Columnas Escritas
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Punto de equilibrio
Inteligencia artificial y democracia
La ciudadanía, a través de la tecnología, ha logrado una horizontalidad inédita en el debate de los asuntos de interés general.
Francisco Guerrero Aguirre | Excelsior
El 16 de mayo pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia, y Cultura (Unesco) publicó el estudio Inteligencia Artificial y Democracia, elaborado por el filósofo español Daniel Innerarity. Este análisis explora, desde una postura ética, las expectativas y decepciones de la digitalización, del espacio público digital y la conversación democrática, de la democracia de los datos, y de la cuestionable gobernanza algorítmica.
Es evidente que las nuevas tecnologías están modificando los elementos centrales de la política. Hoy, la ciudadanía, a través de la tecnología, ha logrado una horizontalidad inédita en el debate de los asuntos de interés general; se ha ampliado la comunicación y el acceso a la información pública y privada, generándose nuevas formas de decisión colectiva.
A pesar de los importantes avances, nos encontramos ante un escenario progresivo de desencanto social y democrático, junto con el deterioro del debate público, la navegación nociva por océanos de desinformación y noticias falsas, la falta de rigurosidad informativa y la opacidad de las decisiones algorítmicas.
En este complejo escenario, es ineludible que las sociedades democráticas asuman el reto de debatir y profundizar sobre el impacto de la inteligencia artificial, trabajar en su regulación con el objetivo central del bienestar social y colectivo, en donde los valores democráticos y éticos sean la base para su desarrollo y expansión.
Las tecnologías de inteligencia artificial no son neutrales. Pueden servir para promover la rendición de cuentas, la acción ciudadana, la participación y el pluralismo o, por otro lado, pueden ser instrumentos perversos con fines potencialmente maliciosos y manipuladores.
Innerarity es preciso en la necesidad de dotar a la inteligencia artificial de una serie de valores orientadores como el respeto a los derechos humanos, la profundización de la democracia, la reducción de inequidades y el impulso de un desarrollo justo e incluyente.
Como señala el secretario general de la OEA, Luis Almagro, necesitamos establecer mecanismos regionales y nacionales para abordar los efectos, los desafíos y las amenazas de la inteligencia artificial. Nos urge una regulación efectiva y moderna que tenga en cuenta el respeto de los derechos humanos y el desarrollo progresivo de la democracia.
Como lo señala con precisión el estudio en referencia, en lugar de crear un espacio público y una agenda común, las plataformas basadas en la inteligencia artificial parecen favorecer las actitudes individualistas y polarizadas. Nos dirigimos a la aparición de comunidades virtuales tóxicas homogéneas y cerradas que comparten los mismos puntos de vista, socavando la diversidad y el debate público.
BALANCE
Es necesario que la IA y los diversos instrumentos tecnológicos propicien un diálogo incluyente y plural, sin ningún tipo de discriminación. Nadie debe ser excluido por las oscuras programaciones algorítmicas. Los criterios o parámetros de funcionamiento deben presentarse en forma pública a los ciudadanos, construyéndose una regulación internacional que sea vinculante.
La definición de los objetivos de la sociedad no debe dejarse en manos de los “algoritmos”, sino de las personas, quienes gozan de legitimidad democrática y asumen responsabilidades políticas y jurídicas sobre las mismas.
Ante los desafíos y oportunidades de la inteligencia artificial, los ciudadanos, los Estados, los gobiernos, las organizaciones internacionales, las empresas privadas y la sociedad civil debemos construir una regulación basada en valores éticos y democráticos.
* Los puntos de vista son a título personal. No representan la posición de la OEA.
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Astillero
Sheinbaum: ¿sana distancia Morena-gobierno? // Evocación zedillista // Impulsan a Alcalde y Ramírez Cuevas // Ministra Piña, autogol
Julio Hernández López | La Jornada
Crece la percepción de que hay una aspirante favorita para presidir Morena en sustitución de Mario Delgado, quien pasará a encargarse de la educación pública en el próximo sexenio. Ella es Luisa María Alcalde Luján, quien tiene suficientes credenciales de activismo para buscar tal dirigencia, y durante la actual administración ha ocupado dos secretarías en el gabinete, la del Trabajo, donde tuvo que capotear asuntos espinosos, y la de Gobernación.
