Columnas Escritas
LO QUE DICEN LOS COLUMNISTAS
La simulación de la verdad
Javier Sicilia
Proceso
La simulación es asunto de corruptos, cobardes y traidores. La mal llamada 4T pertenece a ellos, que han hecho que la verdad, la justicia y la paz permanezcan enterradas con los muertos.
Durante los procesos electorales que llevaron a AMLO a la Presidencia de la República, Jacobo Dayán y yo nos sentamos con el propio López Obrador en las oficinas de Alfonso Romo. El tema de la reunión era hablar del estado de violencia e impunidad que sufre la nación y proponerle que, de ganar la Presidencia, creara una política de Estado basada en la justicia transicional, que estaba ya en el espíritu de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), que el gobierno de Peña Nieto, quien la creó, había abandonado. Se trataba, frente a la inoperancia y los vínculos del Estado con el crimen organizado, de crear, con apoyo internacional, un mecanismo extraordinario de verdad y otro de justicia, para esclarecer los crímenes desde la Guerra Sucia hasta nuestros días, con el fin de transitar de un Estado capturado por el crimen a uno de derechos.
AMLO respondió: “Sé cómo abordar los temas urgentes del país, pero de esto no sé nada. Ayúdenme”. “Por supuesto –respondimos–. Si llegas a ganar, con el consenso de las víctimas ponemos a tu disposición un buen grupo de expertos en la materia para crearla”.
Con esa agenda, el 8 de mayo de 2018 realizamos, con los candidatos a la Presidencia, el primero de los Diálogos por la Verdad, la Justicia y la Paz, la agenda fundamental en el Museo Memoria y Tolerancia. Con esa misma agenda, el 14 de septiembre de ese mismo año se llevó a cabo, ya con López Obrador como presidente electo, el segundo Diálogo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Con esa misma agenda, y como prometimos, un grupo de expertos comenzó a trabajar con la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Segob. Pero los documentos surgidos de esas reuniones se archivaron. Como si la tragedia humanitaria que padece México se redujera a los 43 muchachos de Ayotzinapa, sólo se hizo una Comisión de la Verdad –que hasta ahora ha sido inoperante– para atender ese caso.
En enero de 2020, a raíz de la masacre de la familia LeBarón, las víctimas marchamos al Zócalo de la Ciudad de México con esos documentos, para exigirle a AMLO que asumiera sus compromisos. La respuesta fue el insulto, el desprecio y la violencia.
Ahora que su errática política de verdad, justicia y paz, que se resume en un país militarizado y en un estúpido eslogan: “Abrazos, no balazos”, lo único que ha generado es más horror y muerte, el pasado 6 de octubre la Segob creó la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos de 1965 a 1990.
Bajo ese pomposo nombre, que quiere pasar como justicia transicional, se oculta, sin embargo, la misma burda simulación, el mismo fingimiento que AMLO y la
Segob no han dejado de manifestar desde que Dayán y yo nos sentamos con AMLO en las oficinas de Romo.
Como ya lo han mostrado José Ramón Cossío (El País, 11/10), el propio Dayán (Animal Político, 13/10) y Santiago Corcuera (El Universal, 16/10) –tres expertos en estos asuntos–, dicha Comisión es una pifia que formulo en preguntas: ¿Por qué la arbitraria fecha de esclarecer y juzgar crímenes de 1965 a 1990? ¿Después de esa fecha no los hay? ¿Dónde quedan la verdad y la justicia para los 350 mil asesinatos, las más de 90 mil desapariciones, los más de 30 mil casos de tortura de 2006 a la fecha? ¿Por qué esa Comisión termina sus funciones en 2024? ¿Realmente creen que en tres años van a esclarecer 25 años de crímenes enterrados en el galimatías de la historia y la corrupción política? ¿Qué resultados pueden esperarse de una Comisión de la Verdad donde cinco de sus seis representantes con voto son funcionarios del Estado, es decir del aparato responsable de la violación de los derechos humanos, una Comisión que es juez y parte de los crímenes que pretende esclarecer? ¿Cómo puede funcionar una Comisión cuyo financiamiento es impreciso y en la que cinco personas con carácter independiente, que carecen de voto pero que forman parte “honorífica” de la Comisión, no recibirán “retribución” alguna? Dada la complejidad de la tarea, una Comisión de este tipo requeriría no sólo una política de Estado transexenal, sino el involucramiento permanente de largo plazo de sus miembros y, como señala Dayán, la “participación de cientos de personas que analicen documentos, realicen cientos y cientos de entrevistas para recolectar testimonios; equipos periciales sólidos y de procesamiento de grandes cantidades de información, y equipos de redacción y de revisión, entre otros”.
Frente a tales incongruencias, lo único que puede decirse es: “¡No mamen!”. Lo que saldrá de ello es algo semejante a lo que produjo la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado que creó Vicente Fox durante su administración, o la CEAV diseñada bajo la administración de Calderón, creada bajo la de Peña Nieto y desfigurada por la de AMLO, es decir, nada. Sólo una burla más del Estado a las víctimas y al sufrimiento de la nación, una simulación más de la ya larga colusión del Estado con el crimen organizado.
