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Inversión y toma de control en telecomunicaciones

Jorge Bravo

Proceso

Actualmente, Altán Redes se encuentra en concurso mercantil. Según la ley en la materia, consta de dos etapas sucesivas, conciliación y quiebra.

El gobierno de la Cuarta Transformación ha comenzado a dar muestras de un interés renovado por las telecomunicaciones en México con dos acciones relevantes: una inversión de 15 mil 569 millones de pesos por parte de la empresa CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos para proveer telefonía móvil y la propuesta de un nuevo director para Altán Redes, la Red Compartida.

En una entrega anterior anotaba que el gobierno había enviado al carajo la conectividad y la digitalización de México. Decía que el programa Internet para todos no era transparente, porque no sabemos cuántos espacios públicos y qué inversión se ha ejercido, ni las metas del programa.

El gobierno escuchó porque el Director General de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE TEIT), David Pantoja, integrante del Consejo de Administración de la empresa subsidiaria de la Comisión Federal de Electricidad, anunció una inversión de 8 mil 710 millones de pesos para proveer servicios de telefonía y banda ancha móvil a más de 6 millones de personas ubicadas en zonas de exclusión digital en diferentes puntos del país.

También se anunció una segunda inversión para la Red Nacional de Acceso y Agregación de Internet para Todos por 6 mil 859 mdp. El comunicado de prensa dice que beneficiará a 62 millones de habitantes, más de 3 mil localidades y 15 mil 500 entidades federativas además de hospitales, escuelas, bancos de Bienestar, centros Telecom y oficinas federales.

El dinero se utilizará para adquirir equipo de transmisión de servicio a través de fibra óptica. México tiene apenas una cobertura nacional de fibra óptica de apenas 28.7%.

En total, se trata de una inversión pública de 15 mil 569 millones de pesos (aproximadamente, 795.1 millones de dólares). La inversión privada total realizada por los operadores de telecomunicaciones en 2020 fue de 107.7 mil mdp, por lo que el monto de CFE TEIT es de apenas 14.45% de la inversión privada. Sin embargo, es una cantidad superior a la inversión inicial de mil 095 mdp de CFE TEIT.

El Consejo de Administración de CFE TEIT está presidido por Manuel Bartlet Díaz. David Pantoja fue nombrado Director General de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos tras el fallecimiento de Raymundo Artís Espriú. Pantoja fue directivo en la Coordinación de Estrategia Digital Nacional de la Presidencia de la República y previamente fue el responsable de la digitalización del Registro Civil en la Ciudad de México.

El segundo suceso relevante es la propuesta de la Secretaría de Hacienda para que Carlos Lerma Cotera asuma como Director General de Altán Redes, el operador de la Red Compartida.

Lerma Cotera es contador público; actualmente es Jefe de la Oficina de Coordinación de la Oficina del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y previamente fue funcionario de Banobras por casi dos años y de Bancomext por más de 11 años.

La Red Compartida es una asociación público-privada que tenía la obligación inicial de llevar conectividad de banda ancha a al menos 92.2% de la población en 2024, pero el Instituto Federal de Telecomunicaciones aprobó prorrogar esa obligación a más tardar el 24 de enero de 2028.

Actualmente, Altán Redes se encuentra en concurso mercantil. Según la ley en la materia, consta de dos etapas sucesivas, conciliación y quiebra. La conciliación es conservar la empresa mediante el convenio que suscriba Altán con sus acreedores; la quiebra es la venta de la empresa, unidades productivas o bienes que la integran para pagar a los acreedores.

Altán Redes debe a un total de 119 empresas aproximadamente 250 millones de dólares, según la sentencia de reconocimiento de créditos emitida por el Juzgado Primero de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles.

Entre los acreedores se encuentran empresas como Huawei, Nokia, Axtel, Megacable, AT&T, Hispasat, American Tower, Telcel, Telmex, TotalPlay y Telesites. La Red Compartida también está en deuda con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Bancomext, Banobras, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y Nacional Financiera, entre muchos otros.

