Columnas Escritas
Lo que dicen los columnistas

El peligroso Sr. Musk
El nuevo protagonismo de Elon Musk en la arena política internacional no es inocuo ni gratuito. En realidad, esta irrupción ejemplifica el peligro que implica el poder que algunos individuos pueden acumular en un capitalismo sin contrapesos.
Antonio Salgado Borge * | Proceso
Elon Musk se ha convertido en el protagonista de distintos eventos políticos alrededor del mundo.
En el lapso de un par de semanas el dueño de la red social X y de Tesla lo mismo entrevista a Donald Trump que discute con el primer ministro británico tras agitar disturbios en ese país; pelea con el gobierno brasileño por una supuesta violación a la libertad de expresión, es acusado (sin fundamentos) por Nicolás Maduro de intervenir en las elecciones venezolanas o respalda a manos llenas a Javier Milei, el presidente argentino.
La irrupción directa de Elon Musk en la arena política internacional no es gratuita. Tampoco es inocua. En realidad, este fenómeno manifiesta tres elementos cuya convergencia representa un riesgo inminente para las naciones democráticas.
El primero de estos elementos es el capitalismo sin límites. Para nadie es un secreto que Musk es una de las personas más ricas del planeta o que varias de sus empresas estén relacionadas con tecnología de punta. Quizás la más espectacular sea Space X, una compañía principalmente conocida por su promesa de turismo espacial, que ha implicado publicitados lanzamientos de cohetes.
Menos comentado es el hecho de que varias de las empresas de Musk, incluyendo a SpaceX y Starlink, tienen contratos multimillonarios con gobiernos. La red de satélites que su compañía ha puesto en órbita se ha convertido en parte fundamental de luchas geopolíticas –por ejemplo, de ella dependen la resistencia de Ucrania a la invasión Rusia.
Pero, sobre todo, Musk es propietario de la mitad de los satélites artificiales que orbitan la tierra, por lo que su red es indispensable para las telecomunicaciones que sostienen la seguridad, los sistemas de salud, el comercio o la vida social en 2024.
Utilizando su enorme poder económico, y gracias a su evidente capacidad para los desarrollos tecnológicos, Elon Musk ha logrado hacerse indispensable para el mantenimiento de la normalidad en nuestro planeta. Desde luego, de suyo ello no es algo reclamable a este multimillonario; lo que Musk hizo es lo que cualquier capitalista sin límites en su posición hubiese hecho.
Lo que realmente debe sonar las señales de alarma es que, en el afán de empequeñecer sus estructuras para ahorra costos que, en un extremo, lleva a concesionar áreas fundamentales a empresas privadas, distintos gobiernos, empezando por el de Estados Unidos, hayan puesto todos sus huevos en una sola canasta.
Este estado de cosas ha terminado dando a Musk un poder que ningún individuo debería tener en solitario y sin balances democráticos. Y es que es fácil ver que es una pésima idea otorgar tal capacidad de chantaje y manipulación a una sola persona, sin importar sus credenciales.
El segundo elemento, estrechamente vinculado con el primero, tiene que ver con la evolución ideológica de Musk. Este millonario ha pasado de defender los principios de la democracia liberal a ser la instancia paradigmática del troll de la ultraderecha populista.
Es un hecho bien documentado que en sus primeras publicaciones en X (antes de dejar de ser Twitter y pasar a sus manos), Musk se mostraba liberal e incluso hablaba de la importancia de defender derechos que hoy no reconoce (como los de las personas LGBTI+).
Su giro en este sentido ha sido tan espectacular como lamentable. Actualmente este multimillonario lo mismo defiende teorías conspirativas, que despotrica contra minorías o inmigrantes o enarbola la defensa de una supuesta masculinidad bajo amenaza.
Este giro ha llevado a Musk a convertirse en un ícono para miles de hombres atrapados en las alcantarillas de la ultraderecha. También le ha vuelto un referente para los llamados “tech bros”, hombres normalmente antifeministas y con pocas habilidades sociales, pero muy ruidosos que se presentan como muy seguros de sí mismos.
