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Razones

Seguridad: instrumentos y estrategias

Jorge Fernández Menéndez

Excelsior

El tiroteo que se vivió en una plaza comercial en Andares, en Zapopan que, milagrosamente, no ocasionó más víctimas (se intercambiaron más de 200 disparos de armas de alto poder entre sicarios, custodios y militares en una tarde de domingo en un área llena de paseantes), en la que presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación intentaron secuestrar a un empresario no tuvo relación directa con el narcotráfico: fue un intento de secuestro, una actividad en la que, como la extorsión y el tráfico de gente, están cada vez más involucrados los grupos del crimen organizado.

Ayer, se informó que fue secuestrada la hermana del presidente municipal de Ixtapan de la Sal, en el Estado de México, una zona en la que cada vez tienen más presencia los grupos criminales, en un duro enfrentamiento, además, entre los herederos de la Familia Michoacana, hegemónica en la zona, y del CJNG que intenta ocupar el sur del Estado de México, ingresando desde Guerrero.

Toda la región sur, desde Ixtapan de la Sal hasta Tejupilco, Tlatlaya, Luvianos, Zacualpan, Temascaltepec, Sultepec y, por supuesto, Valle de Bravo, es una zona en disputa, pero en la que también, sin duda, opera el crimen organizado con fines de narcotráfico, sin embargo, allí la extorsión, el cobro de piso y el secuestro son la norma y generan una expoliación constante de la sociedad que se siente cada vez más indefensa.

Son sólo dos ejemplos más de cómo creer que el narcotráfico es el único referente del crimen organizado hace perder la perspectiva y, por el contrario, dificulta aún más su combate.

La actividad primordial del tráfico de drogas en este periodo pasa, en primer lugar, por el fentanilo, que es sin duda la droga más rentable para su comercialización en la Unión Americana; inmediatamente después, lo hace por las metanfetaminas y la cocaína. Para ninguna de las tres drogas se requieren infraestructuras muy grandes: el fentanilo llega puro desde China, principalmente, y es procesado en laboratorios que se montan en forma muy sencilla para su comercialización en pastillas. Las metanfetaminas requieren de laboratorios más complejos, de más productos químicos y espacios más alejados (por los olores y la contaminación), pero hay laboratorios por decenas en muchos puntos de la Sierra Madre, y se operan con poca gente. La cocaína llega de Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador y allí lo importante son las cadenas de transporte y distribución que, para los cárteles, no requieren tanta gente. Todos, por supuesto, se basan en los grupos de narcomenudeo locales, en México y en Estados Unidos, pero ésas son otro tipo de organizaciones que trabajan para los grandes cárteles.

Lo cierto es que la reducción del mercado de mariguana y heroína, donde se necesitaba mucha mano de obra, ha dejado a grupos y sicarios dedicados a otras actividades. La estrategia seguida por el gobierno federal de contener (abrazos, no balazos) al crimen organizado en lugar de mantener un enfrentamiento mucho más frontal, ha empoderado a estos grupos y les permite incursionar en ámbitos delictivos que en el pasado no controlaban: hoy imponen desde el precio de la tortilla, hasta extorsionan y cobran piso a todo tipo de comercios y empresas, sobre todo en Guerrero, el sur del Estado de México, Michoacán y otros puntos del país.

¿Es necesaria la presencia militar en la seguridad pública hasta 2028 como se estaba por votar en el Senado al momento de escribir estas líneas? Sin duda, como es pertinente en este momento que la Guardia Nacional se integre a la Defensa Nacional. Pero esos son instrumentos que, para funcionar y rendir adecuadamente, requieren de cambios y ajustes profundos a la estrategia de seguridad, cambios que no se vislumbran, ni siquiera con las modificaciones que pueden ser aprobadas en el Senado.

En un esquema ideal, las fuerzas militares tendrían que combatir a los grandes grupos, a los cárteles en sí, con algo mucho más relacionado con la seguridad interior que la pública, al tiempo que la Guardia Nacional tendría que centrarse en los delitos como la extorsión, el secuestro, el cobro de piso, la expoliación que sufre la sociedad cotidianamente. El problema es que la interrelación entre ambos fenómenos es cada vez más estrecha y sin un golpeteo diario a sus cabezas y operadores, no se rompe con el empoderamiento criminal.

Esta semana, el presidente López Obrador reconoció, por ejemplo, el trabajo de la policía estatal en Yucatán, y es verdad, pero allí la estrategia seguida por el secretario Luis Saidén Ojeda, que permanece en ese cargo desde 2007, ha sido no dejar crecer a los grupos criminales y cuando lo hacen golpearlos una y otra vez. No es diferente a lo que hace Omar García Harfuch, con éxito comprobado, en la Ciudad de México, donde se han abatido los índices de inseguridad descabezando una y otra vez a los grupos criminales, sus líderes y operadores.

