Columnas Escritas
Lo que dicen los columnistas

El derecho a saber
Una cosa debe queda clara: no habrá marchas por la transparencia. Carece de base social y, por ende, es sacrificable. Habrá que apelar a los directivos formados e informados de la 4T y de Morena para hacer valer el argumento de las razones.
Ernesto Villanueva | Proceso
El derecho a saber, tanto en el pasado como en la actualidad, sigue siendo una asignatura pendiente que debería importar a la comunidad toda. Ciertamente el Instituto de Acceso a la Información, Transparencia y Protección de Datos Personales (INAI) tiene sus luces y sus sombras. Lo importante, en todo caso, es la defensa del derecho a saber más que del INAI en su actual factura institucional. Veamos.
Primero. El derecho a saber es, al mismo tiempo, fundamental y también de naturaleza instrumental para ejercer otras prerrogativas humanas que reconoce la Constitución y la ley. No se trata sólo del tema de la rendición de cuentas y del escrutinio público que interesa, por ahora y por desgracia, a una escasa porción de la comunidad, de ahí que sean las denominadas organizaciones de la sociedad civil y periodísticas las únicas que han hecho público su preocupación por el futuro de este derecho y de la institución que lo alienta. Los derechos de primera generación han podido formar parte de las percepciones e inquietudes de la población que no tiene interés alguno por la política, ni por lo que hace o deje de hacer el gobierno en el México de este momento.
Sería, no cabe duda, un despropósito generar un organismo autónomo para tutelar cada uno de los derechos humanos o sociales clásicos. Esa irracionalidad, empero, deja de tener sentido si se considera que el derecho a saber es relativamente reciente en el país y de que en el país la formación de pensamiento crítico (es decir la pauta de comportamiento que cuestione, verifique y compare los datos de información que la persona se allega por cualquier medio y, peor aún, muchos otros que no sabe que podría saber para optimizar su calidad de vida) es prenda de una parte minoritaria de la gente. Aquí conviene precisar que el sentido de obviedad es relativo y es menester volver a las razones iniciales del porqué de este singular derecho junto con el surgimiento del relativos a la protección de datos personales como resultado de las tecnologías de la información y el internet.
Segundo. El conocimiento es un vehículo que empodera a las personas. A mayor conocimiento (datos relevantes y significado de éstos) mayor capacidad de defensa va a existir de los derechos humanos. Si las personas, la inmensa mayoría, conociera sus semanas cotizadas en el IMSS, en el ISSSTE y cómo integrarlas, si supiera cuánto tiene en su cuenta de ahorro para el retiro si cotiza en los citados IMSS o ISSSTE, si verifica que su médico especialista (sea del sector público o del privado) cuente con las respectivas cédulas profesionales y se encuentre debidamente certificado, entre muchas otras cosas puntuales que el acceso a la información pública le puede proporcionar las cosas serían distintas. En la medida en que las personas se acostumbren a saber más el derecho a la información no tendrá caminos de regreso.
El INAI y los organismos garantes en los estados han organizado millones de cursos, conferencias, encuentros y semanas sobre los más diversos temas, pero lo cierto es que no han transformado el comportamiento de la mayoría de los mexicanos sobre las distintas utilidades que tiene este derecho.
No es mi apreciación personal. Es un dato verificable con la realidad donde a la gente le tiene sin cuidado el INAI porque no sabe que no sabe (que es el punto de partida para saber, valga tanta redundancia). En el nuevo diseño institucional del Estado mexicano hay, ni duda cabe, muchas prácticas previstas en el marco jurídico que son ajenas a los mejores estándares internacionales. Y qué bueno que haya una reforma de gran calado. Pero en ese proceso hay, entre otros, el derecho a saber que necesita ser tutelado y promovido.
Tercero. Una cosa debe queda clara: no habrá marchas por la transparencia. Carece de base social y, por ende, es sacrificable. Habrá que apelar a los directivos formados e informados de la 4T y de Morena para hacer valer el argumento de las razones. El derecho a saber no va a internalizarse en las actitudes y valores de los mexicanos por generación espontánea. Si el INAI y sus similares en los estados no han cumplido con ese propósito menos va a suceder si esa tarea queda a la deriva. Una ruta distinta a la seguida hasta ahora, que ha logrado convencer muy bien a los escasos (en términos porcentuales) convencidos, pero que ha errado en su misión de fondo y, junto con otros factores más, por ello el país se encuentra en este predicamento.
