la disminución que habrá en las remesas.

La presidenta Sheinbaum dijo que ya tienen un plan para apoyar a connacionales que sean expulsados por Donald Trump, sin embargo, se desconoce hasta ahora de qué tamaño será ese plan de contingencia que tendrá que ser del tamaño del conflicto internacional.

Por otro lado, Trump y Justin Trudeau ya plantearon la posibilidad de renegociar al acuerdo comercial con México bajo la idea de que tiene que disminuir el comercio que se tiene con China, que es el segundo socio comercial de México a nivel mundial.

China ha invertido de manera importante en México en los últimos años aprovechando la proximidad geográfica y el acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos. En términos de inversión, según estadísticas oficiales, en 2023 China invirtió 151 millones de dólares de forma directa en México, por lo que el stock de inversión china llegó a los 2 mil 452 millones de dólares.

Dar por terminada la relación comercial de México con China significaría cerrar las puertas en la inversión en diversos sectores, como la electrónica, telecomunicaciones, autopartes, automotriz, infraestructuras de transporte, industrias manufactureras, y energías limpias y tradicionales.

Finalmente, resolver el grave problema del tráfico de drogas hacia Estados Unidos, un reto que López Obrador evadió con su estrategia de abrazos y no balazos y que al final empoderó más a los grupos criminales.

Sheinbaum. Escenario complicado. Foto: Eduardo Miranda.

Sheinbaum y su partido Morena han planteado la militarización como principal herramienta para enfrentar a los cárteles de la droga. También fortalecer la supersecretaría de Seguridad Pública. Ambos planteamientos no convencen para los altos niveles de corrupción, colusión y violencia alcanzados que son definidos como narcoterrorismo.

El próximo año vendrá con retos que tendrá que enfrentar la presidenta y su partido Morena y pondrán a prueba su capacidad e inteligencia de solución a problemas con raíces profundas.

Por cierto… Las pifias en la Cámara de Diputados no paran. Al uso de helicópteros se le sumó una grave falta de no incluir la supremacía constitucional, el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Ley Ferroviaria al momento de votar a favor de la eliminación de los órganos autónomos. Los errores se pagan y eso lo veremos próximamente.

Juegos de poder

Claudia, una “Presidenta de guerra”

Llegó la hora de recalcular todo lo planeado para concentrarse en minimizar el impacto negativo que tendrá el regreso de Trump a la Casa Blanca con una inminente guerra comercial.

Leo Zuckermann | Excelsior

En el extraordinario documental 9/11: así se vivió en la Casa Blanca (Apple TV) vemos cómo el entonces presidente George W. Bush y su equipo vivieron el fatídico 11 de septiembre de 2001. En algún momento, el mandatario dice que ese mismo día se dio cuenta de que su Presidencia había cambiado radicalmente: “Me convertí en un Presidente de guerra”, concluye.

Ahora la prioridad de su gestión sería, por un lado, castigar a los terroristas y, por el otro, evitar más atentados. Esto implicaba pasar a un segundo plano todo lo que había planeado para su Presidencia, incluyendo una reforma para migrantes indocumentados. El nuevo conflicto bélico sería prioritario e inédito por ser en contra de grupos terroristas que presuntamente se encontraban dentro y fuera del territorio estadunidense. Un desafío mayor.

Cuento esta historia como ejemplo de cómo un evento puede cambiar por completo lo que tenía planeado un gobierno.

Me parece que es el caso para la Presidencia de Sheinbaum con respecto a la elección de Donald Trump como siguiente presidente de Estados Unidos y la victoria contundente de los republicanos el pasado 5 de noviembre.

Claudia llegó al poder con muchos planes. El día de su toma de posesión, al estilo de López Obrador, se comprometió a llevar a cabo cien acciones de gobierno. Su agenda, además de la heredada por la administración anterior, es muy ambiciosa.

Sin embargo, llegó la hora de recalcular todo lo planeado para concentrarse en minimizar el impacto negativo que tendrá el regreso de Trump a la Casa Blanca con una inminente guerra comercial.

Los riesgos son enormes. De ese mismo tamaño es el desafío para la nueva Presidenta.

