“La Última Palabra”

SIGUE LA PURGA EN EL PAN

• Ahora le toca la expulsión a Germán González González; panista quintanarroense puro, queda fuera del grupo que asumió el control del PAN en Quintana Roo encabezado por Jorge Romero y en lo local Ernesto Sánchez Rodríguez.

Por: Jorge A. Martínez Lugo

La situación política dentro del Partido Acción Nacional (PAN) en Quintana Roo atraviesa un momento de creciente tensión. La diputada local Reyna Tamayo ha desconocido públicamente al secretario general del partido, Germán González González, un militante pionero del panismo en el sur de Quintana Roo.

Tiene el sello de la llamada “mafia inmobiliaria”, como continuidad de la expulsión de otros referentes históricos panistas, como Alicia Ricalde Magaña, en el norte del estado, entre otros panistas expulsados por quienes asumieron el control del partido, encabezados por la corriente hegemónica interna que encabeza Jorge Romero Herrera, Marko Cortés Mendoza y Santiago Taboada Cortina, entre otros, que tienen como operador en Quintana Roo a Ernesto Sánchez Rodríguez, diputado federal plurinominal.

Esto a pesar que Germán González ha sido un actor central en el ascenso político de Reyna Tamayo. Sin embargo, la relación entre ambos parece estar al borde del colapso, lo que ha generado especulaciones sobre la estabilidad interna del partido en la entidad.

Otro síntoma de la ruptura se hizo evidente durante el proceso de elección de la dirigencia juvenil estatal, proceso accidentado por las disputas internas.

A este conflicto se suman las tensiones originadas por desacuerdos recurrentes, sumado a la proximidad del proceso de renovación de los comités directivos municipales del PAN en Quintana Roo.

En este contexto, la diputada Tamayo y su grupo de apoyo parecen estar buscando distanciarse de la influencia de Germán González, expulsarlo, y quedarse con el control absoluto del partido, ya en pleno proceso de franquicia política.

Aunque Reyna Tamayo ha sido una figura prominente dentro del PAN en Quintana Roo, ha causado inconformismo interno, ya que a nivel nacional el panismo se asume como oposición a la 4T, pero en Quintana Roo Reyna Tamayo juega a un acercamiento con el oficialismo.

El inconformismo se podría convertir en rechazo a su autoridad y podría desencadenar una reconfiguración de las relaciones internas, con consecuencias potenciales en las próximas elecciones municipales; ante este potencial peligro, al parecer prefieren “cortar por lo sano”.

A medida que la situación continúa evolucionando, se espera que esta ruptura arroje más luz sobre la dinámica interna del PAN en Quintana Roo y las disputas por el control de las estructuras partidarias en el estado. Con la renovación de los comités municipales en el horizonte, será crucial observar cómo esta tensión influye en las decisiones futuras dentro del partido.

Lo que está claro es que el PAN en Quintana Roo atraviesa un momento de redefinición y su mimetismo con la 4T le podría cobrar la factura en las próximas elecciones. La resolución de esta disputa podría tener implicaciones decisivas para el futuro blanquiazul, incluyendo el riesgo de perder el registro en el estado. Usted tiene la última palabra.
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