Recuerdo, hace ya 23 años, cuando tuve la oportunidad de viajar a varios países desarrollados en el derecho a saber para conocer su propia experiencia que no encontraba mayor literatura sobre el tema. Me dijeron: aquí es natural y no es tema de discusión. En Suecia, por ejemplo, una ley fundamental que forma parte de la Constitución es la relativa a la transparencia y fue adoptada en 1766. Era, a la distancia visto, claro que se había discutido en su oportunidad y que en el 2001 nadie ponía en cuestión. Hoy, a más de 22 años de que se aprobó en México la primera ley federal de transparencia y en Sinaloa la primera local, México asiste a un escenario similar con una realidad que no ha cambiado de fondo. René Bejarano, Ricardo Monreal, Arturo Saldívar y Javier Corral, entre otras personas con pensamiento crítico, algo deberían decir sobre qué hacemos con lo que tenemos para cambiar lo que somos para bien del país.
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Sextante
¿Traición?
Federico Reyes Heroles | Excelsior
En el baile del poder, el traidor encabeza la danza.
La calidad de su paso revela la de su espíritu.
Elogio de la traición,
D. Jeambar e Yves Roucaute
¿Es la lealtad un atributo, algo consubstancial a una persona? ¿O quizá es adquirido, por principios, por convicción? De las parejas, en el amor, no se exige lealtad, sino fidelidad, vinculada a la fe. Pero en la política, la fe en una persona puede ser suicida. Hay lealtades superiores a lo personal. Ése es el territorio que descubrió Maquiavelo. Es un código propio.
“Un príncipe –afirmó el sabio– nunca carece de razones legítimas para romper sus promesas”. Todos sabemos que los políticos mienten, así conquistan conciencias, no tienen alternativa. No es perversión, sino ingeniería. Todo aquel que habla de cómo será el futuro, miente. Pero no es infidelidad ni deslealtad. Tampoco amoralidad, como se le ha querido atribuir al florentino. El príncipe debe defender a su pueblo. Y, si en esa lucha se desdice, se contradice, miente o… traiciona una fidelidad, su acción estará justificada. Es otra ética. México vive días cruciales en su historia. De aprobarse la sobrerrepresentación en el INE y después en la Sala Superior del Tribunal Electoral, habremos retrocedido medio siglo. En las democracias se defienden los intereses de las mayorías y de las minorías, potenciales mayorías. Si Morena se apropia de la Constitución, regresaremos a la oscuridad autoritaria. Una regresión histórica.
Es momento de definiciones. Sheinbaum tiene frente a ella disyuntivas que determinarán la vida de un país de 130 millones. Primera: lealtad a AMLO y a Morena, o a los principios que defendió de joven. Segunda: ser leal a las verdades acreditables o seguir en la danza de mentiras. Si opta por las verdades, ya sabe que las finanzas públicas requieren un ajuste severo. No lo dirá, pero deberá imponerlo. Tercera: sabe que el atentado a la autonomía del Judicial le traerá a México una terrible ruptura institucional… y empobrecimiento. Para muchos inversionistas, México dejaría de ser un país confiable. Sabe que restañar esa herida llevaría muchos años, más de los que tiene. Además, la reforma es imposible de implementar y el fracaso sería muy caro, en pesos. Heredaría una república embarazada de un engendro: tres Poderes en uno. Sabe que la obsesión por acabar con los órganos autónomos (Inai, CRE; Inegi, Cofece, IFT, Coneval, CNDH), y seguir velando al INEE, le restará una enorme legitimidad. Ser juez y parte en la acreditación de verdades públicas es un pésimo negocio. Todo por ahorrarse 84 mdp. Otra burla.
Sabe que la obsesión es patética: desaparecer al Inai (mil millones), pero subsidiar las pérdidas de Pemex por 300 mil es una afrenta al sentido común. Sabe que muchas personas cercanas al Presidente están enredados en corrupción muy seria. Sabe que Estados Unidos –gane quien gane– ya dio un viraje en su política antidrogas, irán tras de quién sea. Todos incluidos. Sabe que necesita profesionales muy serios para sacar adelante al sector energético y que la futura secretaria de Energía, con ese perfil, necesita el control de los consejos de Pemex y CFE. El gabinete inicial –con ostentosas imposiciones– le pega en la exigencia de distancia, pero eso tiene solución. Sabe que al interior de las Fuerzas Armadas también hay problemas de corrupción, de violación a los derechos humanos y que el esquema de seguridad ha fallado. Sabe que el huachicol está en las nubes. Sabe que el empresariado promete las perlas de la virgen, pero que las cifras no van bien, igual que en IED. Sheinbaum sabe que el aparato educativo está hecho pedazos y que la construcción del futuro empieza allí.
