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Juegos de poder

Elecciones 2023 y 2024

Leo Zuckermann

Excelsior

Los analistas políticos de la Ciudad de México tendemos a ver los procesos electorales en los estados con una óptica nacional. Es un error. La realidad es que dichas elecciones tienen que ver más con factores locales, como lo estamos observando en los comicios de gobernador que se llevarán a cabo este año en Coahuila y en el Estado de México.

Las estrellas se están alineando para que el PRI retenga la gubernatura de Coahuila.

Hay un gobernador popular que ha entregado buenos resultados, sobre todo en materia de seguridad. Además, Miguel Riquelme es uno de los mejores operadores electorales de todos los mandatarios estatales del país. En 2021, su partido, el PRI, ganó cinco de los siete distritos federales que estaban en juego. El tricolor, además, se llevó 25 de las 38 alcaldías del estado. Nada mal, sobre todo para un partido que está en franca decadencia a nivel nacional.

El PRI, además, tendrá a un candidato joven de 38 años de edad quien ya fue alcalde de la capital, Saltillo, donde pudo reelegirse. Manolo Jiménez luego se integró al gabinete de Riquelme como secretario de Inclusión y Desarrollo Social. En las encuestas, al parecer, le va bien en conocimiento de nombre y opiniones positivas. Jiménez será candidato por la alianza del PRI-PAN-PRD.

Del lado oficialista, en cambio, ya hubo una división importante. Según Morena, la encuesta para determinar al candidato a gobernador la ganó el senador Armando Guadiana. El subsecretario federal de Seguridad, Ricardo Mejía, quien estuvo haciendo intensamente campaña en el estado, rechazó los resultados, no aceptó que Guadiana fuera el candidato morenista, renunció a su puesto federal y competirá a la gubernatura por las siglas del Partido del Trabajo.

El Partido Verde, generalmente aliado a Morena en las elecciones, también decidió ir con su propio candidato. Agréguese, desde luego, al aspirante que lanzará Movimiento Ciudadano (MC). Este panorama es inmejorable para el PRI. Como dije arriba, tiene todo para ganar.

No así en el Estado de México. Ahí la cosa está mucho más difícil para el PRI, aunque este partido gobierne la entidad.

Su candidata será Alejandra del Moral, una decisión que tomó directamente el gobernador Alfredo del Mazo. En el camino dejó a Ana Lilia Herrera, quien al principio se inconformó, pero luego la disciplinaron otorgándole el puesto de delegada del partido en el estado. Posteriormente, los priistas lograron algo muy importante: que el PAN apoyara a Del Moral en una alianza. También sumaron al PRD y a Nueva Alianza, que todavía tiene registro como partido estatal.

En las encuestas, sin embargo, va arriba la candidata del oficialismo, Delfina Gómez. A diferencia de Coahuila, en el Edomex, Morena sí logró el apoyo tanto del PT como del Verde. Y, desde luego, Gómez contará con todo el apoyo de los gobiernos federal y de la Ciudad de México para ganar.

MC irá solo con su candidato que, todo indica, será Juan Zepeda. Es una incógnita saber cuántos puntos puede llevarse y a quién se los quitaría, si a Morena o al PRI. Hace seis años, Zepeda hizo una buena campaña y logró llevarse, con las siglas del PRD, el 18% de la votación. Esto le convino al PRI porque le quitó votos a Morena, que perdió por 2.8 puntos porcentuales la elección. Zepeda, sin embargo, perdió los comicios de alcalde de Nezahualcóyotl en 2021.

Como escribí aquí en septiembre del año pasado, yo no creo que la elección en el Estado de México vaya a ser un paseo de campo para Delfina Gómez. Además de ser una candidata mala (delincuente electoral, según las autoridades), los resultados de 2021 me llevan a pensar que el PRI puede retener esta gubernatura (véase https://www.excelsior.com.mx/opinion/leo-zuckermann/todo-depende-de-alfr…).

Como apuntaba en esa columna, la posible victoria del PRI depende de manera crítica de cómo la jugará el gobernador Del Mazo. Por lo pronto, a diferencia de sus colegas de Oaxaca y de Quintana Roo el año pasado, que le entregaron en bandeja de plata la gubernatura a Morena, Del Mazo ya aseguró que una alianza amplia (PRI-PAN-PRD-Panal) apoye a Del Moral. No es poca cosa. Falta ver hasta dónde suelta recursos para aceitar la maquinaria electoral.

En caso de que el gobernador Del Mazo se anime y opere activamente a favor de la candidata del PRI, habrá tiro en el Edomex. Las condiciones existen para una elección peleada.

