Locales
Lo que dicen los columnistas
El juego de la verdad
Lo que hoy vivimos es la lucha de profesionales de la verdad que, constituidos en partidos y mafias apoyados por los medios de comunicación y las redes, subordinan y reorganizan la realidad desde ideologías extenuadas y emociones políticas.
Javier Sicilia
Proceso
Tal vez fue Platón quien, en su discusión con los sofistas, definió lo que ha sido la verdad para Occidente: es el Ser, el Uno, que contiene a las esencias y reina sobre un mundo de ilusiones. La verdad, por lo tanto, no está en las cosas que miramos, sino en las ideas que las hacen posibles: esta silla en la que escribo es una ilusión; sólo es verdad la idea de ella.
Esta forma de definir la verdad, produjo un arma de doble filo. Por un lado, abrió el camino a la experiencia mística: hay que elevarse de los objetos al Uno mediante la contemplación que, como en el mito de la Caverna, nos libera de las cadenas de la ilusión. Por el otro, abrió el camino a las dictaduras, a los totalitarismos y los grandes crímenes: quien demuestra que posee la verdad buscará imponerla y lo hará si tiene el poder y los medios para hacerlo. La verdad, dice Adorno, nos condujo a Auschwitz, una metáfora extrema del sometimiento y la violencia.
Este filo no es, sin embargo, una causa necesaria de la verdad, pero sí suficiente para pulirlo y verlo operar a lo largo de la historia. ¿No hay entonces verdad? La hay. Pero no puede poseerse por completo ni reducirse a una interpretación de ella. Lo dice la mística, el otro filo de la verdad, cuando afirma: “Todo lo que puedes decir sobre Dios no es Dios”. Lo dice también la poesía que, mediante sus figuras retóricas, la muestra alusivamente. Cuando creemos poseerla convocamos la violencia. Así, a lo largo de la historia el ser humano ha sometido, torturado, asesinado en nombre de ideas, de esencias, de abstracciones que crean relatos, instituciones, leyes, medidas administrativas, proposiciones filosóficas y morales.
Ese “dispositivo”, como lo llamó Michel Foucault, ha adquirido una nueva forma de expresarse con la emergencia de la inteligencia artificial, los nuevos medios de comunicación y la diversidad de programas noticiosos. Lo que hoy llamaos “posverdad”, la “distorsión deliberada de la realidad -dice el diccionario de la RAE- en la que priman las emociones y las creencias personales frente a los hechos, con el fin de modelar la opinión pública”, no es más que una nueva fase del segundo filo de la verdad. No obstante que en apariencia parece haberse multiplicado en segmentos de redes y preferencias, en realidad está tan controlada como en el pasado. Sólo que ahora utiliza el lenguaje de la inteligencia artificial que, mediante el llamado microtargeting, una técnica basada en algoritmos, orienta nuestras preferencias y gustos.
Quienes se dicen poseedores de la verdad lo utilizan para reinar de manera más eficaz que los aparatos de propaganda nazi y soviética, porque su uso genera en la audiencia una sensación de libertad. El maestro en México es López Obrador. Mediante la fuerza difusiva de su discurso, marca cada mañana la agenda del país, que los medios y la redes reproducen generando, mediante microtargetings, adhesiones y oposiciones que desfiguran los hechos: meras ilusiones, diría Platón, frente a las esencias que corren por las redes y los medios de comunicación y legitiman la violencia.
Desde hace meses la verdad se ha convertido en la democracia y los procesos electorales, que el maestro de la “posverdad” adelantó haciéndonos creer que vivimos en ella. La democracia, sin embargo, es parte de ese juego de la “posverdad” que, como lo mostró Colin Crouch en Coping with Post-Democracy, es sólo “un espectáculo estrechamente controlado y gestionado por equipos rivales de profesionales expertos en técnicas de persuasión”. Se trata de quién puede convencer a un auditorio bovino y manipulado por la propaganda y sus algoritmos de tener el monopolio de la verdad, de la narrativa de la violencia, de la confrontación y del sometimiento; se trata de una nueva forma de la dictadura disfrazada de democracia y libertad.
A la verdad no se llega ya mediante la contemplación y el despojamiento de la peor de las ilusiones: el yo y los deseos que los discursos sobre la verdad nos generan. Ese filo de la espada quedó mellado y prácticamente inservible. Sé llega mediante propaganda y algoritmos que manipulan nuestra conciencia y nuestro estar en el mundo. La verdad es de quien puede crear la mejor ilusión y montar el mejor espectáculo; de quien puede engañarnos diciendo que la verdad que posee es la más efectiva para borrar la realidad y continuar normalizando la violencia.