La simulación es asunto de corruptos, cobardes y traidores. La mal llamada 4T pertenece a ellos, que han hecho que la verdad, la justicia y la paz permanezcan enterradas con los muertos.
Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, detener la guerra, liberar a todos los presos políticos, hacer justicia a las víctimas de la violencia, juzgar a gobernadores y funcionarios criminales, esclarecer el asesinato de Samir Flores, la masacre de los LeBarón, detener los megaproyectos y devolverle la gobernabilidad a México.
Juegos de poder
Morena y la sucesión presidencial
Leo Zuckermann
Excelsior
Fue López Obrador el que abrió el juego de la sucesión presidencial de 2024. Sobre los posibles candidatos de Morena, el 5 de julio pasado dijo en su conferencia matutina: “Del flanco progresista liberal hay muchísimos como Claudia, Marcelo, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Rocío Nahle, bueno, muchísimos, afortunadamente hay relevo generacional”. Sus razones tendrá el Presidente al adelantarse tanto, cuando lo acostumbrado era aguantarse lo más posible para abrir el proceso de nominación del candidato presidencial de su partido.
Como era de esperarse, esto alborotó a la política nacional.
Pronto quedó claro que la favorita de AMLO es Claudia Sheinbaum. Como dice el cliché, una imagen dice más que mil palabras. El 29 de agosto apareció la foto del Presidente señalando a la jefa de Gobierno en una clara alusión de “es ella”. AMLO, que no da paso sin guarache, sabía perfectamente cómo se interpretaría este retrato.
Sheinbaum ya comenzó su campaña. Lleva semanas recorriendo el país. A veces va a las giras con AMLO. En otras, acude a la toma de posesión de los nuevos gobernadores surgidos de Morena. También viaja a inauguraciones de eventos en los estados. De acuerdo con las encuestas, todavía tiene bajos índices de reconocimiento de nombre, por lo que requiere darse a conocer más allá de la capital.
Todos los presidentes tienen un plan B, en caso de que les falle el A en la sucesión. Marcelo Ebrard parece serlo. Ya también dijo que quiere ser el candidato presidencial de Morena.
Para tal efecto, ha utilizado su plataforma como canciller. Igual recibe a Evo Morales en México que se toma fotos con el presidente Joe Biden en la COP 26. Si la de Sheinbaum es una campaña interna, la de Marcelo es externa.
Cuando AMLO abrió el juego sucesorio, no mencionó a Ricardo Monreal. Éste, sin embargo, salió rápido a aclarar que también buscaría la candidatura de Morena. Desde entonces empezó su campaña utilizando su plataforma como líder de ese partido en el Senado. Ahí van los tres, más los que se acumulen en el largo camino rumbo al 2024.
Pero en 2024 no sólo se cambiará la Presidencia, sino cientos de puestos de elección popular, tanto federales como locales. A éstos hay que sumar los que vienen antes en 2022 y 2023. Y, como Morena es el partido con mayores preferencias en las encuestas, pues la lucha por esas candidaturas es y será feroz. Esto explica los conflictos que ya se están viviendo dentro de ese partido.
Veamos lo ocurrido el fin de semana pasado. De manera virtual, se reunió el Consejo Nacional de Morena donde afloraron las diferencias. Paco Ignacio Taibo II, del ala más radical, dijo que “Morena está en gresca permanente por la obtención de cargos, elige a sus candidatos de maneras muy discutibles […] temas laborales nos son ajenos, los temas de la sociedad no son ajenos. ¿Qué tenemos en realidad? Un partido cargado de desprestigio”.
Taibo se fue duro contra el dirigente nacional del partido, Mario Delgado: “Mario, si no entiendes qué piensa el país de Morena, renuncia, no hay bronca”. También censuró a Monreal por supuestamente haber promovido candidaturas en contra de Morena en la pasada elección, algo que también piensan en el Palacio del Ayuntamiento después de los adversos resultados de Morena en los comicios capitalinos.
Otro miembro del ala radical de Morena, John Ackerman, utilizó su columna del lunes en La Jornada para volver a criticar a la dirigencia de su partido. Según él, hay un movimiento “silencioso pero potente” que quiere rescatar a Morena “de las manos de los oportunistas que quisieran convertirlo en un nuevo PRI”.
Eso fue el fin de semana. A eso hay que añadir las críticas de otros morenistas conspicuos como Irma Eréndira Sandoval y Gibrán Ramírez. Hasta ahora, el cemento de Morena ha sido López Obrador. Es lo que mantiene unidos a facciones que no sólo tienen intereses diferentes, sino ideologías enfrentadas.
