Columnas Escritas
“La Última Palabra”
VIOLENCIA VICARIA DE NORMA PIÑA
Por: Jorge A. Martínez Lugo.
Norma Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya perdió la dimensión legal y política; la cúpula del Poder Judicial actúa cada vez más politizada. Ahora, utiliza “violencia vicaria” para intentar descarrilar el proceso electoral del próximo 1° de junio, que está establecido en la Constitución como resultado de la reforma a este poder.
La “Violencia Vicaria” de la ministra Norma Piña, es un ataque contra la 4T y las reformas que no pudieron evitar, pero usando como víctima a su propio personal que legítimamente quiere participar en el proceso de elección de jueces, magistrados y ministros.
DAÑO A TRABAJADORES, DIRIGIDO A LA 4T
Le hace daño a los trabajadores y trabajadoras del Poder que ella misma representa, para hacerle daño al verdadero objeto de su odio: el proyecto de nación al que ella se opone junto con su grupo de siete ministros, porque elimina los privilegios de la “casta divina” que quiere mantener secuestrado al Poder Judicial.
Entonces, si ya no puede hacerle daño al objeto de su odio, dirige la agresión contra una víctima cuyo dolor le duela. Son sus últimas patadas de ahogado para oponerse a una reforma que ya es constitucional, sin medir el daño que causa a los trabajadores bajo su jurisdicción.
Es similar a la violencia que ejerce alguno de los padres contra sus propios hijos, para hacerle daño a la pareja, con la que tiene un enfrentamiento legal, en proceso de divorcio, por ejemplo.
También puede interpretarse como una venganza contra los participantes en el proceso de elección del Poder Judicial, al asumir como una “traición” a Norma Piña y su núcleo duro opositor: Javier Lainez Potisek, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, José Luis González Alcántara y Luis María Aguilar Morales, quienes controlan la cruzada anticonstitucional contra la reforma 4T.
INTENTO DE SEPARAR DEL CARGO A AMLO
¡Fíjense de lo que son capaz! El ministro Luis María Aguilar Morales presentó en agosto de 2023, un proyecto para separar de su cargo al presidente Andrés Manuel López Obrador, por “omitir” la extensión de la vigencia en su cargo a la magistrada María Bárbara Templos Vázquez, quien concluía su periodo.
Entonces, el ministro Aguilar planteó una “interpretación” del artículo 107 constitucional, el cual refiere que si una autoridad incumple —de manera injustificada— una sentencia concedida en un amparo, o bien, se excede del plazo concedido para su cumplimiento, la SCJN “procederá a separar de su cargo al titular de la autoridad responsable y a consignarlo ante el juez de distrito”.
El día que estaba agendado el tema en la sesión plenaria, el 23 de agosto, Aguilar Morales retiró la iniciativa sin dar explicaciones, pero ¿qué hubiera pasado si aprueban “separar del cargo al presidente”? No dejó de ser una amenaza contra AMLO que, sin embargo, no prosperó; quizá no se atrevieron a tanto.
Recordar que en esas semanas de 2023 prevalecían marcadas tensiones entre Amlo y los ministros opositores, sobre la reforma electoral (plan B) que fue echada para atrás por la SCJN; lo mismo las reformas sobre organismos autónomos; acusaciones de Amlo a ministras y ministros de proteger intereses de las élites; austeridad presupuestal y reducción de salarios de ministros; con el trasfondo electoral para el siguiente año 2024.
En fin, como no pudieron contra AMLO, ahora se desquitan contra el personal del Poder Judicial, al que además, le han recortado salarios y prestaciones, no así los salarios y prestaciones de ministros y la alta burocracia del Poder Judicial, lo cual, es otra forma de “violencia vicaria”.
De esta madera están hechos los siete ministros y ministras de la vieja SCJN. Usted tiene la última palabra, el próximo 1 de junio.
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