No conforme con ello, Musk ha decidido dar un paso adicional y apoyar directamente a líderes políticos que defienden estas banderas y que abiertamente buscan reemplazar a la democracia liberal por regímenes autocráticos y anti-derechos, empezando por Donald Trump.
El tercer y último elemento a revisar aquí es el hecho de que Elon Musk sea actualmente el dueño de X.
Si bien es cierto que esta red social no es la más usada en el mundo, también lo es que, políticamente, sigue siendo la más influyente. Prueba de ello es la presencia de distintos actores políticos relevantes y que, para bien o para mal, buena parte de las comunicaciones institucionales siguen ocurriendo en ella.
En 2022 Musk decidió adquirir Twitter. Dos dudas principales en aquel entonces era si buscaría transformarla en una empresa económicamente viable y si sería capaz de poner de lado sus posiciones para garantizar alguna suerte de neutralidad política.
Las respuestas a estas preguntas no podrían ser más contundentes. En un principio, Musk implementó cambios en esa red so pretexto de defender la libertad de expresión, pero benéficas para la ultraderecha, incluidas el desmantelamiento de moderación y la rehabilitación de cuentas utilizadas para difundir discurso de odio. Posteriormente, se empezó a favorecer a perfiles y medios ultraderechistas en términos de exposición, seguidores y presencia. El ejemplo más claro es la cuenta del dueño de X.
Más recientemente Musk ha puesto su cuenta y su red al servicio de Donald Trump y de su proyecto. Aunque está por verse el impacto que ello tendrá en las elecciones de noviembre en Estados Unidos, lo que no está en duda es que, tal como lo ha puesto el reconocido periodista de tecnología Casey Newton, ahora resulta evidente que la intención de Musk al adquirir Twitter fue hacerla una herramienta política.
El nuevo protagonismo de Elon Musk en la arena política internacional no es inocuo ni gratuito. En realidad, esta irrupción ejemplifica el peligro que implica el poder que algunos individuos pueden acumular en un capitalismo sin contrapesos, especialmente cuando estos controlan infraestructura fundamental, manipulan a su antojo una de las redes sociales más influyentes y tienen ideas antidemocráticas y antiderechos.
* Profesor Asociado de Filosofía en la Universidad Nottingham, en Reino Unido.
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Sextante
De orgullo a vergüenza
Federico Reyes Heroles | Excelsior
La escoba de la 4T no llegó ni a la Conade. Su vitrina está llena de corruptelas.
Para Norma Mereles, por su amable firmeza.
¿Es el orgullo nacional algo deseable? Por supuesto, no así los peligrosos nacionalismos que inventan identidades y odios. Pero ese orgullo sano debe asentarse en hechos. Ésa es la gran diferencia.
En la esquina de un parque de Helsinki hay un monumento a Jean Sibelius. Es una enorme cabeza del grandioso y atormentado compositor. Un imparable riachuelo de ciudadanos llega a depositar ramos de flores y de seguro su tercera o quinta sinfonía, quizá Finlandia, o su concierto para violín, resuenan en sus cerebros. La encarnación de los orgullos puede ser conflictiva. Chopin: polacos y franceses lo reclaman. Nacido cerca de Varsovia, en lo que sería Polonia, crecido inicialmente en esa ciudad, a los 20 años se traslada a Francia. Ese país le brindaría el ambiente necesario para su esplendor. Su larga relación con George Sand lo llevaría por infinidad de salones. No le agradaban los auditorios. Ya muy enfermo iría a Mallorca durante un año, periodo que resultó de los más productivos de su vida. En España se discute dónde pasó cada día y la procedencia de los pianos que usó.
La palabra Tesla hoy remite a la punta de lanza de la industria automotriz, pero atrás está la historia de un serbio, nacido en Croacia, cuya mente excepcional entregó a la humanidad la corriente alterna. La desarrolló en Estados Unidos; adoptó esa nacionalidad. El origen de las bebidas también es motivo de orgullo nacional, los vinos franceses, los wiskis escoceses e irlandeses y ahora japoneses motivan discusiones. Las artes, las ciencias, la gastronomía, la inventiva en general son motivo de orgullo nacional. ¡Ojo!, el término nación remite a la unidad que, en mucho, pertenece al imaginario colectivo. Pasado, tradiciones y lenguas comunes, pero en función de unir. El orgullo estará vivo si lo alimentamos de nuevos elementos que tengan sustancia universal. Eso es lo deseable.
