Columnas Escritas

De la Pluma de José Fuentes Santos

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Decadente Registro Público de la Propiedad de Carmen evidencia a quienes se fueron y a los que llegaron

*Fuentes Informativas

La falta de energía, instalaciones inadecuadas, apatía y presunta corrupción podrían ser las causas atribuibles a la realidad que se vive en la actualidad en torno a una de las dependencias que contribuyen a mantener la dinámica económica del municipio y que resguarda gran parte del acervo jurídico de Carmen, institución que enfrenta el descrédito y la molestia no sólo de los notarios públicos y abogados, sino de la población en general.

El Registro Público de la Propiedad en Carmen, que por increíble que parezca, dada la importancia en la dinámica de crecimiento y desarrollo del municipio y la entidad, otrora garante de la honestidad y transparencia, hoy día presenta el rostro más compungido que jamás alguien pudo imaginar, al ser convertida en una pésima caricatura de dependencia gubernamental que requiere Carmen y merecen los carmelitas.

Recorrer sus instalaciones, confirmar el estancamiento, la suciedad y la incapacidad de sus actuales encargados, quienes preocupados se ven atados de manos en espera del auxilio estatal para solventar la queja reiterada de los ciudadanos, resulta por demás penoso y lamentable para una ciudad como la nuestra, considerada, la capital económica del Estado de Campeche.

Y es que con más de 20 días de mantener cerradas sus ventanillas de atención al público, incapaces por la falta de energía eléctrica suficiente para sus instalaciones, sin servidor, sin Internet, con equipos obsoletos, el Registro Público de la Propiedad en Carmen estuvo a punto de desaparecer físicamente en días pasados. Un corto circuito generado en horas de la mañana, no sólo paralizó a la institución, sino este desperfecto eléctrico evidenció la realidad que fue notificada con anticipación, pero que hasta hoy no ha sido atendida a cabalidad.

Por suerte, el desperfecto ocurrió en horario de oficina, lo que permitió evitar una tragedia al bajar las pastillas del centro de carga principal a tiempo, de no ser así la historia sería lamentable, dado que este edificio que primero fue vivienda familiar, luego restaurante y ahora oficina gubernamental sin contar con las instalaciones adecuadas para ello, pudo ser consumido por un incendio y afectar a los vecinos en esta densa zona colindante con la colonia Fátima.

De haberse iniciado un pequeño incendio, este pudo originar una conflagración de grandes dimensiones por la acumulación de cientos de tomos, papel, cajas de cartón, que yacen en un lugar inadecuado, deteriorándose sin importar que se trate de la historia misma del municipio la cual hubiera sido reducida a cenizas.
A decir de la registradora pública en Carmen, licenciada Rocío Guadalupe Jiménez Vera Hernández, estas condiciones que presenta el edificio y la imposibilidad de atención al cliente, fue notificada a la gobernadora Layda Sansores, quien tomó cartas en el asunto, lo que permitió restablecer parte del servicio eléctrico en el edificio que comparten en la planta baja con el Registro Civil, misma situación, misma problemática para los usuarios y mismos riesgos latentes.

Para la funcionaria estatal, la solución a los desperfectos derivados del corto circuito, estarían en los próximos días resueltos, tienen esperanza y confianza de reactivar la atención al público, pero las circunstancias de deterioro de los documentos es lo más preocupante de cara a la fallida digitalización de la dependencia, pues finalmente requieren consultar los tomos físicamente ante los datos erróneos en el sistema computarizado, el cual ante la revisión minuciosa actual por el corto circuito, no sólo huele a quemado, sino también a presunta corrupción.

La luz al final del túnel, como dirían los clásicos, podría ser la reubicación de la dependencia a otro predio, que cuente con instalaciones adecuadas para que con ello los documentos históricos, como el primer tomo de registro de escrituras públicas que la actual registradora rescató de una vieja caja humedad y despedazada tirada en un pasillo, esté a salvo; pero también, los usuarios, los notarios, los abogados, esperan que se implemente un mejor sistema de atención, un modelo más moderno, confiable, amable.

Ante las condiciones paupérrimas de la dependencia, lo ideal es que no haya más moho, se elimine de una vez por todas ese olor Nauseabundo en los pasillos de esta dependencia que delata una comunidad de ratas y cucarachas, que se haga una limpieza, incluso de prácticas corruptas arraigadas que abonan a ese olor de podredumbre que nos corroe como sociedad y penetra hasta la conciencia colectiva.

Si las actuales autoridades, en este caso que nos ocupa, ya salieron a evidenciar las consecuencias de lo que presumen como corrupción, compadrazgos y privilegios a la clase política del recién pasado, hoy el actual régimen de gobierno también tienen la obligación de investigar, denunciar, castigar e informar, de lo contrario se erigirán en cómplices, lo peor es que este riesgo innecesario a los documentos históricos, será considerado como leña de la hoguera de justificación a la mediocridad de la 4T. Esperamos resultados.

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