Columnas Escritas
Baluarte Político

Alito Moreno: el saqueador acorralado
Raúl García Araujo
Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas está acorralado. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, lo dijo con todas sus letras: existen cinco investigaciones penales concluidas que prueban el saqueo brutal que hizo del estado cuando fue gobernador.
La Fiscalía Anticorrupción de Campeche ya tiene todo listo para judicializar los casos y el siguiente paso es inevitable: su desafuero en la Cámara de Diputados para que enfrente a la justicia.
Se acabó el cuento de la “persecución política”. Lo que hay son pruebas sólidas: terrenos playeros comprados a 19 centavos el metro cuadrado y después revendidos en millones; propiedades de lujo en la Ciudad de México; autos de colección pagados en efectivo, entre ellos dos McLaren de casi 20 millones de pesos; y una mansión en Campeche digna de magnate petrolero, con cine privado, bar temático y piezas de arte millonarias. Todo eso mientras el estado padecía carencias y pobreza.
Moreno Cárdenas no solo se robó Campeche: también hundió al PRI. Desde que tomó el control del partido, lo convirtió en un negocio personal, vendió candidaturas, ahuyentó a su militancia y lo entregó en bandeja al PAN. Hoy, el PRI es un cascarón vacío, sin rumbo ni estructura, reducido a escombros políticos. Y el responsable tiene nombre y apellido: Alejandro Moreno Cárdenas.
Su desesperación quedó al descubierto en 2021, cuando intentó frenar a toda costa la llegada de Layda Sansores a la gubernatura. Despilfarró millones en campañas negras, compró encuestadoras, manipuló medios de comunicación y usó a su sobrino Christian Castro Bello como escudo para seguir protegiendo sus fechorías. Falló. Layda ganó y con ello empezó el derrumbe de su imperio de corrupción.
Hoy, la historia lo alcanza. Mientras él corre a Estados Unidos a presentar denuncias ridículas para victimizarse, en Campeche y en México lo esperan las cuentas pendientes. El fuero que lo protege como senador está a punto de convertirse en papel mojado. Y cuando caiga, no habrá discurso ni alianza que lo salve.
La actitud violenta que mostró en el Senado de la República contra el legislador Gerardo Fernández Noroña habla más de su verdadera personalidad que de su falso discurso de apertura al diálogo. Esa reacción, transmitida ante millones de mexicanos, lo exhibe no como un político con visión, sino como un porro incapaz de sostener el debate con argumentos. Así es en realidad Alejandro Moreno: bravucón en público, débil en lo político y desesperado en lo personal.
“Alito” Moreno es el símbolo de lo peor de la política mexicana: el cinismo, la corrupción y la ambición desmedida. Su final está escrito. La cárcel lo espera y el PRI se hundirá con él.
Porque lo que está en juego ya no es solo el futuro de un político acabado, sino la credibilidad de las instituciones y el derecho del pueblo de Campeche —y de todo México— a ver a un saqueador rindiendo cuentas. No puede haber perdón ni olvido para quien convirtió el servicio público en un botín personal.
La Sección Instructora de la Cámara de Diputados tiene en sus manos un expediente implacable, blindado de pruebas y testimonios. No hay pretextos para retrasar lo inevitable: quitarle el fuero a Alejandro Moreno Cárdenas y abrir de una vez el camino para que enfrente a la justicia. Cada día que pasa en libertad es una ofensa para los ciudadanos que sufrieron su corrupción.
El tiempo de los discursos terminó. Con “Alito” Moreno no hay medias tintas: o se le protege en nombre de la complicidad política o se le entrega a los tribunales en nombre de la justicia. Y la justicia, tarde o temprano, llega. Hoy existen todas las condiciones para que caiga el telón.
La debacle del PRI bajo su mando es incuestionable. El partido que durante décadas fue la maquinaria electoral más poderosa del país hoy no gana en ningún frente: pierde cada elección en la que participa, arrastra derrotas vergonzosas y sobrevive únicamente en alianzas que lo convierten en un satélite del PAN. En el Congreso, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, su presencia es irrelevante.
De las 32 gubernaturas del país, el PRI apenas conserva dos. Eso es lo que queda del partido que gobernó México durante más de 70 años: un cascarón vacío, reducido a ruinas por la avaricia y el cinismo de Alejandro Moreno. Y por eso su destino no puede ser otro más que rendir cuentas ante la justicia. El pueblo de México lo sabe, lo exige y lo grita: ya es hora de verlo tras las rejas.
Desde La Muralla: Campeche y la nueva visión de la salud para las personas mayores
En un país donde durante décadas el sector salud fue visto más como un gasto que como una inversión, el gobierno de Campeche está marcando un rumbo distinto.
La Secretaría de Salud estatal entiende que el futuro de México también depende de cómo se atiende a quienes construyeron su pasado: las personas mayores.
La conmemoración del Día Nacional de las Personas Mayores no pasó desapercibida en Campeche. A diferencia de otras entidades donde solo abundan discursos huecos, aquí se actuó. La estrategia 3XMiSalud se dirigió directamente a este sector de la población, con actividades físicas, una feria de servicios gratuitos y la coordinación de instituciones como el IMSS Bienestar, ISSSTE, Secretaría de Bienestar, el Instituto del Deporte y el INAPAM. Todo en un espacio emblemático: el Domo del Jaguar.
No se trató de un evento simbólico. La Secretaría de Salud ofreció atención integral: vacunación del esquema básico, orientación en alimentación saludable, atención gerontológica y grupos de ayuda mutua. La visión es clara: mejorar la calidad de vida de las personas mayores, disminuir la fragilidad y fortalecer la independencia. Es decir, dejar atrás la visión asistencialista y transitar hacia una política de vejez activa y plena.
Y los números lo confirman: en Campeche habitan alrededor de 49 mil personas mayores. Un sector que no puede ni debe ser invisibilizado. Su relevancia es tal que obliga a redoblar esfuerzos para garantizar no solo el acceso a servicios de salud, sino también la construcción de redes de apoyo y el respeto pleno a sus derechos y autonomía.
Desde El Fuerte: Campeche marca el rumbo en salud infantil y adolescente
Mientras en muchos estados la atención a la infancia y adolescencia es apenas un tema secundario, Campeche ha demostrado que la salud de los jóvenes es una prioridad de gobierno.
La Secretaría de Salud estatal ha intensificado las acciones del programa de Salud de la Infancia y la Adolescencia, logrando hasta julio de 2025 un impresionante total de 99,461 consultas nutricionales, dirigidas a prevenir, vigilar y controlar los problemas de nutrición en la población joven.
El esfuerzo se distribuye de manera estratégica entre los distintos grupos de edad: 35,918 consultas para menores de cinco años, 27,010 para niños de 5 a 9 años y 36,533 para adolescentes.
Esta atención no es solo cuantitativa; responde a un enfoque integral que identifica y da seguimiento a la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad, problemas que afectan a millones de jóvenes en México y que requieren intervención temprana para garantizar un futuro saludable.
Además, la Secretaría ha implementado planes alimentarios personalizados, beneficiando a 10,640 menores, y ha capacitado a 88,611 adultos —madres, padres y cuidadores— en la prevención de riesgos asociados con el sobrepeso y la obesidad.
Este componente educativo es clave: no se trata únicamente de atender los síntomas, sino de formar comunidades conscientes de la alimentación saludable y la importancia de la activación física, reforzando la prevención desde el hogar hasta las unidades médicas.