En México tenemos mucho con qué fomentarlo. El problema es que casi siempre invocamos al pasado y, entre más remoto, menos discusión hay. Nadie discute sobre la grandeza olmeca. Conforme nos acercamos al presente, el asunto se vuelve espinoso. No hemos podido digerir a Colón y qué decir de Cortés. El mestizaje —del que tanto se nutrió nuestra identidad como nación— recibió una bofetada cuando el Presidente exigió al rey de España y al papa Francisco pedir perdón a México —a los pueblos originarios— por los excesos cometidos en la Conquista. Usar la historia para ganar popularidad, así sea inyectando odio, no fomenta el entendimiento. También nos hemos especializado en actividades estrafalarias como la elaboración de la enchilada más grande del mundo o la venta de tacos por hora.
Los Juegos Olímpicos son quizá la forma más sana de incentivar ese orgullo. En cualquier país, rico o pobre, se puede encontrar algún atleta de excepción. Pero los JO van más allá, se trata, precisamente, de promover el desarrollo institucional y constante de ciertas disciplinas en cada nación. Kenia, un país muy pobre, con alrededor de 10 millones de habitantes, ha obtenido 113 medallas en juegos de verano. Cero en invierno. Eliud Kipchoge ha ganado todos los maratones en que ha participado, salvo uno. En París se retiró como príncipe. Los JO inspiran la superación personal, nuevas metas, el cuidado y conocimiento del cuerpo, motivan a jóvenes, y no tanto. Son un orgullo deseable. México —130 millones— ha ganado en total 78 medallas. En la lista existen fantásticas historias individuales: de Joaquín Capilla en clavados al box o las competencias ecuestres, o Felipe Muñoz, José Pedraza o Ernesto Canto y muchos más. Bien por los que en el 2024 regresan triunfantes, a pesar de… Otras estrellas en singular.
La escoba de la 4T no llegó ni a la Conade. Su vitrina está llena de corruptelas. Su directora será recordada por su altanería, vulgaridad y desprecio por los otros. ¿Motivar a quién?
Fue ejemplo; hoy, vergüenza.
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Arsenal
“Jueces por voto popular, no; carrera judicial, sí”
Francisco Garfias | Excelsior
Comenzó la revuelta contra la reforma de AMLO que pretende liquidar al único poder autónomo que le hace contrapeso al gobierno de Morena en México: el Judicial.
Los trabajadores del PJF se fueron ayer a paro indefinido en 29 estados de la República. Están convencidos de que la reforma sí afectará sus derechos laborales y su carrera judicial, pese a las promesas del gobierno. Jueces y magistrados, por otra parte, podrían suspender labores el próximo miércoles para protestar contra la reforma que propone, entre otras cosas, que los juzgadores sean electos por voto popular.
La sesión del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, programada para este martes 20 de agosto, se suspendió, debido a que las ministras y ministros sostendrán una sesión privada en la sede principal del máximo tribunal sobre las acciones a seguir. El Peje ya se va, pero le deja a Claudia Sheinbaum el “huevo de la serpiente”.
*“Nosotros no damos abrazos a los delincuentes. ¡Los encarcelamos!”, decía una elocuente manta colgada ayer en las rejas del Palacio de Justicia en San Lázaro, donde se concentraron los trabajadores del PJF. Los abrazos, dicen, sólo han servido para romper el récord de homicidios. En otra manta que daba voz a los inconformes se leía: “Juzgar no es un asunto de popularidad. Basta de mentiras: el Judicial es un poder honesto”. Y una más: “Jueces por voto popular no; carrera judicial sí”.
*El argumento del oficialismo para defender la citada reforma es que va a “democratizar” al Poder Judicial.
