Columnas Escritas
Lo que dicen los columnistas
¡Por fin, recursos para la niñez migrante!
Tonatiuh Guillén López
Proceso
Hasta ahora la atención humanitaria de las poblaciones migrantes y de refugiados en general ha correspondido principalmente al generoso esfuerzo de la sociedad civil, mediante organizaciones establecidas y con recursos propios y además gracias a esfuerzos impresionantes de personas en lo individual.
La actual coyuntura migratoria en México es la más intensa, compleja y grave, desde la perspectiva humana, de todos los tiempos; particularmente crítica es la situación de la niñez migrante.
Hasta ahora la atención humanitaria de las poblaciones migrantes y de refugiados en general ha correspondido principalmente al generoso esfuerzo de la sociedad civil, mediante organizaciones establecidas y con recursos propios y además gracias a esfuerzos impresionantes de personas en lo individual.
Comparativamente, por largo tiempo el Estado y sus instituciones han tenido un rol marginal; peor aún, durante este gobierno se redujeron a nada las cantidades antes disponibles, de por sí mínimas. Pero al parecer las cosas comienzan a cambiar radicalmente, motivadas por las reformas legislativas de finales del año 2020 que protegen a la infancia migrante.
La institución que ha empezado a enviar cuantiosas sumas de dinero a los estados para atender específicamente a la niñez migrante ha sido el Sistema DIF nacional (Secretaría de Salud). Mediante la firma de convenios –publicados en el Diario Oficial de la Federación– ha enviado a sus contrapartes de los estados recursos en escala sorprendente. Nada que ver con los subsidios habituales del DIF nacional, que tradicionalmente rondaban cifras de miles de pesos; por el contrario, ahora se trata de millones y millones. El DIF nacional tiene hoy otra estatura, irreconocible.
Literalmente ocurrió la bíblica multiplicación de los panes. La iniciativa es noble y de amplia escala, al mismo tiempo que paradójicamente silenciosa. A partir del 13 de septiembre de 2021 y hasta recientemente (31 de marzo), el DIF nacional ha enviado (o comprometido) a los DIF de algunos estados la cantidad de 893.9 millones de pesos; nada mal. Esta cifra supera por más de 12 veces el presupuesto asignado al DIF nacional, que en 2022 es de 69 millones. El contraste de cifras refleja la inusitada gestión emprendida por el sistema DIF. Entre el 13 y el 19 de septiembre asignó 256.5 millones de pesos a los estados; mientras que entre el 3 y el 31 de marzo otros 637.4 millones. Posiblemente las transferencias prosigan, ojalá.
Cada convenio del DIF nacional con los estatales está basado en un proyecto concreto para beneficiar a la niñez y adolescencia migrante, descrito en el “anexo de ejecución”, que debiera ser público y accesible de manera simple.
Ahora bien, no todos los estados han recibido este recurso y no todos en cantidades similares. Las diferencias son enormes. Durante el periodo indicado, de las 20 entidades beneficiadas la que más ha recibido es Chiapas, con 231.2 millones. La que menos es Colima, con 3.6 millones. Hasta ahora no hay convenios ni recursos para entidades como Tamaulipas y Veracruz –donde la niñez migrante tiene una problemática social muy aguda– ni para la Ciudad de México.
La lista adicional de estados beneficiados y montos es la siguiente, en cifras redondas: Baja California (etiquetados para Tijuana), 102 millones; San Luis Potosí, 100 millones; Michoacán, 72 millones; Nuevo León, 72 millones; Sinaloa, 60 millones; Chihuahua, 39 millones; Campeche, 36 millones; Tabasco, 36 millones; Oaxaca, 33 millones; Quintana Roo, 20 millones; Coahuila, 17 millones; Hidalgo, 16 millones; Jalisco, 14 millones; Estado de México, 12 millones; Sonora, 9 millones; Durango, 7 millones; Zacatecas, 5 millones, y Aguascalientes, 4 millones.