A la par de la precandidatura de Alcalde Luján, que ella misma ha impulsado en forma aspiracional, se ha soltado la versión de que para la secretaría general de Morena, hoy ocupada por Citlalli Hernández, iría Jesús Ramírez Cuevas, quien ha sido coordinador de comunicación social y, sobre todo, el operador táctico de las mañaneras conferencias presidenciales de prensa.
Resulta interesante analizar lo dicho por Claudia Sheinbaum respecto a esta versión relacionada con Luisa María Alcalde, pues, entrevistada ayer, fue cuidadosa de no manifestarse abiertamente a favor de nadie, aunque reconoció que tiene una muy buena opinión de la actual secretaria de Gobernación.
Ya se verá si lo respondido ayer ante reporteros por Sheinbaum forma parte de ese esquema no confrontacional, elusivo al menos en lo inmediato, que ha venido practicando en varias ocasiones, como si quisiera bajarle decibeles al intenso ruido declarativo actual. Aunque añadió algo no tan destinado al silencio: no solamente es elegir a la presidenta y el nuevo Comité Ejecutivo, sino también hacia dónde va Morena en los próximos años, que es algo que también platicamos con Marcelo y con muchos otros compañeros de Morena en su momento. El Marcelo al que se refería es Ebrard, quien estaba a su lado. Y, según lo dicho por el virtual secretario de Economía, habían hablado meses atrás de las distorsiones de la democracia interna, en particular por la injerencia del poder público, de una secretaría federal, en específico la del Bienestar (cuya titular fue ratificada en el cargo).
Y ya se verá exactamente qué significa esta frase evocatoria del zedillismo: tiene que haber separación entre gobierno y partido. Agregó: Nosotros no queremos regresar al partido de Estado que fue el PRI durante el siglo XX. Queremos que cada uno tenga su propia vía y, evidentemente, que contribuyamos al proceso de transformación. ¿Cuáles signos ve Sheinbaum que le provocaran preocupación de que Morena pudiera encaminarse a regresar al partido de Estado al estilo PRI?
En otro tema: ella misma puso el balón para que le metieran gol. Luego de una larga temporada en que se sostuvo en el forcejeo con el Poder Ejecutivo, la titular del Judicial pidió diálogo, justamente cuando las condiciones de ese litigio disparejo la muestran en notable desventaja.
Y, claro, los destinatarios de esa especie de bandera blanca obligada la rebotaron. Sobre todo el Presidente de la República, que la mandó a buscar diálogo con la secretaria de Gobernación (que a estas alturas tiene sus ojos puestos principalmente en la sucesión en el mando morenista).
La virtual presidenta electa eludió dirigirla a algún código postal del gobierno federal (aunque sí la encaminó hacia el Congreso), en parte porque, a fin de cuentas, ella aún no tiene la condición jurídica de electa, detalle que parecería increíble que no tomara en cuenta la ministra presidenta con apellido bromeliáceo (este término corresponde, en homenaje al botánico sueco O. Bromel, a las hierbas o matas del grupo de las angiospermas monocotiledóneas, por lo común anual y de raíz fibrosa, casi siempre parásita [https://goo.su/DkcHV6], de las cuales la más conocida es la piña o ananá, denominaciones sinónimas aunque con ciertas diferencias en sus características. Ananá es una voz que viene del guaraní y fue popularizada desde el portugués).
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México SA
Cuidado con los asesores // Romo Garza y Gómez Sierra // ¿Qué le pasó a Norma Piña?
Carlos Fernández-Vega | La Jornada
Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, anunció ayer la creación de un consejo asesor empresarial con el objetivo de potenciar la inversión privada en nuestro país (autóctona y foránea), y para coordinarlo designó a Altagracia Gómez Sierra, quien en tiempos de su campaña electoral se mantuvo muy cerca de ella como coordinadora de desarrollo económico regional.
El anuncio en sí no tendría mayor problema, pero de inmediato invita a recordar el consejo asesor empresarial creado por el presidente López Obrador, en el que incluyó a un buen número de barones, abiertamente contrarios al tabasqueño, y coordinado por uno de ellos, Alfonso Romo Garza (asesor financiero del asesino Augusto Pinochet), aunque entonces este personaje apareció disfrazado de blanca paloma que despachaba como jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y sólo era un enlace con el grupo de magnates (léase un infiltrado de la oligarquía en Palacio Nacional). Tal vez el mandatario recurrió al viejo adagio: a los amigos hay que mantenerlos cerca, pero a los enemigos aún más cerca, y por ello decidió dar el paso.