Trump 2.0 llega fortalecido (ganó el voto popular), prácticamente no tendrá contrapesos, está nombrando a un gabinete de fanáticos sin mucha experiencia gubernamental y podrá llevar a cabo políticas radicales ahora que no podrá reelegirse. Viene, además, con ánimos vengativos.

Agréguese su racismo, antagonismo al vecino sureño y misoginia, que complica tremendamente la relación para nuestra Presidenta.

Trump ya anunció que va en contra de México en tres temas. Será implacable. Mejor exagerar las posibles consecuencias que levantar falsas ilusiones, tomando en cuenta su pasado o el carácter negociador del magnate inmobiliario.

Advertido está. Desde el primer día de su segundo mandato, Trump impondrá aranceles a todas las importaciones que llegan a su país. A todas.

Algunos ilusos dicen que no lo hará con México y Canadá porque está impedido por el Tratado de Libre Comercio, el T-MEC, que él negoció y firmó. Que este nuevo acuerdo “es su bebé”. Falso. Esto le vale un pepino a Trump. Dirá que sus vecinos han incumplido con el mejor tratado de la historia mundial. Sobre todo, México, por donde China está triangulando importaciones a su país.

El T-MEC no nos salva con un presidente como Trump, que hace lo que se le pega la gana. Nuestro país tiene fichas para presionar a Estados Unidos con represalias arancelarias. Pero esto nos llevará a un enfrentamiento comercial donde México, por ser el eslabón más débil de los tres países del tratado, será el mayor perdedor.

Canadá ya lo entendió y, por eso, están amenazando con darnos una puñalada trapera a los mexicanos. “Mira, Trump, el problema es México, por donde se están colando los chinos. Mejor lo sacamos del tratado, nos quedamos nosotros dos, los socios anglosajones, y así resolvemos el problema”.

Quizás esta estrategia le convenga a los canadienses. Su anuncio nos da una idea de que ellos sí se están tomando muy en serio a Trump 2.0.

También está telegrafiado que el próximo mandatario de Estados Unidos utilizará los aranceles como arma de presión para que México le arregle dos problemas: la migración de indocumentados y el tráfico de fentanilo. Pretende que nosotros detengamos ambos flujos. Algo se puede hacer con lo primero a un costo económico y humanitario gigantesco para nuestro país. Lo segundo, las drogas, es imposible de resolverlo: mientras siga habiendo demanda de sustancias prohibidas, habrá una oferta ilegal.

La elección de Trump cambió radicalmente la Presidencia de Sheinbaum. La nueva prioridad es preparar y ejecutar una estrategia con el fin de minimizar el daño que puede hacernos Trump 2.0. Habrá que ensamblar un equipo de los mejores y más brillantes mexicanos (que los hay) para enfrentar la guerra comercial que ya tenemos encima.

Claudia en el G20: All You Need Is Love

Cecilia Soto | Excelsior

La presidenta Sheinbaum hizo bien en acudir a la cumbre del G20. Salir, tener contacto personal con los líderes de otras regiones y países, escuchar voces diferentes y seguramente contrastantes a las de su equipo, siempre es sano. Sólo que la mandataria sigue viajando como líder de Morena, no como jefa del Estado mexicano. Se ha tardado en asumirse como Presidenta de todos y todas. Ello se refleja claramente en los dos discursos que pronunció en la Cumbre, ambos profundamente inadecuados, especialmente el primero, que fue su carta de presentación.

Después de los saludos de rigor al anfitrión y a los y las mandatarias presentes, Sheinbaum formuló una pregunta asaz de atrevida y aguda:

“¿Qué está pasando en nuestro mundo que en tan sólo dos años el gasto en armas creció casi el triple que la economía mundial? ¿Cómo es que la economía de la destrucción alcanzó un gasto de 2.4 billones de dólares?”.

¿Qué qué está pasando? No alcanzo a imaginar la respuesta a tan tremenda interrogante, pero lo intento: ¿los Dodgers le ganaron a los Yanquis? ¿La corriente del Golfo está cambiando de ruta? ¿El precio del litio se ha derrumbado? ¿Se encontró una nueva ciudad maya? ¿Perdió las elecciones el dictador Maduro? ¿O en algún lugar del planeta un país gigantesco y poderoso invadió a un país más pequeño para apoderarse de su territorio y desaparecer su cultura? ¿Algo así como la guerra contra México del presidente norteamericano Polk en 1847?