Durante años ha estado siempre allí, aceptando, para poder acceder al poder. Ha sido el camino de otros. Ya llegó. La primera mujer presidenta enfrenta una exigencia moral, allende cualquier compromiso, una exigencia, del poder. El príncipe no tiene deudas con nadie.
Traición sería no pensar en los mexicanos.
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De naturaleza política
Estado de México: desbordada puja por el poder
Enrique Aranda | Excelsior
Por fraude de Maduro, 24 muertos. Habrá más…
Donde los “jaloneos” por el control del poder entre el morenismo original, encabezado por el titular de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, y las “tribus” neolopezobradoristas conformadas por expriistas al amparo del siempre solícito Partido Verde y lideradas por el exgobernador Eruviel Ávila Villegas tienden a agravarse al paso de las horas, literal, es en el Estado de México, donde presumiblemente en un rasgo de confianza entre sus colaboradores y nuevos aliados, la maestra Delfina Gómez Álvarez parece haber cedido las riendas del gobierno estatal.
Tal es la situación que, a decir de alguno de los operadores más cercanos al “número dos” del gobierno estatal, el extitular de la Agencia Nacional de Aduanas, nadie más interesado que él en promover la eventual incorporación de la gobernadora al equipo de la electa Claudia Sheinbaum, merced a que, de darse tal supuesto y en virtud del control que desde ya ejerce sobre el Congreso local, su personal asunción a la principal oficina de Palacio en Toluca sería cuestión de un simple trámite…
Al propio tiempo y más específicamente después de los positivos resultados conseguidos en los comicios del 2 de junio, operadores del expriismo, herederos del otrora invencible Grupo Atlacomulco sumados ahora a la alianza oficialista, trabajan en una decena de municipios —los del otrora corredor azul, entre otros— buscando consolidar primero su presencia en ellos y, a mediano y largo plazo se entiende, en la elaboración de un proyecto que en su momento les permita recuperar el poder perdido en la entidad vecina de la capital, merced, aseguran ellos mismos, a la obsequiosa “entrega” del mismo por parte del exgobernador mexiquense Alfredo del Mazo, ahora desaparecido del escenario político.
Es verdad que el gobierno de la excatequista texcocana vive apenas sus primeras etapas y que en virtud de ello el sólo pensar en su eventual relevo por una supuesta promoción al primer nivel federal parecería apresurada y hasta inconcebible al momento, aunque, huelga destacar, igualmente su incuestionable cercanía y apego al desfalleciente Andrés Manuel López Obrador, principal promotor de su carrera política en los últimos años, no puede descartarse así como así.
Veremos…
ASTERISCOS
* A ciencia y paciencia del gobierno que ¿encabeza? Julio Menchaca y ahora, de los titulares de la Conagua y Medio Ambiente, Germán Martínez y María Luisa Albores, respectivamente, Grupo Modelo y la china Time Ceramics mantienen el huachicoleo de agua en Hidalgo, mismo que pretenden formalizar con el tendido de un ducto de 25 kilómetros que irá de Apan a Emiliano Zapata, sin que nadie ose cuestionar siquiera el asunto. Ufff…
* En una jornada llena de expresiones de orgullo y solidaridad, los integrantes de la Cooperativa Cruz Azul celebraron el cuarto aniversario de lo que llaman la “recuperación” de las oficinas corporativas y el relanzamiento de la productora que, a decir de su presidente Víctor Velázquez, y el jefe del Consejo de Vigilancia Antonio Marín, reiteraron su compromiso con los principios de ayuda mutua, unión y espíritu de comunidad…
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Astillero
Funcionarios de Puebla: desaparecer a activistas // Amenazas: cárcel y levantones // En defensa de Granjas Carroll // Continuidad con Armenta
Julio Hernández López | La Jornada
El gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta (de raigambre priísta, en específico de la corriente de Mario Marín, converso al morenismo), nombró a Javier Aquino Limón como estratégico secretario de Bienestar. Aquino ha sido secretario de Gobernación con el saliente Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien entró al relevo a la muerte de Miguel Barbosa Huerta.