En ese consejo asesor participan –se supone que hasta el cierre sexenal, aunque algunos están prófugos de la justicia, como Miguel Alemán Magnani– no pocos barones marca Forbes y otros que muy cerca están de serlo, casi todos beneficiados por la política privatizadora del régimen neoliberal, quienes en tres elecciones presidenciales (2006, 2012 y 2018) hicieron hasta lo impensable para impedir que López Obrador resultara vencedor. Lo lograron en dos ocasiones, pero en la tercera se les apestó.
En ese consejo asesor empresarial aparecen Carlos Slim, Carlos Hank González, Bernardo Gómez, los impresentables Germán Larrea y Ricardo Salinas Pliego, Olegario Vázquez Aldir, Daniel Chávez, Miguel Rincón Arredondo, Miguel Alemán Magnani y Sergio Gutiérrez Muguerza. Mal que bien, el presidente López Obrador los ha toreado a lo largo de su sexenio, aunque dos de ellos (tal vez los más mezquinos y soberbios de todos, lo que ya es decir, porque en ese grupo ferozmente se pelean ese par de galardones), Larrea y Salinas Pliego, han hecho escándalo tras escándalo y procedido de forma por demás irracional a la hora de hacer frente a sus obligaciones legales.
Ahora viene el consejo asesor de Sheinbaum. De entrada, no tendría mayor cuestionamiento, pues la coordinadora será Altagracia Gómez Sierra, una joven de 32 años que combinaría ese encargó con sus negocios privados (tal cual procedió Alfonso Romo), como la presidencia del consejo de administración de la empresa Minsa (que operaba la Conasupo, privatizada por Salinas de Gortari y actualmente parte del duopolio de la industria de la tortilla industrializada; su rival es Maseca).
Si embargo, el problema comenzaría cuando se conoce que su padre (aunque ella no tiene por qué ser como él, desde luego) es Raymundo Gómez Flores, un empresario-político o político-empresario, como se prefiera, jalisciense y priísta de hueso colorado (fue senador tricolor), muy cercano a Salinas de Gortari y, en general, al régimen neoliberal, y beneficiario de privatizaciones y rescates bancarios (léase Fobaproa).
En la reprivatización salinista de la banca, Gómez Flores apareció como ganador de la licitación de Cremi (otrora propiedad de la familia Bailleres), pero el gusto le duró poco. De repente, junto a él, apareció otra joya: Carlos Cabal Peniche (también masacró Banco Unión) y entre ambos lo exprimieron hasta quebrarlo. Y es ahí cuando el Fobaproa entró al rescate (se estima un salvamento cercano a 6 mil millones de dólares, al tipo de cambio de entonces), sólo para terminar extranjerizado y engullido por una trasnacional financiera española: el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA, que también se quedó con Bancomer, Probursa, Promex, Unión y Oriente); la deuda, desde luego, pasó a los mexicanos.
Por cierto, no hay que olvidar que en 1994 Cabal Peniche y Gómez Flores fueron generosos donadores de fondos para la campaña electoral de Ernesto Zedillo, y a la de Roberto Madrazo Latinus Pintado al gobierno de Tabasco. ¿Y con qué dinero? Fácil: con créditos de Cremi y Unión que terminaron en el Fobaproa, mismos que cargaron a los mexicanos de a pie.
Entonces, ¡mucho cuidado con los consejos de asesores empresariales!
Las rebanadas del pastel
¿Qué le pasó a la ministra Norma Piña? Siempre soberbia, prepotente y ácida, ahora se muestra muy flojita y amable recomendando e invitando por doquier. Pero le reviran: para eso está el parlamento abierto en el Legislativo.
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Perder y crisis
Luis Linares Zapata | La Jornada
La victoria de Morena y sus aliados se contrapuso con la pérdida de la coalición conservadora. La celebración del triunfo convive con la crisis –sistémica– de la oposición. Ambas realidades son concomitantes: uno fuerza a la otra y, las dos, coexistirán por tiempo determinado. Perjuicios para los que rehúsen la reflexión crítica y beneficios para los que sepan catalizar ventajas obtenidas. Todo ello por obra y gracia de los electores. Muchos de tales esfuerzos se radicarán en las dirigencias. Pero no sesgarán a los militantes partidistas que sepan empujar y canalizar, al interior del partido, lo que viene implícito en la voluntad de los votantes. Penetrar en el mensaje que motivó la simpatía y confianza popular y convertirlo en acción política dependerá, entonces, de la sensibilidad de los ejecutantes y los guías partidarios.