De confirmarse la propuesta de Carlos Lerma, sustituiría a Salvador Álvarez, actual CEO de la Red Compartida, cuya especialidad es la reestructuración y liquidación de empresas. El comunicado que lo anunció como Director General de Altán Redes en octubre de 2019 así lo presenta: “Salvador Álvarez posee un sólido conocimiento del sector de las telecomunicaciones en México, ya que fue CEO de Maxcom y, más tarde, de Nextel, empresa esta última que reestructuró y posteriormente vendió a AT&T”.

Los socios de Altán son el Fondo de Infraestructura de Morgan Stanley, International Finance Corporation del Banco Mundial, Fondo China México, CKD Infraestructura México, Caisse de dépôt et placement du Québec, Controladora Veta Grande a través de Hansam, Isla Guadalupe Investements, Megacable y Axtel. Originalmente, invirtieron 32.6% de la financiación para la Red Compartida equivalente a 14 mil 525 millones de pesos.

El otro 29.2% proviene de la banca mexicana de desarrollo (Banobras, Nafin y Bancomex) por 13 mil millones de pesos. Los desarrolladores y socios tecnológicos Huawei y Nokia contribuyeron con 17 mil millones de pesos (38.2% de la financiación total).

Otros acreedores son el BID que prestó 150 millones de dólares y la CAF que aportó 50 mdd. Ya en concurso mercantil, los accionistas otorgaron otro crédito por 50 mdd para mantener la operación.

La toma de control de Altán Redes es una alternativa al concurso mercantil. También significa el inicio de un control gubernamental sobre la empresa, pues la banca de desarrollo aportó más de 29% de la inversión inicial del proyecto. Altán Redes tiene seis millones de usuarios finales provenientes de Operadores Móviles Virtuales a través de 114 clientes.

Ambos proyectos, CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos y la Red Compartida están íntimamente relacionados. En mayo de 2022 se aliaron para conectar 2 mil servicios de Internet en mil Puntos de Atención Prioritaria. La inversión de CFE TEIT para proveer servicios de telefonía y banda ancha móvil, el concurso mercantil de Altán Redes y el nombramiento de Carlos Lerma podrían ser las piezas que embonen a la perfección para configurar la empresa estatal de telecomunicaciones que tanto añora el presidente López Obrador.

Arsenal

Un enigma llamado Monreal

Francisco Garfias

Excelsior

Ricardo Monreal sostuvo ayer que Movimiento Ciudadano acabará por integrarse a la alianza Va por México (PAN-PRI- PRD), rumbo a la próxima elección presidencial.

“Caminarán juntos en el 24, no sólo por ser competitivos, sino por sobrevivencia. Si caminan dispersos, aislados, no hay forma de que le ganen a Morena”, afirmó en rueda de prensa.

El análisis del proceso electoral del pasado domingo que hizo el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara alta lo llevó a afirmar que la oposición tiene necesidad de reagruparse y de constituir un solo frente político.

Monreal conoce muy bien a Dante Delgado, dirigente nacional de MC. Entre ellos fluye la comunicación, a menudo se les ve juntos. Sabe de lo que habla.

Me atrevo a decir que la declaración del zacatecano, en abierta contradicción con lo que Dante dice en público, no fue improvisada.

–¿Qué le hace pensar que MC va a actuar de esa manera, cuando insistentemente se presenta como la tercera opción? —preguntamos al senador.

—Lo he dicho porque he conversado con todos, y porque los resultados electorales del domingo no dejaron bien parada a la oposición. O sea, si somos serios, en un análisis objetivo, la oposición perdió cuatro; cuatro que no tenía Morena. Es tan sencillo como eso.

“Además, con un porcentaje electoral más abultado de los cuatro: Oaxaca, Hidalgo, Quintana Roo y Tamaulipas. Lo he platicado con los dirigentes que, por supervivencia, se van a unir. Es la única manera de que puedan ser competitivos con Morena. Es una necesidad política” –repuso.