En el ámbito federal, menos aún en los seis u ocho estados que concentran la actividad criminal, no se ha podido avanzar. Donde se ha avanzado, a pesar de los conflictos políticos, como en Tamaulipas (con policías locales más eficientes a partir de acuerdos, como se ha hecho en otros estados, con la Federación, las Fuerzas Armadas y la iniciativa privada) los índices de homicidios y delincuenciales se han reducido de forma notoria.

Los partidos se confrontan por los límites de la participación militar y están en su derecho a hacerlo, pero olvidan que ésos son sólo instrumentos de una estrategia que debe ser profundamente revisada.

Juegos de poder

Vuelvo a preguntar: ¿como qué país queremos ser?

Leo Zuckermann

Excelsior

Hace 13 años, moderé un panel sobre la crisis económica en América Latina. Era 2009 y el panorama se veía muy sombrío. Los gobiernos, en particular los bancos centrales, habían tenido que intervenir para evitar la quiebra de varios bancos en países desarrollados. Ha pasado mucho desde entonces. Sin embargo, recuerdo ese panel porque uno de los temas principales que se trató fue el de la narrativa económica de los países.

Tomás Lajous, entonces director ejecutivo del banco UBS, hoy socio de la consultora McKinsey, fue el que sacó a colación este asunto. A propósito de México, dijo: “Por encima de la crisis económica hay una crisis de narrativa económica. Ésta es clara, por ejemplo, en la percepción de que la situación económica de México es peor hoy que en 1995. Ésta es clara al compararla con la exitosísima narrativa macrofinanciera de Brasil. Más allá de los riesgos existentes que acechan al retorno a la expansión económica, la falta de narrativa trae a la mesa el riesgo de que se tomen decisiones de políticas públicas, de actividad empresarial o en los mercados financieros que partan de un presupuesto más negativo que la realidad y que ayuden a darle un giro más negativo a la realidad”.

Ernesto Ottone, exasesor del presidente chileno Ricardo Lagos, retomó el tema y contó una anécdota fantástica sobre la narrativa exitosa de Brasil. Un amigo argentino suyo le dijo: “Está bien: Brasil va a ser los Estados Unidos de Sudamérica. La pregunta es si Argentina va a ser el Canadá o el México de la región”.

En la sesión de preguntas lancé una provocación a los panelistas. Dije que España, Chile y Brasil habían construido una narrativa económica exitosa fundamental para lograr un impresionante crecimiento. ¿Acaso era una coincidencia que estos tres países lo habían logrado con gobiernos de izquierda? Ottone intervino y dijo que había otra coincidencia: España, Chile y Brasil habían salido de una dictadura. ¿Acaso ello también había jugado un papel importante?

Carlos Solchaga, quien fue ministro de Economía y Hacienda durante el gobierno socialista de Felipe González en España, le pegó, creo, al clavo. No hay soluciones mágicas. Ahí afuera, en el mundo, están los modelos de lo que un país emergente quiere ser. Para tener una narrativa económica exitosa, los gobiernos tienen que saber a quién quieren parecerse. Los socialistas españoles tenían muy claro el modelo de país que querían emular cuando llegaron al poder. No era ni Cuba ni las naciones de Europa del Este. Ellos querían parecerse a Francia y Alemania. Esto implicaba una agenda de crecimiento económico dentro del capitalismo abanderando ciertas causas de justicia social propias de la izquierda. Rechazaron aventuras populistas como las de algunos gobernantes de latinoamericana de entonces que propagaban la vaga idea de una Revolución Bolivariana, en referencia a Hugo Chávez y sus aliados en la región.

Los socialistas españoles emularon a los socialistas franceses y alemanes. Los socialistas chilenos y brasileños vienen emulando a los españoles. Se trataba de una izquierda seria y responsable, que respetaba el mercado y defendía la igualdad de oportunidades de los ciudadanos.

Bueno, pues desde entonces las cosas han cambiado mucho. En Chile, llegó una nueva izquierda, producto de las movilizaciones estudiantiles. Hoy andan bastante perdidos de qué hacer. ¿Cómo renovar el modelo económico redistribuyendo aún más el ingreso y las oportunidades? En Brasil, por su parte, los gobiernos de izquierda terminaron muy mal abriéndole la puerta a un populista de derecha. Hoy Lula da Silva está por ganar un tercer periodo presidencial, pero en una nación dividida en dos, donde el bolsonarismo tiene una gran presencia política.