Resulta preocupante que las hechuras represivas del equipo de Aquino Limón vayan a tener continuidad en la siguiente administración poblana. Dos miembros de ese equipo, Justino Cerezo Cerezo, coordinador de comisionados de la Dirección General de Gobierno, y Osvaldo de la Rosa, delegado de la Secretaría de Gobernación estatal en la región Libres-Oriental, han sido acusados, además de Celso Leal, presidente del Consejo de la Cuenca Río Balsas, de amenazar a dos activistas relevantes del movimiento contra las contaminantes Granjas Carroll. En específico, se señala a Viliulfo Ramos González, asesor de la Dirección General de Análisis Político de Gobernación estatal, del amago de levantar a Renato Romero y Moisés Moratilla.
Romero y Moratilla denunciaron en la plaza pública poblana, y ante medios de comunicación, que funcionarios de la secretaría a cargo de Aquino Limón les advirtieron que podrían activarse procesos penales en su contra e incluso ser desaparecidos si no ceden en sus protestas contra la mencionada planta productora de cerdos.
Las amenazas tienen como contexto la acometida en junio pasado de decenas de policías veracruzanos contra manifestantes en Totalco, municipio de Perote (el problema de contaminación afecta a pobladores de Veracruz y de Puebla, en la Cuenca Libres-Oriental). El ataque policiaco dejó dos muertos, varios heridos, allanamiento de domicilios, persecuciones y amenazas. El gobernador Cuitláhuac García sólo optó por aparentar medidas justicieras.
Además, ocho personas, entre ellas algunas que no forman parte del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres-Oriental (información de éste y algunos de los puntos aquí mencionados, en La Jornada de Oriente: https://goo.su/YA7D) “recibieron en sus domicilios a personal de la Fiscalía General del Estado de Puebla, quienes les entregaron una ‘invitación a una sesión de mediación respecto del procedimiento alternativo como solución a una controversia de naturaleza penal’”. Ello, como resultado de las demandas penales presentadas por Granjas Carroll.
A Moratilla, según relató en entrevista por Internet (https://goo.su/uVjp3yF), funcionarios poblanos le ofrecieron beneficios para él y su familia si dejaba de participar de manera radical en el movimiento, bajo la confidencia de que las cosas se pondrán difíciles para los dirigentes.
Hoy están citadas en la Fiscalía de Justicia de Puebla las personas a las que la contaminante planta porcina y agentes informativos del gobierno estatal han señalado como líderes del movimiento de protesta. Por su parte, el jefe político de estos actos represivos en Puebla, el secretario de Gobernación, Aquino Limón, se apresta a dejar este cargo y pasar al electoralmente muy redituable de secretario de Bienestar, en la continuidad 4T de Céspedes a Armenta.
Astillas
El próximo martes habrá una peculiar presentación de libro en la Plaza de la Constitución, conocida como Zócalo, pues Beatriz Gutiérrez Müller la hará con la presencia del presidente López Obrador. Feminismo silencioso se titula el texto. ¿Cuántos acudirán a este acto literario, que además es una suerte de despedida del escenario público de la esposa del político tabasqueño?… Y, mientras la invitación al presidente ruso Putin para asistir a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum agita aguas relacionadas con Ucrania y la Corte Penal Internacional, e incluso, grotescamente, del anticomunismo y especies parecidas.
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México SA
¿Quiénes ayudan al narco? // El Mayo debe dar nombres // Televisa, una vez más.
Carlos Fernández-Vega | La Jornada
Se lo recomendó al ex secretario calderonista de Seguridad, Genaro García Luna, luego de ser capturado y encarcelado en Estados Unidos, y ahora el presidente López Obrador redobla la apuesta: que Ismael El Mayo Zambada detalle los vínculos del cártel de Sinaloa con funcionarios mexicanos y estadunidenses, que dé a conocer los estrechos vínculos entre su agrupación y las supuestas autoridades de ambas naciones, porque ello clarificará cómo y por qué cada día entra más droga al vecino del norte, el de mayor consumo de estupefacientes en el mundo.