A dos días de que se cumplieran mil días de la invasión de Rusia a Ucrania, después de cientos de miles de muertos militares y civiles, la primera mujer Presidenta de México decidió dar un discurso tipo Miss Universo radical: Oh, ¿por qué se gasta tanto en armas?. “Reduciríamos migración, el hambre, si tan sólo elevamos la palabra ‘amor’ por encima del odio; la generosidad de la persona humilde y desposeída por encima de la avaricia y el deseo de dominación”. Parecía sugerir que bastaría que le cantáramos a Putin All You Need Is Love, compuesta cuando los Beatles regresaban de un ashram en la India. Y lo dice quien encabeza a un gobierno militarista y militarizado, que quiebra una tradición civilista de décadas.

El resto del discurso, lleno de pacifismo y clichés que los coaches enseñan a las candidatas a Señorita esto y lo otro (“No se te olvide mencionar la paz mundial”) y francas mentiras. Ignora que quienes la escuchan han recibido la debida información de sus embajadores en México. Dice Claudia: “Vengo a nombre de un pueblo generoso, solidario y sabio, a hacer un llamado a las grandes naciones a construir y no a destruir; a forjar la paz, la fraternidad y la igualdad. Llámenos ‘ idealistas ‘, pero lo prefiero, a ser conformista”. Quienes la escuchan han leído ya las tarjetas elaboradas con información de sus embajadores en México. México ya no es Cancún y mariachis. Ahora se habla de la “mexicanización” cuando se refieren al avance del crimen organizado y su creciente control territorial, a las masacres de inocentes en los bares y fiestas, a los miles de desaparecidos, al dolor de las madres buscadoras. Las misiones en México también han informado sobre el programa Sembrando Vida, que al inicio del gobierno anterior fue responsable de miles de hectáreas deforestadas y en la actualidad tiene resultados muy discretos, según la evaluación del Coneval. Nadie retoma la iniciativa mexicana de un fondo para sembrar arbolitos y comprar menos armas.

El segundo discurso fue durante la sesión de trabajo sobre Reforma de la Gobernanza Global. La presidenta Sheinbaum mencionó una versión de la propuesta de reforma al Consejo de Seguridad de la ONU que se ha venido elaborando en Relaciones Exteriores desde el año 2001 para que se aumente el número de integrantes del Consejo y éstos sean rotatorios, se elimine el derecho de veto de los cinco, etcétera. Todo mejor que el primer discurso hasta que insistió en poner a su gobierno como ejemplo: “En mi país, el pueblo de México ha decidido llevar inclusión, igualdad, democracia y justicia a ámbitos que no imaginábamos”. ¡Y puso como ejemplo la reforma que desaparece al Poder Judicial! De nuevo: los presentes saben que “inclusión, igualdad, democracia y justicia” son palabras cuestionadas por la oposición en México. Saben que las reformas constitucionales se han conseguido mediante una mayoría constitucional ilegítima, inconstitucional, aprobada por un Tribunal Electoral cooptado por el gobierno. Que su coalición obtuvo sólo el 54% de los votos, pero ostenta el 75% de las curules de la Cámara de Diputados gracias al robo del siglo: la sobrerrepresentación.

En resumen: 10 por haber asistido y haberse reunido con líderes importantes; 3 por el primer discurso; 5 por el segundo. Total: 18, entre 3: 6. De panzazo.

Astillero

Partido gelatina // Xóchitl y otros reciclados // Rechazo hasta de los rosas // ¿Novedades en el caso 43?

Julio Hernández López | La Jornada

No hay planteamientos trascendentales novedosos ni figuras frescas que animen al segmento de opositores que proviene del claudioequisista movimiento rosa; simuló ciudadanización y apertura a la sociedad civil y se estrelló electoralmente con Xóchitl Gálvez a la cabeza.