Lo que hoy vivimos es la lucha de profesionales de la verdad que, constituidos en partidos y mafias apoyados por los medios de comunicación y las redes, subordinan y reorganizan la realidad desde ideologías extenuadas y emociones políticas. En su disputa por ella, no sólo legitiman la violencia al ocultarla, la escalan, desencadenando pasiones cuyas consecuencias aún desconocemos, pero que tienen y tendrán los mismos componentes de las abstracciones que legitiman las guerras: nosotros contra ellos que mienten y hay que destruir. La era de la posverdad es la de la verdad de las ideologías convertidas en un supemercado de pasiones cuya finalidad es el dominio y el sometimiento. Lo único que podría hacernos escapar de ello, sería abstenernos de participar en su juego. Pero ¿quiénes, en la era de la Matrix, podrían escapar a la verdad del algoritmo?
Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, detener la guerra, liberar a todos los presos políticos, hacer justicia a las víctimas de la violencia, juzgar a gobernadores y funcionarios criminales, esclarecer el asesinato de Samir Flores, la masacre de los Le Barón, detener los megaproyectos y devolverle la gobernabilidad a México.
La alianza no se dobla
Martín Espinosa
Excelsior
Por más que la han querido debilitar, lo cierto es que el trabajo de coordinación y de lograr acuerdos sólidos, realizado fundamentalmente por el líder nacional del PRI, Alito Moreno, principal impulsor de la coalición opositora, ha rendido frutos y, hoy por hoy, la alianza Va por México ha logrado consolidarse como una alternativa política frente a los desplantes del poder, que ha echado a andar toda su “maquinaria” para refrendar el triunfo obtenido hace cinco años en las elecciones presidenciales.
Varias son las reflexiones que muchos ciudadanos comienzan a hacerse de cara al proceso electoral, iniciado prematuramente por el propio López Obrador, a pesar de que la legislación en la materia no permite aún el “arranque” de campañas ni mucho menos de propaganda electoral con miras al 2024, con el gasto millonario que ello implica por tratarse del dinero de todos los ciudadanos.
Sin embargo, era necesario que los “contrapesos” al poder comenzaran a ser activados ante las actitudes autoritarias de quienes piensan que el ejercicio del poder es solamente facultad de “unos cuantos” y que todo el que vaya en sentido contrario a la visión de quienes toman las decisiones públicas es necesariamente considerado “un enemigo en potencia”.
Inherente a la democracia es el respeto al pensamiento diferente (tolerancia), base del pluralismo que siempre ha caracterizado a la sociedad mexicana. De ahí la importancia de tener garantías para el establecimiento de diversas corrientes que permitan la convivencia de las diversas maneras de pensar y de gobernar de acuerdo con los resultados que se obtengan de los procesos democráticos que todos queremos.
Una vez definidas las 13 candidaturas del proceso diseñado por el llamado Frente Amplio por México, integrado por diversas organizaciones ciudadanas, así como los tres principales partidos de oposición (PRI-PAN-PRD), inicia la segunda fase que comprenderá la realización de un primer foro en el que discutirán y analizarán su visión sobre México, así como consultas y sondeos de opinión (el primero concluirá el próximo 16 de agosto), con la finalidad de que queden solamente tres aspirantes que participarán en cinco foros regionales y nuevos sondeos de opinión para tener a un finalista el próximo 3 de septiembre.
La solidez del proceso, impulsada en primera instancia por el líder nacional del PRI, permite hoy saber que la oposición no se “doblará” ante los amagues del poder que buscan “dinamitar” la alianza. Hoy se sabe que ni Ricardo Anaya ni ningún dirigente partidista serán candidatos a la Presidencia el año próximo. Para quienes dudaban de la “palabra” de Alito Moreno de respetar la alianza, ahí está la prueba de la solidez de los acuerdos logrados, lo que augura la defensa de la pluralidad y la democracia, así como la conformación, en la próxima legislatura federal, de un bloque “fuerte y potente” que contenga los deseos autoritarios de quienes hoy están al frente del país. Los hechos hablan por sí solos frente a la mezquindad de quienes siempre estarán en contra de todo y a favor de nada.
