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Baluarte Político

Layda Sansores no se detiene contra “Alito” Moreno
Raúl García Araujo
Por más que Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas intente cubrir el sol con un dedo, la realidad lo alcanza. Las revelaciones que cada semana expone la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, durante su ya emblemático Martes del Jaguar, han dejado al descubierto el tamaño del saqueo que sufrió el estado bajo los gobiernos del viejo régimen. Y es que mientras el dirigente nacional del PRI se refugia en discursos de victimización y entrevistas complacientes, los documentos hablan por sí solos.
En la reciente emisión del programa, Sansores reveló nuevos detalles sobre la escandalosa adquisición de una playa privada de más de 300 mil metros cuadrados en Champotón, comprada en 2015 por apenas 100 mil pesos. Un precio que no solo insulta la inteligencia, sino que exhibe con claridad una maniobra de evasión fiscal y corrupción patrimonial. Como señaló la mandataria, pagar 33 centavos por metro cuadrado en una zona que hoy se cotiza hasta en mil 500 pesos no es una casualidad: es una burla a Campeche y a la ley.
Pero Layda Sansores no se limita a denunciar. Con hechos y procedimientos legales firmes, ha emprendido una lucha sin precedentes contra quienes convirtieron el poder en botín. Recordó que el propio Moreno Cárdenas —entonces gobernador— donó el mismo día cinco terrenos a su madre, incluyendo el de Champotón. “Cinco terrenos donó uno tras otro”, ironizó la mandataria, al tiempo que lanzó una invitación pública: que los devuelvan al pueblo para evitar más consecuencias legales.
El caso no se trata solo de un escándalo mediático. Detrás hay investigaciones sólidas, solicitudes de desafuero y expedientes que documentan enriquecimiento ilícito, peculado y abuso de poder. Aunque “Alito” Moreno ha intentado evadir la justicia amparándose en tecnicismos, los procesos avanzan. Ya enfrenta una segunda solicitud de desafuero ante la Cámara de Diputados, respaldada por pruebas de desvío de 83.5 millones de pesos durante su administración.
Layda Sansores ha sido enfática: la justicia no se negocia. Ni los apellidos ni los cargos protegen a nadie. Su compromiso con la transformación de Campeche es total, y su voz se ha convertido en un referente moral dentro del movimiento de la Cuarta Transformación.
“Alito lo que tendría que hacer es calmarse y demostrar si realmente es suyo. Y si pertenece a su mamá, pues también sería bueno escucharla a ella”, dijo Sansores, con el tono irónico y frontal que la caracteriza.
Mientras el priista intenta sostener su fachada desde la dirigencia nacional, en Campeche la gobernadora avanza con decisiones firmes. Los terrenos expropiados serán destinados a la Universidad Rosario Castellanos, una muestra tangible de que los bienes mal habidos regresan al servicio público.
Layda Sansores ha demostrado que no hay intocables. Su gobierno, más allá del discurso, ha enfrentado a los viejos caciques con pruebas, expedientes y resultados. En lugar de callar o negociar en lo oscurito, ha elegido hablarle de frente al pueblo, con la transparencia que caracteriza a los gobiernos de la Cuarta Transformación. Su lucha no es una vendetta política, sino una batalla por la dignidad de Campeche.
Y es que en un país donde durante décadas los poderosos salían impunes, la gobernadora ha marcado una diferencia histórica. Ha puesto sobre la mesa el ejemplo de que la justicia también se defiende desde el poder, y que gobernar con honestidad implica enfrentarse sin miedo a las estructuras de corrupción que parecían eternas.
Layda Sansores no solo encarna la lucha de un estado traicionado por sus élites; representa la nueva forma de hacer política: sin pactos con el pasado, sin sometimiento y sin miedo. Su estilo directo, valiente y combativo ha devuelto al pueblo campechano la confianza en sus instituciones.
Y por eso, su voz pesa. Porque cuando Layda habla, lo hace desde la autoridad moral de quien no se vende ni se dobla. Hoy Campeche tiene una gobernadora que no teme decir la verdad, que enfrenta a los corruptos con nombres y apellidos, y que no se detendrá hasta que cada metro de tierra robado al pueblo vuelva a ser del pueblo.