* El también exgobernador de Zacatecas quiere ser candidato presidencial de Morena. Por eso pide que la decisión salga de unas elecciones abiertas y no de una encuesta.

Lo vemos muy difícil, por no decir imposible. El presidente López Obrador, amo y señor en Morena, ya dio línea: será por encuesta.

No sólo eso. Tiene congelado al senador Monreal. No lo ve, no lo invita, no lo incluye en su lista de presidenciables. Le puso distancia al senador.  

La oposición, en cambio, no tiene una figura formada que emocione ni un discurso ni programa que convenzan. La idea de que Monreal brinque a la alianza comienza a hacer su camino.

–¿A Monreal no le gustaría ser el candidato de esa coalición de partidos? –cuestionó el reportero Víctor Mayén, del portal elpoder.tv.

–No, no, no. Primero, ni siquiera ha pasado por la mente de ellos ni por la mente mía.

–Vamos a suponer que lo invitan… –insistió Víctor.

–Usted lo que quiere es que el toro me cornee. Pero no, no, no. Es una hipótesis de difícil realización –respondió sonriente.

En nuestro turno le preguntamos: ¿se registraría si Morena se decide por la encuesta como método para elegir al candidato presidencial rumbo a 2024?

“Escuché al Presidente ayer y lo respeto. Nunca me voy a confrontar con él. La opinión de él es dominante, obviamente por ser considerado el principal dirigente político y el líder del movimiento social.

“Pero yo sigo sosteniendo la mía. Y no voy a declinar en mi aspiración de que se busque un nuevo método de selección de candidatos y que la encuesta es fácilmente manipulable, porque yo soy víctima de ella, y todos lo saben.

“En el 17, yo estaba arriba en 21 encuestas. Sólo en la que estuve abajo fue en la que hizo el partido, y además me mandaba al cuarto lugar.

“Yo no creo en ello, porque soy víctima de ello, y por eso a mí me gustaría que hubiese un mecanismo distinto para la selección de candidatos a puestos de elección popular, y un mecanismo distinto para dirigentes del partido”.

–Si se decide que sea encuesta, ¿se registraría?

–No lo sé. Hasta que lleguen esos momentos lo voy a decidir. Mi único límite para mantener mi posición firme dentro es la dignidad.

* Nos hicieron llegar un documento que circula entre militantes del PRI. Es un duro mensaje dirigido a Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong y José Antonio Meade.

Inicia con una pregunta: “¿Cómo fue que inició la última debacle del PRI?”. El mismo documento responde: “Cuando por temor a la fortaleza del liderazgo de Beltrones en el partido, lo traicionaron para perder las elecciones en 2016 y evitar así que fuera candidato presidencial.  

“El costo ha sido muy alto. Qué daño tan grande le hicieron al PRI. ¿Se habrán dado cuenta o así estaba planeado?” –vuelven a preguntar.

Ahí se la dejo.

Juegos de poder

Ganan, ganan, ganan y se quejan del árbitro

Leo Zuckermann

Excelsior

A diferencia de las elecciones del año pasado, el presidente López Obrador no fue rijoso con el Instituto Nacional Electoral (INE) en los comicios de este año. Parecería que ya se dio cuenta de que, por un lado, su propuesta de reforma constitucional en materia electoral no pasará en el Congreso y que, por el otro, su partido y sus candidatos requerirán de un árbitro sólido en 2024. El hecho es que AMLO ha sido más benigno con el INE en 2022 a diferencia de 2021. No así Claudia Sheinbaum.

En su afán por quedar bien con su jefe y ganarse la candidatura de Morena a la Presidencia, la jefa de Gobierno capitalino se ha unido a las diatribas presidenciales en contra del INE. No bien habían terminado las elecciones del domingo pasado, donde Morena ganó cuatro de las seis gubernaturas en juego, cuando Sheinbaum ya estaba descalificando al INE. “La autoridad electoral no estuvo a la altura de las circunstancias”, afirmó.

¿Perdón?

Habría que preguntarle a la jefa de Gobierno qué esperaba ella del INE.