Luego de que García Luna fue detenido y procesado en una corte de Nueva York, el mandatario mexicano dijo que sería bueno que hable. Independientemente si le rebajan la pena, ayudaría mucho al país para que nunca vuelvan a repetirse esas cosas. Que aporte pruebas y ayude a la purificación de la vida pública. Como seres humanos, que pueda decir: pido perdón por lo que hice, pero no fui solo, no actué solo. Así, se podría terminar con los chivos expiatorios, pero ello implicaría que aportara información desde que era integrante del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional. En particular, sobre quién le dio la orden de ir a buscar al segundo tirador en el asesinato del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y posteriormente cómo fue escalando de puestos en los gobiernos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, hasta convertirse en el secretario de Seguridad Pública con Calderón.
Y esa invitación la hizo pública en varias ocasiones, no sin antes cuestionar el papel que tuvo Felipe Calderón en torno a las complicidades que tenía García Luna con las bandas del narcotráfico, “Fue un asunto muy grave de infiltración al gobierno; en los hechos prevaleció el narcogobierno. Si no estaba enterado de la gravedad de lo que estaba pasando, Calderón, sí le permitió a García Luna actuar con mucho poder y sí se dañó al país y hubo pérdidas de vidas humanas”. Y de pasadita, propuso López Obrador, que Calderón rompa su silencio.
Que hable, pues, y que García Luna se convierta en testigo protegido contra Vicente Fox y el propio Calderón, junto a sus cómplices de todos los niveles de gobierno, de aquí y de allá, porque el ingreso de miles de toneladas de droga y su distribución en todo el territorio estadunidense no se da por arte de magia, sino como resultado de la complicidad de quienes están obligados a evitarlo.
Pues bien, en ese mismo tenor el presidente López Obrador invita a El Mayo Zambada a que revele los vínculos del cártel de Sinaloa con funcionarios de México y de Estados Unidos. Puede darlo a conocer y eso ayuda: que se sepa cuánto apoyo (léase coimas) daban a las autoridades (de ambos países) y que detalle quienes lo protegían (sus cómplices) para que se tenga toda la información. Y también que revele los acuerdos con las agencias de Estados Unidos. Transparentar todo, eso ayuda muchísimo.
Sigue sin clarificarse la captura, entrega, secuestro, negociación (etcétera, etcétera) del capo sinaloense, pero el mandatario mexicano considera que ello contribuirá a obtener la información de presuntos pagos a diversas autoridades de ambas naciones para contar con protección y así agilizar el envío-recepción de estupefacientes. Sin embargo, ello no es garantía que se erradique el tráfico a territorio estadunidense. Se deben atender las causas y combatir el consumo. Se detiene al señor Zambada, pero si no se atiende ese consumo y no se dan opciones a los jóvenes para que no sean enganchados por las bandas de narcotraficantes, no vamos a enfrentar el problema.
En su administración, aseguró López Obrador, pintamos la raya entre delincuencia y gobierno; no se protege a nadie; no hay complicidad como era antes, cuando se llegó al extremo de que García Luna protegía a una de las bandas; no se tolera ninguna práctica ilícita; se busca que no haya violencia; es una concepción distinta; allá se olvidan de atender las causas. Por ejemplo, el principal problema en Estados Unidos es el consumo; ¿qué pasa con los jóvenes? Fallecen 100 mil al año sólo por fentanilo, y puede ser que desaparezca el fentanilo, pero va a venderse otra droga igual o más letal.
Las rebanadas del pastel
Tras la sacudida financiera global del pasado lunes, el presidente López Obrador destacó que México pasó la prueba, al tiempo que reveló el nombre de la televisora” que intentó chantajear (200 millones de pesos) a la entonces candidata al gobierno de Veracruz Rocío Nahle: ¡sorpresa!, Televisa, lo cual sólo confirma, por si hubiera dudas, su modus operandi, aunque esta vez se le apestó.
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Enroscar la tuerca
Luis Linares Zapata | La Jornada
La apabullante prevalencia del modelo empleado por el actual gobierno y pauta básica para la administración venidera, no parece haber mellado a la opinocracia. Después de un breve receso que pareció ser uno de meditación y cambio, han regresado a su cargada de siempre. Y lo hacen con similares y hasta redoblado empeño de oponentes irredentos. Se asoman a sus muchas ventanas con la soberbia intelectual que ya los distingue.
