Columnas Escritas
El cartón de Iris
Por Roberto Iris Balán
La frase “Tengo hambre y sed de Justicia” que expresara Yeshua en su sermón del Monte, lo he leído en tres diferentes discursos; el primero fue al Maestro de América, Justo Sierra Méndez, Jesús Silva Herzog, abuelo, y a Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Don Justo Sierra fue alto colaborador de Porfirio Díaz; Jesús Silva Herzog y Colosio Murrieta, sendos funcionarios priistas; los tres siguen conservando la buena imagen en la intencionalidad de sus encargos.
Para ubicarlos de otra manera, habría que ver cómo el gobierno de Don Porfirio alentaba a la libre empresa, otorgando toda clase de concesión al grado que muchas regiones poblacionales del país fueron esclavizadas; decían del maestro Sierra, que era el gran Humanista, pero hay gran trecho del dicho a los hechos; después de la Revolución, los pueblos esclavizados hasta las tiendas de raya perdieron junto con la galera para dormir.
No le fue mejor a México durante el priismo de Silva y Colosio; la clase media se había vuelto clase baja y la baja, clase paupérrima… que el pueblo era alimentado con mamilas que enviaban los USA al gobierno mexicanos con la fórmula “Plan Nacional de Desarrollo”; el último mamón que permitió tal intervencionismo fue Enrique Peña Nieto.
Dicen que “lo que se mama no se olvida”, lo que está sucediendo con Donaldito Colosio; y es que este pobre muchacho muy “fachoso” presume que lo canonizarán (para ser el bueno), en tres años más. Y por esto Colosio hijo, hoy lucha por recuperar el trono Prianista. Espera que en tres años mas lo canonice el Clero y lo coronen Emperador, los tres poderes a saber, Ejecutivo, Legislativo y Judicial como Mamerto I.