Para las agrupaciones que se coaligaron para competir contra la izquierda todo parece hoy anegado y confuso. Han procedido a enzarzarse en pleitos, tironeos por ensanchar parcelas individuales y, en especial, ataques al rival victorioso. Tal pareciera que fuera, esa coalición triunfante, la tendencia, ahora oficial, culpable de todo lo disputable que les ocurre. Fijar la vista, los alegatos y la conciencia de lo sucedido como algo ajeno, y no dentro de los distintos partidos, es donde se debe y pueden encontrar las causas del malestar que les aqueja. Perder obliga a replantear todo: accionar, candidatos, discurso, alianzas y estrategias. Es indispensable hallar los distintos fondos de lo sucedido y formular alternativas para enderezar el rumbo extraviado. Dar con la senda que conduzca a resarcir equivocaciones, elegir representantes y dotarles de los recursos requeridos para trabajar en la reconstrucción obligada.
La coalición conservadora quedó por completo maltrecha como resultado de la competencia apenas pasada. Uno de sus coaligados, el PRD, no logró sobrevivir. Fue castigado por la implacable decisión de los ciudadanos que le decretó el destierro definitivo de la lucha electoral. Perdió, con ignominiosa postura, su vital registro. Es penoso observar cómo esa agrupación y sus gerentes insisten en culpar, reiteradamente, al Presidente por su tragedia.
Nunca entendieron que esa táctica los enfrentaba, en crucial instancia, con el mayoritario sentir popular. Una declinante obsesión que ya se veía de tiempo atrás, como terminal. Además de la sangría de sus ya escasos militantes, equivocaron su alianza con los otros dos: uno de retardataria esencia derechista que contradijo sus iniciales postulados y, el otro, impregnado en su imagen, de confusiones y trampas. Con estos últimos compartió su necia ocupación burocrática de controlar facciones internas y posiciones locales.
En cuanto al Partido Acción Nacional, su crisis parece todavía más compleja sin que se note algún remedio que lo auxilie y enderece, aunque sea de manera incipiente. Han desatado una feroz lucha de grupos y figuras que los desgasta sin miramientos que valgan. No piensan en el fondo de los problemas que los llevaron a extraviar votantes. Su declinación en las simpatías ciudadanas es notable. La alianza con el PRI los dañó seriamente. El liderazgo que eligieron de tiempo atrás no respondió mínimamente a los retos que se les han presentado. El conservadurismo del que hacen gala y fe continua se ensartó en un negativismo a ultranza. Ninguna negociación fue posible ante la decretada creencia de un gobierno y su modelo justiciero, totalmente equivocados. Ninguna de sus decisiones y actos pueden ser aceptados en cualquiera de sus componentes. El fundamentalismo de su intimidad básica es de corta visión y endeble postura. Los vientos que corren por la República, tras la igualdad y el bienestar popular, les destempla la voz y quiebran ideas y propuestas. Tienen, por lo demás, el escollo irremediable de sus dos ex presidentes. Amarga memoria y consecuencias antipopulares.
Los actuales problemas del priísmo son en verdad patéticos y de menor estofa. Se han agrupado en facciones irreductibles en pos de sus muy pedestres intereses. Una tendencia que les viene de lejos. Unos para aferrarse al remanente organismo que, a duras penas, mantienen con vida. Otros, que se ven exiliados del cuarto decisorio, con ansias de élite y por volver a dictar sentencias y rutas. Los ahora dueños del partido sólo desean seguir al frente de la que es, ya sin aparente remedio, una necia conducción, sin mayor tentativa que negociar ventajas. Los de fuera, sin reconocer su nociva participación en el desastre, no sólo en la actual debacle, sino de su largo e indetenible curso de fracasos sucesivos. Se sometieron, llenos de soberbia, al torcido mando de los tecnócratas neoliberales y su trágico modelo acumulador. Les siguieron, con celo reconocible, en sus tejemanejes en pos de reducir el Estado y, en el camino, hacer cuanto negocio se les pusiera en mira. La consecuencia fue, y es, un insensible alejamiento del pueblo que no les perdonará el abandono.