Si la alianza PAN-PRI-PRD gana las dos gubernaturas en juego este 2023, ya podemos imaginar el ambiente que habrá en la oposición y el oficialismo un año antes de las elecciones presidenciales de 2024. Ni se diga del humor que imperará en Palacio Nacional.

Arsenal

Los gobernadores de Morena y el llamado de Mario Delgado a que violen la ley

Francisco Garfias

Excelsior

El llamado que hizo Mario Delgado en una carta dirigida a gobernadores de Morena en la que les pide que apoyen y promuevan a las corcholatas es un aviso de que en el 2024 se nos viene una elección de Estado.

La misiva se dio a conocer luego del desayuno a puerta cerrada que la semana pasada se llevó a cabo en las oficinas de la Secretaría de Gobernación, cuyo titular, Adán Augusto López Hernández, es una de las corcholatas.

Sin el menor rubor, el presidente de Morena solicita a mandatarios de su partido que promuevan las candidaturas de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal —al que esta vez sí incluyeron— en sus respectivas entidades federativas.

En otras palabras, les pide que se metan de lleno en el proceso electoral rumbo al 24. “Sería deseable que, a invitación expresa de usted, en los próximos meses se concretaran visitas (de los aspirantes) en su estado, para contribuir a que el pueblo esté informado y, cuando llegue el momento, decida a través de las encuestas”, dice la misiva.

Sólo un ciego no ve que el llamado no se limita a promover las aspiraciones de las corcholatas en el proceso interno, sino a proyectarlos para las presidenciales.

Delgado es alumno destacado de la filosofía amloísta. Aplicó al pie de la letra la enseñanza de su jefe: “No me vengan con el cuento de que la ley es la ley”. El artículo 134 de la Constitución prevé que servidores públicos de la Federación, los estados y los municipios que tengan bajo su responsabilidad recursos públicos deben aplicarlos con imparcialidad, respetando la equidad en la contienda electoral.

* Los partidos de la Alianza por México ya lograron concretar la coalición en el Estado de México, con Alejandra del Moral, y en Coahuila, con Manolo Jiménez. Es un buen augurio. El reto es mantenerse unidos hasta 2024.

El principal escollo que enfrenta la unidad es encontrar un método incluyente para elegir al candidato presidencial de Va por México. No va a ser fácil. El PRI ya logró su objetivo: poner a los candidatos de la alianza en los dos estados con elecciones en 2023.

El PAN anunció —con la venia del PRI— que en el 2024 conducirá y siglará el proceso para elegir a los candidatos a la Presidencia de la República y a la Jefatura de Gobierno de la CDMX. El mensaje se entendió como que el azul designaría aspirantes panistas en ambas candidaturas. Se armó el revuelo. Brincaron las organizaciones ciudadanas. El PRD se sintió marginado y habló de “corto circuito” en la alianza.

Marko Cortés, jefe nacional del PAN, tuvo que aclarar que el hecho de que su partido sigle y conduzca el proceso no significa que la alianza vaya a designar necesariamente a panistas. Puede ser candidato, dijo, “cualquier ciudadano con o sin militancia partidista, buscando que sean perfiles muy competitivos que puedan crecer en la preferencia electoral y salir a ganar”.

Sonó a discurso. La experiencia nos dice que el PAN va a designar a los candidatos y que las palabras “conducir” y “siglar”, que están en el acuerdo, son para disimular.

* Se lo planteamos a Alito Moreno en conferencia de prensa celebrada en el PRI. Esto fue lo que nos respondió: “Conducir y siglar no quiere decir que designen al candidato. El PAN ha mostrado una apertura para la inclusión de todos. Ésa es la esencia, eso es lo que nos da oportunidad de competir. Tenemos que ir basados en la competitividad”. Vamos a ver…

* Antes de la citada conferencia de prensa, Alito se reunió tres horas con dirigentes de organizaciones de la sociedad civil que le plantean establecer mesas de trabajo con una agenda ciudadana. En esas mesas se planteará el método de selección, un programa de gobierno impulsado desde la ciudadanía y el establecimiento de gobiernos de coalición.

En el encuentro participaron Guadalupe Acosta, del Frente Cívico Nacional; Claudio X. González, de Sí por México; Marco Antonio Adame, de Unidos por México; Leopoldo Hernández, de UNE México; Ana Lucía Medina, de Sociedad Civil México, y Andrés Carral, de Poder Ciudadano.