Pero, a decir verdad, no hay en el dictamen medidas concretas para evitar una catástrofe anunciada: la irrupción del narcotráfico a favor de candidatos a modo. Los morenos pueden repetir hasta el cansancio que no se le permitirá a los cárteles de la droga intervenir en el proceso de elección de los juzgadores.
Ya vimos, en los comicios de este año, lo eficaces que son para proteger a los candidatos a cargos de elección popular: 130 aspirantes, precandidatos y candidatos, fueron atacados presuntamente por grupos del crimen organizado, durante el pasado proceso electoral, según Data Cívica.
De ese total, 34 fueron asesinados, 40 sobrevivieron a atentados, 32 recibieron amenazas tangibles. Diez fueron secuestrados, y en 14 ataques armados, la persona candidata sobrevivió, pero alguien más murió.
*Claudia Sheinbaum, presidenta electa, habló ayer de la reforma al Poder Judicial. “Lo que queremos –dijo– es que haya un verdadero sistema de justicia en el país. Cuando fui a un evento con empresarios les decía que ahora va a tener más autonomía el Poder Judicial. ¿Por qué? Porque a un juez lo va a elegir el pueblo, al igual que a un diputado. No los elige el Senado. En el Senado, muchas veces es como se ponen de acuerdo los partidos políticos”, destacó.
*El ambiente en Culiacán, Sinaloa, está muy tenso. La gente tiene miedo. Los restaurantes solos y cuando se animan a salir, se topan con situaciones como las que nos describe un amigo sinaloense: “Acabo de ir al Miró de la Chapultepec y llegó Rocha Moya (el gobernador) como con diez guaruras. Los sentó en diferentes mesas. Afuera plantó otros dos cabrones en las dos entradas del restaurante. Por lo menos vimos dos motopatrullas dando vueltas. No chingues, que pinche incomodidad estar allí. Pedimos la cuenta mejor”.
No es para menos. El pasado fin de semana fueron asesinadas diez personas en Sinaloa, incluido un capo por el que Estados Unidos ofrecía cuatro millones de dólares, en hechos vinculados con la captura de El Mayo Zambada, según el gobernador morenista.
El propio Rubén Rocha, involucrado por Zambada como asistente a una reunión en la que estuvo el asesinado exrector de la UAS Héctor Melesio Cuén, detalló que cuatro de los homicidios se registraron el viernes y seis más el sábado. Horas antes de las declaraciones de Rocha, el Presidente dijo en la mañanera que Sinaloa se había mantenido “muy estable” y que no ha habido informes de confrontación entre grupos armados.
Tan “estable” está ese estado que ayer llegaron 600 militares a Sinaloa para hacer frente a la ola de violencia que alli se vive.
*Sólo en México ocurren estas cosas. Un prófugo de la justicia, Javier Corral, denunció a la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, por “privación ilegal de la libertad, abuso de autoridad y lo que resulte”. Fue su respuesta a la orden de aprehensión que le giró la Fiscalía de Justicia de Chihuahua al exgobernador de esa entidad, por un desvío de recursos públicos por 98 millones de pesos. Cómplice de la fuga de Corral –no es broma– es Ulises Lara, encargado de la Fiscalía de la CDMX. Este hombre cometió el delito de obstrucción de la justicia, pero como forma parte de las filas de oficialismo, sigue tan campante.
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Juegos de poder
Presidenta histórica, pero sin brillo todavía
¿Qué hará Claudia una vez que se ponga la banda presidencial?
Leo Zuckermann | Red social X
Claudia Sheinbaum la ha jugado muy bien.
Lejos de enfrentarse al presidente López Obrador, lo ha dejado brillar en las últimas semanas de su sexenio.
La Presidenta electa ha decidido desempeñar un papel secundario en la transición gubernamental. A muchos les puede parecer indigno que la que será la primera mujer mandataria en la historia del país siempre esté un paso atrás del hombre que gobierna.
Y sí lo es. Pero, ¿acaso tiene alternativa Claudia?
Creo que no.
Quiérase o no, AMLO sigue teniendo el poder en México. Es el Presidente hasta el 30 de septiembre y líder indiscutible de Morena. El monumental narcisismo del tabasqueño le impide apagarse gradualmente para dejar fulgurar a la nueva Presidenta. Genio y figura, hasta la sepultura.