CONTRA “VIENTO Y MAREA”…
Morena realiza en estos días un proceso de “valoración” de sus liderazgos regionales. Llama la atención el caso de Jalisco, donde el regidor de Guadalajara, Carlos Lomelí, ha mantenido sus niveles de aceptación, a pesar de un gobernador —como Enrique Alfaro— que se ha confrontado con toda la oposición. Desde una modesta regiduría, Lomelí ha logrado mantener vigente y fuerte a Morena como el partido con mayor intención de voto de cara a la elección a gobernador el año próximo. De acuerdo con cifras de la encuestadora RUBRUM, en su más reciente estudio sobre Intención del Voto en Jalisco, Morena tiene 41%; situación contraria a lo que sucede en otros estados, donde el partido tiene “prendidos focos amarillos” por el avance de la oposición, como es el caso de Veracruz.
Arsenal
Del paraíso prometido en 2018 al infierno en llamas en 2023
Francisco Garfias
Excelsior
En el ambiente flota una sensación de miedo, impotencia, inestabilidad fatal. En doce estados de la República, según el semáforo de la Sedena, la violencia está desbordada, por no decir fuera de control.
Lo vemos cotidianamente en los diarios, la televisión, las redes sociales. Lo escuchamos en la radio: masacres, secuestros, enfrentamientos, desapariciones, homicidios, ejecuciones de periodistas, levantamientos. Pero también coches-bomba, cobros de piso, desplazamientos, balaceras en fiestas donde hay niños. En síntesis: el paraíso prometido en el 2018, transformado en un infierno en el 2023.
* De un momento a otro cruzaremos la barrera de los 160 mil asesinados en lo que va del sexenio (el dato es deT-Research). Un récord nunca visto.
Pero López Obrador dice que es “amarillismo” de la “prensa conservadora”, y que los homicidios “disminuyen”.
El Presidente va para cinco años en el poder con el mismo discurso: es herencia del pasado. Le quedan 14 meses y pico en Palacio y se va a ir a La Chingada –su rancho– dejando el peor desastre en materia de seguridad. Ése es su talón de Aquiles, pero AMLO tiene concentrada su atención en las corcholatas y en denostar a la oposición, en lo general, y a Xóchitl Gálvez, en particular. “Sólo hay algo que lo distrae más que el concurso de las corcholatas: el beisbol”, comenta, mordaz, el senador del Grupo Plural, Germán Martínez. Y agrega: “No lo distrae una niña asesinada en un elevador en el IMSS, no lo distraen jesuitas muertos, no lo distrae el reclamo de los obispos en Chiapas, Apatzingán y Morelos…”.
* La nota roja en las últimas tres semanas ha sido Chilpancingo. Las escenas que vimos en días pasados son elocuentes: la autoridad doblegada, humillada, rebasada.
Vimos en las pantallas el robo a la policía de un carro-tanque blindado que fue utilizado para romper las puertas del Congreso local y llegar a Palacio de Gobierno.
Vimos también una multitud integrada por transportistas y miembros de diversas comunidades de Guerrero armados con palos, piedras y machetes en los momentos en que se rompía el cerco de seguridad establecido por las autoridades para evitar el bloqueo de la Autopista del Sol, que duró dos días. Nos enteramos que 13 policías y guardias nacionales fueron retenidos y llevados quien sabe dónde. Ya fueron liberados y la autopista desbloqueada, a cambio de la promesa de que el gobierno va a construir cinco obras carreteras.
Pero López Obrador anda buscando “al tonto que crea” que se movilizaron por las obras y no por la liberación de dos “líderes de la organización” (delincuencial) que están detenidos. En la última semana de junio supimos de siete descuartizados, cuyas partes fueron esparcidas en las calles de la capital de Guerrero. Al día siguiente nos horrorizamos con el asesinato de siete taxistas allí mismo.
Ya en julio fuimos testigos del encuentro entre la alcaldesa Norma Otilia Hernández y el líder del grupo criminal Los Ardillos. En la reunión “no hubo negociación”, asevera la funcionaria de Morena. En el Congreso de la Unión comienzan a aparecer voces que reclaman se ejerza en Guerrero la facultad de “desaparición de Poderes”. Uno de ellos es de Morena: el senador Alejandro Rojas Díaz Durán. El otro es Jorge Triana, diputado del PAN. Pero Julen Rementería, coordinador de los senadores del azul, considera que no es necesario llagar a eso. “Lo que necesitamos es que se atienda el problema desde la Federación”.
Aunque acotó: “Hay un verdadero desastre. Lo que pareciera es que la autoridad, tanto estatal como federal, lo estuvieran como justificando, y hasta encontronazos entre el Presidente y el senador Salgado Macedonio. Uno culpa a la derecha, el senador, y el otro culpa a un grupo delincuencial”.
El remate estuvo a cargo de Germán Martínez: “Urge devolver el miedo a los criminales, porque hoy en Chilpancingo tienen miedo los ciudadanos”.