Los citados convenios, en algunos casos, indican los municipios beneficiados e incluso añaden alguna palabra sobre su destino. Destaca el municipio de Berriozábal, Chiapas, que tiene asignados 96.3 millones para su proyecto, lo cual suena estupendo; habría que conocer el “anexo de ejecución” para valorar la iniciativa. También sobresale el municipio de Tijuana, que asigna 46.8 millones para un “albergue”, 14.8 para un “módulo migrante” y 40.8 para un “santuario migrante” (¿en los tres casos se atenderá a niñez migrante?). Otro municipio que dispone de una buena cantidad de recursos es Tarímbaro, en Michoacán, pues le transfieren 72.2 millones de pesos.
Además, entre los pocos destinos especificados por los convenios, hay buenas noticias para el Centro Nohemí, en Ciudad Juárez, pues le transfieren 15.2 millones; también en el estado de Chihuahua hay una asignación por 23.9 millones para una “Casa del Menor Migrante”.
La información anterior se encuentra en los convenios entre el DIF nacional y los de los estados. Desde la perspectiva del no apoyo que este gobierno había marcado para la asistencia de niñez y personas migrantes (y para organizaciones civiles, en general), los convenios son una extraordinaria noticia. Si los recursos se destinan (o destinaron) con eficiencia a su propósito, constituyen una valiosa contribución para las agudas necesidades que tienen la infancia y adolescencia migrantes. Por ejemplo, los 96.3 millones de Berriozábal, correspondientes a 2021, ya debieron haber impactado las condiciones de estas poblaciones en la región. Igual los 25.2 de La Trinitaria o los 27.7 asignados a Tapachula al final del año pasado.
Las numerosas organizaciones de la sociedad civil que dedican su cotidiano esfuerzo a la problemática migrante aún no conocen el sustancial giro de política y de recursos que encabeza el DIF nacional; todo se inició en septiembre pasado y aceleró el paso durante marzo de 2022. Es necesario el activo involucramiento de estas organizaciones en el nuevo panorama, considerando que el objetivo es compartido y que la suma de esfuerzos siempre multiplica beneficios.
Por lo pronto, como primera medida, convendría que conocieran con detalle los convenios y los respectivos anexos de ejecución. Nuevo León, hasta donde he podido registrar, es el único que ha hecho una abierta comunicación pública de los recursos recibidos y de los proyectos beneficiados. Así debieran hacerlo todos.
Finalmente cabe subrayar que si las organizaciones civiles dedicadas a las y los migrantes no tienen información del extraordinario programa del DIF nacional ni, sobre todo, de sus positivos impactos, surge entonces una huella de preocupación sobre el destino final del dinero y de la eficiencia de su gasto.
De entrada no hay necesidad de tanta discreción ante recursos de escala tan importante, que ameritarían exactamente lo contrario. ¿O nos vamos preparando para un frustrante desenlace? Espero que no. Están en juego muchísimas vidas de las personas más vulnerables y, además, recursos financieros mayores.
* Profesor PUED/UNAM, excomisionado del INM.
De naturaleza política
¿En verdad es para celebrar?
Enrique Aranda
Excelsior
Recula Morena ante amenaza de “pijamada”…
Luego de la burda, cínica “maniobra de Estado” realizada a fin de convertir un inédito ejercicio de democracia participativa en una “faramalla propagandística” destinada a agradar el inmenso ego presidencial y de los ruidosos e infundados festejos por el supuesto triunfo logrado en la consulta de revocación de mandato, lo único que aquella dejó en claro es que la estructura electoral, el partido que creó Andrés Manuel López Obrador y mantiene bajo su mando, simple y sencillamente no camina… ¡no al menos como él quisiera!
Y esto, porque a la vista de los pobres resultados logrados, tras obligar a funcionarios de su fallida administración y gobernadores afines, literal, a dar la espalda a su personal compromiso de “cumplir y hacer cumplir la ley” y como él, a mandar al diablo las instituciones violando aquella de cara a la población, y de dilapidar cientos de millones de pesos del erario en el armado de una operación de manipulación y acarreo —bajo amenaza, en no pocos casos— de sus beneficiadas “clientelas”, el tabasqueño y focas aplaudidoras que le rodean no consiguieron siquiera la mitad de los votos —a favor de su innecesaria ratificación ahora— que en 2018 le catapultaron al Palacio donde vive…
Porque, perdón, festejar la concurrencia de sólo 17.7% del padrón electoral —82% se abstuvo— a un ejercicio que para ser vinculante exigía del 40% o, para decirlo de otra forma, echar las campanas a vuelo y querer presentar como gran logro que 91.8% de los votantes reales —muchos de ellos trasladados a la casilla por activistas morenos (a sueldo), el cada vez más cuestionado Mario Delgado incluido— sea un éxito incuestionable es en verdad ridículo, como lo es pretender hacer creer que con tales números es dable, desde ya, garantizar la permanencia de la fracasada 4T en el Ejecutivo.