Ahí están, enteros por fuera pero hollados frente a las mayorías. Han vuelto, sin pizca de pena, a sus acendradas obsesiones con bríos renovados. No cejan de inventar recovecos en sus cotidianos ataques hacia todo lo que provenga de Palacio Nacional. Poco a poco le van sumando cierto malestar provocado por la consistente postura que despliega, en apoyo, la virtual presidenta electa. Y lo que es más notable todavía es que los medios de comunicación que los albergan insisten en sostenerles el cobijo. No les parece interesar que la credibilidad obtenida con su trabajo sea tan poca o, de plano, de nulo rendimiento. Tampoco atienden a lo que sucede en sus auditorios, cada vez más reducidos y reacios a sus consignas. Todos esos medios, sobre todo las grandes cadenas televisivas, rondan al borde de sus ya reducidos resultados financieros.
La última paletada de su aventura crítico-mediática la vienen saboreando, con fruición inaudita. Han inventado indebida sobrerrepresentación en el Congreso por parte del oficialismo. Sacaron de la chistera una coneja envuelta en una numerología pegajosa, pero cuestionable, por decir lo menos. El reparto de ley de las curules plurinominales les espantó. No resisten pensar que la coalición, capitaneada por Morena, logre mayoría calificada en la Cámara de Diputados y quede muy corta en la Senadores. ¡Harán lo que les dé la gana!, ¡ya acumulan un poder desmesurado!, fueron los gritos que resonaron en las pantallas, los micrófonos y columnas escritas. No es posible, no es justo, no es legal, menos todavía legítimo. Se quieren apañar el Congreso en un acto de agandalle sin pudor alguno. Con 54 por ciento de los votos obtenidos obtendrán 73 por ciento de las curules a repartir. ¡Qué desproporción!, se desgañitan para alertar a la ciudadanía que, impávida, poco sigue sus desplantes histéricos. Y con este hallazgo de uno de los opinócratas de baja categoría se han ido colgando, en congestionado tropel, sus demás correligionarios de protesta. Ya la señora Viridiana (Viri) Ríos ( Milenio) les descubrió su concurrida fila de seguidores y firmas coincidentes.
Son estos críticos incapaces de encontrar otra manera de calcular el ambicionado reparto de curules. Una que haga justicia a la voluntad de los electores. Tal como resultaría al basarse en el número de diputaciones efectivamente obtenidas, como sería debido: en las urnas y por cada partido. Es decir, respetando lo que dictó la voluntad ciudadana. Ahí están, entonces, los 256 distritos electorales donde Morena y sus aliados triunfaron mediante votos emitidos. Esta cantidad representa 85 por ciento del total de las 300 diputaciones que empequeñece a 75 por ciento alegado como monstruoso si se toma el manoseado 54 por ciento que es el total de votos alcanzado en toda la elección. De esta manera visto, el reparto de plurinominales sería más legítimo y apabullante.
Pero no se trata de buscar el ángulo más conveniente o el más justo, para salvar las conveniencias y rencores de cada uno. Se trata de obedecer la Constitución. Y ésta aclara, con precisión, que cada partido será el sujeto (no la coalición) para el cálculo del reparto. Y añade, también con precisión, que ninguno de ellos podrá obtener más de 8 por ciento de sobrerrepresentación. Por tanto, las autoridades están, como lo han hecho –reiteradamente en el pasado–, obligadas a seguir lo indicado. No caben imaginadas interpretaciones constitucionales, inventadas al hilo de la trampa propia para justificar necedades grupales de opinócratas conservadores. Todos negándose a contemplar la transformadora intención de fondo: modificar, desde los cimientos, la estructura del régimen que estuvo vigente durante la larga noche neoliberal. Y, esta certeza, es lo terrible de un cambio prometido que los tiene al borde del precipicio argumentativo.
Lo cierto, hay que decirlo: el compacto grupo de opinócratas sabe que las autoridades seguirán lo escrito en la Constitución. Mandato que los partidos que los auspician decidieron para su deleite y uso. Lo que desean, fervientemente, es introducir elementos de duda en la legitimidad del gobierno venidero. Lo presienten enderezado a recalar en el mismo modelo justiciero y reivindicador instrumentado por Andrés Manuel López Obrador. Bien se sabe que estas acciones de crítica amañada, lo que busca es desviar, obstaculizar los trabajos que continúen con la tarea de privilegiar a los de abajo. Pero la consigna de beneficiar con esa humana mirada cierta al pueblo, a todos resistirá, qué duda, los tiempos venideros.