Son los mismos (Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán, Emilio Álvarez Icaza y Amado Avendaño, por citar algunos nombres). Con un agregado que ayer mismo provocó rechazo en grupos originalmente apoyadores de estos escarceos políticos y electorales: Xóchitl Gálvez, la candidata presidencial ideológicamente difusa, verbalmente limitada (je je ji ji) y, sobre todo, tachada en varios ámbitos de esa oposición rosada de haber traicionado dicho movimiento al permitir que los líderes partidistas (Marko, Alito, Chucho) se agandallaran las postulaciones legislativas privilegiadas y manejaran los dineros de campaña de manera tramposa y posiblemente corrupta (sólo tuvieron representantes en 40 por ciento de las casillas; virtualmente aceptaron de antemano la derrota y destinaron los recursos a otros fines).

Una parte de quienes fueron seguidores de Gálvez le reprocha no haber peleado dignamente a la hora de la verdad electoral y haber reconocido de manera apresurada y sumisa la victoria de Claudia Sheinbaum. Cierto es que los números no permitían elucubraciones ni resistencia, pero Gálvez cerró de un dominical portazo de junio las posibilidades opositoras de intentar alguna salida política más o menos decorosa. Bueno, ni siquiera ha dejado algún resquicio de oportunidad (y en esto hace bien) a la ufología algorítmica que, con el conductor Pedro Ferriz de Con a la cabeza, asegura que en realidad la empresaria de origen hidalguense ganó la Presidencia de la República, según eso con documentación irrefutable (¡!)

Es un proyecto de partido gelatina. Sin consistencia firme y con ingredientes reciclados. No presentan una propuesta alternativa de nación, sino mucílago retórico y otras materias electorales viscosas. Es la aspiración de seguir vendiendo, de inflar las expectativas para cosechar lo que caiga. Es probable que hagan algunas piruetas de mercadotecnia para dar suspenso al asunto como, por ejemplo, simular algún tipo de disidencias o reticencias (la misma Gálvez, por ejemplo, no ha precisado aún que se sumaría a lo anunciado por Acosta Naranjo y remachado por Álvarez Icaza).

Este sábado saltaron a escena los integrantes del llamado Frente Cívico Nacional (denominación deseosa de aparentar coincidencias épicas con el Frente Cívico Potosino que encabezó el oculista Salvador Nava Martínez en San Luis Potosí). Xóchitl Gálvez ya había anunciado que está participando en el proyecto de crear un nuevo partido.

Pero incluso dirigentes de algunos de los membretes antes asociados al claudioxochitlismo repelen el mal espectáculo. Ale Morán, quien se asume como dirigente de Chalecos Mx (denominación deseosa de aparentar coincidencias con los franceses chalecos amarillos): “yo lo único que veo es otro intento de meter a otro Peje y a muchos monaguillos hambrientos de hueso desde 2020, cuando surgió Sí por México (…) Por esta gente me salí. Son los mismos grillos”; el propio Álvarez Icaza recibió muchos comentarios negativos al postear una nota de Excélsior en la que se asegura que el FCN va de la mano con Xóchitl Gálvez (por cierto, la ex senadora quiere que el nuevo partido se llame Ya Estuvo Suave). Y Acosta Naranjo tampoco recibió buen tratamiento en redes, pues varias voces anti4T lo tachan de demagogo, corrupto y oportunista. ¿Así se reorganiza el segmento rosa” de la oposición?

Astillas

Un día después de la detención de Alejandro Palacios, alias El Cholo, a quien se atribuye haber sido jefe de plaza de Guerreros Unidos en Tlatlaya y ser pieza clave en el tema de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, se informó que la presidenta Sheinbaum convoca a familiares de los normalistas a una reunión en Palacio Nacional el próximo 4 de diciembre…

México SA

Germán Larrea, ¿intocable? // Río Sonora: ¿y la remediación? // Negro historial interminable

Carlos Fernández-Vega | La Jornada

No será por carismático ni benevolente, por ser un barón soberbio, mezquino y antipático, pero algo debe tener el tóxico Germán Larrea que nadie lo toca, a pesar del tiradero que deja en cada negocio que concreta, y no han sido pocos. Su familia (con su fundador Jorge El Azote Larrea Ortega) y él mismo acumulan muchos gobiernos –de Miguel Alemán Valdés en adelante– a lo largo de los cuales la norma ha sido acumular una fortuna de ensueño –siempre prendido de la ubre pública– y relaciones políticas de primerísimo nivel que le han garantizado impunidad absoluta. ¿Qué tiene, pues, que nadie lo toca?