Sheinbaum lo conoce perfectamente. No quiere que se enoje hasta que le entregue la banda presidencial el primero de octubre. Y hace bien. Es mejor tragarse varios sapos indignos y aparecer como “segundona” que producir la furia de un personaje acostumbrado al protagonismo.
Claudia le da por su lado a AMLO. Sabe que lo que más le importa es su lugar en la historia. Y ella se lo entrega en bandeja de plata. La semana pasada, en el evento en que festejó su nombramiento como Presidenta electa en el Teatro Metropólitan, dijo que “López Obrador es el mejor presidente que haya habido en la historia”.
Con permiso, don Benito, pero ya lo desplazaron.
La gran pregunta es qué hará Claudia una vez que se ponga la banda presidencial el primero de octubre. ¿Ahí sí la dejará brillar AMLO? ¿Ella misma reclamará el protagonismo que le toca o seguirá jugando un papel secundario frente al líder del movimiento que se mudará a su rancho en Chiapas?
Ya lo veremos.
Por lo pronto, Claudia ha movido bien las fichas para evitar un conflicto innecesario en un momento en que todavía no tiene el poder formal de la Presidencia.
El jueves pasado, en sus dos primeros discursos como presidenta electa en el Tribunal Electoral y en el Teatro Metropólitan, además de ensalzar a AMLO y reiterar la continuidad del programa de la llamada “Cuarta Transformación”, Claudia posicionó su Presidencia como “histórica” por el hecho de que, por primera vez en la historia, gobernará una mujer el país.
Una vez más, creo que tiene razón.
Ya era hora de que nuestro país se integrara a las naciones gobernadas por mujeres. Es un paso gigante para la equidad de género.
“Como primera mujer Presidenta de México —afirmó Sheinbaum—, sepan que actuaré con honestidad; responsabilidad; respetando la independencia de los poderes; gobernaré para todos y para todas las mexicanas y mexicanos”. Se trata de un buen mensaje. Ojalá se haga realidad. Llegó la hora de quitarle los altos niveles de testosterona que caracterizaron la vida pública del país con el presidente López Obrador.
Claudia reivindicó el papel de las mujeres en la historia: “Reconocer que somos protagonistas de las grandes transformaciones y que las mujeres podemos también tomar el rumbo de la nación en nuestras manos y en nuestra mente. Las mujeres podemos ser presidentas. Y con ello hago una respetuosa invitación a que nombremos presidenta con A […] no me cansaré de repetir que no es un triunfo individual. El día de hoy llegamos todas”.
Buenos los discursos de Claudia el jueves pasado. Pero pasaron sin pena ni gloria en los medios de comunicación y la opinión pública. Poco se habló de ellos. Por la misma razón del papel secundario que ha tenido Sheinbaum desde que ganó la elección en junio. El poder, la presencia mediática y el control de la agenda pública los sigue teniendo López Obrador, no ella. Así que siempre queda en un segundo plano.
Sí, la Presidencia de Claudia es histórica por la llegada de una mujer a la primera magistratura. Ahora, a partir del primero de octubre, tiene que ejercer el protagonismo que le toca. No detrás de un hombre, sino a la par de éste, que ella considera el mejor Presidente de la historia.
Tiene que brillar por sí misma. Con su estilo personal de gobernar, claro. Ése es el reto de la nueva Presidenta con A. Por el bien de México, ojalá lo logre y en seis años hablemos de que la de Sheinbaum fue una Presidencia histórica no sólo porque llegó una mujer al poder, sino porque lo ejerció de una manera brillante.
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Astillero
Milei planta a derecha mexicana // Citlalli: Morena y mujeres // Brugada: gabinete con mensaje // Aceleran con paro judicial
Julio Hernández López | La Jornada
El estrambótico presidente de Argentina, Javier Milei, está empantanado política y económicamente y hubo de desairar la muy acariciada visita de provocación que había planeado para este fin de semana a la Ciudad de México, en el marco de la trumpista Conferencia Política de Acción Conservadora, auspiciada por el ultraderechista actor y productor cinematográfico Eduardo Verástegui.