* El vertiginoso ascenso de Xóchitl Gálvez como aspirante a la candidatura presidencial del PRD ha sacudido no sólo al MC, que no es miembro del bloque opositor, sino también al PRD.
Llegó al correo de Arsenal copia de una carta de Jesús Ortega, líder moral de la corriente Nueva Izquierda, del amarillo, en la que dice que la hidalguense significa “la opción verdadera” para vencer al régimen autoritario de AMLO.
El histórico de Los Chuchos convoca, simultáneamente, a la constitución de los clubes socialdemócratas en apoyo a Xóchitl Gálvez, cuya tarea es sumar adhesiones a la propuesta de la hidalguense. Nos cuentan que Jesús Zambrano, presidente en funciones del PRD, dice “primero los de casa” en referencia a que hay que apoyar, en esta etapa, a los dos aspirantes del PRD registrados en la contienda para elegir al candidato presidencial del Frente Amplio por México en el 2024.
Astillero
Espectaculares: reversa y carambola // Que aspirantes se deslinden // Culpar a los quedabién // Los Ardillos y la negociación
Julio Hernández López
La Jornada
Luego de haber sido inundado el país con anuncios espectaculares de los tres principales aspirantes a la candidatura cuatroteísta de 2024, en Palacio Nacional se produjo ayer un cuidado movimiento de reversa que, además de procurar que el corcholatismo prémium se desmarque con discutible oportunidad de las críticas al despilfarro propagandístico (no sólo en ese tipo de anuncios), permitirá a la máxima voz del morenismo reprobar las eventuales prácticas similares que llegaran a hacer los precandidatos del llamado Frente Amplio por México.
Las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador fueron tardías (los espectaculares, las bardas y los onerosos actos masivos llevan largas semanas) y comedidas (no cargó la tinta para individualizar a responsables), pero rápidamente atendidas por el presidente del partido, Mario Delgado, quien llamó a los aspirantes a deslindarse pública, política, financiera y jurídicamente de tales propagandas visuales.
Delgado aprovechó el viaje para formalizar la coartada de culpar a los seguidores de esos aspirantes, a los quedabién, como presuntos motores individuales y autónomos de la escandalosa campaña de espectaculares en las que destacan, en ese orden, Adán Augusto López Hernández (quien desde finales de junio aseguraba que presentaría denuncias contra quienes estuvieran colocando tales anuncios) y Claudia Sheinbaum (que fue la primera en asumir ayer las instrucciones mañaneras), con Marcelo Ebrard distante de los punteros, en tercer lugar (con el pretexto de un libro cuya editorial desmintió que fuera la contratante de los espacios publicitarios).
A la par de las preocupaciones tácticas, de índole electoral, que motivaron la fijación de línea presidencial contra los espectaculares, y de la carambola buscada contra los opositores, convendría al morenismo en campaña evitar la inyección de enormes recursos que literalmente saltan a la vista en movilizaciones, propaganda (no sólo los espectaculares) y equipos de trabajo que incluyen a asesores costosos.
En esta columna se ha insistido durante años en el pernicioso efecto de los inversionistas en campañas y procesos electorales que desde tesorerías gubernamentales, charolas empresariales, portafolios de clarísimo origen oscuro y apoyos en especie condicionan el ejercicio de quienes resultan electos a los intereses de esos patrocinadores. No es una historia nueva ni infrecuente: todo lo contrario. Ayer y hoy.
Astillas
En la Mañanera se caracterizó a las movilizaciones del lunes en Chilpancingo a partir del cártel llamado Los Ardillos; horas más tarde, el gobierno morenista de Guerrero dialogó, negoció y prometió obras (en términos nada claros) durante una reunión con los representantes de ese movimiento que, en reciprocidad, desactivó sus protestas. Todo ello, ¿qué quiso decir? (habría que recurrir al traductor mental de Vicente Fox en Los Pinos, Rubén Aguilar)… El tema de Xóchitl Gálvez se ha vuelto recurrente en las conferencias matutinas de prensa del presidente López Obrador, lo cual regala a la virtual candidata opositora la oportunidad de reaccionar declarativamente en medios y redes sociales y, como es el caso, de presentar denuncias judiciales: antes, por la réplica fundacional, que Palacio Nacional debió conceder y, ahora, por violencia política de género… Hubo manifestaciones de periodistas en Oaxaca, Guadalajara y la Ciudad de México en protesta por la ejecución del periodista Luis Martín Sánchez Íñiguez en Nayarit, en demanda de justicia en este caso y de atención y protección en otros que son del conocimiento de las autoridades. Pero… Y, mientras las corrientes de ultraderecha insisten en postular al ex cantante y actual productor cinematográfico Eduardo Verástegui como candidato presidencial independiente, contra la derechita cobarde y la comunista Gálvez, ¡hasta mañana, con Enrique Alfaro visitando a AMLO en Palacio Nacional!
