Locales
Apuesta Parque de Arrecifes por la biodiversidad en el Golfo
Esfuerzo entre la Comisión de Áreas Naturales Protegidas y el Gobierno del Estado de Campeche por la conservación y el futuro de los ecosistemas
El Parque Nacional Arrecifes del Golfo de México – Sur, es un esfuerzo en colaboración entre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Gobierno del Estado de Campeche, en donde se busca la protección de un área de vital importancia para la conservación de las pesquerías, contribuyendo a la reproducción de especies. En este lugar se pueden encontrar colonias monumentales de corales en buen estado de conservación y con una edad estimada de 150 años.
A la fecha, se han registrado 3,097 especies, lo que representa un 24% de todas las especies documentadas en el Golfo de México. De este total, 36 especies son endémicas de la región, todas pertenecientes al grupo de peces. Esta cifra subraya la importancia de esta área como uno de los bastiones más ricos en biodiversidad de todo el país.
Adicionalmente, 40 especies (7 de invertebrados y 33 de vertebrados) se encuentran bajo alguna categoría de riesgo, según la Norma Oficial Mexicana NOM 059 SEMARNAT 2010. Esto enfatiza la fragilidad de este ecosistema y la necesidad urgente de su protección. El cambio climático y las actividades ilegales, suponen una gran presión, por lo que el decreto como Parque Nacional vendrá a ordenar las actividades en la zona y fomentar su conservación.
El Parque Nacional cuenta con una superficie de 4,109,731.42 hectáreas, siendo gran parte de esta área el Banco de Campeche. Incluye importantes formaciones como Cayo Arenas, Cayo Nuevo, Cayo Triángulos, Triángulo Sur, Triángulo Oeste y Triángulo Este, así como el Banco Obispos, Banco Nuevo y Banco Pera.
CONSOLIDAR ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS, COMPROMISO FIRME
En los últimos 3 años, Campeche ha demostrado un compromiso sin precedentes con la conservación de sus ecosistemas, creando tres nuevas áreas naturales protegidas. El Parque Nacional Nuevo Uxmal, que abarca 1,698.54 hectáreas, el Santurario Tortuguero Playa de Chenkán, con 39.55 hectáreas y el majestuoso Parque Nacional Arrecifes del Golfo de México – Sur, con más de 4.1 millones de hectáreas. Estos esfuerzos están orientados a proteger especies clave y ecosistemas vulnerables, así como a garantizar la resiliencia ambiental ante el cambio climático.
Adicionalmente, en este mismo periodo, las reservas federales de Balam Kú y Balam Kin no solo han elevado su categoría, sino que también ampliaron su extensión, ahora con 579,099 hectáreas protegidas. La Reserva de la Biosfera de Calakmul también aumentó su área, alcanzando 728,909 hectáreas, conformando junto a Balam Kú y Balam Kin, el llamado Gran Calakmul, el pulmón más importante de México y el segundo de América.
UNIDADES DE MANEJO PARA LA CONSERVACIÓN DE LA VIDA SILVESTRE Y ÁREAS DESTINADAS VOLUNTARIAMENTE A LA CONSERVACIÓN
El esfuerzo por la conservación no se limita a áreas protegidas oficiales. Las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS) en Campeche suman 217, cubriendo un total de 768,730.86 hectáreas. Estas UMAS son un claro ejemplo de cómo la participación ciudadana puede integrarse con las políticas de conservación para asegurar la sostenibilidad de los recursos naturales.
Por otro lado, las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC) han tomado relevancia en Campeche, con 36 áreas registradas que protegen un total de 204,135 hectáreas. Estas iniciativas reflejan un creciente compromiso social con la protección ambiental, sumándose a los esfuerzos gubernamentales para lograr un equilibrio entre desarrollo y conservación.
UNA APUESTA POR EL FUTURO: CONSERVACIÓN Y DESARROLLO SOSTENIBLE
El incremento en la creación de áreas protegidas y la participación de la sociedad a través de UMAS y ADVC reflejan el compromiso del país con la preservación de su biodiversidad. Estos esfuerzos son esenciales para mitigar los efectos del cambio climático, proteger especies en peligro y garantizar que los ecosistemas continúen brindando servicios ambientales fundamentales, como la captura de carbono y la regulación del ciclo del agua.
La conservación no es solo una tarea gubernamental, sino una responsabilidad colectiva. La creación de nuevas áreas protegidas y la participación de las comunidades locales en programas de manejo sostenible son claves para garantizar un futuro donde desarrollo y biodiversidad puedan coexistir de manera armónica.