Para empezar, está cada vez más enredado en pleito con su vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien ha librado continuas batallas internas y externas que dan cuenta de la inhabilidad política del escandaloso economista libertario.
Además, una encuesta de opinión (Zubán Córdoba) colocó en la lista de los temas que más enojan a los argentinos, en orden de importancia: el aumento de la pobreza, la desocupación, la detención de un diputado acusado de integrar una red de pedofilia, la crisis económica y… los continuos viajes privados de Milei pagados con fondos públicos, los más costosos, sólo por motivos personales o de promoción partidaria e ideológica (https://goo.su/qw1dR). Así que se excusó de viajar a México arguyendo que el próximo viernes debe estar en un acto conmemorativo de la bolsa de valores de Rosario, en la provincia de Santa Fe.
Citlalli Hernández será la titular de una secretaría federal de las mujeres que, en términos administrativos, será una continuidad del instituto dedicado a los mismos asuntos femeniles pero que, en la práctica, podría convertirse en un importante brazo político, luego electoral, del claudismo.
Así como buena parte del éxito electoral del obradorismo residió en el ejército de asistencialismo y control relacionado con los programas sociales (enfoque que Sheinbaum mantendrá), el segundo piso, es decir, la etapa de la primera presidenta, debería articular los procesos relacionados con las mujeres, pues constituyen una expresión creciente de poderío institucional y una franja de votos que la aún secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, puede organizar y encauzar.
Clara Brugada dio a conocer a los integrantes de su gabinete en un acto con mensajes o, cuando menos, con diferenciaciones. No lo hizo en episodios, sino de un solo tirón. Aceptó continuidad con el pasado inmediato, en la persona del martibatrista César Cravioto, pero sin que a esa designación se sumaran muchas más que dieran demasiado peso a tal administración anterior: sólo fueron ratificados el secretario de seguridad pública, relacionado con Omar García Harfuch, y la secretaria de asuntos de riesgos y protección civil.
Llama la atención que Alejandro Encinas quede a cargo de una dependencia de próxima creación, que se encargará de la planeación y del ordenamiento territorial, al tiempo que Inti Muñoz va a la de vivienda, que dividirá funciones de lo que es la actual Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda. Ex jefe de Gobierno sustituto y ex subsecretario de Gobernación, Encinas es enviado a tareas técnicas, mientras sus anteriores labores en defensa de los derechos humanos quedaron truncas y a merced de amagos verde olivo que a él mismo pretenden alcanzar.
También se advierte la presencia de personajes con marcado compromiso social: Ana Francis Mor, en Cultura; Eréndira Cruzvillegas, en la Consejería Jurídica; Julia Álvarez Icaza, en Medio Ambiente, y Tomás Pliego en Atención a la Ciudadanía, por dar ejemplos. Por otro lado, habrá de verse el significado en los casos de Manola Zabalza Aldama, en Desarrollo Económico, y Juan Pablo de Botton Falcón, en Finanzas.
Y, mientras una facción de trabajadores del Poder Judicial Federal aceleró el marco de protestas contra la reforma que Morena y sus aliados pretenden aprobar, mediante un paro en varias instalaciones del ramo, y los jueces y magistrados decidían ayer hacer similar abstinencia el miércoles.
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Tiempos de transformación
José Blanco | La Jornada
El proceso político y constitucional ha culminado la elección y es Claudia Sheinbaum primera presidenta de México. Los viejos creímos que moriríamos sin ver llegar justicia social a los excluidos. La corrupción todo lo gobernaba y parecía ser eterna: el regreso del PRI en 2012 indicaba, con Peña Nieto, que la corrupción neoliberal como forma de gobierno había llegado para quedarse, con nuevos bríos y extremos escandalosos, afirmándose como un poder omnímodo e incuestionable.