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Dinero
Empresaria pagó con su vida denunciar derecho de piso // Claudia reunirá un consejo asesor empresarial // ¿Hace falta otro partido?
Enrique Galván Ochoa | La Jornada
En el sui géneris recorrido de adiós/bienvenida que realizan los fines de semana los presidentes López Obrador y Sheinbaum se han registrado escenas emotivas de agradecimiento al mandatario saliente. Sin embargo, no hay reconocimientos en un tema: la delincuencia, eso ni se toca. Le aplauden por la pensión, el camino, el agua, pero no se escucha que le digan: gracias por limpiar nuestro pueblo de malhechores. Con frecuencia ocurren hechos de sangre que estremecen a una comunidad, incluso al país, por amodorrados que estemos. Fue asesinada a tiros en Ensenada la presidenta de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola, Minerva Pérez Castro. Había venido denunciando a los delincuentes que están cobrando pago de piso a pescadores y empresarios del ramo. ¿Para qué ir a asaltarlos al mar si los pueden extorsionar en tierra? La señora deja en la orfandad a un adolescente de 16 años y desprotegidos económicamente y enfermos a los abuelos. En el tiempo que le dejó libre su esmerado arreglo personal, la elegante gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, dio su pésame. Los consejos coordinadores empresariales de Baja California ya expresaron –como es usual e inútil– que condenan enérgicamente el asesinato.
Violencia, el principal desafío
Esta semana la futura presidenta Claudia Sheinbaum se reunió con quienes serán sus secretarios de Gobernación y Seguridad, Rosa Icela Rodríguez y Omar García Harfuch. Están haciendo planes tempranos para atender la dura tarea que enfrentarán a partir del día 1º de octubre. El desafío principal de la nueva administración no es el déficit fiscal, ni la reforma judicial ni la revisión del T-MEC; todos son muy importantes, ninguno es de vida o muerte. En el fondo yace el problema de la seguridad. Si en las pasadas elecciones los partidos de oposición lo hubieran convertido en su bandera, hubieran tenido mejores resultados. Pero el estratega de la derrota, Claudio X. González, agitó a la marea rosa ¡para defender al INE!
Consejo asesor
Altagracia Gómez coordinará al consejo asesor empresarial de Claudia Sheinbaum. Su propósito, entre otros, será potenciar la inversión privada vinculada con el desarrollo regional y la relocalización de empresas. Altagracia trabajaría en equipo con Marcelo Ebrard, Rogelio Ramírez de la O y Luz Elena González. Claudia hizo el anuncio al finalizar la reunión con miembros de la Conferencia Internacional Monetaria.
¿Serán los mismos?
También López Obrador, al comenzar su administración en 2018, creó un consejo de asesores conformado por Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Gómez, Olegario Vázquez Aldir, Carlos Hank González, Daniel Chávez, Miguel Rincón, Sergio Gutiérrez Muguerza y Miguel Alemán Magnani. El hijo mayor de Slim, Carlos, fue incorporado después. Siguen siendo, excepto Alemán Magnani, figuras en el Parnaso de los machuchones. ¿Volveremos a ver al mismo ajonjolí en el nuevo mole? ¿Por qué no invitar a empresarios de los estados de la República? El banquero histórico Manuel Espinoza Yglesias, fundador de Bancomer, formó consejos de administración regionales con mucho éxito.
Defendiendo la chuleta
Ya comenzaron los humos a bajarle a los mocasines a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña. Invitó al presidente López Obrador y a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, a abrir la puerta al diálogo. Dice que si la iniciativa de reforma se aprueba tal cual, no llegará la persona más capacitada al puesto, sino la más popular la que supo relacionarse bien con los grupos de poder. ¿Y no es lo que ha venido sucediendo? ¿O que los ministros –con excepciones– no se aclientelan con grupos de poder en cuanto los palomea el Congreso? ¿No es el caso del bien enchufado Luis María Aguilar? ¿Y el ministro Telmex, perdón, Láynez?
Twitterati
No hace falta otro partido, sino compromiso con la gente, honestidad y cero corrupciones. De qué servirá si son los mismos de siempre. La misma gata, pero revolcada.