Layda Sansores San Román no solo gobierna Campeche: lo defiende. Y en esa defensa, simboliza el espíritu más puro de la Cuarta Transformación —el que no perdona la corrupción, el que honra la justicia y el que actúa con el pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
Desde La Muralla: Campeche cuida la mente y el corazón de su gente
En Campeche, el bienestar no es un discurso: es una realidad que se construye con acciones concretas. En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la Secretaría de Salud, encabezada por Josefa Castillo Avendaño, dio un paso más en la construcción de una sociedad empática, solidaria y emocionalmente sana, al inaugurar la Jornada de Concientización sobre Salud Mental en el parque recreativo Ximbal.
El evento, donde participaron jóvenes, niños y familias, no fue solo una conmemoración, sino una muestra palpable del nuevo enfoque con el que el Gobierno de Todos entiende la salud: no hay salud sin salud mental.
A través de actividades de energía, conexión, bienestar y reflexión, la Secretaría de Salud demostró que la prevención, la empatía y la atención emocional son pilares de la transformación social que impulsa la gobernadora Layda Sansores San Román.
“Hoy cambia la narrativa de lo que debemos hacer para cuidar nuestra salud mental”, afirmó la secretaria Castillo Avendaño. Su mensaje, más allá de lo institucional, fue una convocatoria al corazón: ser empáticos, apoyar, escuchar y acompañar a quien más lo necesita. Porque cuidar la mente también es un acto de justicia social, y en Campeche, el gobierno entiende que el desarrollo humano comienza por atender las emociones y los vínculos comunitarios.
A lo largo del día, las familias participaron en actividades deportivas, taichí, círculos de lectura y activaciones físicas que fortalecen cuerpo y espíritu. Además, se distribuyó material informativo y se promovió la atención profesional en temas de salud mental, con la colaboración del Consejo Estatal de Salud Mental y Adicciones y del INJUCAM, bajo una lógica de prevención integral y trabajo en comunidad.
Este tipo de jornadas reflejan una política pública con rostro humano. La gobernadora Layda Sansores San Román ha insistido en que un gobierno que escucha y se preocupa por el bienestar emocional de su gente es un gobierno verdaderamente transformador. En su administración, la salud mental ha dejado de ser un tema tabú para convertirse en un derecho y una prioridad.
Desde El Fuerte: Campeche enfrenta al VIH con conciencia y acción
En Campeche, la salud pública se gobierna con responsabilidad, sensibilidad y resultados. Lejos de los viejos modelos asistencialistas que ocultaban los problemas de salud tras el silencio y la desinformación, hoy la Secretaría de Salud, bajo la guía del gobierno de la gobernadora Layda Sansores San Román, impulsa una estrategia firme y cercana para fortalecer la detección oportuna del VIH y promover una cultura de prevención en todos los sectores de la sociedad.
A través del Programa de Prevención VIH, Infecciones de Transmisión Sexual y Virus de Hepatitis C, el gobierno estatal ha llevado jornadas gratuitas de detección y orientación a espacios educativos, como las facultades de Humanidades, Ciencias Sociales e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Campeche, donde estudiantes, docentes y personal administrativo participaron activamente en la aplicación de pruebas rápidas, distribución de preservativos y charlas informativas.
Estas acciones van más allá de la prevención médica: son una apuesta por la conciencia y el autocuidado, por una juventud informada, empática y libre de estigmas. En Campeche, hablar de salud sexual ya no es un tabú, es un tema de responsabilidad compartida. Por ello, las jornadas también se extendieron a comunidades como Yohaltún, en el municipio de Champotón, a través de la estrategia “Salud en tu Barrio”, acercando servicios de detección, orientación y material preventivo a quienes antes estaban fuera del alcance de estos programas.
El mensaje es claro: la salud es un derecho y no un privilegio, y el gobierno de Layda Sansores lo demuestra llevando atención gratuita, oportuna y con sentido humano hasta el último rincón del estado. Porque detectar a tiempo el VIH no solo salva vidas, también devuelve esperanza, rompe prejuicios y fortalece el tejido social.
Bajo esta visión humanista, la Secretaría de Salud de Campeche está construyendo una red de prevención sólida, comunitaria y constante. Las pruebas rápidas, las jornadas de sensibilización y la educación sexual integral no son acciones aisladas: son parte de una política de Estado que prioriza la vida y la dignidad de las personas.