Lo anterior sale a colación porque Larrea y su Grupo México han sido responsables (6 de agosto de 2014) del peor desastre ambiental de la industria minera del país (Juan José Guerra Abud dixit) resultante del derrame de 40 millones de litros residuos peligrosos de la empresa Buenavista del Cobre –filial de Grupo México– en los ríos Sonora y Bacanuchi, en el que más de 25 mil personas resultaron afectadas en ocho municipios y fueron dañados decenas de kilómetros de territorio. Y una década después, con el barón y empresa tan campantes, no se ha remediado la zona afectada.

Pero no sólo eso: como se ha comentado en esta columna, su historial es interminable. Por ejemplo, tres huelgas mineras sin resolver desde hace 17 años; tiradero tóxico en la mina de Taxco, Guerrero; derrame de ácido sulfúrico en el mar de Cortés; permanente represión (Ejército con Salinas, en 1989, y de la Policía Federal, con Calderón, en 2010) contra los mineros de la sección 65 (Cananea) a quienes simplemente corrió sin más, les cortó la energía eléctrica, el gas y el agua y contrató personal que no fuera originario de esa población; violación sistemática del contrato colectivo de trabajo, y, desde luego, el homicidio industrial en Pasta de Conchos, Coahuila, donde murieron 65 mineros porque el barón se negó a invertir en seguridad para sus trabajadores.

De todas, Germán Larrea y Grupo México han librado todas, y su impunidad no se explica sin el manto protector del poder político-judicial, así como de los gobiernos estatales donde se localizan las minas concesionadas. Hay que recordar que tras el peor desastre ambiental de la industria minera del país, Enrique Peña Nieto y su pandilla los protegieron, mientras los legisladores prianistas lo cubrieron para evitar el retiro de concesión de Buenavista del Cobre. A cambio, dijeron, el tóxico barón debió crear un fideicomiso por 2 mil millones de pesos, de los que sólo se ejerció la mitad sin remediar absolutamente nada.

Viene a colación este breve resumen de las atrocidades cometidas por el barón y sus empresas porque el pasado jueves la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan Nacional Hídrico en el que se deja en claro que el acceso al agua es un derecho humano de los mexicanos y un bien de la nación, no una mercancía. También incluye el saneamiento de ríos, empezando con el Lerma-Santiago, el Atoyac y el Tula, con el objetivo de eliminar descargas contaminantes, reforestar, rehabilitar y construir plantas de tratamiento, colectores y humedales.

Bien por eso, pero, por extraño que parezca, en dicho saneamiento no aparecen los ríos Sonora y Bacanuchi, es decir, los contaminados al extremo por Larrea y Grupo México, que deberían ser una de las prioridades del citado Plan Nacional Hídrico. ¿Qué pasó allí?

Bueno, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, intentó justificar dicha ausencia: en el caso de los ríos citados “estamos trabajando, de parte de la Semarnat, en todo un programa de remediación. De hecho, ya nos reunimos con los empresarios (Grupo México) y acordamos hacer un plan conjunto de remediación y también de establecer y de cumplir los compromisos que se hicieron para la población en materia de salud… Estamos tratando de ver cómo hacemos la remediación. Sí, ya tenemos un plan y lo estamos haciendo en conjunto con la empresa principal que actúa por allá” (Buenavista del cobre).

¡Diez años después! y apenas estamos tratando de ver cómo hacemos. Ello, sin olvidar que en octubre de 2023 el gobierno federal denunció penalmente a Grupo México, por incumplimiento de dicha remediación ambiental. Entonces, ¿qué tiene Larrea que nadie lo toca?

Las rebanadas del pastel

Para ser un fracaso –como dice la supuesta oposición– la reforma al Poder Judicial va viento en popa: más de 9 mil jóvenes en todo el país se han inscrito con el objetivo de ser jueces, magistrados y ministros honestos. De ese tamaño es el fracaso.

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