El Postigo

Ambrosio Gutiérrez Pérez 

El ladrón tiene por oficio robar

Está claro que a Alito le vale m…, que le digan antidemocrático, gandalla, abusivo, corrupto, etcétera etcétera porque, entre otras cosas, lo es. No le importa que le digan que en su periodo ha perdido todas las elecciones y que es ineficaz, incluída la de su estado; tampoco que el PRI perdió el 80 por ciento de su militancia y que, en términos político-electorales no sirve para nada. Es decir, no le asusta que le digan lo que es, porque ahora, ya sin la careta, todo mundo sabe lo que es y él actúa en consecuencia.

Más allá de las impugnaciones interpuestas por ex dirigentes priístas, todavía militantes (aunque el propio Alito amenazó con expulsarlos y lo hará), una vez reformados los estatutos priistas y permitida la reelección, ya anunció que se inscribirá precisamente para reelegirse. (Esperemos la resolución del Tribunal Electoral, si valida o no los cambios que ordenó Alito).

Hay quienes lo ven como el espectáculo final del PRI, la rebatiña por los despojos, por las siglas y las posiciones políticas y el dinero que aún significa en prerrogativas. Y es ahí, en el dinero que todavía significa, donde entra el interés de los ciudadanos de este país. 

Los partidos políticos son entidades de interés público, así está en la ley, y entonces el Estado está obligado a sostenerlos con recursos públicos, con el dinero de nuestros impuestos. Es decir, mientras el PRI llega a la pérdida del registro en los años próximos, seguirá teniendo prerrogativas, dinero, que si se queda Alito lo más seguro es que se lo robe o use para sus fines muy particulares.

Si los priistas que quedan quieren pelear los despojos de su partido allá ellos, pero los ciudadanos no podemos perder de vista que el PRI vivirá en lo que le resta de dinero ciudadano. Entonces hay que estar pendientes y señalar y reclamar, con el entendido que un ladrón tiene por oficio robar.

El apunte

Alito, desesperadamente, hace guiños a ministros y magistrados (con algunos de lleva hasta de tocadita, los invita a cenar y quién sabe cuántos millones en una maleta se le olvidan en casa de ellos).

Ahora resulta que quien como gobernador usó el Poder Judicial para sus venganzas y encarceló a ex funcionarios por puro prurito (que luego salieron libres por falta de pruebas), quiere convertirse en adalid de la democracia y “justiciero de la justicia”. Coño, ya no ganamos ni para vergüenza ajena!!!

La reforma judicial va

A lo largo y ancho del país continúan las asambleas informativas en torno a la reforma del Poder Judicial planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, avalada ya por la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.

Al mismo tiempo, a lo largo y ancho del país, los integrantes privilegiados del Poder Judicial y su comentocracia en pleno machacan y machacan para que las cosas no se muevan, para que todo siga igual.

El tema de fondo, lo que más preocupa a la nomenklatura judicial es, por un lado, que ministros, jueces y magistrados sean electos por el pueblo; por otro, la pérdida de privilegios que hoy les permite salarios de medio millón de pesos mensuales, gastos médicos mayores, seguros de vida millonarios, vehículos con chofer, teléfonos, asistentes y un largo etcétera.

Los foros, sin embargo, están cumpliendo su misión de discutir e informar a los ciudadanos. Es muy probable que la iniciativa presidencial se modifique en las cámaras del Congreso de la Unión, pero hay consenso de que sea el pueblo quien tome la decisión de quienes deben impartir justicia, bajo el cumplimiento de requisitos indispensables como el de la preparación académica, por ejemplo.

Por cierto…

El jueves los senadores electos Aníbal Ostoa y Martina Kantún organizaron en Campeche una asamblea informativa con la participación de diversos especialistas en derecho, así como de la ministra Lenia Batres Guadarrama.

Muy clara la ministra Batres, diversos puntos de vista de los otros participantes, aunque quizás el más cercano al entendimiento público fue el de un abogado litigante que habló de las penurias de los ciudadanos que buscan justicia y, por diversas razones pero preponderantemente el poder y el dinero, no la encuentran.

El apunte 

Precisa y concisa la respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum a Donald Trump, quien volvió a las andadas con eso de que quienes cruzan la frontera ilegalmente sólo llevan problemas y enfermedades a su país y que, por eso, seguirá construyendo el muro fronterizo.  Ella le dijo: En vez de construir muros, hay que apoyar a países y personas.