Quizá que no aplicara la ley que los mismos partidos se dieron para competir en las elecciones. ¿No sancionar a los funcionarios públicos que hicieron campaña contraviniendo las normas establecidas? ¿No fiscalizar la utilización de recursos públicos? ¿O no instalar más de 21 mil casillas el domingo pasado equivalentes a más del 99%?

Quizá Sheinbaum quería que los ciudadanos que cuentan los votos hicieran mal las sumas y le dieran todavía más sufragios a Morena de los que obtuvo. ¿O que no sirvieran los conteos rápidos que predijeron con toda precisión los resultados de esa jornada? ¿O que los Programas de Resultados Preliminares no funcionaran para reportar la victoria de Morena en cuatro estados?

La realidad es que, de nuevo, la organización de los comicios del domingo fue ejemplar. Se abrieron las casillas, se recibieron los votos, se contaron, se trasmitieron las cuentas y, tan pronto como a las ocho de la noche del domingo, ya sabíamos los resultados de las elecciones.

Otra victoria más del INE.

Sin embargo, Sheinbaum no lo reconoce, haciéndole eco al reclamo de AMLO. Y a su estrategia histórica porque Claudia, como Andrés Manuel en el pasado, se está curando en salud desde hoy, antes de las elecciones de 2024.

Si ella llega a ser la candidata presidencial de Morena en 2024 y pierde la elección, le echará la culpa de su derrota al INE. Dirá que ella siempre desconfió de un árbitro parcial. Si gana, siguiendo los pasos de López Obrador, afirmará que lo hizo a pesar del INE.

No hay pierde en este discurso victimista.

La jefa de Gobierno también dijo: “Lo que se demuestra es que cuando hay una participación y la gente se vuelca en las urnas, hay una orientación muy clara, ahí los organismos electorales creo que una vez más mostraron, pues, su parcialidad y hay mucho pueblo, yo creo que eso es lo que hay que decir”.

Pues no, la gente no se volcó masivamente a las urnas. De hecho, una de las características de la elección del domingo fue su baja participación, factor que le ayudó a Morena a ganar en cuatro entidades. No salió mucho pueblo, sino poco. Pero ya sabemos que a Sheinbaum, a falta de un estilo propio, le gusta imitar a López Obrador.

Ni qué decir de su reclamo de “parcialidad” de los organismos electorales. ¿Parcialidad cuando Morena y sus aliados se llevaron el 54% de los votos el domingo pasado? ¿Parcialidad cuando Morena y sus aliados gobernarán en 22 de los 32 estados gracias a elecciones arbitradas por estos organismos?

¡Hombre!, pues resulta urgente revisar el significado de la palabra “parcialidad”.

El INE, la joya de la corona de la transición a la democracia, peligra. Al partido gobernante, que cada vez tiene una mayor presencia regional, le incomoda un instituto que hace bien su trabajo. No quieren un árbitro sino un lacayo que les permita ganar todo: el 100% de las elecciones. Eso es lo que piensa el Presidente, ahora en voz de su delfina, siempre solícita en imitar a su jefe con los mismos gestos y palabras.

El PRI sin espejo

Luis Linares Zapata

La Jornada

Sin querer mirarse en su espejo, el PRI deambula cual fantasma irredento. Ahí está su actual dirigente, fingiendo firmeza y optimismo, para celebrar triunfos etéreos. Haber perdido dos de sus estados que nunca habían ocupado sus rivales –casi por 100 años– pasa de puntillas y perfil ante dicho espejo. Se enorgullece de sus triunfos, primero en Durango y, después por haber retenido Aguascalientes, ambas en coalición. Las otras cuatro entidades no se reflejaron frente a su regocijada y mustia mirada. Regirán ahora sobre los asuntos públicos de 20 por ciento de la población que ya tenían en sus achicadas alforjas. Se les va el otro 80 por ciento que quedará encuadrado en el nuevo mando partido triunfador: Morena. Y así sucesivamente puede irse desgranando la numerología electoral de estos comicios del 5 de junio. Toda una posible revisión que juega en contra de las fanfarrias de una coalición opositora que sufrirá antes de llegar a lado alguno. Muy a pesar de toda una serie de sesudos análisis, de factibles victorias, que le ha predicho la opinocracia durante buena parte del presente sexenio.