Y aquí en México también estamos perdidos. La retórica es de una supuesta “Cuarta Transformación” de la vida pública del país. De un modelo postneoliberal. Pero, en la práctica, la economía está estancada. No va para ningún lado. Por eso, vale la pena volver a preguntarse: ¿a quién quiere parecerse México?

¿Lo saben las fuerzas de izquierda? ¿Lo saben los panistas, que son la principal opción opositora en este momento? ¿Qué país quieren emular los priistas, esa federación cada vez más enana de intereses económicos y políticos cuyo cemento es llegar al poder sin saber para qué?

Claro, los políticos siempre pueden argumentar que lo que quiere México es ser México. Así de rimbombante. Una postura retórica que permite salirse por las ramas. Pero, en realidad, hay que seguir insistiendo a todos los partidos que se definan con claridad: ¿cuál es el modelo de país que quieren imitar?

Astillero

GN: cedió la mayoría de priístas // Mancera también reculó // Oposición, dividida // Derecha mundial en CDMX

Julio Hernández López

La Jornada

En una agitada sesión senatorial, en la que Morena y sus aliados (entre éstos, de manera determinante, la mayoría de los priístas) conseguieron la mayoría calificada para modificar la Constitución en un artículo transitorio y extender hasta 2028 la participación de las fuerzas armadas en la Guardia Nacional.

El resultado no sólo implica la derrota en el recinto legislativo de las posiciones de los partidos Acción Nacional y Movimiento Ciudadano sino, de manera ruidosa, la ruptura de las expectativas panistas de mantener unidas las siglas concurrentes en la coalición denominada Va por México (PRI, PAN y PRD).

Ya no fue solamente Alejandro Moreno, Alito, quien en la Cámara de Diputados propició la división de esa alianza opositora: en el Senado reculó la mayoría de los priístas que habían sostenido que no aceptarían la prórroga deseada por Palacio Nacional. Apellidos de alcurnia priísta en conflicto: la sonorense Sylvana Beltrones, quien anunció su voto en el sentido de Morena, y Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari, que lo hizo en contra.

Incluso la raquítica bancada del Partido de la Revolución Democrática vio a su coordinador, Miguel Ángel Mancera, hacer maromas retóricas para justificar la defección (horas antes, por cierto, la jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, había mencionado la indagación que realiza la fiscalía capitalina sobre oficinas alternas de Mancera desde las que se realizaría espionaje y maniobras inmobiliarias corruptas que incluirían despojo de terrenos).

La continuidad de la militarización en la Guardia Nacional, supuestamente para finalizar en 2028, sería un logro político del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, a quien tal vez en pago se le levantaría el aparatoso congelamiento político en Palacio Nacional, y de Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación que mantuvo marcaje personal en el asunto.

El anzuelo tirado para la pesca de opositores llevó como carnada oficial un control parlamentario sobre la Guardia Nacional militar, que sólo es una coartada para cambiar de voto, y un apoyo presupuestal para fortalecimiento de policías municipales y estatales. En realidad, se confirmaría la ruta castrense, ganaría Palacio Nacional, habría impunidad para los conversos con más cola larga y las expectativas electorales del panismo ya se diluyen en términos de alianzas rotas o signadas por la fundada desconfianza.

En otro tema: del 30 de septiembre al 2 de octubre pasados se realizó en la Ciudad de México el 14 Congreso Mundial de las Familias, un evento internacional interreligioso de corte derechista y ultraderechista (con participación principal de organizaciones católicas) al que, según portales de Internet como Religión en Libertad, acudieron unas 5 mil personas bajo el lema Acompañando a las familias en un mundo desafiante (https://bit.ly/3RBMrEE).

La reunión se realizó en la Expo Bancomer Santa Fe y, según lo anunciaba Regnum Christi, el órgano informativo de los Legionarios de Cristo (https://bit.ly/3SOVnb6), entre los oradores previstos para la primera sesión estuvieron el cardenal Ernesto Aguiar, arzobispo primado de México; José Medina Mora, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, y personajes como Jim Daly, Elder Wilford W. Andersen, Valerie Huber, la princesa Gloria von Thurn y Taxis y el cardenal Gerhard Ludwig Müller, quien fuera prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (https://bit.ly/3rswmGW).

Mención especial merecen la española Tamara Isabel Falcó Preysler, VI marquesa de Griñón (ha nacido una estrella ultraconservadora en México, tituló Jacobo García su crónica en El País, https://bit.ly/3yhAFZs) y el actor mexicano Eduardo Verástegui, quien ha mantenido una agenda de encuentros con personajes de la política y la economía, y a quien algunos miembros de la derecha mexicana consideran viable como aspirante a algún cargo de elección popular en 2024.