En la Ciudad de México incluso, los malos resultados volvieron a exhibir la pobreza estructural y operativa del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y parásitos aliados puesto que, luego que la impresentable regenta Claudia Sheinbaum ofreciera, según quienes le rodean y como aquí mismo referimos, “cerca de 3.5 millones de votos…”, lo cierto es que el total conseguido superó apenas el millón y medio y la capital fue la segunda entidad donde un mayor número de sufragantes pidió la revocación inmediata…
¿Hay pues algo qué celebrar tras la pérdida de tanto tiempo, de profundizar la confrontación social, el desgobierno y gastar tanto dinero? Es pregunta…
ASTERISCOS
* En el marco del XXX aniversario del restablecimiento de relaciones entre México y el Vaticano, el secretario Pietro Parolin y Marcelo Ebrard, de la SRE, presidirán un encuentro académico sobre Laicidad abierta y libertad religiosa, una visión actual, con la participación de Raúl González Schmal, María Luisa Aspe y Guillermo Hurtado. Se dice que ahí podría darse a conocer la identidad del nuevo nuncio…
Sin merecerlo, es verdad, pero aprovechando la Semana Santa, este espacio dejará de publicarse a partir de ahora y volverá a hacerlo el próximo 24 de abril, con otro asunto De naturaleza política. Descansen.
Razones
El desafío de gobernar sin mayorías
Jorge Fernández Menéndez
Excelsior
Salgamos un poco de la discusión sobre si la consulta del domingo pasado fue un triunfo del oficialismo o un gran fracaso. Lo cierto es que fue un ejercicio inútil, una elección sin competidores, algo así como la de José López Portillo en 1976, el candidato único, cuyo único objetivo era triunfar sobre el número de votos que había logrado su antecesor, Luis Echeverría. En este caso ni siquiera era sí: López Obrador luchaba contra sí mismo, contra la histórica votación que alcanzó en 2018, una votación simplemente imposible de alcanzar porque a ella contribuyeron tal cantidad de factores que difícilmente se repetirán en el futuro, fue una suerte de anomalía histórica.
Pero los poco más de 15 millones de votos que recibió el domingo López Obrador deben medirse con otros ejercicios, con las lecciones de 2006, por ejemplo, donde, con un padrón menor al actual, AMLO recibió 14.7 millones de votos o las de 2012 donde tuvo 15.8 millones. El Presidente tiene ese voto duro, esos 15 millones de electores que constituyen una formidable base electoral, sería absurdo negarlo.
Con esa base electoral, con esos votos duros, se pueden ganar comicios presidenciales si en ellos la votación está muy pulverizada, pero precisamente por eso, el actual sistema es inoperante. En 2018, López Obrador tuvo gobernabilidad porque obtuvo 30 millones de votos en una situación extraordinaria, y esa votación le dio un margen y una mayoría propia que le permitió gobernar sus tres primeros años basándose en ella. Después de 2021, ya no le ha sido tan fácil y su propia radicalización le ha cerrado puertas a acuerdos legislativos. Lo que está sucediendo con la reforma constitucional en materia energética es una buena demostración de ello: sin mayoría calificada y con una línea política endurecida, la gobernabilidad se dificulta.
Hace dos semanas hablábamos aquí de la importancia que tiene en casi todas las democracias del mundo, la segunda vuelta electoral. Es un mecanismo que en sociedades donde el voto está pulverizado, como en la nuestra y muchas más, permite a quien gane, tener una mayoría estable que se determina a partir de los acuerdos que se obtienen sobre todo para la segunda vuelta.
Puede ocurrir, como nos sucedió en 2018, que un candidato gane con más de 50 por ciento de los votos y eso le da automáticamente su mayoría, pero, insistimos, en las democracias actuales, si realmente lo son, esas votaciones son anomalías que difícilmente se repiten.