El difundido machismo legislativo en que se arropó el PRI durante la disputa por la vital reforma eléctrica, le causó, sólo semanas después, inevitables consecuencias. Los votantes los abandonaron en tropel: de 17 por ciento que alcanzó su atractivo hace apenas un año, ha caído ahora a 15 por ciento. Una historia que va contándose por goteo, a veces apurado y, en otras ocasiones hasta cruento, pero, eso sí, terriblemente consistente en su declinación. Como consolación cabe aquí la frase ya consagrada: lo que no mata fortalece y, adelante, guerreros, que todavía hay capital político qué gastar. No puede olvidarse la reciente difusión de la mera vulgaridad, enredada en un léxico reducido del presidente priísta.

El PAN también puso su parte en esta pérdida de electores, síndicos, munícipes y gobernantes estatales. En ambos casos partidistas ( PRIAN) es notable la inexistente empatía popular y las incapacidades políticas de sus actuales dirigentes. La coalición no hace otra cosa que resaltar sus evidentes carencias, incluso donde exhibían fuerza. La desilusión de sus fieles seguidores no podrá ser paliada por alegatos legaloides y, sobre todo, por fulminantes cuan vanas e infundadas sentencias compactadas en supuesta elección de Estado que dictan por ahí y por acá.

Lo central de este periodo electivo ha sido, sin duda, la formal certeza ciudadana de la legitimidad alcanzada por los victoriosos. Aquellos que han sido llevados a los puestos públicos le deben al votante su nuevo cargo. Ninguno puede alegar imposición o robo descarado como motor de triunfo, como antes fue costumbre. Esto, señores opositores, debe ser reconocido como un efecto de la fe y las prácticas democráticas del actual gobierno. La participación de algunos funcionarios federales, en mítines de campaña, no puede ser calificada de tramposa o indebida injerencia. O como, exagerando, un atentado contra las reglas básicas de la democracia. En efecto, ellos concurrieron a ciertos actos de campaña, pero lo hicieron siempre en sus días no laborales y sin empleo de recursos públicos. Los extensos programas sociales pudieron ser usados –sin razón y legalidad–, pero, hay que decir, en su parte medular estos programas tienen nivel constitucional y no puede amenazase a nadie con eliminarlos. Las encuestas de salida no correlacionan prestaciones con votos.

En el fondo de la tragedia del PRI radica su cambio de piel e ideología y a sus múltiples divergencias y pleitos internos que lo aquejaron durante décadas. La trasmutación de su nacionalismo revolucionario en el ajeno neoliberalismo los hundió, sin remedio alguno, en prolongada decadencia. La notable incapacidad de sus dirigentes actuales se desparrama hasta tocar a muchos otros militantes que pudieran ser un valioso activo. Aunque, también, hay que decirlo, varios no pueden presentarse sin sonrojo en la arena pública. Su falta de congruencia les impide articular una narrativa consecuente con su nulificado ser íntimo partidario. Todos ellos fueron actores principales en su adaptación al mando tecnocrático que duró más de tres décadas. Ese modelo concentrador, adoptado sin requiebros, los sacó de la confianza ciudadana de la que gozaron por gran tiempo adicional. Pero todo llega a su final y, si fuerzan, de nueva cuenta, una alianza sin natura válida, seguirán en la ruta de su decadente espiral.

La migración de priístas a Morena ha empezado a usarse como alegato para disminuir el triunfo morenista. Es continuo el golpeteo al respecto. Se usa hasta el pasado del Presidente para ejemplificar lo que consideran un trasvase peligroso. Se llegan a descubrir tendencias negativas hacia una renovada hegemonía. Pretensión que, sostienen, es seña de pulsiones antidemocráticas avanzadas. Insisten en predicar versiones sin fundamento que el pueblo se encarga de descartar en las urnas.