Xóchitl y la traición a los acuerdos de San Andrés
Pablo Martínez *
La Jornada
Desde hace unas semanas la aspirante por la coalición Va Por México, Xóchitl Gálvez, se ha visto en diferentes medios de comunicación narrando su origen indígena y el apoyo que tuvo en poblaciones indígenas mientras fue funcionaria pública.Valdría la pena recordar la entrevista que la periodista Blanche Petrich, de La Jornada, tuvo con la precandidata en 2001.
Petrich cita el comunicado del 1º de mayo de la Presidencia que da Xóchitl Gálvez después de la ruptura de dialogo con el EZLN, admitiendo que en la reforma en materia indígena se dejaron de lado los conceptos en los cuales se requiere profundizar. Pero el tiempo pasó y las demandas nunca se cumplieron, la ley entró en la Cámara de Diputados con Diego Fernández de Ceballos al frente para consumar la gran traición a los acuerdos de San Andrés.
Xóchitl Gálvez es inquirida por Blanche Petrich acerca de la respuesta del EZLN al llamarla traidora. Ella responde diciendo que es totalmente injusto no reconocer el esfuerzo que el Presidente había hecho para este proceso. Le apostó mucho a la paz, aun cuando todo el mundo le advertía que cedió demasiado. Yo invitaría a los compañeros indígenas primero a que hagamos este análisis y finalmente aceptar que el Congreso es un poder independiente.
Esta fue la respuesta de la titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas propuesta por el ex presidente Vicente Fox, quien había dicho en campaña que resolvería el problema en 15 minutos. Mientras la ultra del panismo se peleaba con el periodista Luis Hernández Navarro, la guerra seguía en Chiapas, los muertos y desplazados aumentaban todos los días, como lo diría la misma Xóchitl en la entrevista: Me preocupa que entre dos gentes de tanto nivel, como son Felipe Calderón y Luis Hernández Navarro, no hay acercamiento.
En mayo de 2000 el periodista en cuestión entrevistó a Xóchitl Gálvez. Le preguntó acerca de los requerimientos para que la ley indígena fuera aceptada en el Congreso, y Xóchitl responde que hace falta una discusión seria y por consenso de la Cámara. Yo, Xóchitl Gálvez, en lo personal, no creo que haya nada malo en la iniciativa de la Cocopa que atente contra la nación. Pero eso no es lo que percibe todo mundo. He escuchado muchos comentarios de que los pueblos indígenas se quieren independizar. El tema de autonomía y autodeterminación les da mucho calosfrío. Hay un desconocimiento de lo que es un pueblo indígena.
La solución al histórico conflicto con las comunidades indígenas se solventaría con soluciones constitucionales, un conflicto entre conceptos. Un problema que tampoco entendía ella al no ser “constitucionalista, como apuntó la precandidata en la entrevista: Los constitucionalistas suelen ser muy estrictos con el lenguaje.
La ex senadora respondió a Luis Hernández que no pueden esperar a que venga Marcos a la Cámara, y empezar el diálogo; hay que avanzar, creo que la discusión va para largo por el desconocimiento que hay. Y pese que el desconocimiento de la realidad social indígena fuera de la ex secretaria, se publicó la reforma que propondría una nueva forma de relación entre el Estado y los pueblos indígenas, construida desde la traición a los acuerdos de San Andrés.
La ex senadora Xóchitl Gálvez y el gobierno panista fueron cómplices de la ley indígena y la visión que tendría el Estado de los pueblos indígenas, y lo único que logró fue una reforma que buscaba a todas luces acrecentar la deuda histórica del Estado mexicano en el reconocimiento y autonomía de los pueblos indígenas, haciendo callar las luchas por los miles de muertos y desaparecidos que dejaron las matanzas de Acteal (Chiapas), Agua Fría (Oaxaca), San Salvador Atenco (estado de México), entre otras.
Es increíble que una mujer indígena como Xóchitl Gálvez, que representa en el Senado al PAN, alzara el vuelo en los programas de entrevistas con la ley que metió debajo de la alfombra la sangre de miles de movimientos indígenas para ganar simpatías hacia la candidatura. La política sigue siendo un juego de popularidad.
* Maestro.