México SA

Paisanos, pilares económicos del país // Cuatro años=167 mil millones de dólares // Deuda estadunidense, 124% de su PIB

Carlos Fernández-Vega

La Jornada

Ante la falta de oportunidades, precariedad laboral, salarios de hambre y nulo desarrollo social, millones de mexicanos –a veces familias enteras– debieron migrar hacia el norte, expulsados de su tierra por la política de apartheid económico impuesto por el régimen neoliberal, y son tantos los paisanos nacidos aquí o allá, que a estas alturas representan la primera minoría en Estados Unidos.

Con todo, y a pesar de la difícil estancia en territorio estadunidense, los paisanos nunca han dejado de apoyar a su país y con sus remesas –que crecen como la espuma– contribuyen decididamente al fortalecimiento de la economía que los expulsó. Cada año inyectan miles de millones de dólares, que en no pocas ocasiones han superado el ingreso petrolero, lo que da cuenta de la importancia que sus aportes significan para México, con sus familias en primerísimo lugar.

En agosto pasado la suma de remesas de los paisanos superó 5 mil millones de dólares (alrededor de 100 mil millones de pesos), un monto similar al que fiscalmente adeudan cerca de 20 grandes corporativos que operan en territorio mexicano y recurren a todo tipo de trucos legaloides para no pagar.

Días atrás, el presidente López Obrador citó un caso: “me habló el dueño del Grupo Bimbo (propiedad de la siempre pía familia Servitje) que habían vendido una de sus empresas y que iban a pagar sus impuestos, creo que mil o mil 500 millones de pesos. Se la vendió a una empresa extranjera, creo que es donde hacen las paletas de chocolate (Ricolino), y le platicaba que ese dinero era el equivalente a los mil millones destinados este año a caminos en las zonas más pobres de Guerrero, que es La Montaña. Le digo: los mil millones son mil millones para caminos. Entonces, para eso es el presupuesto. Antes, en un ambiente de corrupción y de complicidades se podía decir: ‘¿cómo voy a pagar si se van a robar el dinero en el gobierno?’ Pero ya no, ahora el dinero es para inversión pública, para el bienestar de la gente”.

El punto es que sólo en los primeros ocho meses del presente año los paisanos han enviado alrededor de 38 mil millones de dólares, algo así como 760 mil millones de pesos, los cuales, siguiendo el ejemplo de López Obrador, serían útiles para construir miles y miles de kilómetros de caminos en las zonas más depauperadas del país. En lo que va del presente sexenio, el monto acumulado de remesas suma 167 mil millones de dólares (3 billones 340 mil millones de pesos), y mes tras mes los expulsados de su tierra rompen récord.

La Jornada (Braulio Carbajal) lo publicó así: los ingresos por remesas que registró México en agosto de 2022 ascendieron a 5 mil 122 millones de dólares, lo que representó un incremento de 7.9 por ciento en comparación con los 4 mil 748 millones de igual mes del año pasado, revelan datos oficiales. En el acumulado del año, de acuerdo con el Banco de México, las divisas recibidas por este concepto fueron 37 mil 933 millones de dólares, el monto más alto para un mismo periodo desde que hay registro, es decir, 1995. Además dicha cifra representa un alza de 15.1 por ciento respecto a los 32 mil 940 millones de dólares de igual periodo de 2021.

En los detalles, “durante los primeros ocho meses de 2022, 99 por ciento del total de los ingresos por remesas se realizó a través de transferencias electrónicas, las cuales se ubicaron en 37 mil 552 millones de dólares. Por su parte, las remesas efectuadas en efectivo y especie y las money orders representaron 0.7 y 0.3 por ciento del monto total, respectivamente, al ascender a 267 y 115 millones de dólares, en el mismo orden. En los últimos 12 meses (septiembre 2021-agosto 2022), el flujo acumulado de los ingresos por remesas alcanzó 56 mil 579 millones de dólares, mayor al registrado 12 meses atrás (agosto 2020-julio 2021)”.

A su vez, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados revela que en agosto pasado se registraron 13 millones 124 mil 302 operaciones de envío, 6.9 por ciento más a las de un año atrás. La remesa promedio fue de 390 dólares.

Las rebanadas del pastel

Pues nada, que al gobierno de Estados Unidos le encanta endeudarse y año tras año rompe récord, a tal grado que al cierre de septiembre pasado su deuda nacional bruta superó por 24 por ciento el valor de su producto interno bruto (en números cerrados, 31 contra 25 billones de dólares, respectivamente), y contando.

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