El mejor ejemplo lo dieron las elecciones francesas del domingo pasado: Emmanuel Macron ganó con poco menos de 28 por ciento de los votos, la segunda fue la candidata de extrema derecha Marion Anne Le Pen, que obtuvo poco más de 21 por ciento, luego vinieron otros candidatos, en forma destacada, Jean Luc Melenchon, de una izquierda populista, tipo Morena o Podemos en España: mucho más atrás se desgranaron los distintos aspirantes, con una fracaso absoluto de los dos partidos que dominaron la política francesa por décadas: la centroderecha de los republicanos, y la centroizquierda del Partido Socialista, los Verdes o el partido Comunista.
Si esas elecciones hubieran sido en México, Macron hubiera sido el presidente con menos de un tercio de los votos. Sería un mandatario débil, a merced de los equilibrios legislativos que pudiera establecer. La segunda vuelta ayuda a corregir esas distorsiones: en los comicios del 24 de abril disputarán el ballotage Macron contra Le Pen y eso obliga a todos los electores y, por supuesto, a sus competidores de la primera vuelta, a decantarse por alguno de ellos, por el centrista Macron o la muy derechista Le Pen. Quien gane, presumiblemente Macron, aunque se esperan comicios cerrados, tendrá en esa segunda vuelta por lo menos la mitad de los votos. Eso le otorga mayor legitimidad, un mayor margen de gobernabilidad y lo obliga a haber establecido acuerdos con otras fuerzas y competidores. Esa opción no la tenemos en México.
No es el único caso. Lula da Silva en Brasil se presenta nuevamente a elecciones tratando de derrotar a Jair Bolsonaro, un presidente catastrófico que ganó, entre otras razones, aprovechando que una artimaña judicial había enviado a Lula a la cárcel y le impidió competir. Pero Lula sabe que, si va sólo con sus aliados de izquierda, puede perder en la segunda vuelta. Por eso eligió como candidato a vicepresidente a quien fue su rival de centroderecha en las elecciones de 2006. Se trata del exgobernador de Sao Paulo, de donde es originario Lula, Geraldo Alckmin. Lula proviene del Partido de los Trabajadores (PT), con orígenes que van del trotskismo a los jesuitas. Alckmin fue numerario del Opus Dei. Parafraseando a Borges, no los une el amor, sino el espanto de que se reelija Bolsonaro. Esas alianzas obligan a compromisos y están pensadas para aglutinar a los suficientes electores desde la centroderecha convencional hasta la izquierda, para ganar en la primera vuelta o para hacerlo en la segunda con un amplio abanico de alianzas.
Ninguna de las principales fuerzas quiere la segunda vuelta en México porque todas prefieren mal gobernar con minorías a hacerlo con una mayoría que provenga de compromisos con sus adversarios. Por eso nuestra gobernabilidad termina siendo, al final, tan endeble.
Astillero
¿Traición en reforma eléctrica? // Domingo de definiciones // Iniciativa inmediata sobre litio // Revilla: la conexión cantábrica
Julio Hernández López
La Jornada
El presidente López Obrador abordó ayer discursivamente la probabilidad de que su iniciativa de reforma eléctrica no pase la aduana de San Lázaro. Lo hizo al rendir su informe de los cien días de labores del cuarto año de gobierno, mismo día en que debía haber comenzado en la Cámara de Diputados el proceso de discusión y votación que por decisión de Morena y sus aliados se pasó al domingo próximo, según eso para socializar de mejor forma la citada iniciativa que, aún con presuntas incorporaciones de puntos planteados por sus opositores, recibió el pleno rechazo de éstos.
De ser tal el desenlace en la sesión de diputados, será una derrota política ante panistas y priístas engallados (el PRD-LQQ, poco cuenta) que aseguran que votarán sin fisuras ni concesiones contra el proyecto de Palacio Nacional.
Incluso, legisladores del pripanismo se adelantaron a un posible cerco de impulsores de la reforma eléctrica, que así buscarían impedir que entraran a San Lázaro, y llegaron desde el lunes en la tarde al recinto legislativo para dormir ahí y estar listos para la votación del martes que, como se dijo líneas arriba, pasó al siguiente domingo.