Sorpresivamente para los poderes corruptos, llegó en julio de 2018 un movimiento que venía de lejos y su ola poderosa arrasó al último gobierno neoliberal. Se constituyó entonces un nuevo gobierno y, más aún, se abrió un nuevo rumbo histórico para el país, producto del empeño de un dirigente singular, Andrés Manuel López Obrador, y millones se sumaron. Ahora Claudia recoge la estafeta acompañada de un número aún mayor de seguidores de la Cuarta Transformación. La 4T continuará cumpliendo su cometido. Y lo hará llevándolo a un nuevo nivel con la flamante presidenta.
El pasado 15 de agosto, en el teatro Metropolitan, vimos a una Claudia dueña de la investidura de primera presidenta, celebrando lo que llamó con realismo y precisión Victoria del pueblo. Su discurso, lleno de conceptos y de los rasgos generales de algunos programas de gobierno, fue también una comunicación de masas por momentos rebosante de emoción fluida. Un modo de comunicación muy mexicano, parte de la cultura de los movimientos de masas fundantes de la nación.
El discurso de Claudia, político y definitorio, expuso la legitimidad de origen, política e histórica, de su próximo gobierno, al engarzarlo como continuidad, en un nuevo nivel, de la 4T. La victoria electoral del 2 de junio es producto del mismo movimiento que dio vida al obradorismo y desembocó en la conformación de Morena. Guardando las diferencias de tiempo y lugar, el movimiento también se reconoce como continuidad de los pasos del pueblo que impulsaron la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana. Son los tramos históricos fundamentales de las luchas del pueblo en busca de una vida digna para todos. Es también el objetivo buscado por la 4T.
Si las cosas son así, el gobierno de Claudia no puede sino orientarse por la divisa por el bien de todos, primero los pobres. Así lo expresa ella en su primer discurso como presidenta electa. Los mexicanos estarán atentos a este fundamento.
Como es tiempo de transformación, la presidenta hizo un resumen sucinto de los objetivos cumplidos, de la obra pública, de la ampliación de los derechos de los mexicanos, los adultos, los niños, los jóvenes, de los beneficios ganados por los de abajo, las comunidades campesinas, los trabajadores y sus salarios, las reivindicaciones de las culturas de México. La llegada de Morena al Poder Ejecutivo y al Legislativo hizo posible que el poder del Estado comenzara a operar también a favor de los excluidos. El segundo piso de la 4T no puede sino reforzar y ampliar esa posibilidad. Le toca a Morena ampliar sus espacios para incluir a nuevos segmentos del pueblo en sus filas y apoyar las reivindicaciones de las organizaciones populares.
Si Claudia puso afán y ánimo apasionado en la lectura de las líneas básicas de lo que será su gobierno –insistiendo en que la política se hace con amor si se opera con ella a favor del pueblo–, la emoción se le tornó torrente al hablar de las mujeres: de su eterno ninguneo, de la forma como han sido detenidas, subyugadas, escondidas, desaparecidas, y de sus luchas incansables para salir de ese lugar ignominioso. Luchas para descubrir lo que ha estado cubierto, para ver y nombrar la verdad de su aporte decisivo, para señalar su lugar real como protagonistas de la historia, para afirmar su igualdad con los varones negada por los siglos. La elección de Claudia cambiará de fondo la vida misma de las mujeres. Ella lo ha anunciado. No sólo romper el techo de cristal, reivindicación individual limitada, sino cambiar de cabo a rabo la vida cotidiana de todas las mujeres. “Con su llegada a la titularidad del Poder Ejecutivo –dijo Mónica Soto, presidenta del TEPJF, al entregarle a Claudia su constancia de presidenta–, México le quita el velo al patriarcado. Nunca más la duda de si una mujer estará preparada para gobernar nuestro país, se eligió democráticamente a la primera presidenta de México y con ello, este capítulo se inscribe en la historia, no sólo de nuestro país, sino de la lucha feminista global”.
Hay una transformación en curso: el Estado neoliberal ha sido derrotado y avanzamos hacia las primeras fases de un Estado de bienestar. Las líneas maestras de esta transformación gobernarán, en lo fundamental, la vida política y económica del país. Las derechas de México no tienen ahora partidos políticos, pero tienen los medios. La izquierda reformista tiene a Morena, pero le faltan medios. La transformación decidirá ambos asuntos. La 4T debe asegurar la continuidad de la transformación.