Sobre la reunión de Alito con las organizaciones ciudadanas hablamos con el panista Marco Adame, exgobernador de Morelos e integrante de Unidos por México. Nos dijo:

“Fue una reunión de diálogo franco y abierto, tema central de unidad. De nuestra parte hubo la exigencia de apertura para un método y propuesta. Quedó claro que, sin ciudadanos, no hay futuro. Alito fue muy receptivo”.

Esta misma semana, las organizaciones citadas se reunirán con las dirigencias del PAN y del PRD. “A ver cómo nos va con Marko y Zambrano”, nos dijo Marco en tono que no sonó optimista.

Astillero

Felipe Calderón, el mal padrino // Canta, y luego regatistas fallan // García Luna, ¿cantará? // El general subsecretario

Julio Hernández López

La Jornada

Entre otras de sus comentadas aficiones (el automovilismo de Fórmula 1, por ejemplo), Felipe Calderón Hinojosa ha tenido la de las regatas, a tal grado que mientras estuvo en Los Pinos llegó a disponer de embarcaciones de propiedad gubernamental para sus privilegiadas prácticas de aficionado y en más de una ocasión fue orador inaugural en competencias de ese tipo.

Tal propensión hacia lo acuático le ha llevado en estos días a participar en un importante torneo de regata en Alicante, España, país al que se ha trasladado por invitación académica de una fundación patrocinada por políticos derechistas y empresarios beneficiados por el ex panista michoacano.

Pero resulta que Calderón, como padrino, no es muy recomendable. A sus apadrinados en España les fue mal luego de que apareció en redes sociales como poco afortunado cantor con mariachi en una fiesta de presentación de la competencia de embarcaciones. The Ocean Race, organizadora de la vuelta al mundo en vela, reportó este lunes que el equipo Viva México se dirigía a puerto por daños en su vela mayor. El patrón mexicano, Erick Brockman, reportó: Debido a una rotura en la vela mayor que no puede repararse a bordo nos dirigimos a Almería y allí estudiaremos las opciones. Toda la tripulación se encuentra a salvo (https://bit.ly/3XyFJTf).

En la noche del viernes anterior, Calderón, padrino de este equipo mexicano de regata, había tratado de entonar la canción de corte cristero Este martes me fusilan. Una estrofa reza: Me encontraron una estampa/ de Jesús en el sombrero./ Por eso me sentenciaron,/ porque yo soy un cristero; otra de sus predilecciones musicales es el corrido El hijo desobediente (así bautizó a su autobús de campaña en 2006), que habla de un mancebo peleonero que, echando mano a sus fierros, advierte, cuasi parricida: Quítese de aquí mi padre,/ que estoy más bravo que un león,/ no vaya a sacar mi espada/ le traspase el corazón./

Las andanzas cantadas de Felipe Calderón y la referencia al martes de fusilamiento llevan a otro ejemplo de padrinazgo naufragante: hoy empieza en Estados Unidos (si no hay arreglos de última hora) la fase presencial del juicio contra quien fue secretario de Seguridad Pública durante todo el sexenio fraudulento de Calderón, Genaro García Luna, acusado de poner el aparato gubernamental al servicio de un cártel, el de Sinaloa. El padrino Felipe tampoco ha llevado buena suerte a su asociado Genaro: aparte del eventual golpe judicial (que podría ser negociadamente atenuado) queda el histórico, irremontable, de la complicidad con el crimen contra el cual se montó una falsa y perdurable guerra institucional.

El presidente López Obrador designó al general en retiro Luis Rodríguez Bucio como subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana en sustitución de Ricardo Mejía Berdeja, quien dejó el cargo para buscar la gubernatura de Coahuila. Rodríguez Bucio fue comandante de la Guardia Nacional (GN) que se promovió legislativamente como instancia de carácter civil (artículo cuarto de la ley de la GN) pero se mantiene como inequívoca fuerza militar explícita.

La instalación del general Rodríguez Bucio en dicha subsecretaría civil es una confirmación del proceso de militarización que se ha impulsado en la actual administración federal. Los civiles titulares de la Secretaría (Alfonso Durazo, primero, y luego Rosa Icela Rodríguez) poco han podido hacer de verdad ante la evidente fuerza de los militares que sólo obedecen a su mando jerárquico real.

El cuadro se completa con la designación de otro general, David Córdova Campos (en retiro desde febrero de 2020, cuando era oficial mayor de la Sedena) como comandante de la citada Guardia. Todo ello mientras el gobierno mexicano precisa cómo habrá de actuar con mayor fuerza para frenar los envíos de fentanilo a Estados Unidos y si, en el cumplimiento de este objetivo derivado de la reciente cumbre norteamericana, México habrá de modificar su política de abrazos, no balazos.

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