Ante la citada propuesta en riesgo, el Presidente adelantó: Nos protegimos en el caso de una traición, esto es trascendente para que haya tranquilidad en nuestro pueblo: si hay una traición ya estamos protegidos (…) Son tiempos de definición y sin medias tintas (…) Lo bueno es que pronto, muy pronto, sabremos quién es quién en tan relevante emplazamiento.
López Obrador incluso anunció: Enviaré de inmediato, al día siguiente, el lunes próximo, una iniciativa al Congreso para modificar la ley minera, que sólo requiere de la aprobación de la mayoría simple de diputados y senadores, para establecer que el litio, mineral estratégico para el desarrollo industrial y tecnológico futuro, ambicionado por las corporaciones y por gobiernos extranjeros, y me consta, sólo podrá, mediante esa reforma, ser explotado por el Estado mexicano y quedará así como propiedad absoluta del pueblo y de la nación.
El paso adelante en el tema del litio será trascendente. Y, en lo partidista y electoral, Palacio Nacional responsabilizará a sus adversarios de boicotear la iniciativa en materia eléctrica y estar al servicio de intereses particulares, nacionales y extranjeros.
En otro tema: se perfila una vía en busca de deshacer la pausa diplomática que el presidente López Obrador impuso en la relación con España. Se ha publicado que el presidente del gobierno hispano, Pedro Sánchez, pidió al presidente de la comunidad autónoma de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que, dada la buena relación que tiene con el mandatario mexicano, trate de mediar entre las partes y llegar a acuerdos positivos.
Sin embargo, el propio Revilla le ha quitado hierro al asunto: El único que lo ha insinuado es el presidente de México (…) Lo único que me ha dicho (Pedro Sánchez, el presidente español) es que sería interesante que intentáramos entre todos restituir unas buenas relaciones, pero a mí no me ha encargado nada (…) Yo no sé quién se lo ha inventado (https://bit.ly/3O6kfJH ).
La especie provino de las palabras pronunciadas por Revilla en una mesa de análisis político: habría recibido una que otra llamada importante sobre el tema: Sí que me ha mandado un mensaje Pedro Sánchez (presidente del gobierno español), me ha llamado el secretario de Estado de Iberoamérica y esta mañana me ha mandado un mensaje (el nuevo líder del Partido Popular) Alberto Núñez Feijóo (…) Sería interesante que yo mediara (La sexta: https://bit.ly/37I7yUw).
El diario El País, a su vez, reporta que el 23 de enero de este año, cuando cumplió 79 años de edad, Revilla recibió una llamada telefónica de un número desconocido, sin identificación en sus contactos. Tan insistente fue el timbrar que contestó y escuchó una voz que entonaba Las Mañanitas: era el presidente López Obrador (https://bit.ly/3uCgvYs). ¿Funcionará la conexión cantábrica.
INE: la manzana de la discordia
Bernardo Barranco V.
La Jornada
El INE es ahora una ciudad amurallada. Para Morena y la 4T, la guerra contra el INE está más que cantada. Los agudos reproches no vienen sólo del ejercicio de la revocación de mandato, sino de muy atrás. Este episodio no es más que la punta del iceberg y apunta a nuevas arremetidas del gobierno federal y del partido en poder.
Las próximas semanas y meses vamos a leer dos narrativas. Los que maldicen y desaprueban el comportamiento del INE y los que lo defienden como una institución sagrada de la democracia mexicana. Las lecturas son reflejo del clima de polarización que lo deforma todo e impide lecturas serias y sensatas. La institución electoral ha soportado mutaciones impuestas por los partidos políticos ante fallas o momentos cruciales del país. Muchos intelectuales de la comentocracia, más que defender al INE, opondrán un cerco contra los embates de AMLO y Morena.
Construirán una fortificación sitiada por el supuesto embate lopezobradorista. Defenderán con argumentos sesgados la ciudad sitiada, en defensa de la inmaculada autonomía e independencia que nunca han existido. Y ahora sufre las embestidas desde el poder de la 4T. Intelectuales que hasta hace poco fueron feroces críticos de la imparcialidad del instituto ahora son sus más fervientes defensores.