Astillero

¿Monreal pinta su ruta? // Revive a la oposición // Morena, consejo: reflexionar // Delgado, la inmediatez

Julio Hernández López

La Jornada

Justamente cuando el fuego en medios y redes sociales más fuerte está contra la oposición, que hace cabriolas alquimistas en busca de transmutar la derrota 4-2 en victoria, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, apareció ante la prensa para reivindicar la importancia de la oposición (teorización válida, en abstracto), darle oxígeno retórico (que por sí misma no ha podido suministrarse, luego de este domingo) y asegurar que irá unida en 2024 (aunque Dante Delgado, el propietario del partido llamado Movimiento Ciudadano, esté diciendo lo contrario).

Habrá de verse si las palabras de este martes han constituido la mayor aproximación explícita, hasta ahora, de las posiciones del político zacatecano, que está fuera del ánimo sucesorio en Palacio Nacional, con los partidos opositores que se mantienen a la espera de una escisión en el partido guinda, que parecería sólo podrían protagonizar Marcelo Ebrard (siempre con la guillotina pendiente del caso de la línea 12 del Metro) y el citado Monreal, que ya sostuvo un duelo a punto de ruptura con el tabasqueño, ahora Presidente, a causa de la postulación de Claudia Sheinbaum a la jefatura del Gobierno capitalino (que buscaba Monreal, al grado de considerar que había un compromiso de López Obrador para hacerlo candidato a él y no a ella).

Además de avituallar con retórica amable a una oposición entrampada en las estadísticas electorales, que al irse sumando pintan un camino muy pavimentado para Morena y aliados en 2024, el sumamente pragmático Monreal (la política ha de ser pragmática o no lo es, se ha mencionado) ha soltado un presunto vaticinio que en el fondo es oferta y boceto: Movimiento Ciudadano, el partido que dice intentar una tercera vía política en México, se añadiría finalmente a la alianza 3X (tres partidos, PAN y lo que queda de PRI y PRD, con su X. empresarial), de tal manera que la oposición plena al obradorismo se nuclearía sin fisuras. Al menos eso dice Monreal. O, mejor dicho: pareciera que eso desea o perfila, con él o Ebrard como posibles candidatos separados de Morena.

En un tema conexo: está programada para el próximo sábado una sesión del Consejo Nacional de Morena, a convocatoria de Bertha Luján, quien preside tal órgano de gobierno partidista. Falta ver si los grupos, intereses y mandos contrarios a la discusión interna propician tal sesión o la obstruyen e impiden mediante las múltiples artimañas que están a su disposición.

En el orden del día está la revisión del funcionamiento de las directivas municipales, estatales y nacional, afectadas de irregularidades que parecen crónicas en la breve historia del muy exitoso instrumento de poder, que carece de una vida interna a la altura de sus resultados electorales, mismos que pueden ser usados como argumento victorioso para inhibir debates doctrinales, correcciones estructurales e incluso de relevos en mandos, específicamente del muy impugnado Mario Delgado.

El propio Delgado ha hecho una apuesta por la inmediatez, más que por la reflexión y las eventuales enmiendas, al anunciar que el domingo, día siguiente al Consejo en mención, arrancarán en Toluca las campañas para ganar las gubernaturas, ahora ocupadas por priístas, en el estado de México y Coahuila, así como la nacional de 2024, cuando entre otros cargos se relevará el principal: la Presidencia de la República.

¿El legítimo espíritu de victoria (que no el triunfalismo) permitirá en Morena discutir y acordar lo necesario para que en su realidad actual y en su futuro inmediato no se reproduzcan vicios políticos como los que en su momento, y con mayor tardanza, fueron erosionando al Revolucionario Institucional y al de la Revolución Democrática?

Y, mientras, hasta ahora, lo único seguro es que Emilio Lozoya ha recibido un trato de excepción, y que se mantiene sin castigo la incursión corruptora de Odebrecht en México, ¡hasta mañana!

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