Columnas Escritas

CHONTALPA POLÍTICA 680

Published

on

ROMÁN PÉREZ MORALES

El pasado domingo, la oposición y organizaciones civiles llevaron a cabo la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral y contra la reforma electoral promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que plantea cambios políticos radicales y apuntan a transformar el Instituto Nacional Electoral.

Bajo la consigna de “el INE no se toca”, más de medio centenar de organizaciones civiles y partidos de oposición, levantaron la voz logrando concentrar en la capital del país más de 200 mil personas, mientras el secretario de gobierno, Martí Batres apenas les concedió unos diez mil asistentes y el inquilino de palacio estimó entre 50 y 60 mil.

Las posiciones están radicalizadas, pues el presidente sostiene que su iniciativa busca transformar y depurar el sistema electoral mexicano, sus críticos consideran que la propuesta de reforma busca asegurarle a Morena, el partido del presidente, la permanencia en el poder en las elecciones de 2024.

El mandatario sostiene que su iniciativa de reforma electoral busca transformar el INE, reducir su presupuesto, y evitar los “fraudes electorales” que asegura se han cometido en el pasado, aunque la actual directiva del organismo es la que ha avalado los procesos electorales de los últimos años en los que el partido de López Obrador ha resultado vencedor.

Lo cierto es que la oposición trata de organizarse, en tanto, el presidente hace todo lo posible por “ablandar” a varios senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a fin de obtener la mayoría calificada y reestructurar al INE. No dude usted que Alito, el villano favorito, salga a relucir en los medios y tenga que apurar el paso y convencer a legisladores tricolores para que voten por la reforma.

De todas maneras, la marcha del domingo 13 ha dejado huella en todo el país, así como en Estados Unidos, Canadá y España, países donde hubo eco y seguramente seguirán haciendo ruido a favor del INE mexicano. No cabe duda, el número de adversarios clasistas, hipócritas, rateros, corruptazos, racistas, fifís, despistados, aspiracionistas, ladinos, retrógradas y lambiscones seguirá creciendo a pasos agigantados, eso sin agregar los nacos y muertos de hambre como los etiquetó una diputada de Morena que acudió a la marcha a provocar.

José Woldenberg, exconsejero presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE) hizo un llamado a los mexicanos a oponerse a la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE), uno de los ejes centrales de la iniciativa de reforma que ha propuesto el presidente López Obrador.

Fue el único orador del evento y tomó la palabra al finalizar la marcha “Yo Defiendo al INE”, manifestando: “Estamos aquí reunidos con un solo objetivo claro y trascendente: defender el sistema electoral que varias generaciones de mexicanos construyeron, que ha permitido la convivencia y competencia de la pluralidad y la estabilidad políticas, la trasmisión pacífica de los poderes públicos y la ampliación de las libertades”, expresó.

Enfatizó que el actual INE es el resultado de ocho reformas que se llevaron a cabo entre 1977 y 2014, pero para lograr esos cambios legales se requirió de movilizaciones, luchas, denuncias, acuerdos y, sobre todo, conformar normas e instituciones electorales capaces de ofrecer garantías de imparcialidad y equidad a la diversidad de fuerzas políticas que modelan el país.

Dijo que buena parte de lo edificado se quiere destruir desde el gobierno. Es necesario insistir en eso, porque significa no sólo una agresión a las instituciones existentes sino a la posibilidad de procesar nuestra vida política en un formato democrático y advirtió que nuestro país no merece regresar al pasado porque lo construido permite elecciones auténticas, piedra angular de todo sistema democrático”.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más Visto

Salir de la versión móvil