Pero mi primera pregunta es: ¿el cuestionamiento es al INE como tal o las querellas se centran contra Lorenzo Córdova y Ciro Murayama? La tensión es tan retorcida que en la madrugada del 11 de abril en la reanudación de la sesión extraordinaria del Consejo General, los consejeros Ciro Murayama y Lorenzo Córdova, secundados por Uuc-kib Espadas, se burlaron irrespetuosamente del representante de Morena Mario Rafael Llergo. Córdova y Murayama, como si estuvieran en aula de secundaria, se mofaron con vulgaridad tal, que el representante del PRI, Jorge Ramírez Marín, les llamó la atención como profesor de colegio, diciendo que no es conveniente para la democracia que la figura de los consejeros electorales esté permanentemente en medio de las confrontaciones ni controversias.
Lo conveniente, dijo, es la sobriedad y no andar en guerrillas ni en zafarranchos. Este es el mayor talón de Aquiles del INE. Tener un presidente y algunos consejeros protagónicos. Que se han puesto los guantes y combaten palmo a palmo los señalamientos que el Presidente les reprocha. Ante la debilidad de los partidos de oposición, indebidamente Lorenzo y Ciro se han convertido en un contrapeso político contra la 4T. Durante muchos años, escuchamos decir a José Woldenberg, maestro y mentor de ambos, que el mejor árbitro es aquel que no se ve.
He estado más de 20 años en diferentes trincheras del andamiaje electoral. Puedo afirmar con toda certeza que el INE goza de una estructura operativa efectiva y comprometida que garantiza resultados electorales correctos. Con vergüenza, afirmo que, para este ejercicio de revocación, a los consejeros distritales, que son miles, y locales se les redujeron sus emolumentos a la mitad, mientras los consejeros generales del INE siguieron gozando íntegras sus prerrogativas. Una absoluta falta de congruencia.
Por ello reprocho que los consejeros generales que arriban al INE por acuerdos cupulares de los partidos se convierten casi siempre en consejeros de consigna. Tenemos el caso de Adriana Favela, convertida en cacique priísta de su comarca mexiquense. Tiene en el OPLE, IEEM, cuatro subalternos incrustados en el Consejo General, empezando por la presidenta provisional Daniella Durán. Favela es de facto una operadora política.
La memoria es corta, pero tan sólo en 2017, el ex presidente Luis Carlos Ugalde reconocía que el INE pasaba por su peor momento. Con bajísimos niveles de aprobación del INE (30 a 35 por ciento. El Siglo de Torreón, 8/17). Recordemos el extrañísimo voto de Sergio García Ramírez que exoneró al PRI en el caso Monexgate. El INE salvó el registro del mercenario Partido Verde en 2015, argumentando que dicho instituto violó la ley, pero no impidió la democracia. Ante la reforma de 2014, que acotó la interferencia de los gobernadores en los procesos electorales de las entidades, los consejeros del INE se convirtieron en los filtros para la asignación de los consejeros locales de los OPLES, en cabildeo con los propios gobernadores.
En la aprobación del registro del partido confesional PES, en 2014 y 2020, el INE violó el carácter laico del Estado. La fiscalización del INE ha sido uno de los mayores fracasos, pues ante las técnicas modernas el instituto tiene un sistema anacrónico que más bien parece procedimiento de simulación. Con Morena los desencuentros han sido diversos: la sanción al fideicomiso por el terremoto de 2017. El INE bajó a los candidatos Félix Salgado Macedonio (Guerrero) y a Raúl Morón Orozco (Michoacán). La disputa por el presupuesto para el ejercicio de la revocación de mandato, entre otros.
Sigue flotando mi pregunta. ¿Es el INE o la actitud protagónica de Lorenzo y Ciro que alimenta los antagonismos? Me parece que en el debate que se viene en torno a la reforma electoral debe primar la mesura. El INE tiene un desempeño aceptable en las jornadas electorales. Pero está lejos de ser una estructura impecable. Su pecado original son las designaciones de consejeros por acuerdos partidarios. El INE no es una institución perfecta, ni es autónomo, tampoco independiente de los poderes fácticos de México. Si la polarización continúa entramos a un diálogo de sordos; peor: a un callejón sin salida.