Claramente están saliendo a la superficie las divergencias en la medida en que el próximo candidato presidencial no será AMLO. Súmese a eso la lucha política por tantas candidaturas en los años venideros. Por eso, Morena es una especie de PRD, pero en esteroides. Nunca los perredistas acumularon tanto poder como los morenistas de hoy. Y si siguen por el mismo camino, llegarán al mismo destino, es decir, a la fractura partidista. A menos que el gran líder de Palacio Nacional ponga orden en un partido que ha fracasado en construir instituciones para resolver sus conflictos internos.
¿Financiamiento al terrorismo en México?
Santiago Nieto Castillo *
La Jornada
Calificar a los grupos de la delincuencia organizada que hay en México como organizaciones terroristas no sólo encierra un error conceptual, sino que dista mucho del contexto mexicano, a diferencia de la presencia más evidente en Estados Unidos y la forma en que operan en nuestro país.
Si bien, como ha sido señalado por la Evaluación Nacional de Riesgos 2020, la principal amenaza para la nación en relación con el lavado de dinero es la delincuencia organizada, seguido por el nivel de recursos ilícitos generados por el país y la corrupción, tal como arroja dicho diagnóstico, dentro del territorio nacional no se han suscitado casos de terrorismo ni se ha detectado algún tipo de transacción que pudiera dar lugar a una investigación relacionada con este fenómeno delictivo. Tampoco se ha identificado la existencia de combatientes terroristas. Sin embargo, la posición geográfica y la porosidad de las fronteras, así como la existencia de Organizaciones sin Fines de Lucro (OSFL) abren la posibilidad de que México sea utilizado como plataforma financiera del terrorismo internacional, lo cual ni siquiera nos lleva a suponer que las bandas que operan son equiparables con grupos conocidos.
Que la delincuencia organizada represente la mayor amenaza en nuestro país obedece, principalmente, a la diversificación de la cartera de operaciones ilícitas generadas por esas agrupaciones, además de la proveniente del tráfico de drogas, como son el abanico de delitos que generan grandes recursos para sus organizaciones como la extorsión, el secuestro, robo de hidrocarburos, tráfico de migrantes y trata de personas, entre otros. En este sentido, a su capacidad financiera y económica para lavar dinero por esas actividades ilícitas, se puede continuar con el financiamiento de sus redes de criminalidad. He aquí que el componente económico representa el mayor aliciente para este tipo de grupos
delictivos, y no necesariamente lo es para terroristas, que como su nombre lo indica, buscan provocar un estado de terror en la población o en un grupo de personas en particular para propósitos más políticos, ideológicos, raciales, étnicos, religiosos o de cualquier otra naturaleza a los que se puede invocar para justificar sus actos.1
Y precisamente, si se toman en cuenta las vulnerabilidades del sistema de prevención en materia de financiamiento al terrorismo en nuestro país, entre las acciones emprendidas por el gobierno de México, por medio de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), durante este año se generó un protocolo de intercambio de información con el Centro Nacional de Inteligencia a fin de actuar de manera coordinada en la detección y combate de posibles casos relacionados con financiamiento al terrorismo, a propósito de la posición geográfica que guarda el país e interrelación que se tiene con Estados Unidos y la Unión Europea, que son blancos prioritarios para el terrorismo internacional.
Asimismo, el 7 de diciembre de 2020 la UIF emitió la guía para combatir el financiamiento al terrorismo aplicable a las organizaciones sin fines de lucro, mediante la cual se establecen diversas herramientas para que, con independencia de llevar a cabo o no la actividad vulnerable en la recepción de donativos, puedan mitigar el riesgo de ser utilizadas en la realización de actos u operaciones con el financiamiento al terrorismo. En este sentido, México solicitó a través del tercer informe de seguimiento intensificado presentado por la UIF ante el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), la recalificación de la Recomendación 8 referida a las OSFL, que pasó de parcialmente a en su mayoría cumplida.
Finalmente, durante la reunión plenaria del GAFI la semana pasada, se abordó que la amenaza del terrorismo sigue agravándose en muchas regiones del mundo, incluyendo los recientes ataques en Afganistán, Irak y regiones de África y el sur de Asia, y que han sido reivindicados por el Estado Islámico de Irak, El Levante y sus grupos afiliados, o realizados por atacantes solitarios inspirados en ellos, por lo que el GAFI ha publicado dos declaraciones públicas independientes respecto al financiamiento del terrorismo y la situación en Afganistán, considerando lo delicado de la situación y la necesidad de actuar sin comprometer tanto acuerdos, como la seguridad e integridad física de los involucrados. Esto sujeta a México a seguir con el cumplimiento de sus obligaciones internacionales y fortalecer, cada vez más, la cooperación interinstitucional dentro y fuera de sus fronteras en el combate al financiamiento al terrorismo, con la objetividad y la transparencia de los datos que nos alertan de la presencia o no de grupos de ese tipo en territorio nacional.
1 En 1994 la Asamblea General de la ONU aprobó la declaración sobre medidas para eliminar el terrorismo internacional en su resolución 49/60, https://www.ohchr.org/Documents/ Publications/Factsheet32sp.pdf
* Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.